?Los Leopard acercan a Occidente a una guerra con Rusia? Los expertos dicen que no
La legislaci¨®n internacional avala la entrega de armas a Ucrania y la formaci¨®n de sus militares. La l¨ªnea roja que convertir¨ªa a los aliados en participantes es mandar tropas
Misiles antitanque Javelin, obuses de 155 mil¨ªmetros, lanzacohetes HIMARS, sistemas antia¨¦reos Patriot, carros ligeros, tanques Challenger, Leopard 2 y Abrams. El aumento y la potencia de la ayuda militar de Occidente a Ucrania para defenderse de la invasi¨®n rusa ha calentado el debate sobre el grado de implicaci¨®n de los pa¨ªses aliados en la guerra, y si est¨¢ cerca un potencial conflicto directo. Enconado en la invasi¨®n para despojar a Ucrania de su soberan¨ªa, el Kremlin ha elevado el tono de sus acusaciones a la Alianza Atl¨¢ntica e insiste en que los ¨²ltimos env¨ªos implican que la OTAN est¨¢ en guerra con Rusia en Ucrania, a trav¨¦s de las tropas de Kiev armadas con material militar aliado; una ¡°guerra proxy [por intermediaci¨®n]¡±. La ret¨®rica del Kremlin tiene seguimiento entre algunos sectores europeos, pero el derecho internacional ampara a los pa¨ªses que apoyan con armas a Ucrania para defenderse. Y con ello no se consideran parte del conflicto. La l¨ªnea roja est¨¢ en poner botas militares sobre el terreno. Una perspectiva que los pa¨ªses aliados se aprestan a alejar.
Esta semana, despu¨¦s de que Alemania y Estados Unidos anunciaran el env¨ªo de tanques potentes y modernos a Ucrania como parte de un gran esfuerzo aliado conjunto, el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, considerado uno de los submarinos del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en la UE y la OTAN, carg¨® contra el nuevo apoyo. ¡°Si env¨ªas armas y financias el presupuesto de todo el a?o de una de las partes en conflicto y consideras enviar m¨¢s armas cada vez m¨¢s modernas, entonces puedes decir lo que quieras, eres parte de la guerra¡±, asegur¨® Orb¨¢n. ¡°Comenz¨® cuando los alemanes dijeron que estaban dispuestos a enviar cascos. Ahora estamos en tanques de batalla y ya est¨¢n hablando de aviones¡±, remarc¨®.
Rusia ha hervido estos d¨ªas con un argumento relacionado, a ra¨ªz de unas declaraciones de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, manipuladas por el Gobierno de Putin para defender que Berl¨ªn y la OTAN son partes beligerantes en la contienda. ¡°Estamos luchando una guerra contra Rusia, y no entre nosotros¡±, dijo, en ingl¨¦s, la ministra en el Consejo de Europa. Mosc¨² pidi¨® aclaraciones y la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zaj¨¢rova, asegur¨® en su canal de Telegram que las declaraciones prueban que Occidente libra ¡°una guerra premeditada contra Rusia¡±.
El Gobierno alem¨¢n zanj¨® la cuesti¨®n el viernes, durante la rueda de prensa ordinaria, informa Elena G. Sevillano: ¡°Ni la OTAN ni Alemania son parte en la guerra. El canciller [Olaf Scholz] lo ha subrayado una y otra vez. Apoyamos a Ucrania, pero no somos parte en la guerra¡±, asegur¨® una portavoz, que explic¨® que la frase se dijo en el contexto de un debate sobre c¨®mo la Uni¨®n Europea, el G-7 y la OTAN se mantienen unidos contra ¡°la brutal guerra de agresi¨®n que Rusia est¨¢ librando en Ucrania¡±.
Leg¨ªtima defensa
El Kremlin lleva largo tiempo asegurando que lo que sucede en Ucrania es una guerra por intermediaci¨®n entre Rusia y Occidente, entre Mosc¨² y la OTAN. Geraint Hughes, profesor de Historia Diplom¨¢tica y Militar en el King¡¯s College de Londres ha analizado a fondo el asunto en un s¨®lido ensayo y concluye que, pese a la propaganda rusa, ese argumento no es real. Y no lo es, detalla, porque existen fricciones entre Ucrania y sus aliados por las solicitudes de armas, porque el respaldo occidental ser¨ªa de poca utilidad si los ucranios no estuvieran listos y dispuestos a luchar y han dado desde el inicio de la invasi¨®n una respuesta aut¨®ctona, y finalmente porque Ucrania es un Estado soberano e independiente reconocido por la comunidad internacional que tiene derecho a la leg¨ªtima defensa.
Kristi Raik, subdirectora del Centro Internacional de Estudios de Defensa, desprecia en este caso el concepto de ¡°guerra proxy¡±. ¡°De alguna manera disminuye la autonom¨ªa de Ucrania. Y esta guerra sucede porque Ucrania est¨¢ defendiendo su independencia, est¨¢n decididos a hacerlo. Y por eso Occidente les apoya en esta guerra lanzada por Rusia¡±, se?ala.
A finales de 2021, Rusia quiso rebobinar en el tiempo y amenaz¨® a la OTAN y a Estados Unidos si no cesaban toda actividad militar en Europa del Este y Asia central. Mosc¨² quer¨ªa volver al orden mundial de la Guerra Fr¨ªa. Un par de meses despu¨¦s, para justificar su invasi¨®n, el presidente ruso asegur¨® que la perspectiva de que Ucrania entrase en la Alianza Atl¨¢ntica ¡ªKiev recibi¨® la carta de invitaci¨®n a hacerlo en 2008 y desde entonces no se ha avanzado en ello y antes de la invasi¨®n no hab¨ªa perspectivas de que avanzara¡ª era una amenaza y deb¨ªa as¨ª ¡°desmilitarizar¡± el pa¨ªs y tambi¨¦n ¡°desnazificarlo¡± ¡ªUcrania tiene un primer ministro y un presidente jud¨ªos¡ª. Desde entonces, el Kremlin se ha esforzado por vender en casa y a trav¨¦s de su aparato de propaganda que esta es, en realidad, una guerra contra la OTAN. ¡°Para poder movilizar a la poblaci¨®n, es m¨¢s aceptable vender la amenaza y la guerra contra la OTAN que con Ucrania¡±, dice Raik.
La Alianza Atl¨¢ntica ha remarcado desde el principio de la invasi¨®n rusa que no es parte del conflicto. Y se ha negado a las peticiones del Gobierno del presidente Volod¨ªmir Zelenski de establecer una zona de exclusi¨®n a¨¦rea para evitar los bombardeos rusos, con el argumento de que esto llevar¨ªa a las fuerzas de la Alianza a un conflicto directo con Rusia. Aunque el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha hecho llamamientos a los pa¨ªses aliados para que sostengan a Ucrania y aumenten su apoyo, es la asistencia militar y financiera de sus miembros la que se ha convertido en el salvavidas del esfuerzo b¨¦lico de Ucrania. Y asisten al pa¨ªs agredido en virtud del art¨ªculo 51 de la Carta de Naciones Unidas, que permite la autodefensa individual y colectiva.
Es muy distinto enviar armamento y prestar asistencia desde fuera del pa¨ªs que tener presencia militar dentro, apunta Jamie Shea, profesor de Estrategia y Seguridad en la Universidad de Exeter y ex alto cargo de la OTAN. ¡°Hay derechos inherentes a la autodefensa colectiva, por lo tanto, la asistencia a trav¨¦s de un pa¨ªs que se defiende leg¨ªtimamente¡±, dice. ¡°Los aliados pueden suministrar armas, organizar entrenamientos. Siempre que no operen sistemas para los ucranios y mientras no est¨¦n realmente presentes con las botas sobre el terreno, dentro del pa¨ªs, los pa¨ªses aliados no son beligerantes y no pueden ser considerados como cobeligerantes¡±, asegura el experto en defensa. Los voluntarios o contratistas militares que han llegado a Ucrania para luchar en una de sus brigadas internacionales no se consideran implicaci¨®n directa, dice Shea, porque aunque los aliados no les impiden acudir, no alientan que vayan ni se les brinda asistencia, y su participaci¨®n es a t¨ªtulo individual.
Algunos aliados han temido, no obstante, que ciertas transferencias de material militar inciten a Rusia a intensificar la guerra. Es el caso de Olaf Scholz con los tanques de fabricaci¨®n germana Leopard 2, que algunos pa¨ªses hab¨ªan ofrecido a Kiev pero que no pod¨ªan enviar sin luz verde de Berl¨ªn para su reexportaci¨®n, como marcan los contratos de defensa. Alemania se ha movido en un equilibro complejo durante toda la guerra: las generaciones m¨¢s mayores todav¨ªa recuerdan sus tanques arrasando el este de Europa durante la II Guerra Mundial y hay una cierta sombra de la culpa, un antimilitarismo importante tras dos guerras mundiales y tambi¨¦n por sus lazos econ¨®micos y comerciales con Rusia.
Tras las grandes presiones y solo despu¨¦s de que Washington accediera a enviar tambi¨¦n sus propios tanques Abrams a Ucrania, Alemania decidi¨® no solo permitir que otros pa¨ªses enviaran Leopard 2, sino enviar un lote de los suyos en un esfuerzo de coalici¨®n de env¨ªo internacional destinada a crear una mejor estructura log¨ªstica y de apoyo, pero tambi¨¦n a taponar las grietas que hab¨ªan empezado a visibilizarse en la unidad de la OTAN y a romper un esquema mental que, hasta ese momento, hab¨ªa marcado los tanques pesados como una clara l¨ªnea roja. ¡°Siempre tenemos que dejar claro en todo lo que hacemos que estamos haciendo lo que es necesario y lo que es posible para apoyar a Ucrania¡±, dijo Scholz. ¡°Pero al mismo tiempo estamos evitando que la guerra se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN¡±, se?al¨®.
Miedo a una escalada
El miedo a una escalada militar ha frenado durante un tiempo el env¨ªo de material militar ofensivo pesado a Ucrania, pero en los ¨²ltimos tiempos, las informaciones de inteligencia han sostenido que la escalada es menos probable, aunque nunca descartable. Y eso tambi¨¦n ha jugado un papel en el tablero geoestrat¨¦gico de discusi¨®n de la ayuda militar. Un tablero estrat¨¦gico en el que hay otras variables, como el papel presente y futuro de Ir¨¢n (que ya suministra drones bomba y podr¨ªa dar al Kremlin tambi¨¦n misiles) en el conflicto y Corea del Norte, tomando nota de las pautas de la guerra, apuntan fuentes aliadas.
El debate, la discusi¨®n estrat¨¦gica, legal y ¨¦tica de ayudar a un pa¨ªs invadido no es para nada nueva. Estados Unidos se vio en el dilema de sostener con el env¨ªo de armas y tropas al Reino Unido durante la II Guerra Mundial, hasta que el ataque japon¨¦s a Pearl Harbor desencaden¨® su participaci¨®n. A Kristi Reik, la situaci¨®n actual le recuerda m¨¢s bien a la Guerra de Invierno, de 1939, cuando la Uni¨®n Sovi¨¦tica atac¨® Finlandia en una guerra de agresi¨®n.
Jamie Shea tambi¨¦n establece una interesante comparaci¨®n con la d¨¦cada de 1930, cuando Francia y el Reino Unido, en la Liga de las Naciones adoptaron una pol¨ªtica de no intervenci¨®n en la Guerra Civil espa?ola, lo que significaba no enviar armas y por supuesto tampoco tropas. ¡°Esta vez es distinto, en el sentido de que la no intervenci¨®n se define como poder transferir armas, siempre que sean operadas por completo por las tropas ucranias¡±, se?ala.
No es descartable que los tanques pesados no sean el ¨²ltimo tab¨² a romper. El Gobierno de Zelenski est¨¢ reclamando ahora aviones de combate. Aunque ese debate todav¨ªa no se ha iniciado de manera formal entre los aliados, que est¨¢n ahora dise?ando la estructura para hacer efectivos los Leopard 2 y Abrams. La OTAN y distintas fuentes de inteligencia han advertido de que Rusia planea una nueva ofensiva para primavera. O incluso antes. Y eso ha contribuido a desbloquear la decisi¨®n de enviar tanques. ¡°Vamos a ver una guerra de mucha m¨¢s intensidad¡±, apunta el analista militar J¨¦r?me Pellistrandi, que cree que es muy probable que el conflicto siga hasta el a?o que viene. Ucrania tambi¨¦n planea una contraofensiva para tratar de ganar terreno, y el analista cree que la futura ayuda militar de los aliados depender¨¢ mucho de c¨®mo se desarrollen las cosas en primavera.
Mientras, Rusia ha subido el tono y ha afirmado que la decisi¨®n de enviar tanques es ¡°altamente peligrosa¡± y ¡°lleva el conflicto a un nuevo nivel de confrontaci¨®n¡±. Tambi¨¦n que Occidente est¨¢ ¡°empe?ado en la escalada permanente¡±. Como respuesta, el presidente estadounidense, Joe Biden, repiti¨® un argumento que la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, lanza a Mosc¨² insistentemente: ¡°Si las tropas rusas regresan a Rusia, donde pertenecen, esta guerra terminar¨ªa hoy¡±.
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