El expresidente Bolsonaro permanece en Florida sin fecha de regreso a Brasil

Michelle Bolsonaro, esposa del anterior presidente de Brasil, aterriz¨® este jueves por la noche en Brasilia sin su esposo, que permanece en un chal¨¦ prestado de Florida en v¨ªsperas de cumplirse un mes de su partida y del fin de su mandato. El ultraderechista Jair Bolsonaro mantiene silencio sobre su futuro y no ha dado una fecha de vuelta. Mientras, la investigaci¨®n abierta contra ¨¦l por el Tribunal Supremo por alentar el asalto al coraz¨®n pol¨ªtico y judicial de Brasil el pasado 8 de enero no ha producido ninguna novedad relevante. El goteo de arrestos por la intentona golpista contin¨²a y m¨¢s de 1.000 personas siguen en prisi¨®n. Entre los sospechosos que la polic¨ªa busca, un sobrino de Bolsonaro conocido como Leo, El Indio, que particip¨® en el ataque y se hizo all¨ª mismo un selfi.

Bolsonaro, que en principio viaj¨® con intenci¨®n de quedarse un mes en Florida, no ha detallado por ahora en p¨²blico sus planes. Entre m¨²ltiples especulaciones y fuentes an¨®nimas que aseguran que ha pedido a su anfitri¨®n quedarse hasta despu¨¦s de Carnaval, su primog¨¦nito, el senador Fl¨¢vio Bolsonaro, ha ahondado en la incertidumbre: ¡°No hay previsi¨®n, es ¨¦l quien sabe. Puede ser ma?ana, en seis meses, puede no regresar nunca. No lo s¨¦¡±, ha declarado este s¨¢bado.

El jefe del partido del patriarca Bolsonaro, Valdemar Costa Neto, espera en cambio un retorno innmediato. ¡°El otro d¨ªa me mand¨® un audio diciendo que vuelve a fin de mes (de enero)¡±, dec¨ªa el presidente del Partido Liberal este viernes en una entrevista con el diario O Globo. Los comentaristas brasile?os no se lo acaban de creer. Y el l¨ªder de la sigla a la que Bolsonaro se afili¨® para disputar la reelecci¨®n admite que habla poco con ¨¦l. Costa Neto considera imprescindible que se persone en Brasil para liderar la oposici¨®n a Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el izquierdista que preside un Gobierno de coalici¨®n.

Los problemas intestinales del exmandatario son uno de los motivos que podr¨ªan acelerar el regreso en vista de que sufri¨® una nueva crisis que le oblig¨® a pasar por el hospital en Estados Unidos.

Este lunes se cumple un mes desde que Bolsonaro se instal¨® en la ciudad de Kissimmee (Florida), dos d¨ªas antes del fin de su mandato, el 1 de enero. Perdi¨® entonces la inmunidad de la que el militar en la reserva ha disfrutado durante tres d¨¦cadas gracias a sucesivos cargos electos. Sigue en tierras estadounidenses, haciendo vida de ciudadano de a pie. Se ha dejado ver en alguna hamburgueser¨ªa con su esposa y en el supermercado. Poco m¨¢s. Al principio, se paraba a charlar con seguidores en la puerta de la vivienda donde se aloja, propiedad de un brasile?o que fue profesional de la lucha libre.

Pocas declaraciones p¨²blicas ha hecho en estas semanas. Despu¨¦s de que miles de sus seguidores invadieran por la fuerza la Presidencia, el Congreso y el Supremo en Brasilia, difundi¨® una t¨ªmida condena: ¡°Las manifestaciones pac¨ªficas, conforme a la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios p¨²blicos como las ocurridas hoy (por el 8 de enero), as¨ª como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla¡±. Un v¨ªdeo que cuestionaba la victoria de Lula, colgado en sus redes tras el intento golpista, es el principal motivo de que Bolsonaro fuera incluido en la investigaci¨®n por instigar el ataque golpista. ?l se ha defendido con el argumento de que siempre ha actuado ¡°dentro de las cuatro l¨ªneas de la Constituci¨®n¡±.

Transcurridos tres meses de una derrota que nunca ha reconocido expl¨ªcitamente, es evidente que Bolsonaro ha abdicado de su papel de liderar la oposici¨®n pese al enorme capital pol¨ªtico logrado en las elecciones, que perdi¨® por menos de dos puntos. El asalto violento protagonizado por miles de sus seguidores, a los que anim¨® a creer que le robaron las elecciones, ha complicado a¨²n m¨¢s su futuro. Es investigado en un pu?ado de casos, incluidos algunos por la pandemia.

Uno de los tres hijos que tiene en pol¨ªtica, Carlos, tambi¨¦n est¨¢ en EE UU, seg¨²n la prensa brasile?a. Investigado por dirigir la m¨¢quina bolsonarista de la desinformaci¨®n, le espera su puesto de concejal en R¨ªo de Janeiro. Sus hermanos est¨¢n convocados a tomar posesi¨®n de sus esca?os en Brasilia el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, Flavio como senador, y Eduardo como diputado. La elecci¨®n de los presidentes de las dos C¨¢maras permitir¨¢ vislumbrar ese d¨ªa c¨®mo est¨¢ el equilibrio de fuerza entre Lula y Bolsonaro en el Congreso.

No hay noticia de que el ultraderechista brasile?o se haya visto en estas semanas con el expresidente Donald Trump, asidua presencia en Florida. Tampoco se ha reunido con aliados brasile?os que se han dejado caer por Florida aprovechando las vacaciones de A?o Nuevo.

Uno de ellos, su antiguo ministro de Justicia, Anderson Torres, fue detenido seis d¨ªas despu¨¦s del asalto a los poderes, al aterrizar en Brasilia. Torres, que era el responsable de la seguridad p¨²blica en Brasilia, estaba en Florida el d¨ªa de la invasi¨®n de los edificios. Acusado de ¡°connivencia dolosa¡± con los asaltantes, el antiguo ministro de Bolsonaro se dej¨® el m¨®vil en EE UU y desde que est¨¢ en prisi¨®n preventiva no ha abierto la boca.

La polic¨ªa encontr¨® en casa de Torres un borrador de decreto presidencial para intervenir el Tribunal Supremo tras las elecciones y dar la vuelta al resultado de octubre. Costa Neto, el jefe de su partido, dice en la citada entrevista que hab¨ªa propuestas de decretos golpistas ¡°en casa de todo el mundo¡±. Cuenta que ¨¦l mismo recibi¨® propuestas: ¡°Tuve el cuidado de triturarlas. Ve¨ªa que no se daban las condiciones, y Bolsonaro no quiso hacer nada fuera de la ley¡±.

El ultraderechista se fue al extranjero para no participar de la ceremonia de traspaso de poder a Lula. Vol¨® como jefe del Estado en un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea, pero desde el 1 de enero es un ciudadano de a pie. Entre otras cosas, tiene que resolver su estatus migratorio con las autoridades estadounidenses. El que quiera verle en persona puede pagar entre 10 y 50 d¨®lares para asistir el martes en Orlando a un acto titulado Gran encuentro con el capit¨¢n que ha organizado un grupo de fans.

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