Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, las claves de por qu¨¦ dos viejos rivales exploran ahora el deshielo
Las dos potencias, que han anunciado el restablecimiento de sus relaciones diplom¨¢ticas, mantienen un enfrentamiento desde hace d¨¦cadas por la b¨²squeda de la hegemon¨ªa regional
Arabia Saud¨ª y la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n se observan desde hace d¨¦cadas con desconfianza desde ambas orillas del golfo P¨¦rsico. Ambos con el petr¨®leo como principal fuente de ingresos, se han enfrentado en la b¨²squeda de la hegemon¨ªa religiosa y geopol¨ªtica. Son pa¨ªses isl¨¢micos confesionales, pero con una diferencia fundamental: mientras que Arabia Saud¨ª se considera la garante de la ortodoxia sun¨ª, Ir¨¢n es un pa¨ªs de mayor¨ªa chi¨ª, la rama minoritaria del islam, que los fundamentalistas musulmanes consideran her¨¦tica.
Mientras que Riad es, desde hace d¨¦cadas, un aliado importante de Estados Unidos en la regi¨®n, Teher¨¢n es su principal antagonista. Los rivales han anunciado este viernes la reanudaci¨®n de sus relaciones bilaterales, rotas desde 2016. Estas claves explican el origen de su enfrentamiento y el alcance del posible deshielo.
?Por qu¨¦ est¨¢n enfrentados Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª?
Arabia Saud¨ª, cuna del wahabismo ¡ªque defiende una vuelta radical al islam de los or¨ªgenes¡ª, es el pa¨ªs que alberga los dos lugares m¨¢s sagrados del islam, La Meca y Medina. Sus reyes se consideran los custodios de la ortodoxia sun¨ª, opuesta a la corriente heterodoxa chi¨ª, mayoritaria en Ir¨¢n. Esta rivalidad religiosa hist¨®rica se exacerb¨® a partir del advenimiento de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, en 1979, que represent¨® el triunfo de una teocracia con un fuerte componente republicano y con el objetivo expl¨ªcito de exportar el chiismo en la regi¨®n.
Los revolucionarios iran¨ªes llamaron a derrocar monarqu¨ªas de pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, cuya minor¨ªa chi¨ª representa entre el 10% y 15% de su poblaci¨®n. En la guerra entre Ir¨¢n e Irak (1980-1988), Riad apoy¨® a Bagdad para evitar que Ir¨¢n exportara su revoluci¨®n isl¨¢mica. Desde entonces, ambos pa¨ªses han mantenido sucesivas guerras por intermediaci¨®n de otros agentes (estatales o no), apoyando a grupos rivales en conflictos como el afgano en los a?os de la ocupaci¨®n sovi¨¦tica, el liban¨¦s y los actuales en Siria y Yemen. Esta competencia tiene tambi¨¦n una vertiente econ¨®mica: la rivalidad por el control de los mercados de la principal fuente de ingresos de ambos: el petr¨®leo.
?Qu¨¦ desencaden¨® la ruptura de relaciones en 2016?
El 2 de enero de 2016, Arabia Saud¨ª ejecut¨® a un cl¨¦rigo de la minor¨ªa chi¨ª, Nimr al Nimr, condenado a muerte por ¡°terrorismo¡± y ¡°sedici¨®n¡±. Tras su ejecuci¨®n, una turba asalt¨® y prendi¨® fuego a la Embajada saud¨ª en Teher¨¢n. Riad respondi¨® retirando a su embajador, una medida que fue imitada por los iran¨ªes. En septiembre de 2019, una importante instalaci¨®n petrolera en territorio saud¨ª fue atacada con drones y misiles de crucero lanzados por los rebeldes Huthi en Yemen, que cuentan con apoyo militar iran¨ª.
?Qu¨¦ ha motivado el acercamiento?
Estados Unidos no respondi¨® a Ir¨¢n por el ataque a los pozos petrol¨ªferos saud¨ªes en 2019. Seg¨²n varios analistas, eso llev¨® a Riad a acercarse a Rusia y a China, dos pa¨ªses que mantienen buenas relaciones con el r¨¦gimen iran¨ª. Adem¨¢s, durante la campa?a para las elecciones presidenciales de EE UU, Joe Biden dijo que har¨ªa de Arabia Saud¨ª un ¡°Estado paria¡± por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi, un crimen en el que la CIA apunt¨® al poderoso pr¨ªncipe heredero.
Ir¨¢n, por su parte, est¨¢ m¨¢s aislado que nunca, al menos por parte de Occidente, no solo por su programa de enriquecimiento de uranio, sino tambi¨¦n por la brutal represi¨®n de las protestas desatadas por la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini, as¨ª como por haber suministrado drones a Mosc¨² para la guerra en Ucrania.
?Qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ el acuerdo?
Parece dif¨ªcil que el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas logre acabar con una rivalidad de d¨¦cadas y con la implicaci¨®n directa de los dos pa¨ªses en guerras regionales a trav¨¦s de su apoyo a grupos rivales en Siria y Yemen. El pacto tambi¨¦n sobrevuela las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear con Ir¨¢n, al que Riad se ha opuesto de forma radical, por dejar fuera a las potencias regionales, entre otras razones.
La semana pasada, el ministro saud¨ª de Exteriores, Faisal bin Farhan al Saud, subray¨® en un viaje a Londres que ese acuerdo est¨¢ moribundo y abog¨® por una nueva f¨®rmula que incluya a pa¨ªses como el suyo, una posibilidad que se allanar¨ªa si el deshielo con Teher¨¢n se hace realidad. Las posibles ventajas de este acuerdo no borran, sin embargo, las visiones irreconciliables de Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª sobre el futuro de Oriente Pr¨®ximo y su b¨²squeda antit¨¦tica de la hegemon¨ªa regional.
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