Indicios de di¨¢logo entre Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª

A mediados de septiembre pasado el ataque a las instalaciones petroleras de Arabia Saud¨ª alarm¨® al mundo. El 6 % de la producci¨®n global de crudo qued¨® interrumpida y el dedo acusador que este pa¨ªs y Estados Unidos levantaron contra Ir¨¢n hizo temer un bombardeo de represalia. Un mes despu¨¦s, la producci¨®n se ha recuperado, el castigo ha quedado en el aire y en los mentideros pol¨ªticos de la regi¨®n se especula con conversaciones secretas y esfuerzos de mediaci¨®n para rebajar las tensiones entre Riad y Teher¨¢n. Sin embargo, las expectativas son limitadas.

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¡°No tengo constancia de ning¨²n contacto secreto entre Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n¡±, respond¨ªa el pr¨ªncipe Turki al Faisal en el marco de una conferencia celebrada en Abu Dhabi el pasado domingo. El veterano diplom¨¢tico saud¨ª (exembajador en EE UU y el Reino Unido, y antiguo jefe de los servicios secretos) sorteaba as¨ª el insistente runr¨²n sobre que algo se est¨¢ moviendo entre bambalinas.

Una vez superado el momento de v¨¦rtigo inicial tras el ataque, ni Arabia Saud¨ª ni EE UU mostraron apetito para abrir un nuevo conflicto. Luego la alternativa s¨®lo pod¨ªa ser hablar con el enemigo. No es una mera deducci¨®n. Ha habido gestos. El heredero y gobernante de hecho saud¨ª, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n, declaraba recientemente que ¡°la soluci¨®n pol¨ªtica y pac¨ªfica es mucho mejor que la militar¡±. A lo que el presidente del Parlamento iran¨ª, Ali Lariyan¨ª, le respondi¨® que ¡°las puertas de Ir¨¢n est¨¢n abiertas y un di¨¢logo saud¨ª-iran¨ª puede resolver muchos de los problemas pol¨ªticos y de seguridad de la regi¨®n¡±.

Casi al mismo tiempo, Irak revel¨® que hab¨ªa establecido un canal secreto entre Riad y Teher¨¢n. Ahora las visitas a Arabia Saud¨ª del presidente ruso, Vladimir Putin, y del primer ministro paquistan¨ª, Imran Khan (quien previamente estuvo en Ir¨¢n), tambi¨¦n sugieren una voluntad mediadora. ?Hay alguna posibilidad de que esos esfuerzos logren promover un di¨¢logo significativo entre ambos vecinos?

Los observadores se muestran cautos. ¡°Hacer frente a Ir¨¢n en toda la regi¨®n es un parte clave del nacionalismo extremo que el pr¨ªncipe heredero saud¨ª Mohamed Bin Salm¨¢n ha movilizado para consolidar su poder internamente, mientras que la destrucci¨®n del acuerdo nuclear con Ir¨¢n y la imposici¨®n de sanciones por parte de EE UU ha granjeado a los conservadores de Ir¨¢n el mayor apoyo en a?os. Tanto Arabia Saud¨ª como Ir¨¢n tienen buenas razones internas para preferir la confrontaci¨®n al acercamiento¡±, resume para el Fondo Carnegie para la Paz Mundial Marc Lynch, investigador no residente del programa de Oriente Pr¨®ximo de esa instituci¨®n.

Por m¨¢s l¨®gico que desde fuera se vea el acercamiento, existe cierto consenso en que resulta dif¨ªcil de alcanzar mientras los dos reg¨ªmenes se nieguen a reconocer al otro como leg¨ªtimo. No obstante, cabe la posibilidad de un di¨¢logo dirigido a reducir el riesgo de ataques y tal vez a enfriar la guerra en Yemen.

¡°Ambos pa¨ªses tienen visiones irreconciliables sobre el futuro de Oriente Pr¨®ximo. Ninguno de ellos quiere una guerra total, porque ninguno podr¨ªa ganar. Sin embargo, eso no significa que no puedan alcanzar un acomodo sobre lo que les divide¡±, estima Thomas W. Lippman, autor de Saudi Arabia on the Edge (Potomac Books, no est¨¢ traducido al espa?ol). Entre esos asuntos est¨¢n, adem¨¢s de Yemen, el programa nuclear de Ir¨¢n y el apoyo de este pa¨ªs a diversos grupos afines en la regi¨®n.

En la antes mencionada conferencia de Abu Dhabi, acad¨¦micos y diplom¨¢ticos tambi¨¦n coincidieron en que la hostilidad entre ambas orillas del golfo P¨¦rsico va a mantenerse en el futuro inmediato. ¡°No veo ninguna posibilidad de resolver las diferencias entre Ir¨¢n y sus vecinos. Lo que en mi opini¨®n necesitamos es centrarnos en la gesti¨®n de los conflictos¡±, explicaba Mahmud Sariolghalam, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Nacional de Ir¨¢n.