Altos cargos del r¨¦gimen del expresidente Al Bashir aprovechan el caos en Sud¨¢n para fugarse de prisi¨®n
El dictador, reclamado por el Tribunal Penal Internacional por cr¨ªmenes en Darfur, se encuentra en un hospital militar al que fue trasladado antes del inicio de los combates
Cientos de reclusos se han escapado de varios centros penitenciarios de Jartum, aprovechando el caos que padece la capital de Sud¨¢n tras los combates que estallaron a mediados de este mes entre el ej¨¦rcito del pa¨ªs y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Entre los fugados se encuentran altos cargos del r¨¦gimen islamista del expresidente Omar al Bashir, que fue derrocado en 2019 y ha estado preso desde entonces en un centro de alta seguridad. Las Fuerzas Armadas admitieron este mi¨¦rcoles una fuga masiva de presos en los ¨²ltimos d¨ªas, pero afirmaron que Al Bashir, reclamado por el Tribunal Penal Internacional por cr¨ªmenes de guerra, lesa humanidad y genocidio, se encuentra bajo su custodia.
El ej¨¦rcito asegur¨® en un comunicado que, antes de estallar las hostilidades, trasladaron a Al Bashir y al menos a otros cuatro altos cargos de su r¨¦gimen hacia un hospital militar. Entre ellos figura Abdel Rahim Hussein, exministro del Interior y representante presidencial en Darfur y perseguido tambi¨¦n por La Haya. Al Bashir tom¨® el poder en un golpe militar en 1989 y fue destronado 30 a?os m¨¢s tarde en otra asonada en la que participaron los dos generales ahora enzarzados en una lucha por el poder en el pa¨ªs. El dictador ha permanecido entre rejas desde su ca¨ªda, acusado y condenado por m¨²ltiples cargos.
El ej¨¦rcito detall¨® en su comunicado que en algunas prisiones de Jartum se hab¨ªan producido disturbios; y acus¨® a los paramilitares de haber asaltado al menos tres c¨¢rceles para obligar a la polic¨ªa a liberar a los reclusos, algo que ellos han negado. En el caso del centro de Kober, donde se encontraban Al Bashir y altos cargos de su r¨¦gimen, el ej¨¦rcito indic¨® que la administraci¨®n penitenciaria, que depende del Ministerio del Interior, opt¨® por liberar a los presos tras la interrupci¨®n de servicios b¨¢sicos como agua y electricidad.
Entre quienes s¨ª que lograron fugarse se encuentra otra figura sobre la que pesa una orden de detenci¨®n de La Haya por una veintena de cargos relacionados con las atrocidades en Darfur, el exministro del Interior Ahmed Haroun, que se hallaba en la prisi¨®n de Kober. Con ¨¦l escaparon al menos otros tres altos cargos del r¨¦gimen de Al Bashir. La tarde del martes, Haroun difundi¨® una grabaci¨®n de voz de unos seis minutos en la que afirma que hab¨ªan abandonado la prisi¨®n por el deterioro general de la situaci¨®n y la falta de personal, aunque dijo que se presentar¨ªa ante los tribunales cuando puedan retomar sus funciones.
En el audio que public¨®, Haroun se muestra muy contundente con los paramilitares y con su comandante, Mohamed Hamdan Dagalo, a quienes acusa de haber provocado los combates actuales, y defiende la labor del ej¨¦rcito. Poco antes de que trascendiera la grabaci¨®n, el Partido del Congreso Nacional, la formaci¨®n oficialista durante el r¨¦gimen islamista de Al Bashir, que fue prohibida en 2019, tambi¨¦n emiti¨® un comunicado en el que declar¨® su apoyo a las Fuerzas Armadas. El ej¨¦rcito, sin embargo, ha querido distanciarse de estos respaldos para evitar que se le asocie con los islamistas.
Darfur, antiguo escenario de limpieza ¨¦tnica
Darfur fue el escenario de una feroz ofensiva y campa?a de limpieza ¨¦tnica liderada desde principios de los 2000 por milicias ¨¢rabes, ahora reconvertidas en las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, a las que recurri¨® Al Bashir para aplacar un levantamiento armado contra su r¨¦gimen. La ONU estim¨® en 2008 que m¨¢s de 300.000 personas hab¨ªan muerto y 2,5 millones hab¨ªan tenido que desplazarse por la guerra. El Tribunal Penal Internacional, que acus¨® a varios altos cargos del Gobierno central por su rol en aquellas atrocidades, no se ha posicionado p¨²blicamente sobre la situaci¨®n actual de Al Bashir, Haroun y Hussein.
Qui¨¦n se encuentra detr¨¢s de la liberaci¨®n de miles de reclusos en Jartum sigue siendo incierto, en medio de acusaciones cruzadas entre, por un lado, el ej¨¦rcito y el Ministerio del Interior y, por el otro, las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Estas han acusado a los militares de haber iniciado los combates para sacar de la c¨¢rcel a l¨ªderes del antiguo r¨¦gimen.
Despu¨¦s del golpe de Estado ejecutado a finales de 2021 por Dagalo y el jefe del ej¨¦rcito, Abdelfat¨¢ al Burhan, los generales, que hab¨ªan sido incapaces de tejer una base de apoyo, empezaron a rehabilitar a figuras del Partido del Congreso Nacional y del r¨¦gimen de Al Bashir, concedi¨¦ndoles la excarcelaci¨®n, devolvi¨¦ndoles bienes incautados, retir¨¢ndoles cargos, y nombr¨¢ndoles para altos cargos del Estado. Tambi¨¦n permitieron la reincorporaci¨®n por toda la administraci¨®n p¨²blica de cientos de antiguos funcionarios que hab¨ªan sido apartados de sus puestos durante la transici¨®n democr¨¢tica. Aunque este acercamiento se fren¨® desde el pasado verano, los generales evitaron tomar medidas dr¨¢sticas contra ellos. Sectores islamistas retienen adem¨¢s una fuerte influencia en el seno y la c¨²pula del ej¨¦rcito.
Tanto Al Burhan como Dagalo han sido reticentes a actuar contra Al Bashir. Ambos ascendieron a la c¨²spide de sus respectivas instituciones durante el mandato del expresidente, aunque en ¨²ltima instancia le dejaron caer para mantener su cuota de poder. Los dos generales cuentan tambi¨¦n con un largo historial de atrocidades por todo el pa¨ªs, incluido Darfur, por lo que se han opuesto a depurar responsabilidades y buscar justicia.
Paralelamente, en Jartum y otros puntos de Sud¨¢n se han seguido produciendo combates este mi¨¦rcoles entre el ej¨¦rcito y los paramilitares, a pesar de haber entrado en vigor la medianoche del martes una tregua de tres d¨ªas que solo ha logrado rebajar la intensidad de los enfrentamientos. Los choques han causado ya al menos 459 muertos y m¨¢s de 4.000 heridos, seg¨²n la ONU, y Jartum se encuentra al borde de un colapso total. M¨¢s de 30.000 personas han huido ya del pa¨ªs, sobre todo hacia Chad, Egipto, Sud¨¢n del Sur y Etiop¨ªa.
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