Las hostilidades se enquistan en Sud¨¢n al adentrarse en su tercera semana

Los duros enfrentamientos entre el Ej¨¦rcito sudan¨¦s y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido se adentran en su tercera semana enquistados en la capital, Jartum, y extendidos en otros puntos del pa¨ªs, sin indicios de que las partes est¨¦n dispuestas a negociar o cumplir con las treguas que han declarado en la ¨²ltima semana. La ¨²ltima, que conclu¨ªa a las 11 de la noche de este domingo, ha sido prorrogada por las partes 72 horas m¨¢s, seg¨²n un comunicado del ej¨¦rcito sudan¨¦s, sin que haya indicios reales de que ninguno de los dos bandos haya reducido la crudeza de sus ataques. Como parte de los esfuerzos para paliar el coste humanitario de los combates, que ya han dejado al menos 528 muertos, m¨¢s de 4.500 heridos y decenas de miles de desplazados y refugiados, este domingo aterriz¨® en el pa¨ªs el primer env¨ªo sustancial de ayuda m¨¦dica de emergencia dirigido a reabastecer un sistema sanitario destruido. Desde el exterior, la comunidad internacional contin¨²a llevando a cabo operaciones de evacuaci¨®n para sacar del pa¨ªs a sus nacionales, mientras se redoblan los esfuerzos para lograr el cese o una rebaja de la violencia.

En Jartum, donde se est¨¢n concentrando los peores choques, los ¨²ltimos en entrar en escena han sido las Fuerzas Centrales de Reserva, una unidad de polic¨ªa militarizada alineada con el Ej¨¦rcito que, seg¨²n un comunicado de la Polic¨ªa, se ha movilizado desde el s¨¢bado en el sur de la capital por razones de seguridad y con el objetivo de desplegarse gradualmente por toda la ciudad. Im¨¢genes difundidas en las redes sociales muestran a miembros de la unidad fuertemente armados en veh¨ªculos equipados con ametralladoras.

Las Fuerzas Centrales de Reserva est¨¢n nominalmente adscritas al Ministerio del Interior, pero se considera que operan bajo las ¨®rdenes de los servicios de inteligencia. Se trata de una unidad conocida por su participaci¨®n en campa?as de contrainsurgencia en regiones perif¨¦ricas del pa¨ªs desde mediados de los 2000. Tambi¨¦n han estado implicadas en campa?as de represi¨®n en Jartum, donde han sido acusadas de asesinatos, torturas y violaciones, y en 2022 fueron sancionadas por los Estados Unidos. Las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, por su parte, han criticado su movilizaci¨®n y han considerado que la polic¨ªa es un cuerpo civil que no deber¨ªa tomar partido en los actuales enfrentamientos.

Los combates se han agravado en Jartum en gran medida porque los paramilitares, muy experimentados en zonas urbanas, se han incrustado en barrios residenciales de la ciudad, donde pueden actuar con mayor agilidad que el Ej¨¦rcito regular, que ha recurrido a cazas, artiller¨ªa y drones para enfrentarse. Por esta raz¨®n, se teme que un fuerte despliegue de las Fuerzas Centrales de Reserva pueda contribuir a agudizar los combates en zonas civiles.

Desde el inicio de las hostilidades, el pasado 15 de abril, Jartum se ha precipitado hasta el borde de un colapso total. Alrededor del 70% de los hospitales generales de la capital han suspendido su actividad, seg¨²n un sindicato de m¨¦dicos, y los que siguen trabajando podr¨ªan tener que cerrar pronto por la falta de personal y suministros. Esto se suma a una grave escasez de comida, agua, medicinas, electricidad, combustible y dinero en efectivo.

En este contexto, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja inform¨® este domingo del env¨ªo de un cargamento con ocho toneladas de material m¨¦dico desde Jordania hasta Port Sud¨¢n, una ciudad a orillas del mar Rojo que se est¨¢ convirtiendo en una suerte de capital administrativa temporal por los combates en Jartum. Este material se espera que pueda servir para tratar a miles de personas heridas, pero la organizaci¨®n sigue esperando a tener garant¨ªas para entregarlo en lugares con choques activos. La Cruz Roja tambi¨¦n inform¨® de que est¨¢n enviando un segundo avi¨®n con m¨¢s material y personal m¨¦dico.

Adem¨¢s de Jartum, algunos puntos de la castigada regi¨®n de Darfur, en el oeste del pa¨ªs, tambi¨¦n est¨¢n siendo escenario de encarnizados combates entre ej¨¦rcito y paramilitares. All¨ª, los choques han sido especialmente feroces en la capital de Darfur Occidental, El Geneina, donde han cobrado una alarmante dimensi¨®n ¨¦tnica y han dejado ya decenas de muertos en los ¨²ltimos d¨ªas, aunque la situaci¨®n experiment¨® un respiro, al menos aparente, este domingo.

Las perspectivas m¨¢s bien sombr¨ªas de que los combates amainen han provocado un gran ¨¦xodo de personas desde los puntos del pa¨ªs donde se han concentrado los combates. Hasta ahora, la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) ha documentado m¨¢s de 75.000 desplazados internos. A ellos se suman m¨¢s de 50.000 que han huido a pa¨ªses vecinos, incluidos Chad, Egipto, Sud¨¢n del Sur, Etiop¨ªa y la Rep¨²blica Centroafricana. El r¨¢pido flujo de llegadas, sumado a unos procesos de acogida lentos y la falta de asistencia, est¨¢ degenerando, sin embargo, en una grave crisis humana en algunas fronteras. En paralelo, terceros pa¨ªses siguen gestionando operaciones de evacuaci¨®n para sacar a sus ciudadanos de Sud¨¢n. Algunos de los ¨²ltimos en hacerlo han sido China, Indonesia, Reino Unido, Estados Unidos e Ir¨¢n, que evacu¨® a sus nacionales a trav¨¦s de Arabia Saud¨ª.

El ex primer ministro sudan¨¦s Abdalla Hamdok, que fue apartado del cargo en un golpe de Estado ejecutado a finales de 2021 por los dos generales que ahora se disputan el poder en el pa¨ªs, alert¨® el s¨¢bado durante una conferencia en la capital de Kenia, Nairobi, que si no se detienen las hostilidades en Sud¨¢n existe el riesgo de que la violencia degenere hasta convertirse en ¡°una pesadilla¡± y en una de las peores guerras civiles del mundo.

La comunidad internacional, por su parte, contin¨²a concentrando sus esfuerzos en que los bandos enfrentados detengan la escalada militar y cumplan con un alto el fuego que d¨¦ un respiro al pa¨ªs. El jefe de la misi¨®n de la ONU en Sud¨¢n, Volker Perthes, declar¨® el s¨¢bado a la agencia Reuters que las partes est¨¢n m¨¢s abiertas a entablar conversaciones que en los primeros d¨ªas de los choques, aunque reconoci¨® que ambos siguen creyendo que van a imponerse por la fuerza y p¨²blicamente no han detenido su escalada ret¨®rica.

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