Sunak se echa atr¨¢s en la promesa de eliminar todas las leyes de la UE que rigen en el Reino Unido despu¨¦s del Brexit
Los euroesc¨¦pticos reprochan al Gobierno su ¡°descomunal retirada¡± y amenazan con una rebeli¨®n. El Gobierno defiende su giro hacia una estrategia m¨¢s pragm¨¢tica
Hay promesas pol¨ªticas que se hacen sabiendo de antemano que habr¨¢ que pasar por el bochorno de no poder cumplirlas. Rishi Sunak se comprometi¨® ante el reducto cada vez m¨¢s minoritario de diputados conservadores euroesc¨¦pticos, cuando luchaba por el liderazgo del partido, a eliminar antes de fin de a?o todas las leyes de la UE que siguieran en vigor en el Reino Unido. Despu¨¦s de casi medio siglo de pertenencia a ese club, el conjunto de disposiciones procedentes del acervo comunitario integradas en cada actividad del d¨ªa a d¨ªa de los brit¨¢nicos, sus empresas y sus instituciones era simplemente descomunal: m¨¢s de 4.000 textos legales. Deshacerse de todos ellos sin sustituirlos por nuevo material, aprobado por el Parlamento del Reino Unido, resultaba descabellado.
La iron¨ªa del giro de Sunak reside en el hecho de que ha enviado a la C¨¢mara de los Comunes, para anunciar la decisi¨®n, a la pol¨ªtica en la que los euroesc¨¦pticos y el ala dura del partido han puesto sus esperanzas para que lidere a los tories en un futuro. El apoyo de Kemi Badenoch, la ministra de Comercio Internacional, fue imprescindible para que el actual primer ministro lograra el apoyo de ese sector el pasado octubre, cuando compiti¨® por el liderazgo de la formaci¨®n.
¡°Deshacerse de las leyes de la UE no deber¨ªa consistir exclusivamente en una carrera contrarreloj. Debemos asegurarnos de que nuestras leyes sean ¨²tiles para todos aquellos que las aplican¡±, intentaba justificar Badenoch el giro en un art¨ªculo publicado en el Daily Telegraph, el peri¨®dico euroesc¨¦ptico de referencia. El Gobierno pretende seguir adelante con el tr¨¢mite de aprobaci¨®n de la Ley de Revocaci¨®n y Reforma de la Legislaci¨®n de la UE (REUL, en el acr¨®nimo con que se conoce en ingl¨¦s), pero limitar¨¢ el alcance de su ambici¨®n. Badenoch intentaba resaltar, sin embargo, que ya se han eliminado del marco jur¨ªdico brit¨¢nico m¨¢s de 1.000 leyes comunitarias. ¡°Cumpliremos con nuestras promesas de culminar el Brexit sin abandonar los elevados est¨¢ndares exigidos. No nos dedicaremos a anular leyes solo porque s¨ª, y retendremos aquellas que sean clave para el eficaz funcionamiento de nuestras industrias y empresas¡±, aseguraba la ministra.
La ira de los euroesc¨¦pticos
El bloque de diputados conservadores euroesc¨¦pticos, con fuerzas cada vez m¨¢s menguadas, ha logrado, sin embargo, impulsar este jueves una moci¨®n de urgencia en la C¨¢mara de los Comunes para obligar a Badenoch a comparecer y ofrecer explicaciones. El argumento de la ministra de que se trataba de un cambio de estrategia, pero no de objetivo, apenas ha logrado convencer o calmar al ala dura tory m¨¢s furibunda. ¡°?A qu¨¦ diablos est¨¢ jugando?¡±, le ha preguntado a la ministra el diputado Mark Francois, la figura m¨¢s relevante hoy en d¨ªa del llamado Grupo de Investigaciones Europeas (ERG, en sus siglas en ingl¨¦s), la corriente euroesc¨¦ptica del grupo parlamentario que, hasta hace poco, tuvo tanto poder como para derribar o encumbrar primeros ministros.
¡°El Gobierno acaba de llevar a cabo un repliegue descomunal de su propia ley, a pesar de que el texto contaba con el apoyo de la mayor¨ªa de los parlamentarios conservadores¡±, ha denunciado Francois. ¡°Lamentablemente, el primer ministro ha decidido triturar sus propias promesas en vez de la legislaci¨®n comunitaria¡±, ha se?alado Jacob Rees-Mogg, el exc¨¦ntrico diputado que durante mucho tiempo simboliz¨® la postura m¨¢s anti-UE del partido, pero que decidi¨® atar su suerte a la de Boris Johnson primero, y luego a la de la malograda Liz Truss.
La oposici¨®n laborista, as¨ª como los nacionalistas escoceses del SNP, han disfrutado el d¨ªa, al resaltar el modo en que el Gobierno hab¨ªa llevado a cabo una ¡°traici¨®n total¡± de sus promesas, y c¨®mo el resultado hab¨ªa sido el ¡°desastre absoluto¡± que la formaci¨®n de izquierdas anticip¨® que iba a ser la gesti¨®n del Brexit.
¡°Es delicioso contemplar c¨®mo la bancada laborista y el ERG comparten posiciones, y me hace darme cuenta de que, al irritar a ambos bandos, lo que hago es apropiarme del terreno pragm¨¢tico del centro¡±, presum¨ªa Badenoch durante un debate parlamentario en el que ha escuchado reproches por su tono arrogante hasta del speaker (presidente) de la C¨¢mara de los Comunes, Lindsay Hoyle.
M¨¢s all¨¢ de esas refriegas, sin embargo, lo que ha quedado claro despu¨¦s del giro del Gobierno es que ha llegado la hora del euroescepticismo pragm¨¢tico. Tanto Sunak como Badenoch son defensores desde primera hora del Brexit, pero han entendido que la ciudadan¨ªa brit¨¢nica ya no tiene apetito para m¨¢s fanatismo. Y la bancada euroesc¨¦ptica ha perdido la fuerza y la capacidad de rebeli¨®n que tuvo hasta hace poco.
El llamado Acuerdo Marco de Windsor, el pacto firmado entre Sunak y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, para poner fin al largo conflicto entre Londres y Bruselas en torno al encaje de Irlanda del Norte en la era post-Brexit, apenas fue rechazado por una veintena de diputados conservadores a su paso por la C¨¢mara de los Comunes, donde obtuvo una c¨®moda aprobaci¨®n. Es muy previsible, seg¨²n las fuentes conservadoras consultadas, que vuelva a pasar lo mismo con la ley de revocaci¨®n de la legislaci¨®n de la UE. No hay ganas de nuevas batallas internas. Mucho menos despu¨¦s del varapalo sufrido por los tories la pasada semana en las elecciones municipales que se celebraron por toda Inglaterra.
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