Calma tensa en la frontera abarrotada: primeras horas tras el fin del T¨ªtulo 42

Tras la tormenta del fin del T¨ªtulo 42 lleg¨® la calma tensa. La frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos amaneci¨® tranquila este viernes despu¨¦s de que, a las 23.59, hora de Washington, expirase la medida de emergencia sanitaria que Donald Trump impuso como pol¨ªtica migratoria para expulsar r¨¢pidamente a m¨¢s de 3,6 millones de personas, incluidos a leg¨ªtimos solicitantes de asilo.

En la puerta 42 de la enorme valla que separa Ciudad Ju¨¢rez de El Paso (Texas), uno de los puntos m¨¢s emblem¨¢ticos de la pen¨²ltima crisis migratoria entre ambos pa¨ªses, continuaron durante toda la noche las tareas de la Patrulla Fronteriza (CBP, en sus siglas en ingl¨¦s) para procesar cada uno de los casos y transportar a los migrantes agolpados en un campamento improvisado (ya en suelo estadounidense) que lleg¨® a acumular 2.500 personas en las ¨²ltimas 72 horas. Cuando dio la hora del fin del T¨ªtulo 42 quedaban unos 400 migrantes, venezolanos en su mayor¨ªa, que esperaban la llegada con cuentagotas de autobuses y camionetas que los llevaran ante los funcionarios estadounidenses de inmigraci¨®n. El viernes al amanecer, solo hab¨ªa unos 150.

Unas horas despu¨¦s, en el lado de Ciudad Ju¨¢rez, un grupo de 10 peruanos, cuatro adultos y seis ni?os, caminaban desesperados por un camino de tierra que discurre paralelo al muro. Buscaban respuestas sobre cu¨¢l era la mejor opci¨®n para probar suerte y tratar de entrar, pero no hab¨ªa manera: todas las puertas estaban cerradas a cal y canto. Una mujer, la mayor del grupo, no pod¨ªa evitar llorar: ¡°Llegamos un d¨ªa tarde, un d¨ªa tarde¡±, dec¨ªa.

En la Iglesia del Sagrado Coraz¨®n en El Paso, grupos de reci¨¦n llegados, mucho menos numerosos que los de d¨ªas anteriores, compart¨ªan la incertidumbre ante su futuro. Tambi¨¦n las dudas sobre los siguientes pasos de un proceso legal ciertamente complicado. ¡°Los que venimos trabajando sobre el terreno desde hace a?os sabemos que casi siempre es al rev¨¦s. Despu¨¦s de la calma suele venir una nueva tormenta¡±, advirti¨® Fernando Garc¨ªa, director ejecutivo de la ONG Red Fronteriza por los Derechos Humanos.

El propio Alejandro Mayorkas, secretario de Estado de Seguridad Nacional, se prepar¨® esta semana para lo peor cuando avis¨® de que podr¨ªan venir ¡°d¨ªas y semanas complicados¡±. Llegan o no, las tareas de preparaci¨®n para el momento m¨¢s temido a ambos lados de la frontera se demostraron capaces de parar al menos el primer golpe; gracias a la colaboraci¨®n de las autoridades federales, estatales y locales, no lleg¨® el armaged¨®n que vaticinaban los miembros del ala m¨¢s extrema del Partido Republicanos.

As¨ª que un funcionario de Seguridad Nacional defini¨® con alivio el viernes la frontera como ¡°ocupada, pero no ca¨®tica¡± ante un grupo de reporteros en Washington. A?adi¨® que algo as¨ª hab¨ªa sido posible por las nuevas normas aprobadas para perseguir a quienes intenten cruzar ilegalmente. A nadie se le escapa que el presidente Joe Biden tiene empe?ado un enorme capital pol¨ªtico en este asunto, que ser¨¢ uno de los temas que protagonizar¨¢n la campa?a de 2024, en la que aspira a la reelecci¨®n.

Mayorkas dio la bienvenida a la nueva era con un mensaje a la misma hora en la que expiraba el T¨ªtulo 42. En ¨¦l, se dirig¨ªa a los migrantes para pedirles que no creyeran ¡°las mentiras de los traficantes de personas¡± que les dicen que la frontera est¨¢ ¡°abierta¡± desde este viernes. ¡°No lo est¨¢. Quienes no empleen los conductos legales disponibles para ingresar a Estados Unidos, se enfrentan a consecuencias m¨¢s duras, incluida una prohibici¨®n m¨ªnima de cinco a?os para volver a ingresar, as¨ª como a un posible proceso penal¡±.

Mayorkas se refer¨ªa a uno de los puntos claves de la nueva pol¨ªtica migratoria, ahora que solo ha quedado en pie el T¨ªtulo 8. Este nunca dej¨® de estar en vigor, pero hasta marzo de 2020 era la ¨²nica norma aplicable. Desde entonces convivi¨® con el T¨ªtulo 42 y los agentes fronterizos ten¨ªan la discreci¨®n de aplicar uno u otro. En las ¨²ltimas semanas, solo en el 17% de los casos se aplic¨® el T¨ªtulo 42.

El 8 supone un endurecimiento de las condiciones para pedir asilo. La norma es vieja, pero incorpora novedades: a aquellos que lleguen en busca de refugio se les obliga a pedirlo mediante una aplicaci¨®n para m¨®viles desde sus pa¨ªses de origen o, si no, mostrar que lo intentaron en otras paradas de la traves¨ªa y el asilo les fue denegado. La idea es que viajen con la certeza de que al menos sus casos ser¨¢n tenidos en consideraci¨®n. Si llegan sin haber cumplido ese requisito o no son elegibles para el asilo, ser¨¢n deportados ¡°r¨¢pidamente¡±, prometi¨® Mayorkas. Si los descubren tratando de cruzar de nuevo en ese tiempo, se exponen a penas de prisi¨®n en Estados Unidos.

Las deportaciones ser¨¢n rumbo a sus pa¨ªses de origen, salvo en los casos en los que no haya acuerdos al respecto. Fuentes de la patrulla fronteriza en El Paso recordaron el jueves que el env¨ªo de aviones desde el aeropuerto a lugares como Guatemala y Honduras continuar¨¢ como hasta ahora, a un ritmo de ¡°24 semanales¡±.

Aquellos elegibles para asilarse en Estados Unidos deben esperar en un centro de detenci¨®n mientras su solicitud se resuelve. Para lograr su objetivo, es imprescindible que demuestren que se encuentran en una situaci¨®n de ¡°miedo cre¨ªble¡±, es decir, que sus vidas corren peligro all¨¢ de donde vienen.

El colapso del sistema

El T¨ªtulo 42 permit¨ªa estudiar los casos y expulsar a los migrantes r¨¢pidamente, bastaban con entre 10 y 30 minutos para tomar la decisi¨®n. El nuevo r¨¦gimen alarga ese proceso hasta m¨¢s de una hora por solicitante de asilo. Y eso amenaza con colapsar un sistema que ya se halla al l¨ªmite.

A la tarea de aligerar los conductos de entrada al pa¨ªs no ayudar¨¢ el que, poco antes de que expirara el T¨ªtulo 42, un juez federal de Florida emitiera una orden que impide a la Patrulla Fronteriza (CBP) liberar a migrantes que a¨²n no hayan obtenido una cita para presentarse a un juez migratorio. La decisi¨®n era una reacci¨®n al anuncio de la CBP de esta semana que, con esa medida extraordinaria, pretend¨ªa evitar el hacinamiento en sus instalaciones. Las autoridades de El Paso ya han abierto un nuevo refugio municipal para descongestionar el sistema, y su alcalde dijo este viernes que era demasiado pronto para cantar victoria. ¡°Hemos de prepararnos para lo desconocido¡±, afirm¨® Oscar Leeser.

En vista de que no hab¨ªa llegado el apocalipsis, el alarmista gobernador de Texas, Greg Abbott, tuvo que conformarse con sacar pecho sobre el papel que en la contenci¨®n de la crisis ha tenido la guardia estatal que ¨¦l despleg¨® en la frontera, echando mano de una declaraci¨®n del estado de emergencia.

Los mensajes de calma encontraron su eco tambi¨¦n al otro lado de la divisoria. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se felicit¨® por la ma?ana por la situaci¨®n ¡°tranquila y normal, sin grandes conflictos¡± a lo largo de los 3.200 kil¨®metros de la divisoria, donde a¨²n aguardan unas 60.000 personas para dar el salto a Estados Unidos, seg¨²n explic¨® el jueves el jefe de la Patrulla Fronteriza, Ra¨²l Ortiz.

Ebrard ofreci¨® sus propias cifras: 10.000 migrantes en Ciudad Ju¨¢rez, 5.500 en Matamoros, a la altura de Brownsville, en Texas, y unas 500 en Tijuana, a la altura de la ciudad californiana de San Diego. El canciller a?adi¨® que se estaba observando ¡°una disminuci¨®n en los caudales observados en los ¨²ltimos d¨ªas¡±.

El Departamento de Estado ha creado, por su parte, un nuevo sitio web para ayudar a los migrantes a comprender c¨®mo funciona el sistema, ciertamente endiablado, y a escoger entre las nuevas oportunidades para la migraci¨®n legal a los Estados Unidos que se abrieron el jueves a las 23.59, hora de Washington.

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