La cuenta regresiva de Marcelo Ebrard
El canciller quer¨ªa convertirse en caballo cerrador, que al salir de la curva aprovecha la recta final para superar al l¨ªder. Para su desgracia, la aceleraci¨®n que pide el presidente traslada la meta a la curva misma
El viernes pasado, de manera inesperada, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador comunic¨® a los suyos su deseo de acelerar la definici¨®n de su sucesor: ¡°Tenemos que estar unidos y definir m¨¢s r¨¢pido a los candidatos que van a competir en el 2024¡å. Se supon¨ªa que entre agosto y septiembre Morena har¨ªa una primera encuesta entre los aspirantes para dejar una lista definitiva de cuatro, y en noviembre una segunda y definitiva, de la cual saldr¨ªa el candidato oficial y muy probable pr¨®ximo presidente de M¨¦xico. Esa fue la agenda presentada por la dirigencia del partido en febrero pasado. Y digo fue, porque ahora el l¨ªder lo ha pensado mejor.
Quiz¨¢ la vulnerabilidad que le hizo sentir la convalecencia de la covid-19 lo llevan a querer dejar las cosas completamente atadas lo m¨¢s pronto posible. En alguna reuni¨®n en esos d¨ªas habl¨® de la enorme rebatinga que se hab¨ªa dado en el PRD en 1999, cuando ¨¦l dej¨® la presidencia del partido y los aspirantes a sucederlo emprendieron una fea batalla campal. El presidente supone, con raz¨®n, que mientras se mantenga la indefinici¨®n de su relevo, la incertidumbre y el golpeteo pueden da?ar la continuidad de su proyecto (por no hablar del descalabro que significa un imponderable de salud que nadie desea). Con un sucesor designado, todo riesgo queda conjurado.
La declaraci¨®n de L¨®pez Obrador tiene consecuencias log¨ªsticas y pol¨ªticas importantes. De organizaci¨®n, por un lado, porque obligar¨¢ a Morena a un tour de force para sacar las convocatorias con los m¨ªnimos de legitimidad que se necesitan. La celeridad podr¨ªa dar lugar a apresuramientos que se confundan con un piso demasiado disparejo, en beneficio de uno de los candidatos. El caso es que se habla de que el ejercicio podr¨ªa reducirse a una sola encuesta, y que habr¨ªa de celebrarse entre julio y agosto. Y aunque representa un desaf¨ªo para Mario Delgado y sus colaboradores a cargo del partido, se entiende que la voluntad presidencial disolver¨ªa objeciones y dificultades.
Las consecuencias pol¨ªticas son m¨¢s trascendentes. El m¨¢s afectado ser¨ªa Marcelo Ebrard. Se encuentra en segundo lugar en las encuestas de intenci¨®n de voto, debajo de la puntera Claudia Sheinbaum, pero ¨¦l hab¨ªa asumido que a¨²n quedaba la fase de campa?a abierta, en la que los candidatos se mostrar¨ªan en debates y giras expl¨ªcitas sin la simulaci¨®n de los puestos que ahora ocupan. Marcelo quer¨ªa convertirse en caballo cerrador, que al salir de la curva aprovecha la recta final para superar al l¨ªder. Para su desgracia, la aceleraci¨®n que pide el presidente traslada la meta a la curva misma.
Este martes renunci¨® la subsecretaria Martha Delgado en la Canciller¨ªa para dedicarse de tiempo completo a la campa?a de Ebrard; una decisi¨®n provocada, evidentemente, por el anuncio del presidente. Se asume que Delgado es la adelantada y que el resto del equipo habr¨¢ de incorporarse pr¨®ximamente, incluyendo, desde luego, al propio canciller.
En realidad Marcelo Ebrard no tiene otra alternativa. En este momento las encuestas de intenci¨®n de voto arrojan una ventaja de poco m¨¢s de 10 puntos promedio en favor de la jefa de Gobierno de la capital. Lejos de disminuir en las ¨²ltimas semanas la diferencia se ha mantenido y en algunos casos ampliado. Resulta evidente que la inercia conducir¨ªa a una derrota de continuar el estado actual de cosas. Ebrard hab¨ªa calculado tener tres o cuatro meses m¨¢s para, separado de su cargo y de tiempo completo, recorrer el pa¨ªs apoyado en la estructura propia que ha venido preparando en cada entidad. Uno o dos d¨ªas en cada una de las principales 50 localidades del territorio para hablar con medios y empresarios locales, sociedad civil, gremios, universitarios, vecinos y organizaciones populares. No es f¨¢cil, entre otras razones, porque Sheinbaum tambi¨¦n lo est¨¢ haciendo los fines de semana, normalmente apoyada expl¨ªcita o impl¨ªcitamente por gobernadores y cuadros obradoristas. Pero Ebrard no tiene otra alternativa que intentarlo. Lo que est¨¢ claro es que de seguir haciendo lo que est¨¢ haciendo no iba a ganar. La percepci¨®n de que Claudia va adelante comienza a generar el efecto de una cargada a su favor.
Recordemos que la encuesta, siempre se ha dicho y a¨²n no hay nada que lleve a pensar lo contrario, ser¨¢ a mar abierto entre la poblaci¨®n general y no exclusivamente entre simpatizantes o miembros de Morena. De haber sido as¨ª, la ventaja de Claudia Sheinbaum ser¨ªa ya inalcanzable. Y aun cuando ella lleva la delantera entre el electorado en general, esa disposici¨®n le permite a Ebrard mantener la esperanza de hacer el trabajo necesario para atraer el respaldo de todos aquellos que no son obradoristas, de los que votaron por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, pero ya no est¨¢n tan seguros, de los moderados, de los apol¨ªticos y de los que suelen abstenerse. Esa ser¨ªa su meta, no digo que sea f¨¢cil ni necesariamente factible. Pero al tratarse de una encuesta, en realidad participar¨¢n potencialmente todos y no solo aquellos interesados en presentarse a una urna.
Una dificultad adicional para Ebrard ser¨¢ encontrar el tono pol¨ªtico de su campa?a. No puede cuestionar al obradorismo para ganar adeptos, porque estamos hablando de la candidatura de Morena y de un l¨ªder carism¨¢tico al que apoya el 60% de la poblaci¨®n. En el imaginario popular se ha instalado la noci¨®n, cierta o no, de que Claudia Sheinbaum no solo es la favorita, sino tambi¨¦n mantiene y reproduce las posiciones, argumentos, cr¨ªticas y observaciones que hace el presidente. La l¨ªnea de campa?a de la jefa de Gobierno es clara y evidente. Imposible rebasarla por la izquierda. Pero los riesgos de intentar rebasarla por la derecha est¨¢n a la vista. En la medida en que Sheinbaum se mimetiza con las posiciones de AMLO, resulta delicado criticarla abiertamente.
En suma, son horas decisivas para Marcelo Ebrard si quiere tener alguna oportunidad para ser competitivo. Por el momento env¨ªa a su poderoso alfil, Martha Delgado, a preparar el terreno. Ella fue la efectiva operadora durante la pandemia para la obtenci¨®n de vacunas y apoyos hospitalarios, entre otras cosas. Esta vez tendr¨¢ que hacer un verdadero milagro pol¨ªtico para darle una oportunidad a su jefe. Un jefe que, todo indica, cuenta los d¨ªas para dejar la canciller¨ªa.
Usuario en Twitter: @jorgezepedap
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