Los antepasados de la Casa de Orange de Holanda ganaron el equivalente a 545 millones de euros con la explotaci¨®n colonial
El c¨¢lculo figura en un estudio encargado por el Gobierno holand¨¦s, donde se afirma que el Estado estuvo directamente involucrado en la esclavitud y bas¨® en ella su riqueza y poder
La familia de Orange, de la que desciende la actual monarqu¨ªa holandesa, estuvo directamente involucrada en el control de las colonias en ultramar, que llevaba aparejado el tr¨¢fico de esclavos. En los siglos XVII y XVIII, los antepasados del rey Guillermo de Pa¨ªses Bajos ganaron el equivalente a 545 millones de euros con los dividendos derivados del comercio de az¨²car, cacao, tabaco, algod¨®n y caf¨¦. Es un c¨¢lculo a la baja de una investigaci¨®n encargada por el Gobierno sobre el papel del Estado en la era colonial y su legado. El estudio concluye que la antigua Rep¨²blica holandesa se bas¨® conscientemente en la explotaci¨®n de seres humanos para su expansi¨®n mundial, tanto en Surinam (Sudam¨¦rica) y las antiguas Antillas Neerlandesas en el Caribe, como en Indonesia. El pr¨®ximo 1 de julio se conmemora el 150 aniversario de la emancipaci¨®n, y se espera una respuesta por parte del soberano durante la ceremonia, denominada Keti Koti. En diciembre pasado, el primer ministro, Mark Rutte, pidi¨® perd¨®n por la esclavitud, que calific¨® de crimen contra la humanidad.
Publicado este jueves con el t¨ªtulo Staat en Slavernij (Estado y Esclavitud), el estudio subraya que tanto los estat¨²der ¨Dlos nobles que representaban a las provincias holandesas¨D como los antecesores del monarca actual, obtuvieron un beneficio econ¨®mico equiparable a unos dividendos. Fueron pagados en su d¨ªa por las empresas que dominaron el comercio colonial: la Compa?¨ªa de las Indias Orientales (VOC, en sus siglas neerlandesas) y la Compa?¨ªa de las Indias Occidentales (WOC). A grandes rasgos, la primera cubr¨ªa las actuales Indonesia y Sri Lanka, adem¨¢s de Sud¨¢frica. La otra se ocupaba de Am¨¦rica del Norte, Surinam, Brasil y el Caribe. ¡°Los estat¨²der y los predecesores de la familia real recib¨ªan sumas abultadas de ambas firmas. M¨¢s tarde, en el siglo XVIII, llegaban de la Sociedad para el Comercio del Opio. Y falta todav¨ªa investigar sus intereses privados en las actividades econ¨®micas de las colonias¡±, explica Matthias van Rossum, investigador senior del Instituto Internacional de Historia Social, de ?msterdam, (IISH, en sus siglas en ingl¨¦s).
El experto es uno de los cuatro historiadores que ha compilado el trabajo de medio centenar de colegas a petici¨®n del Gobierno. A?ade que no se ha indagado a fondo el papel de los Orange en el sistema de cultivos del siglo XIX. ¡°Como jefes de Estado, y ya sin esclavitud t¨¦cnicamente, pero con trabajos forzados y mal pagados exigidos a todos los s¨²bditos coloniales, eran accionistas de las compa?¨ªas que comerciaban con los productos as¨ª obtenidos¡±. La esclavitud fue abolida en Surinam y en el Caribe en 1863. Sin embargo, durante la siguiente d¨¦cada los antiguos esclavos de Surinam fueron obligados a trabajar en p¨¦simas condiciones. Sus due?os fueron compensados por la metr¨®poli, pero con los diez a?os de trabajo forzado no perd¨ªan la inversi¨®n que supuso la compra de personas. De ah¨ª que, si bien el 1 de julio se cumplen 160 a?os de la abolici¨®n de la esclavitud, se considera que han pasado 150 desde la aut¨¦ntica liberaci¨®n. La VOC transport¨® entre 660.000 y 1,1 millones de esclavos. La WOC a unos 600.000, seg¨²n c¨¢lculos aportados en mayo de 2021, en la muestra Esclavitud, organizada por el Rijksmuseum, de ?msterdam.
La investigaci¨®n reci¨¦n presentada cuestiona la imagen de s¨ª misma forjada por Pa¨ªses Bajos. La independencia de la Rep¨²blica holandesa fue reconocida en 1648 tras la guerra de los Ochenta A?os ¨Dla guerra de Flandes¨D contra su entonces soberano, Felipe II de Espa?a. ¡°La versi¨®n oficial subraya la liberaci¨®n de la esclavitud pol¨ªtica, pero este nuevo trabajo demuestra que eso era solo una f¨®rmula de consumo interno. Desde el principio, la nueva Rep¨²blica bas¨® de manera intencionada su poder colonial en la esclavitud¡±, asegura Van Rossum. Dice tambi¨¦n que las cr¨®nicas holandesas se han apoyado en la idea de que se viaj¨® para comerciar. ¡°Por el camino, las ¨¦lites pol¨ªticas y mercantiles tropezaron por casualidad con la esclavitud y fueron arrastradas a ella; este estudio desmonta dicho enfoque¡±. En su opini¨®n, aunque el colonialismo y la esclavitud fueron un proceso paneuropeo, con distintos pa¨ªses compitiendo entre ellos en distintas fases hist¨®ricas, el debate sobre sus consecuencias no tiene a¨²n car¨¢cter p¨²blico europeo.
Este cap¨ªtulo de la historia aparece en los temarios de Secundaria en Pa¨ªses Bajos y desde hace unos a?os se presta m¨¢s atenci¨®n a lo ocurrido en Asia y en el Atl¨¢ntico. De todos modos, en el material de los estudiantes ¡°sigue primando la imagen de los comerciantes sobre la del imperio colonial, y el legado de la esclavitud en los siglos XIX y XX est¨¢ poco analizado¡±, indica Van Rossum.
El Reino Unido es uno de los pa¨ªses que ha estudiado m¨¢s a fondo esta parte de su pasado y cuenta con numerosas obras cr¨ªticas. Ante las conclusiones del estudio, la ministra holandesa de Interior, Hanke Bruins Slot, ha remitido una carta al Parlamento donde admite que son duras y provocadoras porque el Estado estuvo involucrado en la esclavitud ¡°desde las autoridades locales a las iglesias, y todo esto deber¨ªa haberse contado antes¡±. Varias provincias holandesas han analizado ya su papel colonial y han pedido disculpas. Lo han hecho ?msterdam, Delft, R¨®terdam, La Haya y Utrecht.
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