El sector empresarial ante las elecciones de Guatemala: entre el temor y la condescendencia
Para algunos sectores, el autoritarismo ahuyenta las inversiones y el empleo digno, mientras la c¨²pula empresarial conf¨ªa en que las elecciones son una garant¨ªa democr¨¢tica
?Qui¨¦nes se quedan en un pa¨ªs donde la gente que quiere trabajar y quienes aspiran a mejorar las condiciones se ven forzados al exilio y a migrar? Esa pregunta intriga a la economista Sonia Escobedo en las v¨ªsperas de las elecciones en Guatemala, un pa¨ªs donde el 60% de la poblaci¨®n vive en condiciones de pobreza y cuya econom¨ªa se sostiene por las remesas de los migrantes que cada a?o se van del pa¨ªs en busca de mejores oportunidades.
La Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones calcula que 1,4 millones de guatemaltecos han migrado hacia otros pa¨ªses de una poblaci¨®n total de m¨¢s de 17,5 millones. Seg¨²n encuesta del Centro Duke para el Desarrollo Internacional entre las personas deportadas, en su inmensa mayor¨ªa salieron de Guatemala en busca de un empleo que les permita mejorar su situaci¨®n econ¨®mica.
A la falta de trabajo, se suman ahora las amenazas autoritarias que han forzado al exilio a jueces y fiscales que llevaron ante la justicia a pol¨ªticos, funcionarios y empresarios acusados por corrupci¨®n. En los ¨²ltimos meses, columnistas y periodistas tambi¨¦n han tenido que irse. Estos ramalazos autoritarios, que se aceleraron durante el Gobierno de Alejandro Giammattei, preocupan a parte del sector empresarial. Temen que, adem¨¢s de seguir forzando a los guatemaltecos al exterior, ahuyente las inversiones.
Rodrigo Salguero, el presidente del Consejo Nacional Empresarial (CNE), un grupo que surgi¨® hace dos a?os con la visi¨®n de generar desarrollo en condiciones de igualdad, considera que no es posible atraer inversiones a un pa¨ªs sin institucionalidad democr¨¢tica o como sucede ahora, bajo ¡°una confederaci¨®n de actores e instituciones, muy bien manejadas por el presidente, para botar candidaturas o perseguir a ciudadanos¡±. Para ¨¦l, en el pa¨ªs existe una erosi¨®n de la libertad de expresi¨®n. ¡°Expresarnos es un peligro, porque nos pueden armar un caso y meternos a la c¨¢rcel¡±, agrega.
¡°La gente ya no solo est¨¢ migrando por la precarizaci¨®n de la vida, sino quienes trabajan y tienen ingresos ven las desventajas de vivir en un pa¨ªs donde la corrupci¨®n se come mis tributos y no me los devuelve con servicios, con obras¡ y para colmo, pareciera que ya no se puede quejar¡±, relata la economista Escobedo.
En su c¨ªrculo social de clase media, la aspiraci¨®n y los esfuerzos de las familias se centran en que los hijos adolescentes vayan a estudiar una carrera universitaria fuera del pa¨ªs, cuenta Escobedo. ¡°Hace unos meses necesitaba contratar a un asistente para trabajar unas bases de datos en Excel y no encontr¨¦ a una sola persona que pudiera manejar el programa¡ Los j¨®venes no ven incentivos para prepararse ni el Estado les ofrece calidad educativa¡±, reflexiona la economista.
La ausencia de trabajadores calificados tambi¨¦n se resiente en el sector agr¨ªcola, la principal actividad productiva en Guatemala. ¡°En el campo nos estamos quedando sin personas capacitadas para trabajar en la producci¨®n agr¨ªcola, porque la mayor¨ªa prefiere migrar. La gente est¨¢ huyendo porque no se garantizan los derechos m¨ªnimos para vivir en un pa¨ªs dominado por el autoritarismo¡±, agrega Salguero.
Para cubrir las necesidades b¨¢sicas de un hogar en Guatemala se necesita de 1.100 d¨®lares al mes, seg¨²n el costo de la canasta b¨¢sica estipulado por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Pero el salario m¨ªnimo mensual ronda los US$425 en la ciudad y diez d¨®lares menos para las actividades agr¨ªcolas. Despu¨¦s de un a?o de aumento generalizado de precios, en 2022 la inflaci¨®n cerr¨® en 10 por ciento, la m¨¢s alta en los ¨²ltimos 14 a?os. ¡°Las capas medias, asalariadas o que perciben honorarios profesionales, vemos c¨®mo se va menguando el poder adquisitivo. La corrupci¨®n deteriora m¨¢s el sistema educativo y no hay una sola propuesta de Gobierno que apueste al desarrollo, al fortalecimiento del mercado interno, apunta Escobedo.
Una visi¨®n distinta tiene la c¨²pula empresarial, que considera que las elecciones son una prueba de que no existe autoritarismo, un peligro que el presidente del Comit¨¦ Coordinador de Asociaciones Agr¨ªcolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), Ignacio Lej¨¢rraga, s¨ª que ve en otros pa¨ªses de la regi¨®n. ¡°El seguro que uno puede tener para que ese tipo de autoritarismos no llegue al pa¨ªs es que exista libertad de que haya un proceso electoral y que se pueda elegir a las personas id¨®neas¡±, asegura el l¨ªder gremial.
A juicio de Lej¨¢rraga, los candidatos que despuntan en las encuestas, Sandra Torres, Edmond Mulet y Zury R¨ªos respetar¨¢n la separaci¨®n de poderes y los resultados que puedan salir de los comicios. ¡°Yo espero que no tengamos un autoritarismo¡±, conf¨ªa. ¡°Yo espero que no tengamos un autoritarismo en esos niveles. Aparte porque no creo que ninguno de ellos tenga los niveles de aceptaci¨®n que pueden tener otros presidentes autoritarios en la regi¨®n o que tengan la posibilidad de tomar los poderes sin que las dem¨¢s fuerzas que tienes en el pa¨ªs influyan o se lo hagan ver¡±, a?ade. Y concluye que el Cacif trabajar¨¢ con el candidato que salga para promover el desarrollo del pa¨ªs, como ha hecho durante 65 a?os.
La economista Escobedo tiene una visi¨®n distinta. Considera que los factores de persecuci¨®n a los opositores y de corrupci¨®n que ocurren en Guatemala env¨ªan un muy mal mensaje para la imagen del pa¨ªs que puede alejar las inversiones. ¡°Puede que s¨ª haya inversionistas interesados en producir riqueza en un pa¨ªs con altos ¨ªndices de corrupci¨®n, pero nada nos asegura que generar¨¢n plazas de trabajo digno, con respeto a los derechos laborales porque se instalar¨¢n con la certeza de que no habr¨¢ qui¨¦n los sancione¡±, dice. ¡°No quieren ver la amenaza, que aqu¨ª ya no es un pa¨ªs para vivir¡ Si la gente con ganas de trabajar y con visi¨®n democr¨¢tica se ve obligada a irse, nos vamos a volver un pa¨ªs de narco y crimen organizado¡±, sentencia Escobedo.
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