Aurelio Gonz¨¢lez, testigo de la dictadura uruguaya: ¡°Fue una noche fr¨ªa, una larga noche¡±

¡°La cosa est¨¢ brava, se viene un golpe de Estado¡±, le dijo un funcionario del Parlamento uruguayo a Aurelio Gonz¨¢lez, fot¨®grafo del peri¨®dico El Popular, nada m¨¢s llegar al edificio legislativo la noche del 26 de junio de 1973. Gonz¨¢lez, de 91 a?os, rememora la ¨²ltima sesi¨®n del Senado democr¨¢tico con la inquietud que se respiraba en aquellas horas cruciales: ¡°Sobre las 10:30 de la noche, se comentaba que el Ej¨¦rcito estaba afuera del Palacio, que hab¨ªan llegado los tanques. Yo estaba en la c¨¢mara, entre los senadores. Esta foto la tom¨¦ a pocos metros de Wilson Ferreira¡±, dice se?alando la imagen del hist¨®rico l¨ªder del Partido Nacional que debi¨® partir al exilio.

Gonz¨¢lez cuenta que fue su olfato de reportero el que lo llev¨® a presentarse en el Parlamento en v¨ªsperas del golpe y que fue el ¨²nico fot¨®grafo testigo de la hist¨®rica sesi¨®n. Dice que hizo su trabajo y se march¨® para pasar la noche en vela, en las inmediaciones del recinto legislativo. ¡°Fue una noche fr¨ªa, una larga noche¡±, contin¨²a. A la ma?ana siguiente, capt¨® las im¨¢genes de los tanques en la zona. Era un hecho: Juan Mar¨ªa Bordaberry, presidente constitucional, hab¨ªa disuelto las c¨¢maras legislativas. ¡°En la madrugada se presentaron una cantidad de militares e invadieron el Palacio Legislativo. Pusieron uno de los tanques arriba de la vereda del Palacio, apuntando a la puerta del recinto. Eso lo vi en la madrugada del 27¡å, explica.

Ante aquella imagen, recuerda que sinti¨® repudio e indignaci¨®n. ¡°?C¨®mo es posible que pongan los tanques frente al Palacio de las Leyes, frente a civiles desarmados!¡±, se dijo. Aurelio Gonz¨¢lez ten¨ªa entonces 41 a?os y una destreza f¨ªsica que aprovech¨® para registrar sin pausa la huelga general de trabajadores y estudiantes que se declar¨® el mismo 27 de junio y fue descrita como la mayor acci¨®n pac¨ªfica de resistencia al autoritarismo en Am¨¦rica Latina. Durante los 15 d¨ªas de huelga recorri¨® f¨¢bricas, hospitales, talleres, frigor¨ªficos, ocupados por sus trabajadores. ¡°Les propongo que nos convirtamos en diarios orales, porque el diario escrito no va a salir. Vamos a hacer diarios orales sin censura. Tenemos que ir a las f¨¢bricas, a los talleres, a los frigor¨ªficos, y contar lo que est¨¢ pasando¡±, les dijo a sus compa?eros del peri¨®dico El Popular.

Un d¨ªa de aquella semana, Gonz¨¢lez, espa?ol de nacimiento, se emocion¨® al escuchar al periodista Rub¨¦n Castillo recitar en la radio el poema de Federico Garc¨ªa Lorca Llanto por Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas y recordar los versos ¡°a las cinco de la tarde / eran las cinco en punto de la tarde¡±. La letra del poema, explica, llevaba consigo una consigna: a las 5:00 en punto de la tarde del 9 de julio de 1973, habr¨ªa una gran manifestaci¨®n contra la dictadura reci¨¦n instaurada, en la avenida principal de Montevideo.

Las fotograf¨ªas de Aurelio Gonz¨¢lez

¡°Las veredas estaban llenas de gente, pero no se escuchaba una voz en alto, todo era susurro, aquello parec¨ªa una colmena¡±. Pero a la hora se?alada, miles de personas se lanzaron a la calle al grito de ¡°tiranos, temblad¡±, siguiendo la letra del himno uruguayo. Enseguida irrumpieron los tanques, los fusiles, los caballos, los sables. Miles de personas fueron reprimidas y detenidas, tal y como lo registr¨® su c¨¢mara.

Ante de marcharse al exilio, en 1975, Gonz¨¢lez ocult¨® decenas de miles de negativos fotogr¨¢ficos en el emblem¨¢tico edificio Lapido, en pleno centro de Montevideo, donde se encontraba la redacci¨®n del diario El Popular. Cuando regres¨®, en 1985, los negativos hab¨ªan sido devorados por una reforma. Pasaron los a?os y los dio por perdidos, hasta que en 2006 aparecieron en un ducto de ventilaci¨®n. Fueron rescatadas alrededor de 75.000 im¨¢genes de la historia del Uruguay de los a?os sesenta y setenta.

En 2010, Gonz¨¢lez fue declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo y este lunes 26 de junio de 2023 ha sido invitado por la vicepresidenta de la Rep¨²blica, Beatriz Argim¨®n, a participar en el Senado de una ceremonia que ha recordado los hechos que guard¨® en su c¨¢mara hace exactamente 50 a?os.

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