Los talibanes cierran las peluquer¨ªas para mujeres y los salones de belleza en Afganist¨¢n
Los fundamentalistas anular¨¢n a finales de julio las licencias de esos negocios, uno de los ¨²ltimos reductos laborales y de socializaci¨®n de las afganas
Uno de los ¨²ltimos lugares donde las afganas pod¨ªan ganarse la vida y reunirse entre ellas para hablar y salir de casa ¡ªlos salones de peluquer¨ªa y belleza¡ª deber¨¢n cerrar sus puertas en todo el pa¨ªs antes del 25 de julio por una orden directa del l¨ªder supremo de los talibanes, el mul¨¢ Haibatul¨¢ Ajundzad¨¢. La orden de revocar las licencias de esos negocios fue recogida en un comunicado difundido el domingo por el Ministerio talib¨¢n de Propagaci¨®n de la Virtud y Prevenci¨®n del Vicio, del que inform¨® este martes el diario afgano Hasht-E Subh Daily. En un pa¨ªs en el que, con escasas excepciones, los talibanes hab¨ªan prohibido ya a las mujeres trabajar, esta medida priva de su medio de vida a varios miles m¨¢s de afganas y sus familias. No existen cifras de cu¨¢ntos establecimientos de este tipo hay en todo el pa¨ªs, pero la prensa afgana y activistas consultadas por este diario los calculan entre m¨¢s de 1.000 y varios miles.
¡°Desgraciadamente, esta noticia es cierta y los salones de belleza han sido ya clausurados¡±, confirma por WhatsApp desde Kabul Laila Basim, una de las fundadoras de la Coalici¨®n del Movimiento de Mujeres Afganas que Protestan. ¡°Hay m¨¢s de un millar de peluquer¨ªas en todo el pa¨ªs y cada uno de estos salones para mujeres emplea a entre cinco y seis personas. Esto quiere decir que miles de mujeres m¨¢s se quedar¨¢n sin trabajo¡±.
El comunicado de los talibanes que da cuenta de la revocaci¨®n de las licencias no ofrece raz¨®n alguna para su clausura. Mohammad Sadeq Akif Muhajir, portavoz del Ministerio para la Prevenci¨®n del Vicio, asegur¨® este martes a la agencia France Presse: ¡°Una vez que cierren los negocios, explicaremos la raz¨®n a los medios de comunicaci¨®n¡±. Durante su anterior periodo en el poder, entre 1996 y 2001, los talibanes cerraron tambi¨¦n este tipo de establecimiento que, en Afganist¨¢n, mantiene una estricta segregaci¨®n de sexos.
Un ¡°apartheid de g¨¦nero¡±
Desde que los fundamentalistas recuperaron el poder, el 15 de agosto de 2021, las mujeres y ni?as de Afganist¨¢n han visto c¨®mo se las iba privando progresivamente de los derechos que hab¨ªan ido adquiriendo durante los 20 a?os que dur¨® la presencia militar internacional en el pa¨ªs. Los fundamentalistas han aprobado para ello decenas de decretos cuyo fin ¨²ltimo, recalca Basim, es ¡°apartar a las afganas de todos los ¨¢mbitos de la sociedad¡±.
Las afganas tienen prohibido estudiar a partir de los 12 a?os y trabajar en la Administraci¨®n, las fuerzas de seguridad, los bancos, las ONG y Naciones Unidas. Las mujeres tampoco est¨¢n autorizadas a obtener el pasaporte ni viajar sin la compa?¨ªa de un pariente var¨®n cercano. El ocio tambi¨¦n les est¨¢ vedado. A la prohibici¨®n general de escuchar m¨²sica se suma que las afganas no pueden ya entrar en parques, jardines ni gimnasios. Tampoco acudir a ba?os p¨²blicos. Cinco de cada diez afganos no tiene acceso a instalaciones de saneamiento b¨¢sicas, seg¨²n datos de Unicef. Para muchas mujeres y ni?as, esos ba?os eran la ¨²nica forma de lavarse con agua caliente y de tener una adecuada higiene menstrual.
El pasado 20 de junio, un equipo de expertos de Naciones Unidas present¨® un informe sobre la persecuci¨®n a las afganas, en el que se define lo que viven las mujeres y ni?as de ese pa¨ªs como un ¡°apartheid de g¨¦nero¡±, que puede considerarse un ¡°crimen contra la humanidad¡±. El texto destaca un aspecto: los intentos de ¡°dominaci¨®n¡± completa de las mujeres, la discriminaci¨®n ¡°grave, sistem¨¢tica e institucionalizada¡± y el ¡°entorno de control¡± que impide a las mujeres y ni?as salir de casa.
¡°Los talibanes son enemigos de las mujeres y esta [el cierre de estos negocios] no es la ¨²ltima medida contra ellas ni lo ser¨¢. Al reprimir a las mujeres, lo que los talibanes quieren es usar a las afganas para chantajear a la comunidad internacional para que los reconozca [como Gobierno leg¨ªtimo de Afganist¨¢n]¡±, asevera Laila Basim, en referencia a que los talibanes tratan de convencer a la comunidad internacional de que los legitime a cambio de moderar sus pol¨ªticas contra la mujer.
Salud mental
Ariana responde tambi¨¦n por WhatsApp desde Kabul con la voz apagada. Hasta que los fundamentalistas volvieron al poder, esta joven de 19 a?os, que oculta su identidad bajo un nombre falso, estudiaba en la Universidad Americana de Kabul. Privada de continuar su formaci¨®n, dedica su tiempo a compartir su buen ingl¨¦s con otras adolescentes afganas, a trav¨¦s de una plataforma en la que les ense?a esa lengua. Ariana cree que el cierre de las peluquer¨ªas obedece al prop¨®sito de ¡°evitar que las mujeres salgan de casa¡±, pero coincide con Basim en que la consecuencia m¨¢s grave de esta medida ser¨¢ la p¨¦rdida de varios miles de trabajos de mujeres.
¡°El padre de mi vecino no tiene trabajo y la familia subsist¨ªa gracias al trabajo de la madre, que es modista, y a que las hijas trabajaban en salones de belleza. Pero no se trata solo de mi vecino. Se trata de miles de mujeres que trabajan en esos negocios, especialmente despu¨¦s del colapso del Gobierno [del presidente Ashraf Ghani, derrocado por los talibanes], porque muchas mujeres se quedaron en el paro y no ten¨ªan otra alternativa m¨¢s que esas peluquer¨ªas y centros de est¨¦tica para trabajar fuera de casa¡±, deplora esta joven, que confiesa que todos los d¨ªas tiene que ¡°luchar consigo misma¡± para no caer en el des¨¢nimo.
De las 2.000 afganas entrevistas por el Grupo de Expertos de la ONU para elaborar su informe sobre el apartheid de g¨¦nero en Afganist¨¢n, la mitad declar¨® conocer al menos a una mujer o ni?a que hab¨ªa sufrido ansiedad o depresi¨®n desde que los fundamentalistas volvieron al poder. ¡°El deterioro de la salud mental es una grave preocupaci¨®n para todas las mujeres con las que hablamos¡±, recalcaron los expertos.
¡°Casi siempre estoy en casa, puede que salga una vez a la semana y a veces, ni eso: no tengo ning¨²n motivo para salir. Trabajo mucho a trav¨¦s de internet y muchas amigas de mi edad hacen lo mismo. Esto es muy, muy duro. A veces siento que el no tener actividad f¨ªsica, el no conocer a gente, el no poder reunirme con nadie hace que sienta que voy a volverme loca¡±, resume Ariana.
Parasto Hakim, una activista por el derecho de la educaci¨®n de las ni?as en Afganist¨¢n que habla desde un lugar que no revela por motivos de seguridad, se pregunta, en alusi¨®n a los talibanes: ¡°?Qu¨¦ se puede esperar de un grupo terrorista? ?Es que a alg¨²n terrorista le gusta la belleza? Lo ¨²nico que quieren es destruir¡±.
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