Altos cargos talibanes tienen a sus hijas estudiando en el extranjero mientras proh¨ªben estudiar a las afganas
Las descendientes de estos fundamentalistas se licencian o prosiguen su formaci¨®n en Qatar o Pakist¨¢n. Los l¨ªderes radicales prefieren los centros modernos y en ingl¨¦s frente a las madrasas cor¨¢nicas
El ministro delegado de Sanidad en Afganist¨¢n, Sher Mohammad Abbas Stanikzai, es la demostraci¨®n de que los talibanes de ahora son los mismos que ya estuvieron en el poder entre 1996 y 2001. En su caso, literalmente. Un joven portavoz talib¨¢n llamado Stanikzai promet¨ªa en los a?os noventa ante las c¨¢maras de la CNN que la prohibici¨®n de estudiar a las ni?as ser¨ªa temporal. En mayo, este fundamentalista, ahora de larga barba blanca, criticaba la prohibici¨®n de estudiar a las adolescentes afganas que su propio Gobierno hab¨ªa impuesto. Lo que entonces se desconoc¨ªa es que la hija de Stanikzai se hab¨ªa licenciado ya en Medicina en la Universidad de Qatar.
Tambi¨¦n es m¨¦dica la hija del ministro de Sanidad de los talibanes, Qalandar Ebad. Mientras las afganas mayores de 12 a?os llevan desde agosto de 2021 privadas de educaci¨®n secundaria y, desde el 20 de diciembre, de estudios universitarios, dos hijas de Suhail Saheen ¡ªdesignado representante ante la ONU¡ª estudian en un colegio p¨²blico de Doha, la capital de Qatar. Las afganas tienen tambi¨¦n prohibido practicar deporte. No as¨ª la mayor de las dos descendientes de Saheen, que juega al f¨²tbol en el equipo de su colegio, seg¨²n el diario indio The Print.
Afganist¨¢n es el ¨²nico pa¨ªs del mundo que veta la educaci¨®n a todas las adolescentes mayores de 12 a?os. E incluso, en algunas zonas especialmente conservadoras de Afganist¨¢n, donde ni siquiera existen escuelas femeninas de primaria, en la pr¨¢ctica se proh¨ªbe a todas las ni?as, independientemente de su edad. La decisi¨®n de los fundamentalistas ha supuesto que 2,5 millones de ni?as y j¨®venes afganas en edad escolar no puedan estudiar. Otros 1,2 millones de chicas se han visto privadas de ense?anza secundaria y universitaria, seg¨²n datos de la Unesco.
En Afganist¨¢n, era un secreto a voces que algunos miembros del Gobierno talib¨¢n tienen a sus hijas escolarizadas en institutos y universidades de Qatar y Pakist¨¢n, los dos pa¨ªses que acog¨ªan a los l¨ªderes fundamentalistas hasta su retorno al poder en agosto de 2021. El 7 de febrero de 2022, un informe de una red de analistas del pa¨ªs asi¨¢tico, el Afganist¨¢n Analysts Network, confirm¨® lo que ya era m¨¢s que un rumor en el informe ?Qui¨¦n va a la escuela? ?Est¨¢n empezando a cambiar las actitudes de los talibanes desde dentro?, basado en 30 entrevistas, de las que nueve fueron con lo que se define como ¡°altos funcionarios talibanes¡±.
Los radicales afganos que, desde 2001, viv¨ªan en Quetta (Pakist¨¢n) o desde inicios de la pasada d¨¦cada, en Doha (Qatar) no solo permit¨ªan y permiten que sus hijas estudien en centros escolares en esos pa¨ªses. Tambi¨¦n privilegian inscribir a sus v¨¢stagos en escuelas modernas y no en madrasas, basadas en el aprendizaje del Cor¨¢n y la educaci¨®n religiosa. Un alto funcionario talib¨¢n citado en el texto y que a¨²n reside en Qatar precisa: ¡°En Qatar, solo una de las 26 familias de dirigentes talibanes env¨ªa a su hijo a una madrasa; el resto env¨ªa tanto a sus hijos como a sus hijas a escuelas modernas, catar¨ªes y paquistan¨ªes. Los miembros de los talibanes y sus familias que viven aqu¨ª [en Qatar] exigen con insistencia una educaci¨®n moderna y nadie se opone a ella, ni para los ni?os ni para las ni?as, sea cual sea su edad¡±.
Cuando los talibanes tomaron de nuevo el poder el 15 de agosto de 2021, algunos de los miembros de la oficina de representaci¨®n de los fundamentalistas en Doha volvieron a Kabul. En ese momento, se?ala el informe del centro de estudios afgano, dos miembros del equipo negociador de los talibanes dijeron haber tenido que enfrentarse al dilema entre instalarse con sus familias en Afganist¨¢n o dejarlas en Qatar. Estos dos fundamentalistas mostraron preocupaci¨®n por ¡°la interrupci¨®n que supondr¨ªa para la escolarizaci¨®n de los ni?os y las ni?as¡±.
?Evoluci¨®n o hipocres¨ªa?
El autor de este informe, el analista afgano Sabawoon Samim responde por correo electr¨®nico a este diario que esta aparente contradicci¨®n de los talibanes ¡°dif¨ªcilmente puede ser considerada hipocres¨ªa¡±.
¡°El porqu¨¦ se proh¨ªbe a las ni?as afganas tener una educaci¨®n es una cuesti¨®n complicada, dado que [los talibanes] que tienen un pensamiento m¨¢s evolucionado [sobre la educaci¨®n femenina] no son quienes tienen el poder absoluto sobre la toma de decisiones. Dentro de los talibanes, el l¨ªder supremo, [Haibatul¨¢ Ajundzad¨¢] es, ideol¨®gicamente, la fuente ¨²ltima de la toma de decisiones. El l¨ªder supremo es un mul¨¢ conservador que no est¨¢ a favor de las escuelas para ni?as. As¨ª que ¨¦l ordena la prohibici¨®n y todos los dem¨¢s miembros del movimiento deben obedecerle desde una perspectiva ideol¨®gica¡±, afirma este analista, que a?ade que ¡°hay una evoluci¨®n en la forma de pensar de muchos altos dirigentes talibanes¡±.
El autor del informe atribuye esa supuesta evoluci¨®n a la influencia de vivir en lugares como Peshawar (Pakist¨¢n), Doha y otras ciudades del Golfo. ¡°Estos l¨ªderes talibanes han vivido en una sociedad diferente, moderna, donde la educaci¨®n de las ni?as es un derecho humano fundamental y una parte normal de la vida, y eso ha influido en sus percepciones¡±. En su opini¨®n, el que los talibanes ¡°env¨ªen a sus hijas a escuelas y universidades es una prueba evidente¡± en ese sentido.
Esa evoluci¨®n a la que alude Samim de momento solo beneficia a sus hijas, y no al resto de j¨®venes afganas que han visto no solo c¨®mo se les proh¨ªbe estudiar en la universidad, sino incluso aspirar a ello. A finales de enero, el Gobierno de los talibanes anunci¨® que a las estudiantes ni siquiera se les permitir¨¢ presentarse al llamado Konkour, el examen de acceso a la universidad en Afganist¨¢n.
Adem¨¢s, incluso antes de que los talibanes cerraran las puertas de las universidades a las afganas, algunas de ellas ya hab¨ªan visto c¨®mo se les imped¨ªa continuar en las aulas. So pretexto de que algunos estudios no eran ¡°adecuados para mujeres¡±, los talibanes hab¨ªan vetado o restringido a las mujeres el acceso a determinadas licenciaturas o estudios como periodismo, ingenier¨ªas, matem¨¢ticas o ingl¨¦s.
Las lenguas extranjeras est¨¢n vedadas para las afganas de a pie. Sin embargo, los altos cargos del r¨¦gimen de los talibanes cuyas hijas estudian en el extranjero, no solo no les proh¨ªben aprender idiomas, sino que lo favorecen. El informe del Afghanistan Analysts Network precisa que algunos integristas con hijas escolarizadas en Qatar ¡°eleg¨ªan escuelas privadas dirigidas por paquistan¨ªes afincados en Qatar, que ten¨ªan un plan de estudios paquistan¨ª y utilizaban el ingl¨¦s como medio de ense?anza¡±.
Nilufar, nombre ficticio de una universitaria afgana de 19 a?os, activista por el derecho a la educaci¨®n de las mujeres de su pa¨ªs, discrepa por WhatsApp desde Kabul del analista autor del informe: ¡°Prohibir la educaci¨®n a las afganas mientras mandan a sus hijas a universidades en el extranjero es lo m¨¢s hip¨®crita que los talibanes pueden hacer¡±. Y concluye: ¡±Por lo dem¨¢s, ?qu¨¦ es lo que los talibanes no han hecho a este pa¨ªs?¡±.
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