La vice primera ministra holandesa deja la pol¨ªtica por las amenazas de muerte que sufre
Sigrid Kaag, l¨ªder del partido liberal de izquierdas D66, tambi¨¦n critica que ha sido blanco de actitudes mis¨®ginas en un clima de crispaci¨®n que ha frustrado su labor
La viceprimera ministra holandesa y responsable de Finanzas, Sigrid Kaag (61 a?os), deja la pol¨ªtica. Lo hace, seg¨²n ha declarado este jueves, porque las amenazas de muerte que recibe han hecho mella en su familia. ¡°Mi trabajo pone a prueba a mi familia y le pasa factura¡±, ha admitido la l¨ªder de la formaci¨®n liberal de izquierdas D66, que llevaba varios meses sopesando su futuro. ¡°No quiero pedirles de nuevo que pasen por esto. Ellos son mi base¡±, ha dicho Kaag en referencia a las elecciones anticipadas que se celebrar¨¢n en noviembre tras la dimisi¨®n, la semana pasada, del Gobierno encabezado por Mark Rutte, quien tambi¨¦n se retira.
La l¨ªder de D66 irrumpi¨® en 2017 en la escena pol¨ªtica de Pa¨ªses Bajos como estrella emergente a la que se auguraba capacidad para llegar a la jefatura del Gobierno. Sin embargo, desde entonces ha perdido fuerza, en parte debido a la imagen algo distante que proyecta. Kaag asum¨ªa que deb¨ªa ganarse a sus compatriotas, que la consideraban una desconocida. Lo que no esperaba son las fuertes medidas de seguridad que la han acompa?ado por las amenazas que recibe y los mensajes de odio contra ella en las redes sociales. La pol¨ªtica se mantendr¨¢ en su puesto hasta las pr¨®ximas elecciones.
La decisi¨®n de Kaag no ha sorprendido, pero s¨ª ha generado un gran revuelo entre sus colegas y rivales pol¨ªticos por la crispaci¨®n y polarizaci¨®n social que reflejan el acoso. Jan Paternotte, presidente de D66, ha sido contundente: ¡°La basura y las amenazas que Sigrid Kaag ha tenido que soportar lesionan nuestra democracia. Nunca lo aceptaremos¡±, ha escrito en su cuenta de Twitter. Mark Rutte, primer ministro saliente que forz¨® el pasado viernes la ca¨ªda del Gobierno por el recorte a la reunificaci¨®n familiar de los refugiados de guerra, ha elogiado ¡°la valent¨ªa¡± de su colega y su ¡°buena colaboraci¨®n y compromiso sin fisuras¡± con el pa¨ªs. Pero tambi¨¦n ha considerado que Kaag ¡°ha tenido que pagar un precio muy alto en su vida privada¡±.
El resto de sus colegas, dentro y fuera de la oposici¨®n, han condenado de manera un¨¢nime una intimidaci¨®n que ha sacudido los cimientos de la familia de Kaag. El l¨ªder de extrema derecha Geert Wilders, que la ha llamado en varias ocasiones ¡°bruja¡± en el marco de sus discursos, ha recordado que ¨¦l sigue adelante a pesar de vivir situaciones similares. Wilders lleva protecci¨®n desde hace dos d¨¦cadas debido a su rechazo frontal al islam. La seguridad de Rutte y la de la princesa heredera, Amalia de Orange, ha sido tambi¨¦n reforzada, en su caso, por amenazas del crimen organizado.
La viceprimera ministra dimisionaria est¨¢ casada con el palestino Anis al-Qaq, dentista de profesi¨®n que trabaj¨® en el Ministerio de Planificaci¨®n y Cooperaci¨®n Internacional de la Autoridad Palestina. Tienen cuatro hijos de entre 18 y 25 a?os. En enero de 2022, un hombre que portaba una antorcha encendida se plant¨® frente al domicilio de la familia gritando consignas en su contra mientras transmit¨ªa su acci¨®n en directo por internet. El sospechoso fue arrestado y condenado a cinco meses de prisi¨®n. Se le impuso, adem¨¢s, una orden de alejamiento, pero los medios holandeses se?alan que ha sido visto cerca del edificio del Congreso, en La Haya.
El efecto que tuvo aquel incidente qued¨® patente el pasado 28 de mayo, cuando Kaag acab¨® llorando durante un programa de televisi¨®n despu¨¦s de que sus dos hijas dijeran que estaban preocupadas por su seguridad. Tem¨ªan que la dirigente pol¨ªtica acabara ¡°como Els Borst¡±, afirmaron en referencia a la ministra de Sanidad asesinada en 2014 por un hombre con problemas ps¨ªquicos.
En el caso de Kaag ha habido racismo y tambi¨¦n misoginia. Nacida en la ciudad de Rijswijk, a unos seis kil¨®metros de La Haya, donde reside ahora, su labor diplom¨¢tica la ha llevado a pa¨ªses como L¨ªbano, Sud¨¢n y Siria. Ha trabajado para Naciones Unidas en puestos relevantes relacionados con los refugiados, la migraci¨®n y el desarrollo, y coordin¨® la misi¨®n conjunta de la ONU y la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas (OPAQ), destinada a eliminar el arsenal qu¨ªmico sirio. Su hoja de servicios ha sido ignorada por sus compatriotas holandeses, una parte de los cuales la ven como una persona venida de fuera (regres¨® del exterior en 2017), cuya familia, de piel oscura, tambi¨¦n se ha criado en el extranjero. En una entrevista con este peri¨®dico el pasado junio en Madrid, Kaag afirm¨® sobre su situaci¨®n: ¡°Vivimos un clima pol¨ªtico muy polarizado, secuestrado por grupos extremistas de derecha radical. Es una amenaza a la democracia que debemos tomarnos muy en serio¡±.
Seg¨²n un estudio elaborado en 2021 por la universidad de Utrecht y la revista De Groene Amsterdammer, Kaag es la diputada que m¨¢s mensajes de odio recibe en el Congreso holand¨¦s: un promedio de un 22% frente al 10% que llega a sus colegas femeninas.
Este jueves, en su despedida, Kaag ha deseado que su decisi¨®n ¡°no desanime a las ni?as y mujeres holandesas a entrar en pol¨ªtica, que debe ser un trabajo de equipo¡±.
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