Mercosur: el gran pacto encallado entre la UE y Sudam¨¦rica
El acuerdo alcanzado hace m¨¢s de cuatro a?os entre las dos partes sigue pendiente de ratificaci¨®n
La ratificaci¨®n, de una vez por todas, del acuerdo comercial entre la Uni¨®n Europea y Mercosur ser¨¢ uno de los elefantes en la habitaci¨®n de los l¨ªderes europeos, durante la cumbre que se celebra en Bruselas este lunes y martes entre los mandatarios de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (Celac). El pacto se alcanz¨® en junio de 2019, pero todav¨ªa no ha sido ratificado y, por tanto, no ha entrado en vigor. Nadie espera que la situaci¨®n se resuelva esta semana, aunque tal vez pueda esperarse ¡°avances decisivos en cuestiones pendientes¡±, apunta la portavoz de Comercio de la Comisi¨®n Europea, ¡°allanando el camino para una conclusi¨®n pol¨ªtica a corto plazo¡±. El objetivo ser¨ªa que est¨¦ todo listo antes de acabar este a?o, l¨ªmite que lanz¨® la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, en su viaje a Latinoam¨¦rica del pasado junio. ¡°Ese ser¨ªa realmente el game changer [un gran cambio en las reglas del juego] con la regi¨®n. Ser¨ªa el acuerdo m¨¢s grande firmado por la UE. Y permitir¨ªa a la regi¨®n estabilizarse internamente¡±, apunta Javi L¨®pez, eurodiputado y copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.
Ya hace cuatro a?os que la UE y Mercosur, organizaci¨®n que agrupa a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, suscribieron un acuerdo comercial que, sobre el papel, alcanzaba a 780 millones de consumidores. Fueron necesarios 20 a?os de negociaciones y, sin embargo, nada m¨¢s firmarse en junio de 2019 comenzaron a apreciarse resistencias a su ratificaci¨®n. Todav¨ªa siguen. Desde Austria, Pa¨ªses Bajos, Irlanda y, sobre todo, Francia se encuentran resistencias. Tambi¨¦n en el Parlamento Europeo hab¨ªa reticencias. Reclamaban m¨¢s compromisos contra la deforestaci¨®n, los acuerdos contra el cambio clim¨¢tico de Par¨ªs y no se fiaban del expresidente brasile?o Jair Bolsonaro. Por eso, la llegada de Luiz In¨¢cio Lula da Silva al poder en Brasilia el pasado octubre y la Presidencia espa?ola del Consejo de la UE desde el 1 de julio, se han se?alado reiteradamente como la apertura de una oportunidad que no se puede dejar escapar.
As¨ª que para vencer las resistencias, Bruselas envi¨® en febrero al bloque comercial un ¡°instrumento adicional¡± que mostrara el compromiso de los pa¨ªses de Mercosur con la sostenibilidad medioambiental. ¡°No se trata de reabrir el acuerdo¡±, apuntan fuentes comunitarias. Pero esto no acaba de convencer al otro lado del Atl¨¢ntico, especialmente a Brasil, encargada de las negociaciones por el bloque sudamericano. Apuntan fuentes europeas, con cierta comprensi¨®n, que ese ¡°instrumento adicional¡± es visto por la contraparte como un elemento de desconfianza y una exigencia hacia una administraci¨®n pol¨ªtica, la de Bolsonaro, que ya no existe. ¡°La premisa que debe existir entre socios estrat¨¦gicos es de confianza mutua¡±, declar¨® Lula durante la visita de Von der Leyen en junio con ella a su lado.
Tampoco han gustado en los pa¨ªses latinoamericanos (como en otros del sudeste asi¨¢tico y en lo que ha venido a llamarse sur global) la aprobaci¨®n de directivas que buscan llevar los valores europeos a la pol¨ªtica comercial y que estos no resten competitividad a las empresas de la UE: la norma que veta la entrada en el mercado ¨²nico de productos procedentes de zonas deforestadas, el mecanismo que carga con una tasa a los productos fabricados sin los requisitos de emisiones comunitarios o la directiva que exige a las empresas vigilar su cadena de valor para mitigar efectos adversos sobre el medio ambiente o los derechos humanos. En muchos ¨¢mbitos de Mercosur esta bater¨ªa de medidas se consideran imposiciones unilaterales con car¨¢cter proteccionista y cierto aroma neocolonial.
Para contrarrestar esta visi¨®n, Bruselas ha desplegado una intensa actividad diplom¨¢tica en la regi¨®n con visitas de la presidenta de la Comisi¨®n, vicepresidentes y varios comisarios en los ¨²ltimos meses. Ahora espera la respuesta al ¡°instrumento adicional¡±, que no acaba de llegar. Brasil parece querer concesiones en contrataci¨®n p¨²blica, algo que no es bien recibido en la UE. No est¨¢ claro que la contestaci¨®n vaya a llegar estos d¨ªas.
Aunque no sea as¨ª, Bruselas va a seguir intent¨¢ndolo. El alto representante para la Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, ya no est¨¢ solo en las pr¨¦dicas en el Colegio de Comisarios sobre la importancia de Latinoam¨¦rica, algo de lo que se lamentaba antes del comienzo de la invasi¨®n de Ucrania. ¡°Este acuerdo reviste una gran importancia geoestrat¨¦gica y econ¨®mica, ya que puede contribuir a mitigar los efectos de la invasi¨®n rusa en Ucrania, reforzar nuestra seguridad econ¨®mica mutua y promover la transici¨®n ecol¨®gica¡±, destaca la portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario. Dicho de otra forma, la guerra ha dejado claro que Europa se tiene que ganar el apoyo diplom¨¢tico de Latinoam¨¦rica, que no tiene que darlo por descontado porque haya lazos hist¨®ricos entre ambas regiones, y que la regi¨®n cuenta con materias primas cr¨ªticas para la transici¨®n ecol¨®gica que permitir¨ªan a la UE reducir la dependencia que tiene de China en este campo.
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