El ¡®Bibby Stockholm¡¯, la prisi¨®n flotante en la que el Reino Unido quiere alojar a migrantes, llega a puerto

El Bibby Stockholm, el gigantesco buque con m¨¢s aspecto de bloque improvisado de viviendas que de transatl¨¢ntico, ya est¨¢ atracado en el puerto de la isla de Portland, en la costa sur de Inglaterra. El Gobierno de Rishi Sunak ha hecho o¨ªdos sordos a las cr¨ªticas de organizaciones humanitarias, que definen la nueva adquisici¨®n como una ¡°prisi¨®n flotante¡±, y se dispone a alojar en la embarcaci¨®n a los primeros migrantes irregulares.

Propiedad de la empresa Bibby Marine Ltd, la estructura tiene capacidad para acoger a 506 personas. Downing Street ya ha asegurado que ser¨¢n varones, escogidos de entre aquellos que hayan llegado de modo irregular a las costas del sur de Inglaterra despu¨¦s de atravesar el canal de la Mancha. Los primeros 50 llegar¨¢n a la localidad de Dorset, donde est¨¢ la isla, en las pr¨®ximas semanas. El Gobierno brit¨¢nico calcula que los nuevos residentes permanecer¨¢n en la embarcaci¨®n un periodo que oscilar¨¢ entre los tres y los seis meses. De momento, el puerto de Portland ha cerrado un primer contrato de amarre de a?o y medio, pero las protestas e inquietud de los vecinos de la zona arrojan incertidumbre sobre el futuro de la instalaci¨®n.

Actualmente, son m¨¢s de 160.000 personas las que esperan la tramitaci¨®n de su solicitud de asilo en el Reino Unido. El Gobierno mantiene a cerca de 51.000 en hoteles esparcidos por todo el pa¨ªs, con un coste de m¨¢s de seis millones de euros diarios.

El Bibby Stockholm dispone de 222 habitaciones dobles, cada una de ellas con cuarto de ba?o, ducha, ventana al exterior, televisi¨®n y armarios. En teor¨ªa, nadie est¨¢ retenido en el barco. Los futuros inmigrantes que residan en ¨¦l, asegura el Gobierno brit¨¢nico, podr¨¢n entrar y salir cada d¨ªa sin problema y visitar la cercana localidad de Weymouth, aunque deber¨¢n firmar su entrada y salida en el libro de registro. El Ministerio del Interior ha preparado incluso un servicio de autobuses a tal efecto.

Seg¨²n explic¨® ya, con fotograf¨ªas incluidas, la empresa propietaria, el Bibby Stockholm tiene servicio de wifi, cantina, gimnasio, lavander¨ªa y hasta una sala multiconfesional para la oraci¨®n. Los costes estimados en seguridad, sanidad y alimentaci¨®n por cada d¨ªa ser¨¢n, asegura el Gobierno, de unos 23.000 euros.

La nueva Ley de Inmigraci¨®n Ilegal de Rishi Sunak, que se ha convertido en la piedra de toque del mandato del primer ministro brit¨¢nico, y en un pulso permanente con organizaciones humanitarias, la Iglesia anglicana y la C¨¢mara de los Lores, se aprob¨® finalmente la madrugada del martes. Downing Street logr¨® derrotar las ¨²ltimas enmiendas al texto presentadas por muchos lores ¡ªla mayor¨ªa independientes, sin adscripci¨®n partidista¡ª. Pretend¨ªan acortar el tiempo de detenci¨®n de los menores no acompa?ados de sus padres en situaci¨®n irregular, reforzar la lucha contra la esclavitud moderna ¡ªque el nuevo texto debilita con sus medidas¡ª e incluso alargar en seis meses el plazo previo a la deportaci¨®n de los reci¨¦n llegados al Reino Unido. El Gobierno de Sunak, que ha convertido en bandera electoral la lucha contra la inmigraci¨®n irregular, ha sido inflexible. La nueva ley es ya una realidad, aunque algunas de sus principales disposiciones tardar¨¢n en aplicarse.

Aunque la justicia brit¨¢nica ha confirmado la ilegalidad del plan de deportaciones a Ruanda (en realidad, seg¨²n la ley, a ¡°un tercer pa¨ªs seguro¡±), queda pendiente un ¨²ltimo recurso ante el Tribunal Supremo. En el mejor de los casos para los objetivos de Downing Street, los vuelos no podr¨ªan comenzar al menos hasta finales de a?o.

La nueva ley, calificada de ¡°crueldad moral¡± por el arzobispo de Canterbury y jefe de la Iglesia anglicana, Justin Welby, elimina la posibilidad de que aquellos que llegan al Reino Unido de manera irregular ¡ªmuchos tras cruzar las peligrosas aguas del canal de la Mancha¡ª puedan iniciar los tr¨¢mites para obtener la condici¨®n legal de refugiados. El Gobierno se reserva el derecho a deportarlos de inmediato a su pa¨ªs de origen, o a un tercer pa¨ªs que se considere seguro. Durante el mandato de Boris Johnson se cerr¨® un acuerdo de m¨¢s de 150 millones de euros entre Londres y Kigali para enviar a Ruanda a la mayor¨ªa de los nuevos irregulares. A¨²n no ha despegado ni un solo avi¨®n, pero el Ejecutivo de Sunak ha abrazado el acuerdo y est¨¢ empe?ado en que salga adelante.

El pasado a?o llegaron casi 46.000 personas a las costas del sur de Inglaterra, despu¨¦s de atravesar el canal de la Mancha. Cinco a?os antes, las cifras anuales no llegaban al millar. A pesar de que la dimensi¨®n de la crisis es todav¨ªa muy inferior a la enfrentada por los pa¨ªses del sur de la UE, ha sido suficiente para convertir el asunto en uno de los mayores retos pol¨ªticos de Sunak.

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