La pesadilla veraniega de la basura en Roma
La capital de Italia sigue atravesando crisis c¨ªclicas con la recogida de residuos casi dos a?os despu¨¦s de la llegada del alcalde socialista Roberto Gualtieri
La gesti¨®n de la basura es un debate p¨²blico para el que conviene tener argumentos s¨®lidos y bien preparados para sobrevivir en Roma. Es tan virulento en determinados momentos del a?o que una posici¨®n err¨®nea puede desencadenar la ca¨ªda de un primer ministro, como le sucedi¨® a Mario Draghi hace exactamente un a?o, cuando apost¨® por la construcci¨®n de una planta de tratamiento de residuos que el Movimiento 5 Estrellas rechazaba y que sirvi¨® a los grillinos para iniciar un choque que acab¨® con el Gobierno. La dimensi¨®n del problema crece en algunos momentos, como este verano, donde confluye un problema de gesti¨®n, un aumento de los turistas y unas temperaturas que transforman un asunto est¨¦tico y de salubridad en un grave problema sanitario. Pero la realidad es que, casi dos a?os despu¨¦s de la elecci¨®n del socialista Roberto Gualtieri como alcalde de la ciudad, nada ha cambiado.
Roma no sabe qu¨¦ hacer con las 18.000 toneladas de basura que genera semanalmente de media. Han pasado gobiernos, decenas de directores de la empresa de residuos, presidentes y todo tipo de interventores con innovadoras ideas. Pero la porquer¨ªa, como suele suceder, siempre vuelve a salir a flote en el ambiente romano. ¡°El problema no es nuestro, aunque la empresa quiera se?alarnos a nosotros. Estamos trabajando a 40 grados a la sombra estos d¨ªas. ?Le parece que no hay un compromiso de la plantilla?¡±, se?alaba el viernes uno de los 7.000 trabajadores de AMA, la empresa p¨²blica de recogida de basuras, que ped¨ªa anonimato mientras vaciaba a toda velocidad varios contenedores. La capital, sin embargo, no logra traspasar la frontera del 45% de recogida diferenciada (en otras ciudades de Italia supera el 80%) y el problema se agrava con el calor y las plagas (se calcula que hay alrededor de 10 millones de ratas en la ciudad). Sucede as¨ª desde hace una d¨¦cada.
Las cr¨®nicas modernas recuerdan que el monstruo naci¨® el 1 de octubre de 2013. Ese d¨ªa, el entonces alcalde de la ciudad, el socialdem¨®crata Ignazio Marino, cargado de buenas ideas y poca habilidad para ejecutarlas ¨Dtermin¨® atrapado en un absurdo l¨ªo de facturas que le oblig¨® a dimitir¨D, decidi¨® cerrar el vertedero de Malagrotta. Aquella monta?a de basura fue bautizada como la octava colina de Roma, pero era la ¨²nica manera que ten¨ªa la ciudad de procesar sus residuos. Manlio Cerroni, un pol¨¦mico empresario conocido como el rey de la basura, gestion¨® aquel agujero negro donde iban a parar miles de toneladas diarias de deshechos. Ah¨ª se vert¨ªa cualquier tipo de desperdicio. Daba igual. Tambi¨¦n, durante un tiempo, importaron poco las denuncias medioambientales y las quejas de la Uni¨®n Europea, que comenzaron a apilarse sobre la mesa del alcalde. El problema es que nunca hubo una alternativa a aquel sistema.
La capital de Italia, desde entonces, tiene un problema estructural con la recogida de residuos que peri¨®dicamente ¡ªunas seis o siete veces al a?o¡ª degenera en una grave crisis como la que vivi¨® hace solo una semana. Una empresa p¨²blica mastod¨®ntica, que ha liquidado a diez consejeros delegados en los ¨²ltimos cinco a?os (el ¨²ltimo fue nombrado la semana pasada), y la falta de instalaciones de tratamiento y almacenaje han creado un agujero dif¨ªcil de esquivar. Roberto Gualtieri, el exministro de Econom¨ªa que en octubre de 2021 gan¨® la alcald¨ªa para la izquierda del Partido Democr¨¢tico, prometi¨® poner fin al caos y tener la ciudad ¡ªpremiada por los lectores de Time Out como la m¨¢s sucia del mundo¡ª en perfecto estado en su primera Navidad como regidor. Y lo logr¨® provisionalmente, pero gastando cantidades enormes de dinero en bonus para los trabajadores de AMA y mandando los residuos fuera de Roma con un sobrecoste evidente. Mientras la mayor¨ªa de ciudades de Italia paga de media 100 euros por tonelada de basura, aqu¨ª se desembolsan 180. De modo que, superada aquella primera emergencia, volvieron los ciclos y el hedor.
Natale di Colle, secretario en Roma de CGIL, el principal sindicato de Italia, confirma que ¡°no hay ninguna se?al de cambio¡±. ¡°La semana pasada cambiaron al director general, s¨ªntoma evidente de que la Administraci¨®n ha entendido que no funciona su plan. Es un problema de incapacidad de gesti¨®n. En los ¨²ltimos d¨ªas, ha mejorado porque el verano disminuye la cantidad de residuos producidos. Pero en septiembre volver¨¢ la emergencia. No hay ninguna duda. La empresa tiene problemas estructurales, pero ahora hay una programaci¨®n equivocada de la compra de medios. Ahora somos como un 600 a toda velocidad por la calle¡±, apunta.
La empresa de recogida de basuras, se?ala este sindicalista, tiene unos 2.000 camiones. ¡°Pero la mitad no est¨¢n disponibles por aver¨ªas, traslados o dem¨¢s problemas¡±, se?ala. Adem¨¢s, cada zona tiene sus causas a?adidas. El centro de Roma, como denuncia un trabajador de AMA, se rige por las oleadas de turistas y los restaurantes. ¡°Una parte importante de los apartamentos residenciales se ha convertido en peque?os hoteles, y muchos restaurantes utilizan los cauces de recogida de las viviendas privadas porque es m¨¢s r¨¢pido que esperar al servicio destinado a la restauraci¨®n. Y eso satura el sistema¡±, apunta. Adem¨¢s, el epicentro del turismo carece de una red de papeleras (a veces resulta una odisea dar con una), y los visitantes tiran los papeles y los desechos que producen en los contenedores de las casas.
La norma no escrita en Italia ¨Desa es la otra derivada del problema¨D dice que cuando la Administraci¨®n funciona mal en alg¨²n sector, ese espacio se convierte en terreno abonado para las mafias. En el ¨²ltimo informe Ecomafia, de la Asociaci¨®n Legambiente, se apunta a la regi¨®n del Lazio como una de las peores en Italia en la clasificaci¨®n de delitos medioambientales y la tercera peor en asuntos relacionados con el tratamiento de basuras, con 543 delitos, 679 personas denunciadas, 17 arrestos, 217 confiscaciones, 834 faltas administrativas y 859 sanciones. La misma asociaci¨®n ha denunciado que hay alrededor de 1.000 vertederos ilegales en la ciudad.
La construcci¨®n de la famosa planta incineradora y productora de energ¨ªa ¨Dque origin¨® el enfrentamiento hace un a?o con los grillinos que finalmente le cost¨® el puesto a Draghi¨D no estar¨¢ terminada hasta dentro de tres a?os. Ser¨¢ solo en ese momento, y pese al rechazo de una parte de la clase pol¨ªtica y ciudadana por su capacidad de contaminaci¨®n, cuando la ciudad podr¨¢ plantearse una cierta autonom¨ªa en la gesti¨®n de residuos.
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