Ir¨¢n condena a mujeres sin velo a la c¨¢rcel, a lavar muertos en un cementerio o a someterse a terapia

La sala 401 del tribunal de Varamin, una ciudad en la provincia de Teher¨¢n, conden¨® el 17 de julio a una mujer a elegir entre la c¨¢rcel o pasar un mes lavando los cad¨¢veres ¡ªun ritual que incluye los genitales y la zona anal¡ª en el mayor cementerio de Ir¨¢n: el Behesht-e Zahra de la capital. El ¡°delito¡± que le vali¨® esta condena fue haber conducido su coche sin llevar velo, seg¨²n medios iran¨ªes en el exilio y activistas que han difundido una copia del veredicto en redes sociales. Otro tribunal, tambi¨¦n de Teher¨¢n, conden¨® hace d¨ªas por el mismo motivo a una m¨¦dica a limpiar el Ministerio de Interior durante 270 horas si no quer¨ªa pasar dos meses en prisi¨®n.

Como estas dos mujeres, otras iran¨ªes que han prescindido del hiyab ¡ªobligatorio desde los nueve a?os¡ª est¨¢n siendo condenadas a la c¨¢rcel o a castigos ins¨®litos, a menudo acompa?ados de la obligaci¨®n de someterse a una terapia psicol¨®gica por supuestos ¡°trastornos de personalidad antisocial¡±, cuyo ¨²nico ¡°s¨ªntoma¡± es no cubrirse el cabello. En la web iran¨ª Vaklapress se reproduc¨ªa la semana pasada otra sentencia de un tercer tribunal penal de Teher¨¢n en la que se define no llevar el velo como ¡°una enfermedad mental contagiosa que causa promiscuidad sexual¡±. La acusada fue condenada a dos meses de prisi¨®n y a costearse seis meses de tratamiento psicol¨®gico.

Cuando faltan apenas dos meses para el aniversario, el 16 de septiembre, del inicio de las protestas contra el r¨¦gimen desatadas por la muerte bajo custodia policial de la joven kurda de 22 a?os Mahsa Amini ¡ªdetenida en Teher¨¢n por la polic¨ªa de la moral por llevar mal colocado el velo¡ª, las autoridades iran¨ªes est¨¢n recrudeciendo la represi¨®n contra las muchas mujeres que ya no ocultan su pelo, un gesto de desobediencia civil que mantiene visible el anhelo de cambio de unas manifestaciones que el r¨¦gimen sofoc¨® con dureza. Al menos 500 personas murieron a manos de miembros de las fuerzas de seguridad y paramilitares, seg¨²n ONG iran¨ªes en el exilio, y m¨¢s de 22.000 fueron detenidas. Siete hombres han sido ahorcados en relaci¨®n con las protestas. Uno de ellos, en p¨²blico, con una gr¨²a.

La ¨²ltima de las medidas oficiales para lograr que las iran¨ªes sin hiyab se lo vuelvan a poner se conoci¨® el 16 de julio, cuando un portavoz policial confirm¨® que la polic¨ªa de la moral hab¨ªa sido desplegada de nuevo en las calles para detener a esas mujeres, siete meses despu¨¦s de que un responsable del r¨¦gimen aludiera a su supuesta desaparici¨®n, un anuncio que los iran¨ªes acogieron con incredulidad. El 15 de julio, un v¨ªdeo viral en las redes sociales iran¨ªes mostr¨® c¨®mo una adolescente gritaba aterrada ¡°socorro¡± y ¡°ayuda¡±, mientras una agente de esa polic¨ªa trataba de arrastrarla hasta un furg¨®n policial agarr¨¢ndola por las mu?ecas.

La abogada y activista por los derechos de las mujeres Shadi Sadr, cofundadora de la ONG Justice for Iran (Justicia para Ir¨¢n, en sus siglas en ingl¨¦s), explica por correo electr¨®nico desde su exilio en Londres que la ¡°raz¨®n principal¡± para retomar el despliegue de este cuerpo policial se remite al pr¨®ximo 16 de septiembre. ¡°A falta de dos meses para el aniversario de la muerte de Jina [el nombre kurdo de Mahsa] Amini, el r¨¦gimen pretende evitar otra oleada de protestas durante esa efem¨¦ride. Planean conseguirlo reprimiendo a las mujeres e infundiendo miedo a toda la naci¨®n¡±.

Esta abogada ¡ªcondenada en ausencia en 2010 en Ir¨¢n a seis a?os de c¨¢rcel y 74 latigazos por defender los derechos humanos¡ª, cree que el r¨¦gimen de su pa¨ªs ¡°pretende transmitir a quienes participaron en las protestas el mensaje de que, a pesar de la muerte de m¨¢s de 500 personas, miles de heridos, numerosas detenciones, desapariciones forzadas y ejecuciones, sus esfuerzos no han dado resultado. Incluso el peque?o logro de poder salir a la calle sin llevar hiyab se ve ahora revocado¡±.

Las amenazas se han sucedido en los ¨²ltimos meses, recuerda Sadr, que alude a c¨®mo ¡°el intento de intimidar a las mujeres mediante la identificaci¨®n con c¨¢maras en la calle result¨® ineficaz¡±. ¡°Posteriormente, recurrieron a emplear a sus [paramilitares] Basij u otras fuerzas de paisano en las ciudades, que filmaban a las mujeres sin hiyab y las denunciaban a la polic¨ªa. Ahora, como ¨²ltimo recurso, han vuelto a desplegar a la polic¨ªa de la moral en las calles¡±, a?ade.

Escarmientos p¨²blicos

La estrategia del r¨¦gimen iran¨ª de tildar a las mujeres sin velo de enfermas mentales se extiende a personalidades del mundo de la cultura. Dos conocidas actrices, Afsaneh Bayegan y Azadeh Samadi, han sido tambi¨¦n obligadas por los tribunales a someterse a terapia para tratar supuestos ¡°trastornos de personalidad antisocial¡±. La primera ha sido condenada adem¨¢s a dos a?os de c¨¢rcel con la pena en suspenso, mientras que la segunda no podr¨¢ utilizar sus redes sociales los pr¨®ximos seis meses, seg¨²n organizaciones iran¨ªes de derechos humanos en el exilio.

Otra int¨¦rprete, Leila Belukat, ha sido condenada a diez meses de c¨¢rcel, cuatro de ellos firmes, dos a?os de prohibici¨®n de trabajar como actriz y cinco a?os de utilizar las redes sociales por difundir una foto suya tocada solo con un sombrero. El actor Mohammad Sadeghi fue detenido en su casa el 16 de julio por criticar el retorno de la polic¨ªa de la moral durante una transmisi¨®n en v¨ªdeo en directo. Activistas iran¨ªes temen que sea acusado de ¡°promover la homosexualidad¡± porque en las im¨¢genes llevaba las u?as pintadas.

La modernidad que transmite la estampa de un hombre con esmalte en las u?as en una sociedad isl¨¢mica contrasta con el extremo conservadurismo del r¨¦gimen iran¨ª. El polit¨®logo exiliado en Estados Unidos Saeid Golkar resalta, en un audio de WhatsApp, el abismo entre ese ¡°r¨¦gimen islamista¡± y una sociedad ¡°cada vez m¨¢s secularizada¡± en la que un n¨²mero creciente de mujeres est¨¢n ¡°dispuestas a salir a la calle sin hiyab¡±.

¡°La Rep¨²blica Isl¨¢mica ya ha perdido en su proyecto de islamizar la sociedad para alcanzar una utop¨ªa islamista. Ellos [el r¨¦gimen] saben que la desobediencia civil va a continuar, pero no les importa la poblaci¨®n; lo que quieren es satisfacer a la peque?a base social que los apoya¡±, sostiene Golkar. Con medidas como el despliegue de la polic¨ªa de la moral, asegura el polit¨®logo, tratan de ¡°aprovechar el sentimiento religioso¡± y asegurarse el respaldo de esa base religiosa y conservadora, cuando acaba de empezar uno de los meses sagrados del calendario musulm¨¢n, el Moharram, y, a finales de julio, se celebrar¨¢ la Achura, una de las festividades religiosas m¨¢s importantes del chiismo, mayoritario en Ir¨¢n.

¡°?Lograr¨¢n su objetivo?¡±, se pregunta el experto, y responde: ¡°Veo muy dif¨ªcil que las mujeres vuelvan a la situaci¨®n anterior¡±. La abogada Sadr coincide: ¡°Las iran¨ªes valientes siguen decididas a no volver al estado de cosas al que se refieren como ¡®antes de Mahsa [Amini]¡¯. Desde el regreso de la polic¨ªa de la moral, muchas mujeres han compartido fotos de s¨ª mismas en espacios p¨²blicos sin hiyab, con una declaraci¨®n: No volveremos atr¨¢s¡±.

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