La inacci¨®n de Mohamed VI frena la respuesta del Estado al terremoto m¨¢s intenso en la historia de Marruecos
Cuatro d¨ªas despu¨¦s del se¨ªsmo, el monarca visita a los heridos en un hospital de Marraquech. El Gobierno act¨²a sin clara iniciativa, a la espera de las instrucciones del rey, mientras la sociedad civil y el ej¨¦rcito lideran la ayuda
El hipercentralizado aparato de poder en Marruecos ¡ªque confluye en el v¨¦rtice del rey Mohamed VI, un soberano constitucional, pero con ampl¨ªsimos poderes¡ª est¨¢ lastrando la respuesta del pa¨ªs al terremoto m¨¢s intenso registrado en su historia, que ha causado cerca de 3.000 muertos y m¨¢s de 5.000 heridos en la empobrecida regi¨®n del Atlas, en el sur. El Gobierno parece actuar sin iniciativa propia, a la espera de las instrucciones del monarca, tras el violento se¨ªsmo que sacudi¨® nueve provincias meridionales poco antes de la medianoche del viernes. Desde entonces, Mohamed VI solo ha comparecido en p¨²blico dos veces: la tarde del s¨¢bado, a su regreso a Rabat de un viaje privado a Par¨ªs, y a ¨²ltima hora del martes, en Marraquech.
La sociedad civil, que se ha movilizado para enviar ayuda urgente a los damnificados, y el ej¨¦rcito, que ha desplegado todo su m¨²sculo log¨ªstico, han liderado hasta ahora la respuesta ante la cat¨¢strofe frente a la imagen de semipar¨¢lisis ofrecida por el Gobierno del primer ministro Aziz Ajanuch.
En el cuarto d¨ªa tras el temblor de tierra y el tercero despu¨¦s de su retorno a Marruecos, Mohamed VI ha visitado la tarde de este martes el hospital que lleva su nombre en Marraquech, donde don¨® sangre y convers¨® con algunos de los heridos en el se¨ªsmo, seg¨²n ha informado la agencia estatal de noticias MAP. El jefe del Estado lleg¨® en una larga caravana de veh¨ªculos oficiales y de seguridad, a cuyo paso se cort¨® el tr¨¢fico en las grandes arterias de la ciudad. En 2004, otro terremoto caus¨® m¨¢s de 600 muertos en Alhucemas, al norte del pa¨ªs. El rey, que hab¨ªa sido entronizado en 1999 a la muerte de su padre, Has¨¢n II, se desplaz¨® entonces casi de inmediato al lugar del desastre para visitar a las v¨ªctimas.
¡°El hospital regional de Alhucemas est¨¢ ya terminado, pero no se puede inaugurar hasta que el rey venga a cortar la cinta¡±, desvelaba la semana pasada, amparado en el anonimato, un activista pol¨ªtico de la izquierda en el Rif, en el norte de Marruecos. Coincidiendo con su 60¡ã cumplea?os, el 21 de agosto, Mohamed VI pas¨® en su residencia veraniega de Alhucemas los ¨²ltimos d¨ªas de sus vacaciones estivales, que hab¨ªa iniciado a finales de junio en Tetu¨¢n y Mdiq (Rinc¨®n, bajo el Protectorado espa?ol), antes de viajar el 1 de septiembre a la capital francesa, donde posee una lujosa residencia. El soberano no acudi¨® a inaugurar el hospital de Alhucemas. Pero en la opini¨®n p¨²blica del pa¨ªs, las voces cr¨ªticas con el rey son inexistentes.
Hospitales a la espera de ser inaugurados
Casi nada se mueve en la Administraci¨®n de Marruecos sin recibir las bendiciones del monarca, definidas habitualmente como ¡°altas instrucciones reales¡±. El gran complejo de Centro Hospitalario Universitario de T¨¢nger, tambi¨¦n llamado Mohamed VI y el m¨¢s moderno del pa¨ªs magreb¨ª, tuvo que esperar hasta finales de abril para abrir sus puertas de forma oficial tras el recorrido que el soberano alau¨ª efectu¨® en sus instalaciones, que seg¨²n la prensa marroqu¨ª llevaban varios meses listas para su entrada en servicio.
A pesar de la reforma constitucional de 2011, en la que hizo algunas concesiones ante la presi¨®n del movimiento popular del 20 de febrero, surgido en la estela de la Primavera ?rabe, el rey de Marruecos es un jefe de Estado con funciones mucho m¨¢s ejecutivas que ceremoniales. El soberano designa al jefe del Gobierno con m¨¢s apoyo parlamentario, pero influye directamente en los equilibrios de las coaliciones en las c¨¢maras legislativas mediante los partidos denominados independientes, leales al monarca. Sus amplios poderes se concentran ante todo en la designaci¨®n directa de los titulares de los Ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores. Ostenta adem¨¢s el t¨ªtulo religioso de Comendador de los Creyentes, que le otorga gran influencia sobre una sociedad mayoritariamente conservadora y religiosa.
El Gobierno de Marruecos, que hab¨ªa guardado silencio inicial tras el terremoto que sacudi¨® el sur del pa¨ªs el viernes, mantuvo la tarde del domingo una reuni¨®n de emergencia. ¡°Desde los primeros momentos del devastador terremoto, siguiendo las instrucciones del rey, todas las autoridades civiles y militares, y los servicios m¨¦dicos han trabajado en las tareas de rescate¡±, asegur¨® en la noche del lunes el portavoz gubernamental, Mustaf¨¢ Baitas. El jefe del Gobierno, Aziz Ajanuch, tambi¨¦n asisti¨® durante la tarde del s¨¢bado a una reuni¨®n sobre el mismo asunto en el Palacio Real de Rabat, adonde acababa de regresar Mohamed VI para presidir una sesi¨®n de trabajo sobre el terremoto y sus consecuencias en la poblaci¨®n.
Ajanuch presidi¨® el lunes una comisi¨®n interministerial para coordinar las ayudas a los afectados, en la que anunci¨® que el Gobierno ofrecer¨¢ ayudas econ¨®micas para reconstruir o reparar las viviendas que han quedado arrasadas o da?adas. El jefe del Gobierno asegur¨® que el medio centenar de edificios escolares que han sido destruidos por el temblor de tierra ser¨¢n tambi¨¦n reconstruidos. Decenas de poblaciones y aldeas han tenido que afrontar, sin embargo, con sus propios medios las secuelas del se¨ªsmo, asistidos apenas por los env¨ªos de ayuda humanitaria por parte de asociaciones y ciudadanos de todo el pa¨ªs que se han desplazado con sus veh¨ªculos para auxiliar a los damnificados.
El Ministerio del Interior, la ¨²nica voz que se hace o¨ªr desde el Estado marroqu¨ª con sus peri¨®dicos balances de v¨ªctimas, ha precisado que Marruecos solo ha respondido favorablemente a las ofertas de apoyo formuladas por cuatro ¡°pa¨ªses amigos¡±: dos en Europa (Espa?a y el Reino Unido) y otros dos en el mundo ¨¢rabe (Emiratos ?rabes Unidos y Qatar).
La Unidad Militar de Emergencias (UME) de Espa?a se ha desplegado ya en la ciudad de Amizmiz (45 kil¨®metros al sur de Marraquech), en un recinto castrense que comparte con la unidad de rescate brit¨¢nica. Naciones como Francia, Estados Unidos, la India o Israel han visto vetadas hasta ahora sus propuestas de colaboraci¨®n. Cerca de un centenar de pa¨ªses han hecho llegar al Gobierno marroqu¨ª ofertas de colaboraci¨®n en las tareas de rescate y ayuda. Las autoridades aseguran que est¨¢n llevando a cabo antes una ¡°evaluaci¨®n precisa de las necesidades sobre el terreno¡± para evitar que se produzcan casos de ¡°descoordinaci¨®n¡±.
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