V¨ªctor D¨ªaz Caro, exguerrillero que intent¨® matar a Pinochet: ¡°Las torturas que pas¨¦ son solo accidentes de trabajo¡±
La vida del ahora camar¨®grafo para TVE, refugiado en Par¨ªs tras darse a la fuga en los noventa, se narra en un nuevo p¨®dcast producido por la periodista Almudena Ariza
Como camar¨®grafo de TVE en Par¨ªs, V¨ªctor D¨ªaz Caro (Santiago de Chile, 64 a?os) mira la vida a trav¨¦s de una lente. Sin embargo, hace 40 a?os lo hac¨ªa desde la mirilla de un fusil: a los 23 comenz¨® a militar en el Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez, una organizaci¨®n guerrillera contraria a la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Fue uno de los encomendados para asesinar al dictador en una misi¨®n conocida como Operaci¨®n siglo XX. Aunque la emboscada, efectuada el 7 de septiembre de 1986, dej¨® cinco muertos; el aut¨®crata sali¨® vivo. A las pocas semanas de su fallida misi¨®n, D¨ªaz fue arrestado y torturado. Pas¨® cuatro a?os en prisi¨®n hasta que se dio a la fuga en 1990 para huir a Francia, donde, desde entonces, vive como refugiado pol¨ªtico. Es all¨ª donde conoci¨® a la periodista Almudena Ariza, quien le propuso contar su historia, recogida en el p¨®dcast El Guerrillero, producido por Ariza y Yes We Cast.
Pregunta. ?Ha sido dif¨ªcil contar su vida?
Respuesta. No, para nada. Nunca ha sido un secreto, simplemente la gente no preguntaba ni iba m¨¢s all¨¢. Almudena [Ariza] ha sido la ¨²nica en tomar la iniciativa. Un d¨ªa le cont¨¦ por qu¨¦ estaba all¨ª y al d¨ªa siguiente lleg¨® con una grabadora y comenzamos a hablar.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando escucha el nombre de Augusto Pinochet?
R. Si me lo hubiesen preguntado hace 30 a?os, habr¨ªa dicho que es un hijo de puta asesino. Pero hoy le doy raz¨®n a mi madre, que dec¨ªa: ¡°Por algo no lo mataron¡±. Con el tiempo, se ha descubierto que era un ladr¨®n y que su familia ten¨ªa v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico. Si hubi¨¦semos cumplido el objetivo, lo habr¨ªamos convertido en m¨¢rtir.
P. ?C¨®mo vivi¨® la emboscada ese 7 de septiembre de 1986?
R. Yo deb¨ªa ocuparme de los motoristas que iban delante de la comitiva de Pinochet para que no escaparan y dieran el aviso en Santiago. Todo pas¨® muy r¨¢pido: comenc¨¦ a disparar cuando escuch¨¦ el tiroteo detr¨¢s de m¨ª y pude abatir a uno de los motoristas. A los pocos minutos, el jefe de grupo nos alcanza y se sube euf¨®rico a la camioneta que yo estaba conduciendo y gritaba: ¡°?Matamos a Pinochet!¡±. Los que ¨ªbamos al frente de la comitiva no supimos hasta despu¨¦s que el veh¨ªculo del dictador logr¨® escapar.
P. ?Qu¨¦ sinti¨®?
R. Fue pasar de la felicidad absoluta a la peor tristeza. Nos sentimos como el arma justiciera de todo un pueblo por algunas horas antes de saber que estaba vivo. Esper¨¢bamos que saliera la noticia por televisi¨®n para tener la certeza, pero cuando [Pinochet] apareci¨® vivo alrededor de la medianoche fue una gran decepci¨®n.
P. Su padre ejerci¨® como subsecretario general del Partido Comunista en la era de Salvador Allende, ?no le interes¨® la carrera pol¨ªtica?
R. La pol¨ªtica es compleja, pero no todo vale. Ver corrupci¨®n a la derecha y a la izquierda le quita a uno las ganas y las fuerzas para seguir ese camino. Prefer¨ª quedarme como observador. Serv¨ª como portavoz del frente y cumpl¨ª mi misi¨®n, pero hasta ah¨ª.
Es muy dif¨ªcil ser l¨ªder; te corrompes muy f¨¢cil
P. Usted entr¨® en la guerrilla muy joven, ?echa de menos una figura juvenil revolucionaria?
R. S¨ª, hacen falta nuevos Ches [Guevara] y Fideles [Castro]. Ambos ten¨ªan sus posturas claras, siendo muy j¨®venes. Pero, es muy dif¨ªcil ser l¨ªder; te corrompes muy f¨¢cil.
P. ?Se puede ser revolucionario en el siglo XXI?
R. No es imposible, pero hay que dotarse de armas s¨®lidas. No necesariamente las de fuego, sino las que generan intelecto. Hay que leer, instruirse y ser capaz de combatir las noticias falsas. Lamentablemente, la nueva generaci¨®n con sus m¨®viles no augura mucha esperanza.
P. ?Se arrepiente de su vida como guerrillero?
R. Tal vez de los secuestros pol¨ªticos. De los ataques a cuarteles militares y a la polic¨ªa secreta, no. Si hubiera sabido c¨®mo el r¨¦gimen mat¨® a mi padre, habr¨ªa sido m¨¢s despiadado. Tampoco sufro el s¨ªndrome del superviviente: he dormido bien toda mi vida. Las torturas que pas¨¦, como dice un hermano, son solo accidentes de trabajo.
P. Con su hermano se refiere a un compa?ero de armas.
R. Son mis hermanos. As¨ª estaba escrito en nuestro primer manifiesto y as¨ª me he referido siempre a ellos. A¨²n hablo con algunos: uno vive en Tarifa y mis hijos lo llaman ¡®t¨ªo muchos nombres¡¯, por todos los alias que tuvo en Chile.
P. ?Extra?a Chile?
R. Hasta el a?o del Estallido [social; las revueltas de 2019], ten¨ªa el proyecto de volver. Sin embargo, cuando vi c¨®mo les pagaron [a los manifestantes] ¨Dhace dos d¨ªas me enter¨¦ de que todav¨ªa hay gente en prisi¨®n¨D, cerr¨¦ el cap¨ªtulo con Chile. Me dio una tristeza enorme. Aunque soy patri¨®tico, trato de no opinar sobre Chile porque tengo una opini¨®n muy mala.
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