El m¨¦dico espa?ol evacuado de Gaza: ¡°No hay vendas ni analg¨¦sicos para los quemados¡± en los bombardeos
El anestesista de M¨¦dicos sin Fronteras Ra¨²l Incertis describe c¨®mo la Franja se ha convertido en una ¡°jaula inhumana¡± por la ofensiva y el bloqueo de Israel
El anestesista espa?ol de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) Ra¨²l Incertis (Madrid, 41 a?os), evacuado el pasado mi¨¦rcoles de la franja de Gaza, se muestra cansado, a¨²n impresionado, en un encuentro virtual con la prensa este lunes desde su casa en Valencia. El m¨¦dico ofrece un relato parco de sus propias vivencias y resalta el trabajo que siguen haciendo los m¨¢s de 300 trabajadores locales de MSF que asisten a los heridos mientras tratan de sobrevivir ellos mismos en lo que define como una ¡°jaula inhumana¡±. M¨¢s de 10.000 personas han muerto ya en el enclave en un mes de bombardeos, seg¨²n el Ministerio de Sanidad de Gaza, y m¨¢s de 25.000 est¨¢n heridas en un lugar donde los sanitarios carecen de lo m¨¢s b¨¢sico para aliviar el dolor. En la Franja, recuerda el facultativo, ¡°el mayor porcentaje de heridas son quemaduras¡± ¡ªlas que causa la explosi¨®n de una bomba¡ª que los m¨¦dicos y enfermeros curan como pueden, ya casi sin vendajes a su disposici¨®n y sin apenas analg¨¦sicos ni sedaci¨®n.
La situaci¨®n de los hospitales en Gaza es tan ¡°dantesca¡±, a?ade David Cantero, el coordinador general de MSF en los territorios ocupados palestinos ¡ªque ha participado en la videoconferencia desde Jerusal¨¦n¡ª, que ¡°hace dos d¨ªas, los sanitarios estaban desinfectando heridas con vinagre¡±. Ante la escasez del combustible que alimenta los generadores el¨¦ctricos de los hospitales que mantienen en funcionamiento m¨¢quinas como los respiradores o las incubadoras, los sanitarios han tenido que decidir a qui¨¦n desconectar de esos aparatos, ¡°con lo que eso conlleva¡±, deplora Cantero.
La misi¨®n en Gaza de Incertis, afincado en Valencia, deb¨ªa de haber sido ¡°sencilla¡±, recalca este m¨¦dico, que lleg¨® a la Franja el 1 de octubre para participar en ¡°cirug¨ªas reconstructivas y de ortopedia¡± en el hospital Al Awda, en el norte del territorio, de gazat¨ªes que hab¨ªan recibido disparos de militares israel¨ªes por tirar piedras contra el muro fronterizo con Israel. El m¨¦dico no pudo apenas desarrollar su labor en quir¨®fano. Solo hab¨ªa trabajado dos d¨ªas cuando, el s¨¢bado de esa misma semana, el 7 de octubre, Ham¨¢s atac¨® Israel y ese pa¨ªs inici¨® sus bombardeos y decret¨® el bloqueo total de Gaza, un territorio que llevaba 16 a?os sometido a un cerco parcial y en el que cerca del 80% de la poblaci¨®n viv¨ªa ya bajo el umbral de la pobreza.
¡°Desde ese momento, fue todo un atropello constante hasta que salimos de la Franja. Con el resto de la poblaci¨®n gazat¨ª, segu¨ª los dictados del ej¨¦rcito israel¨ª hasta que fuimos evacuados [el 1 de noviembre]¡±, recuerda el anestesista. El equipo de expatriados que deb¨ªa reemplazar a Incertis y al resto de empleados internacionales de la ONG espera a¨²n en El Cairo para poder entrar en Gaza por el paso de Rafah, el ¨²nico controlado por Egipto.
¡°El d¨ªa 13 nos fuimos hacia abajo [al sur], como muchos otros empleados de MSF. Muchos acabaron en campos de desplazados, pero otros se quedaron en Ciudad de Gaza con sus familias. Gran parte de ellos continuaban yendo al hospital para seguir trabajando, en desplazamientos muy peligrosos. Hac¨ªan adem¨¢s turnos de cinco o siete d¨ªas seguidos, tras lo cual iban a su casa; eso si esta segu¨ªa en pie. Muchos compa?eros han perdido a familiares y tambi¨¦n sus viviendas¡±.
En las tres semanas que este m¨¦dico pas¨® en el territorio palestino, se desplaz¨® con sus compa?eros cuatro veces. Incertis se refugi¨® en ¡°centros desmilitarizados que ambas partes asumen que no deben ser atacados¡±, pero cuyas p¨¦simas condiciones higi¨¦nicas constat¨® el cooperante ¡°al contar las tazas de v¨¢ter¡± que hab¨ªa en uno de ellos: 12 para 35.000 desplazados, ¡°una por cada 3.000 personas¡±.
El sanitario recuerda bombardeos de una ¡°frecuencia impresionante¡±, incluido ¡°con artiller¨ªa naval¡±, en el sur de Gaza. ¡°Una noche, creo que fue la del 26 al 27 de octubre, m¨¢s del 65% de los muertos fueron por bombardeos en el sur de Gaza. Todos se preguntaban por qu¨¦ nos dijeron que baj¨¢ramos al sur, si estaban bombardeando el sur¡±. Al m¨¦dico le preocupa especialmente la salud mental y el trauma que est¨¢n sufriendo ni?os como los que conoci¨® en Gaza. ¡°Han muerto ni?os en escuelas de la ONU¡±, subraya.
Terror ¡°psicol¨®gico¡±
A la poblaci¨®n gazat¨ª, ¡°se la avisa de los bombardeos por mensajes de texto al tel¨¦fono. Es dif¨ªcil que esta alerta llegue a quien no tiene m¨®vil y, adem¨¢s, hay que evacuar en cinco minutos, reunir a todo el mundo y bajar a la calle en un edificio de cinco plantas, varios apartamentos por planta y familias extensas como son las palestinas. Otras veces avisan de un bombardeo, la gente baja a la calle y no bombardean, lo que es terror psicol¨®gico. En Rafah [sur], avisaron del bombardeo de un edificio, la gente se refugi¨® en el bloque contiguo y bombardearon ese edificio¡±, asegura Incertis. ¡°?C¨®mo pueden decir que los bombardeos son selectivos cuando se bombardean las zonas m¨¢s densamente pobladas de uno de los lugares m¨¢s densamente poblados del mundo?¡±, a?ade David Cantero.
La organizaci¨®n m¨¦dica ¡°est¨¢ pidiendo una y otra vez un alto al fuego duradero, inmediato e incondicional para detener este ba?o de sangre¡±, a?ade su coordinador en Palestina. ¡°Los 25.000 heridos en Gaza igualan la poblaci¨®n de un pueblo como Ciempozuelos, en Madrid, o Conil de la Frontera, en C¨¢diz. No hay sistema m¨¦dico que aguante esta afluencia masiva y constante de heridos, muchos de ellos de alta gravedad¡±, lamenta Cantero. Desde el inicio de la guerra, los gazat¨ªes no solo carecen de agua y de electricidad; las basuras no se han recogido y el sistema de aguas residuales ha quedado da?ado, alerta el coordinador de la ONG. Este es el caldo de cultivo ideal para ¡°todo tipo de epidemias. Ya se han dado casos de varicela¡±, alerta Cantero.
En Gaza, ¡°tienen que entrar agua, comida, medicinas y combustible¡±, insiste el cooperante. Sin ese combustible, incluso si la ayuda humanitaria ¡°masiva¡± que se precisa entra, esta ¡°no se podr¨¢ repartir a los m¨¢s de 2,3 millones de gazat¨ªes¡±. Cantero insta tambi¨¦n a ¡°proteger a la poblaci¨®n civil y las infraestructuras sanitarias. Incluso en la guerra hay normas y esas normas se llaman derecho internacional humanitario¡±. El coordinador general de la ONG recuerda luego c¨®mo, por ¡°debajo del radar¡±, tambi¨¦n Cisjordania est¨¢ viviendo un ¡°a?o r¨¦cord en muertos, heridos, detenidos y desplazados¡±.
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