La devastaci¨®n israel¨ª de Gaza coloca a Egipto ante su mayor temor

La brutal ofensiva militar de Israel sobre Gaza est¨¢ colocando a Egipto en una posici¨®n cada d¨ªa m¨¢s delicada. Desde el 7 de octubre, cuando Ham¨¢s emprendi¨® el ataque contra Israel, El Cairo ha tenido que gestionar el env¨ªo de ayuda humanitaria a la Franja, la evacuaci¨®n de extranjeros y la mediaci¨®n junto a Qatar para la liberaci¨®n de rehenes. Al mismo tiempo, debe lidiar con protestas internas y con la ira popular extendida por su territorio en plena crisis econ¨®mica.

Desde el inicio, El Cairo ha expresado que cualquier resoluci¨®n de la crisis que pretenda garantizar la paz y la estabilidad en la regi¨®n a largo plazo debe construirse sobre la base de la soluci¨®n de los dos Estados y el fin de los actos unilaterales de Israel. Pero a corto plazo, la posici¨®n de las autoridades egipcias ante el vertiginoso deterioro de la situaci¨®n en su patio trasero se est¨¢ viendo trazada por sus consideraciones de seguridad nacional, su voluntad de permanecer como un actor influyente en la zona, sobre todo a ojos de Estados Unidos, y sus temores de que la solidaridad interna con Palestina se les gire en contra.

Uno de los escenarios que m¨¢s alarma genera en El Cairo es el desplazamiento forzoso de los palestinos de Gaza a la pen¨ªnsula del Sina¨ª por parte de Israel, cuyas autoridades han planteado la opci¨®n de forma p¨²blica y por v¨ªas diplom¨¢ticas desde el inicio de la ofensiva militar en la Franja. Los temores ante esta propuesta se vieron inicialmente acrecentados porque altos cargos de Estados Unidos aseguraron estar negociando la apertura de un paso seguro para la salida de civiles de Gaza, aunque en los ¨²ltimos d¨ªas han enfriado la posibilidad.

Las autoridades egipcias han rechazado la idea de forma categ¨®rica porque no quieren ser c¨®mplices de un desplazamiento forzado de la poblaci¨®n de Gaza que entierre la aspiraci¨®n palestina de crear un Estado que incluya la Franja. El Cairo sostiene que es Israel, en tanto que poder ocupante, el responsable del enclave, y que el foco debe ponerse en la protecci¨®n de los civiles.

¡°Egipto abre sus fronteras a los heridos de Gaza, a los que buscan educaci¨®n y a todas las nacionalidades de la Franja. Pero el desplazamiento forzoso, en sumisi¨®n a la voluntad de un Estado ocupante que quiere liquidar el tema en connivencia con gobiernos occidentales e internacionales, es un asunto que Egipto rechaza, y trabajar¨¢ para frustrar estos planes¡±, afirma el diplom¨¢tico Mohamed Hegazy, antiguo asesor del Ministerio de Exteriores de Egipto.

Igual o m¨¢s importante que sus c¨¢lculos pol¨ªticos, las autoridades egipcias consideran que la reubicaci¨®n forzosa de palestinos en el Sina¨ª supondr¨ªa una amenaza para su seguridad nacional. Por un lado, facciones armadas palestinas podr¨ªan golpear Israel desde suelo egipcio, lo que dar¨ªa motivos a Israel para atacar territorio egipcio. Al mismo tiempo, estas facciones podr¨ªan revitalizar a grupos extremistas en el norte del Sina¨ª, justo cuando Egipto est¨¢ pudiendo reafirmar su control en la zona tras una d¨¦cada de guerra brutal contra la rama local del Estado Isl¨¢mico, que contaba con numerosos miembros de Gaza.

¡°Las facciones militantes [palestinas] reconstruir¨ªan sus capacidades de manera mucho mayor dentro de Egipto, porque tendr¨ªan una frontera mucho m¨¢s grande, un ¨¢rea mucho m¨¢s grande, y estar¨ªan en el Sina¨ª, que es de donde vienen las armas¡±, advierte Mohannad Sabry, experto en seguridad de la pen¨ªnsula. ¡°En ese momento ya podr¨ªas despedirte de los acuerdos de paz [entre Egipto e Israel]¡±, desliza.

Condonaci¨®n de la deuda

La principal contrapartida que se est¨¢ planteando para tentar a las autoridades de Egipto a que acepten un desplazamiento forzoso de palestinos es una condonaci¨®n sustancial de su elevada deuda en un momento en el que el pa¨ªs atraviesa una grave crisis econ¨®mica. Pero El Cairo niega tajantemente esta opci¨®n, y el 31 de octubre, el primer ministro, Mostafa Madbouly, anunci¨® un nuevo plan quinquenal para desarrollar el Sina¨ª del Norte.

Los rumores sobre una reubicaci¨®n forzosa de los gazat¨ªes tambi¨¦n generan preocupaci¨®n porque, contrario a lo que las autoridades israel¨ªes parecen sugerir, el noreste del Sina¨ª no es un desierto vac¨ªo. En la ¨²ltima d¨¦cada, en el marco de su campa?a antiterrorista, Egipto estableci¨® una zona colch¨®n alrededor de la frontera con Gaza en la que demoli¨® miles de viviendas y expuls¨® a decenas de miles de personas. La posibilidad de un desplazamiento forzoso en esa zona ha motivado protestas en las ¨²ltimas semanas de cientos de residentes que reclaman su propio derecho al retorno, seg¨²n grupos de derechos humanos locales.

¡°El norte del Sina¨ª nunca estuvo vac¨ªo, siempre tuvo su poblaci¨®n¡±, explica Sabry. ¡°El ej¨¦rcito [egipcio] hab¨ªa prometido a los desplazados del Sina¨ª que volver¨ªan a sus tierras el 10 de octubre, que es la semana en que empez¨® la guerra¡±, agrega, as¨ª que ahora ¡°Egipto tiene un problema interno en ebullici¨®n con esta poblaci¨®n desplazada¡±.

Omar Shaban, el director del centro de investigaci¨®n Pal-Think for Strategic Studies, de Gaza, dice que la propuesta del desplazamiento forzoso ¡°tambi¨¦n es totalmente rechazada por los palestinos¡±, que ¡°manifiestan [activamente] este rechazo¡±. En este sentido, Shaban nota que hay cientos de palestinos en Egipto esperando volver ya a Gaza, y que gran parte de la poblaci¨®n del norte de la Franja ha rechazado la orden israel¨ª de marcharse hacia sur.

En el plano diplom¨¢tico, las relaciones de seguridad y pol¨ªticas que Egipto mantiene con Israel y Ham¨¢s le han brindado a El Cairo la oportunidad de consolidarse en los ¨²ltimos a?os como el mediador de referencia en momentos de crisis en Gaza, y reivindicar as¨ª su relevancia en la regi¨®n, sobre todo ante Washington. En 2021, por ejemplo, Egipto pudo fraguar un alto el fuego entre Israel y Ham¨¢s tras 11 d¨ªas de bombardeos sobre la Franja.

L¨ªmites de la influencia egipcia

La magnitud de la crisis actual, sin embargo, est¨¢ exhibiendo los l¨ªmites de esta influencia y, pese a sus esfuerzos sostenidos, El Cairo ha sido incapaz de frenar la espiral de violencia en Gaza. Adem¨¢s, su imagen de mediador efectivo en temas sensibles, como la liberaci¨®n de rehenes secuestrados en la Franja, se est¨¢ viendo eclipsada por la intervenci¨®n de Qatar, que mantiene estrechas relaciones con el brazo pol¨ªtico de Ham¨¢s y con Estados Unidos.

Aun as¨ª, el relativo ¨¦xito de Egipto a la hora de liderar el env¨ªo de ayuda humanitaria a Gaza, coordinar la evacuaci¨®n de extranjeros, y organizar una cumbre internacional para tratar la situaci¨®n ¡ªaunque acabara sin acuerdo ni comunicado conjunto¡ª ha permitido a El Cairo capitalizar su ubicaci¨®n estrat¨¦gica y mantener cierto control sobre la agenda.

En el flanco interno, la ofensiva israel¨ª sobre Gaza y los cr¨ªmenes que se est¨¢n registrando suponen un importante desaf¨ªo pol¨ªtico para las autoridades egipcias, que se est¨¢n viendo obligadas a mantener un equilibrio cada vez m¨¢s dif¨ªcil entre sus relaciones con Israel y Occidente y un s¨®lido apoyo social a la causa palestina, una gran catalizadora de protestas.

Las autoridades han intentado hasta ahora canalizar la extendida rabia popular a trav¨¦s de manifestaciones controladas, pero tambi¨¦n han intensificado el despliegue de seguridad ante el peligro de que esta ira y frustraci¨®n colectiva se les gire en contra justo cuando el pa¨ªs sufre una grave crisis econ¨®mica que ha impactado a amplios sectores de la sociedad.

En las ¨²ltimas semanas, se han producido protestas significativas en la mezquita de Al Azhar, una de las instituciones religiosas m¨¢s prestigiosas del mundo isl¨¢mico, y se han movilizado sindicatos, asociaciones profesionales y organizaciones estudiantiles, todas ellas duramente reprimidas en la ¨²ltima d¨¦cada. Tambi¨¦n se han llegado a producir protestas en la ic¨®nica plaza Tahrir de El Cairo, el epicentro de la revoluci¨®n de 2011.

¡°La causa palestina es una causa muy compleja dentro del propio Egipto¡±, se?ala Maged Mandour, un analista pol¨ªtico egipcio. ¡°[El presidente egipcio, Abdelfat¨¢ al Sisi,] est¨¢ en una situaci¨®n muy complicada, porque la petici¨®n que le est¨¢n haciendo israel¨ªes y estadounidenses realmente no puede hacerla¡±, apunta. El presidente est¨¢ haciendo ¡°un equilibrio muy dif¨ªcil¡±, agrega, y ¡°a eso puede a?adirse una capa de crisis econ¨®mica que se suma a todo¡±.

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