El primer Discurso del Rey enfrenta a Carlos III con sus propias ideas: m¨¢s pozos petrol¨ªferos y mano dura con los inmigrantes
El Gobierno de Rishi Sunak presenta un programa pol¨ªtico que dibuja las l¨ªneas de enfrentamiento con la oposici¨®n laborista en un a?o electoral
Carlos III ha comprobado este martes el alto precio que impone la exigida neutralidad pol¨ªtica de un monarca. El rey que construy¨® a lo largo de su vida una imagen p¨²blica consagrada al ecologismo y a la protecci¨®n del medio ambiente, y que en ¨¢mbitos privados ha calificado de ¡°terrible¡± la pol¨ªtica migratoria del Gobierno conservador y su plan de deportaciones a Ruanda, ha tenido que defender en el Parlamento brit¨¢nico la decisi¨®n del primer ministro, Rishi Sunak, de extender las licencias de extracci¨®n de petr¨®leo en el mar del Norte as¨ª como su Ley de Inmigraci¨®n Ilegal, ¡°para poner freno a las traves¨ªas peligrosas e ilegales del canal [de la Mancha] y para asegurar que sea el Gobierno, y no las bandas criminales, el que decida qui¨¦n puede venir a este pa¨ªs¡±.
Era el primer Discurso del Rey pronunciado por Carlos III, despu¨¦s de m¨¢s de 70 a?os en que el pa¨ªs y la clase pol¨ªtica se acostumbraron a referirse como el Discurso de la Reina al programa pol¨ªtico en el que el Gobierno esboza su agenda legislativa al inicio de cada periodo de sesiones del Parlamento. Es un texto redactado en exclusiva por Downing Street ¡ªpor el Gobierno de Su Majestad, seg¨²n el t¨¦rmino oficial¡ª, que el monarca est¨¢ obligado a leer con un ¡°tono neutral¡±, seg¨²n el uso parlamentario, para evitar cualquier se?al de apoyo o rechazo pol¨ªtico.
El monarca brit¨¢nico ha preservado un tono escrupulosamente neutral cuando anunciaba la voluntad del Gobierno de otorgar ¡°futuras licencias para nuevos campos petrol¨ªferos y gas¨ªsticos, que ayudar¨¢n al pa¨ªs a realizar su transici¨®n hacia las emisiones cero sin a?adir nuevas cargas sobre los hogares brit¨¢nicos¡±.
El equipo de Sunak ha procurado que el texto fuera lo m¨¢s suave posible en sus planteamientos, para facilitar el trago de Carlos III. Pero detr¨¢s de esa frase estaba impl¨ªcito el giro llevado a cabo por el Gobierno en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, al haber retrasado la consecuci¨®n de muchos de los compromisos adquiridos con anterioridad. Los conservadores han decidido jugar una baza populista, en supuesta defensa del bolsillo de los ciudadanos y de la seguridad energ¨¦tica del pa¨ªs, frente a los compromisos medioambientales mucho m¨¢s firmes del Partido Laborista de Keir Starmer.
Muchas voces cr¨ªticas, sin embargo, han recordado al Gobierno que el recurso a los yacimientos del mar del Norte apenas garantizar¨ªa unas semanas de abastecimiento al Reino Unido, y con un crudo mucho m¨¢s costoso a la hora de refinar. Y respecto al bienestar de los ciudadanos, son ya varias las encuestas que se?alan c¨®mo los votantes ¡ªtambi¨¦n los conservadores¡ª rechazan esa marcha atr¨¢s en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la interpretan m¨¢s como un nuevo bandazo de los tories antes que una medida que les vaya a beneficiar.
Pompa y ¡®mano dura¡¯
La ceremonia de apertura del periodo de sesiones del Parlamento, que incluye el Discurso del Rey, despliega todo el ritual y la pompa de la c¨¢mara legislativa m¨¢s antigua de las democracias europeas. El vicechambel¨¢n de la casa real, un diputado que a la vez ostenta cargo gubernamental ¡ªen la actualidad, la conservadora Jo Churchill¡ª es enviado al Palacio de Buckingham para ser retenido como reh¨¦n y asegurar el regreso del monarca; los Yeomen of The Guard (los beefeaters de la famosa marca de ginebra) exploran el s¨®tano del Palacio de Westminster para asegurar que no haya cargas explosivas como la de la rebeli¨®n cat¨®lica de Guy Fawkes en 1605; el ¡°ujier de la vara negra¡± (Black Rod) ¡ªtambi¨¦n una mujer, Sarah Clarke¡ª ver¨¢ c¨®mo la C¨¢mara de los Comunes vuelve a cerrarle bruscamente la puerta ante sus narices, y de nuevo golpear¨¢ tres veces con su vara para convocar a los diputados a la C¨¢mara de los Lores, donde Carlos III y la reina consorte Camila esperaban ya en sus tronos, para comenzar la ceremonia de lectura del discurso.
El Reino Unido se prepara para unas nuevas elecciones generales que, como muy tarde, deber¨ªan celebrarse en enero de 2025, aunque todo sugiere que ser¨¢n a finales del a?o que viene, o incluso podr¨ªan adelantarse a la pr¨®xima primavera.
El discurso elaborado por Sunak, que conten¨ªa hasta 21 proyectos legislativos, ha buscado el contraste inmediato con la oposici¨®n laborista. Una de las claves para lograrlo ha sido el endurecimiento del discurso en materia de seguridad nacional y del castigo penal. ¡°Mi Gobierno actuar¨¢ para proteger a los ciudadanos frente a la criminalidad, los comportamientos antisociales, el terrorismo y la inmigraci¨®n ilegal. Habr¨¢ una nueva ley que asegurar¨¢ sentencias m¨¢s duras para los delitos m¨¢s graves y dar¨¢ mayor confianza a las v¨ªctimas¡±, le¨ªa Carlos III como parte de un discurso en el que mezclaba la promesa de m¨¢s condenas de prisi¨®n permanente con la batalla desplegada en la actualidad frente a los que se manifiestan en las calles contra el bombardeo de Gaza. ¡°Mi Gobierno est¨¢ comprometido a combatir el antisemitismo y asegurar que el Holocausto no sea nunca olvidado¡±, ha asegurado el monarca en un mismo p¨¢rrafo que hac¨ªa referencia tambi¨¦n a las bici-taxis que operan sin licencia y a la amenaza de la criminalidad.
Carlos III ha querido recordar el ¡°legado de servicio p¨²blico y devoci¨®n¡± de su ¡°querida madre¡±, la reina Isabel II, en un discurso que, con 15 minutos de duraci¨®n, ha sido el m¨¢s largo pronunciado por un monarca desde 2005.
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