El rey Carlos III visita Kenia entre peticiones de disculpas por la ¨¦poca colonial brit¨¢nica
El monarca hace su primer viaje oficial a un pa¨ªs de la Commonwealth desde su ascensi¨®n al trono en septiembre del a?o pasado
Carlos III se dispone a caminar una delicada l¨ªnea en su visita oficial a Kenia, que ha comenzado este martes. El resultado puede agradar a los incondicionales del monarca, pero tambi¨¦n generar nueva frustraci¨®n entre todos aquellos que esperaban de su reinado una actitud m¨¢s directa y sincera respecto al papel de la corona brit¨¢nica ¡ªy de los que actuaron en su nombre¡ª durante los momentos m¨¢s oscuros del colonialismo.
El rey brit¨¢nico, adelantaba su vicesecretario privado, Chris Fitzgerald, reconocer¨¢ ¡°aspectos dolorosos de la historia compartida de Reino Unido y Kenia¡± en su visita, invitado por el presidente del pa¨ªs, William Ruto, con motivo de los 60 a?os de la independencia de la excolonia brit¨¢nica. Se trata del primer viaje oficial del monarca a un pa¨ªs de la Commonwealth desde que ascendi¨® al trono, en septiembre del a?o pasado.
A?ad¨ªa Fiztgerald que ¡°su majestad har¨¢ uso del tiempo de su visita para profundizar en la comprensi¨®n de todas las injusticias sufridas en ese periodo por el pueblo de Kenia¡±. El ¡°periodo¡± al que se refer¨ªa, que los brit¨¢nicos han definido siempre con el eufemismo de la ¡°emergencia¡±, fue una d¨¦cada de encarcelamiento y torturas sufrido por miles de rebeldes que se levantaron contra el imperio brit¨¢nico en la d¨¦cada de los cincuenta, asesinando a colonos y simpatizantes. El reconocimiento de esos ¡°aspectos dolorosos¡± que ha anticipado el Palacio de Buckingham no es en absoluto suficiente para activistas anticoloniales, que exigen una disculpa por las ¡°atrocidades¡± del Imperio brit¨¢nico en el pa¨ªs y reparaciones por una dominaci¨®n que dur¨® m¨¢s de seis d¨¦cadas, hasta la independencia de 1963.
¡°Las malas acciones del pasado provocan la mayor de las tristezas y el lamento m¨¢s profundo. Fueron actos de violencia horribles e injustificables cometidos contra los kenianos mientras llevaban a cabo, como dijo usted en Naciones Unidas, una dolorosa lucha por la independencia y la soberan¨ªa. No hay excusa posible por todo aquello¡±, ha dicho el rey Carlos dirigi¨¦ndose al presidente Ruto en la primera recepci¨®n oficial de su visita.
El tema de la restituci¨®n colonial ha cobrado intensidad en los ¨²ltimos tiempos, tambi¨¦n en pa¨ªses del ?frica franc¨®fona. ¡°La demanda de disculpas [en Kenia] siempre ha sido un tema muy sensible, pero ha revivido en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, apunta en una conversaci¨®n telef¨®nica Poppy Cullen, profesora de Historia internacional en la universidad de Loughborough (Reino Unido). El monarca brit¨¢nico ¡ªy su hijo y heredero, Guillermo¡ª han pedido disculpas expresas en varias ocasiones por los v¨ªnculos de la corona brit¨¢nica con el colonialismo y el comercio de esclavos. Carlos III ha dado incluso orden expresa de que se abrieran los archivos reales a aquellos que desearan investigar a fondo esos v¨ªnculos.
¡°No creo que vaya a haber una disculpa real¡± durante esta visita oficial, predice Rose Miyonga, estudiante de doctorado keniana en la Universidad de Warwick (Reino Unido). Miyonga se especializa en la historia de los rebeldes Mau Mau. Decenas de miles de kenianos murieron o fueron torturados en una represi¨®n brutal. ¡°Trabajo con la memoria viva del colonialismo, con supervivientes de la guerra¡±, explica Miyonga.
Carlos III se enfrenta al problema de ir m¨¢s all¨¢ de lo que ya es p¨²blico y notorio, porque el propio Gobierno conservador ya admiti¨® hace poco m¨¢s de una d¨¦cada las atrocidades cometidas. Cinco mil de esos supervivientes como con los que trabaja Miyonga recibieron una compensaci¨®n de 20 millones de libras (unos 23 millones de euros) en un acuerdo extrajudicial en 2013. El entonces ministro de Exteriores, William Hague, admiti¨® expresamente en la C¨¢mara de los Comunes, poco despu¨¦s, que ¡°los kenianos fueron sometidos a torturas y otros tratos malvados por parte de la administraci¨®n colonial¡±, y que el Gobierno brit¨¢nico lamentaba aquellos abusos, ¡°que da?aron el avance de Kenia hacia su independencia¡±.
La compensaci¨®n fue insuficiente para muchos de los afectados, sumidos en la pobreza, se?ala Miyonga. Y las palabras elegidas, matiza la historiadora, tambi¨¦n son importantes: ¡°[La de 2013] No era una disculpa por el colonialismo y los tremendos efectos que tuvo en la poblaci¨®n keniana, sino por el uso excesivo de la fuerza¡±. Disculparse de forma contundente, pero sobre todo de forma oficial, por las ¡°atrocidades¡± del colonialismo ¡°sentar¨ªa un precedente peligroso¡± para el Gobierno brit¨¢nico, sostienen varios historiadores consultados, porque abrir¨ªa la puerta a debatir sobre reparaciones econ¨®micas m¨¢s ambiciosas.
Esa disculpa la exige tambi¨¦n la ONG Comisi¨®n de Derechos Humanos de Kenia (KHRC), que en un comunicado ha subrayado que considera las declaraciones del rey Carlos III demasiado ¡°precavidas¡± y hechas con la intenci¨®n de defenderse. Estos activistas ponen como ejemplo de una disculpa adecuada la recomendaci¨®n del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ): ¡°Cuando se expresan de manera solemne e inequi?voca, [las disculpas oficiales] transmiten un reconocimiento claro de las responsabilidades del Estado, grupos armados e individuos, no solo por el dan?o provocado sino por las causas del conflicto o la represio?n que condujo a tales dan?os. De esta manera, desempen?an un importante papel dando sentido a las reparaciones y a la promocio?n de esfuerzos por reformar las instituciones y garantizar la no repeticio?n¡±.
El alto comisionado del Reino Unido en Kenia, Neil Wigan, ha defendido p¨²blicamente en medios kenianos la postura brit¨¢nica como suficientemente contundente: ¡°Hemos sido muy claros acerca del arrepentimiento por lo sucedido en el periodo Mau Mau, y los abusos que sufrieron los kenianos, y hemos pagado una cantidad significativa de dinero a los veteranos Mau Mau, adem¨¢s de pagar por un monumento para conmemorarlos¡±, declar¨®. ¡°El rey Carlos III hablar¨¢ de este periodo abiertamente, visitar¨¢ lugares destacados y, esperamos, podr¨¢ conocer algunas de las comunidades e individuos afectados por la gobernanza brit¨¢nica para entender la situaci¨®n un poco mejor¡±. Una disculpa en t¨¦rminos m¨¢s rotundos, puntualiz¨® Wigan, no est¨¢ sobre la mesa. ¡°Una disculpa nos lleva a un terreno legal m¨¢s complicado, pero el acuerdo al que llegamos [en 2013] mostr¨® nuestra sinceridad y apertura a reconocer que se produjeron abusos¡±, explic¨® a la radio Spice FM.
Las disculpas que exigen distintos grupos y activistas no se limita al periodo colonial. Los vecinos de Lolldaiga, en el centro de Kenia, acusan al ej¨¦rcito brit¨¢nico de un incendio que en 2021 destruy¨® casi 5.000 hect¨¢reas de un valioso paisaje natural. Aseguran que parte de los vecinos sufren problemas respiratorios desde el desastre y que unas 7.000 personas han destruido sus tierras. ¡°Debido a la naturaleza opresiva y colonial del acuerdo entre Reino Unido y Kenia, los soldados brit¨¢nicos no pueden ser procesados por cargos criminales en Kenia sin el permiso de su pa¨ªs¡±, critica el l¨ªder de KHRC, Davinder Lamba, en un comunicado publicado este domingo.
Otro caso que mancha la imagen brit¨¢nica ante la opini¨®n p¨²blica keniana es el de la joven Agnes Wanjiru, que en marzo de 2012 apareci¨® muerta en un tanque s¨¦ptico en Nanyuki, una localidad a 150 kil¨®metros de Nairobi que funciona como base militar brit¨¢nica. Un exsoldado de ese pa¨ªs es el principal sospechoso, seg¨²n una investigaci¨®n del diario Sunday Times, pero hasta el momento nadie ha sido hallado responsable. Y la familia de la v¨ªctima no tiene puestas muchas esperanzas en que la visita de Carlos III vaya a cambiar las cosas. ¡°Muchos dignatarios brit¨¢nicos han visitado Kenia prometiendo visitar a la familia, pero nadie lo ha hecho¡±, declar¨® la hermana de Wanjiru a la agencia AP.
El programa exacto de la visita de Carlos III en Kenia no ha sido desvelado a periodistas ¡°por motivos de seguridad¡±. Una agrupaci¨®n llamada Supervivientes de los cr¨ªmenes de la Armada Brit¨¢nica en Kenia convoc¨® una rueda de prensa en Nairobi este lunes, pero el evento fue cancelado a ¨²ltima hora. El portavoz del grupo, Kelvin Kubai, asegura que la polic¨ªa vet¨® el acto sin dar explicaciones.
M¨¢s all¨¢ del espinoso asunto colonial, la visita tiene como objetivo declarado reforzar los v¨ªnculos entre los dos pa¨ªses. Martin Nguru, profesor del Instituto de Diplomacia y Estudios Internacionales de la Universidad de Nairobi, afirma que el viaje ser¨¢ ¡°fundamental¡± para las relaciones bilaterales. ¡°El Reino Unido es el mayor inversor del continente europeo en Kenia¡±, subraya. Las islas son, a su vez, el segundo destino de exportaciones kenianas, principalmente caf¨¦, t¨¦ y productos agr¨ªcolas, seg¨²n el Alto Comisionado brit¨¢nico. ¡°Este es un reconocimiento de las fuertes relaciones de ambos pa¨ªses, especialmente s¨®lidas desde la independencia en comparaci¨®n con otras excolonias¡±, corrobora Poppy Cullen.
Kenia tiene una fuerte carga simb¨®lica para la familia real brit¨¢nica. Aqu¨ª precisamente fue donde la madre del actual rey, Isabel II, se convirti¨® en reina. M¨¢s concretamente, en un ¨¢rbol del parque nacional de Aberdare, a 160 kil¨®metros de la capital, donde la entonces princesa se alojaba con su marido la noche del 6 de febrero de 1952, cuando su padre, Jorge VI, muri¨® mientras dorm¨ªa. Su alojamiento, el Treetops Hotel, construido en las copas de ¨¢rboles para avistar los animales salvajes de la zona, ardi¨® solo dos a?os despu¨¦s de la visita real, durante la revoluci¨®n Mau Mau.
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