La guerra en Oriente Pr¨®ximo enciende una batalla cultural sobre la libertad de expresi¨®n
Las denuncias por censura a actos y autores propalestinos en Europa y EE UU se enfrentan al argumento del peligro antisemita y a los riesgos de seguridad en plena guerra entre Israel y Ham¨¢s
Todo empieza con un chiste, en v¨ªsperas de Halloween. En el programa dominical de humor en la cadena p¨²blica francesa France Inter hablan de disfraces id¨®neos para asustar. Uno de los humoristas, Guillaume Meurice, dice: ¡°Est¨¢ el disfraz de Netanyahu, que no va mal para dar miedo. Sab¨¦is qui¨¦n es, ?no? Una especie de nazi, pero sin prepucio¡±.
Que Meurice comparase al primer ministro de Israel con los que perpetraron el Holocausto, y que aludie...
Todo empieza con un chiste, en v¨ªsperas de Halloween. En el programa dominical de humor en la cadena p¨²blica francesa France Inter hablan de disfraces id¨®neos para asustar. Uno de los humoristas, Guillaume Meurice, dice: ¡°Est¨¢ el disfraz de Netanyahu, que no va mal para dar miedo. Sab¨¦is qui¨¦n es, ?no? Una especie de nazi, pero sin prepucio¡±.
Que Meurice comparase al primer ministro de Israel con los que perpetraron el Holocausto, y que aludiese espec¨ªficamente a su car¨¢cter jud¨ªo, molest¨® a una parte de la audiencia. Y abri¨®, en el pa¨ªs en el que en 2015 dibujantes y periodistas de Charlie Hebdo murieron asesinados por caricaturizar a Mahoma, un debate sobre los l¨ªmites del humor y de la libertad de expresi¨®n.
Meurice se envolvi¨® en la bandera del irreverente Charlie Hebdo para defenderse. ¡°Yo soy Charlie¡±, reivindic¨® en un mensaje en la red social X (antiguo Twitter). Radio France, casa madre de France Inter, le sancion¨® con un aviso, y ¨¦l anunci¨® que lo recurrir¨ªa a la Justicia. La directora de la emisora, Ad¨¨le van Reeth, escribi¨® en un mensaje a la audiencia: ¡°Para muchos, se ha sobrepasado un l¨ªmite: no el del derecho, cosa que queda por establecer, sino el del respeto y el de la dignidad¡±.
El caso de Meurice podr¨ªa ser una pol¨¦mica pol¨ªtica m¨¢s si no fuese porque ocurre en un contexto particular. Primero, hubo la matanza de Ham¨¢s en Israel el 7 de octubre. Despu¨¦s, los bombardeos israel¨ªes en Gaza. Y en las sociedades occidentales, una ola de actos antisemitas y, en paralelo, una multiplicaci¨®n de las denuncias por censura a expresiones de apoyo a los palestinos.
La guerra en Oriente Pr¨®ximo ha desatado en Occidente una batalla ideol¨®gica o cultural. Est¨¢n sobre la mesa los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y la protecci¨®n de la cr¨ªtica, pero tambi¨¦n pesa la voluntad de evitar discursos de odio o impedir derivas violentas.
Ha habido manifestaciones propalestinas prohibidas en Europa, suspensi¨®n de actos culturales con autores palestinos y, en los campus estadounidenses, quejas por restricciones a la libertad de expresi¨®n en la cr¨ªtica a Israel. Activistas en Estados Unidos han hablado de ¡°un nuevo macartismo¡±, en alusi¨®n a la caza de brujas anticomunista de los a?os cincuenta. En Alemania, el aplazamiento de una ceremonia para entregar un premio a la autora palestina Adania Shibli en la feria del libro de Fr¨¢ncfort llev¨® a centenares de escritores, entre ellos varios premios Nobel, a proclamar en una carta de protesta: ¡°La anulaci¨®n de actos culturales no es una soluci¨®n¡±.
Greg Lukianoff, presidente de la Fundaci¨®n para los Derechos y la Expresi¨®n Individuales, comenta: ¡°El fen¨®meno es bien real¡±. Cita las cifras actualizadas sobre restricciones a la libertad de expresi¨®n por el conflicto entre Israel y Ham¨¢s en las universidades estadounidenses: 91 casos registrados por su organizaci¨®n desde el 7 de octubre, frente a 44 en todo 2022.
Ahora, bien, Lukianoff sit¨²a el fen¨®meno en un contexto de restricci¨®n generalizada de la libertad de expresi¨®n en a?os recientes y lo que se ha dado en llamar la ¡°cultura de la cancelaci¨®n¡±. En su libro La cancelaci¨®n de la mente americana define el t¨¦rmino como ¡°las campa?as para conseguir que se despida a gente, se anulen invitaciones, se las expulse de las plataformas de redes sociales o las castiguen por discursos que est¨¢n protegidos, o deber¨ªan estarlo, por la Primera Enmienda¡±. Esta es la enmienda que, en la Constituci¨®n de Estados Unidos, protege la libertad de expresi¨®n.
La alusi¨®n de Lukianoff a la Primera Enmienda se?ala una diferencia entre Estados Unidos y Europa, donde la libertad de expresi¨®n est¨¢ en general limitada por leyes que proh¨ªben los discursos que incitan al odio o al antisemitismo. La protecci¨®n ante el antisemitismo o la apolog¨ªa del terrorismo fue uno de los argumentos que esgrimieron las autoridades en pa¨ªses como Francia y Alemania para prohibir manifestaciones propalestinas tras el ataque de Ham¨¢s, considerada una organizaci¨®n terrorista por EE UU y la UE. En una manifestaci¨®n en Par¨ªs a mediados de octubre, por ejemplo, una mujer de 60 a?os y origen argelino dec¨ªa al t¨¦rmino de una conversaci¨®n con este corresponsal: ¡°?Viva Ham¨¢s!¡±.
Sin mencionar a ning¨²n pa¨ªs, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker T¨¹rk, se?al¨® a principios de mes que ¡°no se puede restringir indebidamente la participaci¨®n y el debate o los comentarios cr¨ªticos sobre el conflicto¡±. Tambi¨¦n denunci¨® ¡°las restricciones generales o desproporcionadas en materia de reuni¨®n, principalmente en el contexto de manifestaciones propalestinas¡±.
Mario Stasi, presidente de la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo, se?ala que, en el caso franc¨¦s, en todo momento se respet¨® la ley. El Gobierno consider¨® que algunas manifestaciones pod¨ªan perturbar el orden p¨²blico, pero despu¨¦s, los tribunales lo enmendaron y, ahora, peri¨®dicamente, hay protestas propalestinas. ¡°El juego legalista ha funcionado¡±, dice Stasi. Sobre el chiste en France Inter, indica que, ¡°aunque sea detestable y odioso¡±, no cree que sea penalmente denunciable.
Entre los argumentos que se han mencionado para suspender actos culturales o manifestaciones en pa¨ªses occidentales, figuran tambi¨¦n los motivos de seguridad. ¡°No es sorprendente¡±, dice Lukianoff, ¡°teniendo en cuenta lo intensas e incluso violentas que han sido algunas protestas¡±. Otros, como la galer¨ªa de arte Lisson en Londres, que ha aplazado una exposici¨®n del artista chino Ai Wei Wei, han alegado: ¡°No hay lugar para debates que puedan caracterizarse como antisemitas o islam¨®fobos¡±. El motivo del aplazamiento ¡ªdecidido junto al artista, seg¨²n un comunicado de la galer¨ªa¡ª es que Ai Wei Wei hab¨ªa escrito en X: ¡°Financiera y culturalmente, y en t¨¦rminos de influencia en los medios de comunicaci¨®n, la comunidad jud¨ªa ha tenido una presencia significativa en Estados Unidos¡±.
¡°Ay, si fuese verdad que los jud¨ªos controlan los medios¡±, ha ironizado, en alusi¨®n al viejo bulo del antisemitismo seg¨²n el cual los jud¨ªos mueven los hilos del poder, la rabina francesa Delphine Horvilleur. Hablaba en X del chiste sobre Netanyahu como ¡°nazi sin prepucio¡± en France Inter. ¡°Con o sin prepucio: yo m¨¢s bien ser¨ªa partidaria de circuncidar el tiempo en antena de Guillaume Meurice (y el mandato de Netanyahu, pero esto es otra cosa)¡±.
En una conversaci¨®n con periodistas, unos d¨ªas despu¨¦s, la rabina dijo: ¡°Nazificar a los israel¨ªes y, m¨¢s ampliamente, a los jud¨ªos, entra de lleno en la ret¨®rica antisemita¡±. Sobre la reivindicaci¨®n, por parte de Meurice, del esp¨ªritu de Charlie Hebdo, declar¨®: ¡°Vaya cara. El esp¨ªritu Charlie es la posibilidad de re¨ªrse en todas circunstancias de c¨®mo nuestras creencias nos impiden ser libres. Yo no tendr¨ªa ning¨²n problema con que Guillaume Meurice se riese del juda¨ªsmo, de Mois¨¦s o de cualquier relato b¨ªblico. Pero en su caso, a trav¨¦s de Netanyahu, convierte a las personas sin prepucio en los nazis de hoy y les pone una nueva diana en la espalda¡±.
Al domingo siguiente de hacer el chiste, el humorista regres¨® a antena. Brome¨®, con aire contrito: ¡°Soy consciente de que he chocado a mucha gente al comparar a un fascista con un nazi¡±. En el archivo en Internet de la emisora, cuando se busca el audio pol¨¦mico, aparece este mensaje: ¡°Radio France ha decidido retirar este contenido¡±.
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