El Papa castiga a un cardenal ultraconservador sin su apartamento en el Vaticano
El Pont¨ªfice tambi¨¦n reducir¨¢ el sueldo del estadounidense Raymond Burke, cabeza visible de la oposici¨®n interna a Francisco financiada y dise?ada desde el sector trumpista de la Iglesia
Los castigos papales, como todo lo que ocurre dentro de los muros del Vaticano, llevan su tiempo y se sirven fr¨ªos. Pero terminan en la mesa. De este modo, el papa Francisco acaba de restar privilegios a uno de sus principales opositores internos, el cardenal estadounidense Raymond Burke, quit¨¢ndole su fabuloso apartamento de 400 metros cuadrados y reduciendo sensiblemente su sueldo como purpurado. La decisi¨®n no es oficial ni ha sido comunicada por el Vaticano, pero se filtr¨® en uno de los blogs ultraconservadores que han servido durante estos ¨²ltimos a?os como altavoz de la corriente tradicionalista, que ha hecho una oposici¨®n feroz contra el Papa argentino. Seg¨²n este medio, Francisco inform¨® de su intenci¨®n de castigar a Burke en la reuni¨®n del pasado 20 de noviembre con los jefes de los ministerios vaticanos.
El Papa, seg¨²n reconstruyeron algunos medios italianos, explic¨® en dicha reuni¨®n que el motivo de su decisi¨®n era la desuni¨®n que crea el purpurado. Adem¨¢s, Francisco considera que Burke ha estado usando ese sueldo que percibe del Vaticano como cardenal retirado ¨Dtiene 75 a?os¨D y su apartamento, aunque pase la mayor¨ªa del tiempo en su Wisconsin natal, para atacar a la Iglesia. Su sueldo era de los m¨¢s altos y se situaba entre 5.000 y 6.000 euros al mes.
El purpurado estadounidense cumpli¨® 75 a?os el pasado junio, edad de jubilaci¨®n de los prelados, y fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apost¨®lica y tambi¨¦n patrono em¨¦rito de la Orden de Malta. Pero hoy no tiene cargo alguno en la Curia vaticana. Su figura ten¨ªa un peso espec¨ªfico en el Vaticano antes de la llegada de Francisco, pero este le fulmin¨® de sus cargos y Burke comenz¨® a liderar p¨²blicamente la corriente opositora. Fue un periodo ¨¢spero y duro, de una violenta confrontaci¨®n que encontr¨® sustento ideol¨®gico en la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y de los intentos de su entonces asesor ¨¢ulico, Steve Bannon, de controlar determinados c¨ªrculos de poder en el Vaticano.
Burke, a pesar de que se fueron diluyendo muchos de sus apoyos en la iglesia estadounidense, la m¨¢s rica del mundo, nunca ces¨® en sus cr¨ªticas e intentos de desestabilizaci¨®n y segu¨ªa siendo un punto de referencia para todo el mundo tradicionalista ¨D¨¦l mismo era un ferviente defensor del misal Romano de 1962, anterior al Concilio Vaticano II, para las celebraciones lit¨²rgicas¨D.
El purpurado, de momento, no ha comentado la decisi¨®n. Pero en el bolet¨ªn peri¨®dico que escribe dedicado a los fieles afirm¨®, aunque sin mencionar ning¨²n hecho espec¨ªfico, que ¡°la confusi¨®n, la divisi¨®n y el error han entrado incluso en la Iglesia¡±. El cardenal, adem¨¢s, particip¨® en una conferencia titulada La Babel sinodal, el d¨ªa antes de que comenzase el S¨ªnodo; en el acto se critic¨® duramente la asamblea promovida por Francisco, donde por primera vez pudieron votar laicos, entre ellos, mujeres.
El cardenal reivindica de forma feroz el legado de Benedicto XVI y salt¨® a la palestra p¨²blica en 2004 cuando se neg¨® a dar la comuni¨®n a John Kerry, entonces candidato a la presidencia de EE UU. Las acometidas contra Francisco, sin embargo, comenzaron con un caso ins¨®lito de cuestionamiento del Papa. En 2016, Burke y otros cardenales ya retirados publicaron una carta con cinco dubia (dudas) presentadas contra la exhortaci¨®n apost¨®lico papal Amoris laetitia, donde Francisco abr¨ªa la puerta a dar la comuni¨®n a hombres y mujeres divorciados. Lo mismo volvieron a hacer recientemente con la aprobaci¨®n vaticana de que las parejas homosexuales puedan ser bendecidas. En ella expresaban su preocupaci¨®n porque ¡°pueda crear confusi¨®n, no solo haciendo que parezcan an¨¢logas al matrimonio, sino porque los actos homosexuales ser¨ªan presentados como un bien¡±.
El pasado 11 de noviembre, se divulg¨® que Francisco hab¨ªa destituido como obispo de la di¨®cesis estadounidense de Tyler (Texas) a Joseph E. Strickland, despu¨¦s de una inspecci¨®n. Este obispo es un declarado cr¨ªtico de Francisco y en 2018 se sum¨® a las acusaciones contra el Pont¨ªfice del antiguo nuncio en Estados Unidos, Carlo Maria Vigan¨°, sobre el supuesto conocimiento de Francisco de los abusos del cardenal Theodore McCarrick.
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