La casa okupa que enamora al Papa y molesta al Gobierno italiano
El Ejecutivo de Meloni quiere desalojar Spin Time, el mayor centro social del pa¨ªs, que da cobijo a 450 personas vulnerables y funciona como una pata m¨¢s de los servicios sociales de Roma
Una de las primeras decisiones que tom¨® el ultraderechista Matteo Salvini al ser nombrado ministro del Interior en 2019 fue cortar la luz de Spin Time, el mayor centro social okupado de Italia. El edificio, en el coraz¨®n de Roma, donde viv¨ªan 450 personas vulnerables, necesitaba la corriente para asuntos tan prosaicos como las m¨¢quinas que sincronizan los marcapasos de algunos de sus inquilinos. Tras una semana a oscuras, el s¨¢bado 11 de mayo por la tarde, apareci¨® un sacerdote con aspecto de p¨¢rroco de barrio que, en realidad, era cardenal. El tipo, adem¨¢s, era el limosnero y hombre de extrema confianza del Papa que, para completar el cuadro, hab¨ªa sido electricista en su Polonia natal. Konrad Krajewski se arremang¨®, baj¨® al cuarto de luces, conect¨® la electricidad y dej¨® su tarjeta de visita por si Salvini, o quien fuera, necesitaba explicaciones sobre qui¨¦n hab¨ªa sido.
Spin Time pas¨® aquel d¨ªa a ser un referente en la lucha contra la intolerancia. Y estableci¨® un canal directo con el Vaticano y con el Papa, que recibe peri¨®dicamente a algunos de sus inquilinos y responsables. ¡°Mira, esta foto es de la semana pasada¡±, dec¨ªa el pasado jueves Paolo Perrini, presidente de la asociaci¨®n que gestiona el centro, mostrando la pantalla del m¨®vil, donde aparece el Pont¨ªfice con un grupo de migrantes residentes de Spin Time.
El edificio, una de las antiguas sedes de la Seguridad Social en Roma, fue okupado en 2013 por el colectivo por la vivienda digna Action y hoy aloja a 150 n¨²cleos familiares de 27 nacionalidades distintas. El espacio tiene 18.600 metros cuadrados, uno de los centros de estas caracter¨ªsticas m¨¢s grandes de Europa. Siete pisos en alto y tres bajo tierra: un restaurante, un cine, una sala de conciertos, una peluquer¨ªa, un estudio de grabaci¨®n y el peri¨®dico universitario m¨¢s distribuido de Europa (200.000 copias en papel mensualmente). El problema, de nuevo, es que Matteo Piantedosi, actual ministro del Interior colocado en ese puesto por Salvini, ha dicho que conviene desalojar el edificio antes de Navidad.
El Ayuntamiento de Roma, gobernado por el centroizquierdista Roberto Gualtieri, asegur¨® que comprar¨ªa el inmueble ¡ªla propiedad pide 40 millones de euros¡ª y lo ceder¨ªa a los actuales gestores para que contin¨²en su labor social. Pero la negociaci¨®n se alarga y desde el Ministerio del Interior insisten en la idea del desalojo. La noticia, tal y como sucedi¨® cuando el cardenal volvi¨® a conectar la luz ¡ªapareci¨® en el telediario de 130 pa¨ªses¡ª, dio la vuelta al mundo. Y el pasado 16 de noviembre Ken Loach present¨® El viejo roble (The Old Oak), su ¨²ltima pel¨ªcula, en el centro social, ocasi¨®n que aprovech¨® para dar su apoyo a su continuidad. ¡°La derecha usa la inmigraci¨®n para dividirnos, teme la fuerza de los trabajadores¡±, lanz¨® el director brit¨¢nico ante una audiencia que le esperaba desde hac¨ªa horas y entre la que se encontraban, precisamente, centenares de migrantes.
Spin Time est¨¢ en el barrio romano del Esquilino, una de las zonas con mayor diversidad cultural y ¨¦tnica de la ciudad. Dos voluntarios se turnan en la entrada del edificio para hacer las veces de porteros y atender a las familias que se acercan para pedir asilo o asesoramiento. Superada la puerta, presidida por un trozo de madera del barco de migrantes que naufrag¨® en Calabria en febrero pasado, se accede a un universo colaborativo engrasado como un reloj. En la planta baja hay un espacio que sirve como coworking donde trabajan algunos estudiantes. Los migrantes tambi¨¦n cuentan con un peque?o despacho de asesor¨ªa jur¨ªdica y una sala donde los comerciantes de verduras pueden despachar sus productos a clientes de todo el barrio.
Los siete pisos en altura del edificio acogen a los migrantes. Los viejos despachos que usaban los funcionarios de la seguridad social son ahora peque?os apartamentos para las familias residentes. Los pasillos huelen a especias y aromas de los platos de varios rincones del mundo que se cocinan en las cocinas comunitarias. Quienes tienen varios hijos pueden ocupar hasta tres cuartos. Para los que viven solos ¡ªuna minor¨ªa¡ª, como Lucia, que lleg¨® de Eritrea hace m¨¢s de una d¨¦cada, la habitaci¨®n es algo m¨¢s reducida. ¡°Llegu¨¦ hace tiempo a Italia. Mis hijos viven por su cuenta, pero yo estoy bien aqu¨ª. Se convive bien con todas las actividades que organizan en la casa¡±, explica.
Las actividades a las que se refiere son conciertos (la sala tiene capacidad para m¨¢s de 400 personas), conferencias, ensayos de teatro ¡ªhay una sala que utilizan varias compa?¨ªas de Italia para preparar obras en los teatros m¨¢s importantes del pa¨ªs¡ª o las pruebas de la Orquesta Nocturna Clandestina, que cuenta con 48 m¨²sicos y va de gira por todo el pa¨ªs. Tambi¨¦n hay cursos de idiomas y una carpinter¨ªa que produce todo lo que se necesita para ir actualizando los interiores del edificio y que trabaja tambi¨¦n para clientes externos. Daniele, el carpintero, muestra el espacio y explica que de todos los ingresos que genera, da un 30% a la organizaci¨®n de Spin Time como contribuci¨®n. Sucede igual con la peluquer¨ªa, el restaurante, el estudio de grabaci¨®n o la joya de la corona del edificio: la redacci¨®n de Scomodo.
La sede de este peri¨®dico estudiantil fue dise?ada por el arquitecto Renzo Piano en lo que era el viejo aparcamiento de las oficinas. Aqu¨ª se dirige, dise?a y edita una revista mensual con colaboradores en toda Europa que forma parte de la educaci¨®n sentimental de los estudiantes italianos. Tambi¨¦n esto se perder¨¢ si el Ministerio del Interior cumple su amenaza de desalojo y el Ayuntamiento de Roma no llega pronto a un acuerdo con la propiedad del edificio.
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