El matrimonio igualitario provoca una crisis en el Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis en Grecia
Un sector del partido del primer ministro amenaza con retirarle su apoyo si aprueba la reforma que legalizar¨ªa las uniones de parejas del mismo sexo
La legalizaci¨®n del matrimonio igualitario amenaza con complicarle la legislatura a Kyriakos Mitsotakis. El primer ministro conservador griego, reelegido con mayor¨ªa absoluta en julio de 2023, ha tenido un primer semestre bastante tranquilo porque la econom¨ªa marcha relativamente bien, a pesar de la inflaci¨®n y sus problemas estructurales y, sobre todo, gracias a que la oposici¨®n atraviesa una crisis interna sin precedentes. Atr¨¢s han quedado el accidente de tren que marc¨® el final de la legislatura pasada y los desastres naturales, incendios e inundaciones, del inicio de la actual. Lo que nadie esperaba era una rebeli¨®n interna en su partido. Un sector de Nueva Democracia (ND) amenaza con retirar su apoyo al Ejecutivo si este aprueba ¨Dcomo ha anunciado¨D la reforma del c¨®digo civil que permitir¨ªa el matrimonio entre personas del mismo sexo. Hasta ahora, este derecho solo se reconoce a parejas heterosexuales, independientemente de que sean cis o trans.
Mitsotakis a¨²n no ha comunicado cu¨¢ndo quiere someter a votaci¨®n en el Parlamento la propuesta, pero ha dicho que ser¨¢ ¡°pronto¡±. Las voces cr¨ªticas han salido ya a exponer su rechazo. Thanos Plevris, ministro de Sanidad hasta 2023, mostr¨® sus discrepancias en un programa de m¨¢xima audiencia de la televisi¨®n Ska?. Plevris proviene de LAOS, un partido ultraconservador que se integr¨® en la formaci¨®n del primer ministro. Para sorpresa de muchos, el antiguo l¨ªder de LAOS y actual ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, apoy¨® en un art¨ªculo el 13 de enero la propuesta de matrimonio igualitario.
Los quebraderos de cabeza para Mitsotakis provienen de otro sector, el ala Karamanlis ¡ªla familia pol¨ªtica del exministro Konstantinos Karamanlis¡ª, liderado por el ex primer ministro Antonis Samar¨¢s. La batalla interna se decidir¨¢ en las elecciones europeas; mientras Mitsotakis siga obteniendo ¨¦xitos electorales, los partidarios de Samar¨¢s no tienen mucho que hacer. Pero si Nueva Democracia no logra una victoria amplia, el sector cr¨ªtico comenzar¨¢ a pedir cuentas por la cuesti¨®n de los derechos LGTBI, as¨ª como por otros asuntos pendientes relacionados con el reparto de cargos.
El Gobierno quiere minimizar el impacto de la crisis abierta de dos maneras. Por un lado, ha anunciado que dar¨¢ libertad de voto a sus parlamentarios, para no contar los votos en contra como un fracaso. Por otro, su potente equipo de comunicaci¨®n se esfuerza para que tambi¨¦n afloren las diferencias internas de los partidos de oposici¨®n, para que las propias no parezcan tan graves.
Un colaborador muy cercano a Mitsotakis declara, bajo condici¨®n de anonimato, que al primer ministro no le preocupan en exceso las voces discordantes de su formaci¨®n porque quedar¨¢n eclipsadas cuando la medida se apruebe con un amplio apoyo, tanto en el Parlamento como en la calle. ¡°Lo que s¨ª es interesante, y demuestra qu¨¦ opina la sociedad, son las voces que se oponen a la propuesta por parte de los otros partidos, que en teor¨ªa son m¨¢s progresistas¡±, contraargumenta en conversaci¨®n telef¨®nica. Se refiere a figuras como Yannis Sarakiotis, diputado de Syriza.
El polit¨®logo Jristos Papagiannis destaca que Mitsotakis ha logrado ¡°navegar h¨¢bilmente en un partido muy diverso, con muchas subdivisiones dentro de ¨¦l¡±. Aunque considera que Nueva Democracia a¨²n no est¨¢ maduro para completar la transici¨®n de una derecha conservadora a una derecha moderna y liberal, s¨ª percibe un esfuerzo en ese sentido, que encuentra resistencias ¡°en una gran parte de la base y en cargos del partido¡±.
El centro de estudios progresista Eteron que dirige Papagiannis constat¨® en una encuesta reciente que el 56,2% de los griegos es favorable a la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual, mientras que el 38,9% respondi¨® que est¨¢ en desacuerdo. El propio Papagiannis introduce dos matices a estos datos: opina que los derechos humanos ¡°no pueden depender de si la sociedad est¨¢ preparada¡± y explica que, a menudo, el apoyo a determinadas pol¨ªticas p¨²blicas aumenta tras su aplicaci¨®n.
Parvi Palmou, psic¨®loga y activista por los derechos LGTBI, lamenta que Grecia siga siendo un pa¨ªs ¡°muy conservador, lgtbif¨®bico y sexista, como el resto de los Balcanes¡±, aunque haya habido avances notables en la ¨²ltima d¨¦cada. Para ella, el avance en derechos que las parejas del mismo sexo est¨¢n a punto de conquistar en Grecia no se debe tanto al primer ministro Mitsotakis como al activismo LGTBI y los colectivos, que lleva d¨¦cadas reclam¨¢ndolos, adem¨¢s de a la presi¨®n de la UE sobre Grecia.
Un Estado confesional
Palmou, Papagiannis y el colaborador de Mitsotakis citado coinciden en la importancia que tiene la iglesia ortodoxa respecto al debate p¨²blico. Cinco a?os despu¨¦s del intento de reforma constitucional para separar Iglesia y Estado ¨Dque qued¨® truncado cuando Syriza perdi¨® las elecciones en 2019¨D, Grecia sigue siendo un Estado confesional en el que el estamento clerical tiene un poder significativo en asuntos relacionados con la moral. Papagiannis est¨¢ convencido de que para un partido de derechas como Nueva Democracia ser¨ªa imposible afrontar una campa?a fuerte y coordinada de la iglesia contra este proyecto de ley. Pero observa una evoluci¨®n en el clero que facilitar¨¢ la iniciativa de Mitsotakis.
El asesor gubernamental tambi¨¦n destaca la evoluci¨®n de varios obispos relevantes, en especial Eugenio de Creta. El arzobispo cretense declar¨® en una entrevista a una televisi¨®n privada que ¡°todos los individuos son hijos de Dios, independientemente de su orientaci¨®n sexual¡± y que hay que abordar el debate sobre el matrimonio igualitario desde un ¡°enfoque delicado¡±. Los sectores m¨¢s ultras, representados por Seraf¨ªn del Pireo, han expresado el rotundo rechazo que se esperaba de ellos. En la medida en que las iglesias ortodoxas responden a la autoridad de su respectivo y ¨²nico obispo primado, no tienen necesidad de buscar consensos, ni siquiera sobre temas que consideran fundamentales.
¡°Lo que llaman posturas aperturistas no son tal, todos los obispos creen que las personas LGTBI somos pecadoras y solo difieren en el nivel de compasi¨®n que la Iglesia debe mostrar ante nosotros¡±, declara la psic¨®loga Palmou, que no se muestra tan optimista respecto al avance en derechos. ¡°Incluso entre aquellos [sectores de la iglesia ortodoxa griega] considerados m¨¢s abiertos; a menudo vemos resistencia a la adopci¨®n de ni?os por parte de parejas LGTBI¡±, recuerda Papagiannis.
La postura de la oposici¨®n no est¨¢ clara
A¨²n no est¨¢ clara la postura de los partidos de la oposici¨®n. La extrema derecha (Soluci¨®n Griega, Espartanos y Niki), votar¨¢ en contra. Los dos partidos minoritarios de izquierda (Rumbo a la libertad y la escisi¨®n de Syriza llamada Nueva Izquierda) votar¨¢n a favor. El partido comunista (KKE) no ha hecho p¨²blica su postura, aunque tradicionalmente rechazaba la agenda LGTBI, pues para ellos representaba ¡°una ideolog¨ªa burguesa que ataca la unidad de la clase obrera resaltando sus diferencias¡±. Sin embargo, recientemente sus juventudes publicaron un texto en el que critican ¡°el aislamiento social de personas trans, intersexuales y homosexuales¡±.
Est¨¦fanos Kaselakis, l¨ªder de Syriza, anunci¨® que su formaci¨®n votar¨¢ a favor e impondr¨¢ la disciplina de partido sin siquiera conocer el texto concreto de la propuesta de ley. Lo contrario ser¨ªa dif¨ªcil de argumentar para Kaselakis, primer l¨ªder pol¨ªtico de Grecia abiertamente gay. Pero en Syriza no todos opinan lo mismo. ¡°Hay bastantes cargos que creen que la oposici¨®n no le deber¨ªa poner las cosas f¨¢ciles a Mitsotakis¡±, explica Papagiannis. Los socialistas del Pasok tampoco han anunciado si votar¨¢n a favor.
El punto m¨¢s incierto de la reforma legislativa es el relativo a la adopci¨®n por parte de parejas del mismo sexo. En una entrevista en el canal Star, Mitsotakis dio a entender que la propuesta facilitar¨¢ la adopci¨®n de los hijos de uno de los c¨®nyuges por parte del otro y dar¨¢ a las parejas con hijos los mismos derechos que las heterosexuales. Pero probablemente dejar¨¢ fuera toda menci¨®n a los vientres de alquiler que, aunque en Grecia son legales, no est¨¢n previstos para una pareja de dos hombres. Este es el aspecto que provoca m¨¢s discrepancias de la ley, tanto en el partido del Gobierno como en la oposici¨®n.
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