El d¨ªa m¨¢s tenso en la frontera de Israel con L¨ªbano: ¡°Es raro saber que empezar¨¢ una guerra, pero no cu¨¢ndo¡±
El Estado jud¨ªo y Hezbol¨¢ bordean el conflicto abierto al incrementar el intercambio de bombardeos y cohetes y con el asesinato de un alto mando de la milicia ch¨ªi
Es el d¨ªa m¨¢s tenso en cuatro meses en la frontera norte de Israel y un ruido de fondo domina la ciudad de Safed, a 14 kil¨®metros de la frontera con L¨ªbano, hasta hacer dif¨ªcil la conversaci¨®n. Son los cazabombaderos, aviones de reconocimiento y drones que sobrevuelan esta localidad de Galilea de unos 39.000 habitantes un d¨ªa despu¨¦s de que un cohete lanzado desde L¨ªbano matase a una soldada e hiriese a otros ocho en la base militar del Comando Norte que se encuentra a la entrada. Entre el mi¨¦rcoles y este jueves, Israel ha respondido con decenas de bombardeos que han matado a 13 personas. ¡°Me gusta o¨ªrlos. Me recuerda que tenemos aviones¡±, asegura con una sonrisa Keren Hodaya Alon, de 52 a?os, en la bodega de vino kosher que regenta con su marido.
Alon habla con el periodista en parte porque no tiene mucho m¨¢s que hacer. Un grupo de 25 personas ten¨ªa reservada una visita, pero ha cancelado por los cohetes de la v¨ªspera. Ella y su marido, ataviados como nacionalistas religiosos, mantienen abierta la bodega ¡°por ideolog¨ªa¡±, explica. ¡°Igual que los soldados sacrifican su vida por el pueblo de Israel, lo m¨ªnimo que podemos hacer es preservar en la retaguardia una cierta rutina. Aunque solo vendamos una botella al d¨ªa¡±, dice. Para poner fin al goteo de proyectiles, propone actuar en L¨ªbano como en Gaza: ¡°Necesitamos una guerra dura. Una sola y para siempre. Estamos en Oriente Pr¨®ximo y tenemos que hablar la lengua de Oriente Pr¨®ximo. Jugar con esas reglas y mostrarles que estamos m¨¢s locos que ellos. Parece que solo nosotros, los israel¨ªes, tenemos prohibido ser crueles para proteger nuestra tierra¡±, asegura.
Si hubiese vivido unos kil¨®metros m¨¢s al norte, probablemente lo tendr¨ªa que contar desde un hotel en el mar Muerto, Eilat o Jerusal¨¦n, donde hasta 80.000 israel¨ªes de 28 localidades algo m¨¢s cerca de L¨ªbano siguen evacuados desde poco despu¨¦s del inicio de la guerra. Al comenzar las escaramuzas diarias en la frontera, Israel las vaci¨® para formar una suerte de zona tamp¨®n. Lo mismo L¨ªbano, que ha desplazado a 100.000 personas ante los m¨¢s frecuentes y letales bombardeos israel¨ªes (que han dejado unos 200 muertos). Es un medido toma y daca que en otras circunstancias habr¨ªa desembocado hace tiempo en guerra abierta, pero no lo acaba haciendo, dejando un gusto agridulce a ambos lados de la frontera.
En las carreteras de los alrededores, voluntarios regalan en food trucks hamburguesas y bebidas a las decenas de miles de soldados desplegados. Cuanto m¨¢s al norte, m¨¢s trasiego de veh¨ªculos militares. El l¨ªder de Hezbol¨¢, Hasan Nasral¨¢, se suele jactar de tener, empleando solo una peque?a parte de su potencia de fuego, a tanta gente de uniforme (muchos de ellos reservistas) pendiente de la frontera. Y de haber forzado una evacuaci¨®n masiva, con el da?o psicol¨®gico y econ¨®mico que conlleva. ¡°Si no, esos soldados estar¨ªan en Gaza¡±, dijo en uno de sus discursos. Es una forma de escudarse ante las cr¨ªticas internas por no entrar con todo en defensa de sus ¡°hermanos palestinos¡± cuando los muertos en Gaza se acercan a los 29.000.
Puede que, en breve, no tenga que escuchar m¨¢s cr¨ªticas. Nunca desde el 7 de octubre, cuando el ataque de Ham¨¢s desencaden¨® el conflicto b¨¦lico en Gaza, Israel y Hezbol¨¢ han bordeado tanto la guerra abierta. El ministro de Defensa israel¨ª, Yoav Gallant, lanz¨® este jueves una contundente amenaza: ¡°Hezbol¨¢ ha subido medio escal¨®n y nosotros uno. Es uno de los 10 que podemos subir. Los aviones de la Fuerza A¨¦rea que sobrevuelan ahora mismo el cielo liban¨¦s tienen bombas mucho m¨¢s potentes para objetivos m¨¢s lejanos. Podemos atacar no solo a 20 kil¨®metros [de la frontera], sino a 50, en Beirut o en cualquier otro lugar. Y actuar en Beirut como en Gaza [¡]. Y, como el Estado y el ej¨¦rcito de Israel han demostrado en los ¨²ltimos meses, cuando decimos algo es porque lo pensamos de verdad¡±.
El martes, el ej¨¦rcito israel¨ª mat¨® a nueve milicianos de Hezbol¨¢ y la Yihad Isl¨¢mica en L¨ªbano. Al d¨ªa siguiente, lleg¨® la andanana de cohetes contra Safed, que ning¨²n grupo armado ha reivindicado a¨²n. Uno cay¨®, sin causar heridos, junto al hospital Ziv. La lluvia constante ha ido llenando de barro el boquete. Todos los proyectiles iban aparentemente dirigidos contra espacios despoblados u objetivos espec¨ªficos y, de forma sorprendente, no fueron interceptados por la C¨²pula de Hierro, el sistema de defensa contra este tipo de proyectiles.
Es el ¡°medio escal¨®n¡± al que se refiere Gallant. Supuso un salto cualitativo porque Safed est¨¢ m¨¢s lejos de la frontera y Hezbol¨¢ sabe que no ha sido evacuada. Pero no un escal¨®n entero porque no iban en su mayor¨ªa contra civiles, dentro de las normas no escritas para sacar m¨²sculo sin generar una escalada que no tenga marcha atr¨¢s.
El ¡°escal¨®n entero¡± lo ha subido Israel el mi¨¦rcoles y el jueves: decenas de bombardeos, tambi¨¦n m¨¢s en el interior de territorio liban¨¦s, que han matado a 13 personas, 10 de ellos civiles. A dos, v¨ªctimas de asesinatos selectivos, los ha identificado como Ali Muhammad al Debes, un alto mando de Radw¨¢n, fuerza de ¨¦lite de Hezbol¨¢, y Hassan Ibrahim Issa, su n¨²mero dos. Han sido los bombardeos m¨¢s letales desde el 7 de octubre.
La tensi¨®n se ha sentido durante la jornada en Israel. En la evacuada Kiriat Shmona, la mayor ciudad de la zona, las alarmas han sonado dos veces en 10 minutos por el lanzamiento de una veintena de cohetes, y una carretera ha cerrado el tr¨¢fico a civiles.
Tambi¨¦n en Safed. ¡°?Ves esta plaza con mesas?¡±, pregunta Or Attias, dependienta de 29 a?os de una reposter¨ªa en la parte m¨¢s visitada de la ciudad. ¡°Suele estar llena de los clientes habituales. Son como 20 veces menos de los que ten¨ªamos en septiembre, que eran sobre todo turistas de fuera y de dentro, pero son por los que hemos seguido abriendo. Ayer tambi¨¦n estaba llena, incluso cuando cayeron los cohetes. Pero luego [cuando horas despu¨¦s Israel comunic¨® la muerte de la soldada] vieron lo que hab¨ªa pasado y hoy no ha venido pr¨¢cticamente nadie¡±. ¡°Es¡±, resume, ¡°como una guerra con sordina¡±.
Safed no es una ciudad m¨¢s. Recibe 1,5 millones de turistas al a?o ¨Dhoy completamente evaporados¨D por ser uno de los cuatro grandes centros del juda¨ªsmo (junto con Jerusal¨¦n, Hebr¨®n y Tiber¨ªades) en las actuales Israel y Palestina y estar asociada a la C¨¢bala, la m¨ªstica jud¨ªa. Para los palestinos es, en cambio, uno de los grandes ejemplos de la Nakba, la huida o expulsi¨®n de dos tercios (unos 700.000) de quienes viv¨ªan en el actual Israel, hoy convertidos (con sus descendientes) en millones de refugiados. Entre ellos est¨¢ el presidente palestino, Mahmud Abbas. Su familia huy¨® de Safed a Siria durante la Nakba, cuando era adolescente.
La ciudad vieja, llena de callejuelas y escaleras empedradas que conectan antiguas sinagogas, tiendas y galer¨ªas de arte con motivos vinculados a la C¨¢bala, suele estar llenas, sobre todo de jud¨ªos estadounidenses a los que un programa financia el viaje. Entre los comercios de la popular calle principal, solo se ve una persiana subida. ¡°Me has pillado abierto de casualidad, he venido a acabar unas piezas y me voy¡±, se?ala Doron Cohen en su tienda de joyas con motivos del juda¨ªsmo y la C¨¢bala, como el ¨¢rbol de la vida o la estrella de David. ¡°Claro que tengo miedo. ?C¨®mo no voy a tenerlo? Quien te diga aqu¨ª que no lo tiene, miente. No es un ej¨¦rcito contra otro peleando en el campo de batalla. Son cohetes que nos pueden caer a nosotros¡±, asegura.
Cohen, de 55 a?os y con 10 hijos, cuenta que en los primeros d¨ªas de la guerra siempre se aseguraba de tener lleno de gasolina el dep¨®sito del coche por si ten¨ªa que salir pitando. Ya no. Ahora se resigna a quitar hojas al calendario en lo que define como ¡°una situaci¨®n extra?a¡±. ¡°Vivimos igual, pero no es igual. Los que tienen trabajo siguen yendo a trabajar y los ni?os siguen yendo a clase. Est¨¢s cada d¨ªa a la espera de que empiece la guerra. Sabes que tarde o temprano va a pasar, pero no cu¨¢ndo¡±, a?ade.
En las conversaciones siempre acaba saliendo un a?o: 2006, en el que Israel y Hezbol¨¢ se enfrentaron durante 34 d¨ªas. Muchas de las frustraciones de hoy tienen que ver con entonces. El enfrentamiento acab¨® con m¨¢s de 1.000 libaneses muertos, en su mayor¨ªa civiles, y 167 israel¨ªes, principalmente soldados. Pero sobre todo con la sensaci¨®n de que Hezbol¨¢ hab¨ªa plantado cara a un enemigo militarmente superior. Hoy tiene m¨¢s y mejores armas y hombres, curtidos adem¨¢s en combate en Siria, donde luchan en apoyo de las fuerzas de Bachar el Asad. Por eso, la gente quiere una ¡°soluci¨®n definitiva¡±, lo que en Israel suele significar a¨²n m¨¢s fuerza.
Shuki Ohana es el alcalde. No est¨¢ en el Ayuntamiento, sino en la humilde sede del Likud, el partido derechista del primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, con el que aspira a la reelecci¨®n en las municipales que Israel celebra el d¨ªa 27, tras aplazarlas en dos ocasiones. Estaban previstas inicialmente para el 31 de octubre. Safed est¨¢ lleno de carteles electorales con el rostro de Ohana, con un rictus m¨¢s relajado que con el que encadena este jueves llamadas, reuniones y entrevistas con los medios nacionales. ¡°Estamos plenamente preparados para lo que suceda. Hay que dar una soluci¨®n a la zona norte. Lo que espero del ej¨¦rcito, del Estado y del Gobierno es que arreglen la situaci¨®n. No puede haber este goteo [de cohetes]¡±. ?C¨®mo? ¡°Si la soluci¨®n pol¨ªtica no tiene ¨¦xito, hay que ir a una militar¡±. El alcalde aclara que la evacuaci¨®n ¡°a¨²n no est¨¢ sobre la mesa¡± y que ¡°muy poca¡± gente ha abandonado la ciudad motu proprio. ¡°Yo tambi¨¦n prefiero que no nos evac¨²en, pero habr¨¢ que ver c¨®mo se desarrollan los acontecimientos¡±.
La soluci¨®n pol¨ªtica a la que se refiere Ohana es la que impulsan cada vez m¨¢s contra reloj pa¨ªses como Francia y Estados Unidos. Hay varias propuestas, pero tienen en com¨²n alejar a Hezbol¨¢ hasta 10 kil¨®metros de la frontera y reforzar la resoluci¨®n 1.701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que puso fin al conflicto de 2006 y que tanto unos como otros incumplen. Nasral¨¢ carg¨® en su discurso del martes contra la idea que vertebra las propuestas: ¡°Todas las delegaciones que han venido a L¨ªbano en los ¨²ltimos cuatro meses tienen un solo objetivo: la seguridad de Israel, proteger a Israel [¡]. Cuando acabe el ataque a Gaza y haya un alto el fuego, tambi¨¦n parar¨¢ el fuego desde el sur¡±, se?al¨® antes de lanzar una advertencia: ¡°Si aumentan el enfrentamiento, haremos lo mismo¡±.
Llueve en Safed y, por momentos, graniza. Yaffa Sahrur, de 67 a?os, se lo toma con filosof¨ªa en el portal de su casa: ¡°En 2006 s¨ª que llov¨ªan cohetes. Ahora, mientras lo que caiga es lluvia¡¡±.
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