?Est¨¢ Putin ganando la guerra?
Rusia consigue un favorable cambio de tendencia en los combates, pero en el balance estrat¨¦gico acumula graves pasivos para Mosc¨², como la ampliaci¨®n de la OTAN, el rearme de Europa o la dependencia rusa de China
Se cumplen dos a?os de la invasi¨®n a gran escala de Ucrania por parte de las fuerzas armadas rusas. Desde el campo de batalla ¨Dcon la retirada de Avdiivka¨D y desde la arena pol¨ªtica internacional ¨Dcon la ayuda estadounidense bloqueada¨D se acumulan noticias inquietantes para Kiev y los pa¨ªses democr¨¢ticos que le ofrecen respaldo. ?Est¨¢ Vlad¨ªmir Putin ganando la guerra?
El balance de un conflicto de semejante envergadura, con la participaci¨®n indirecta de decenas de pa¨ªses, es muy complejo. El an¨¢lisis debe tener en cuenta el plano t¨¢ctico y el estrat¨¦gico, las dimensiones militares, pol¨ªticas y econ¨®micas. En conjunto, resulta indiscutible que Rusia, tras el fracaso de su plan de invasi¨®n rel¨¢mpago y las consistentes p¨¦rdidas de territorios en la primera fase de la guerra, ha logrado primero estabilizar el escenario y, ahora, est¨¢ cosechado logros de distinto orden ¨Dcomo simbolizan Avdiivka y el estado de la pol¨ªtica de EE UU¨D. Hay, pues, un cambio de tendencia.
Pero ello no excluye que el balance ruso acumule terribles fracasos y no significa que el conflicto se encamine de forma perentoria hacia una victoria rusa. A continuaci¨®n, un balance del estado de la guerra, dividido en dos apartados: campo de batalla y arena internacional.
Campo de batalla
Hay un amplio consenso entre expertos y pol¨ªticos acerca de que la situaci¨®n en el frente se ha tornado desfavorable para Ucrania en los ¨²ltimos meses. La ca¨ªda de Avdiivka hoy se suma a la de Bajmut en mayo.
Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano, resume as¨ª su punto de vista: ¡°En estos momentos, creo que, a nivel t¨¢ctico, Rusia est¨¢ ganando la guerra. Est¨¢ conquistando territorio. Rusia ha aprendido lecciones, ha mejorado la coordinaci¨®n entre sus diferentes ej¨¦rcitos y su mando ¨²nico funciona mucho mejor que al principio. Tambi¨¦n ha sabido adaptar su industria militar al armamento que Occidente proporciona a Ucrania. No est¨¢ logrando sus objetivos pol¨ªticos, esa es otra cuesti¨®n, pero a nivel t¨¢ctico va ganando¡±.
¡°El escenario militar para Ucrania ahora es negativo, porque adem¨¢s del evidente problema de munici¨®n, tambi¨¦n tiene uno de movilizaci¨®n. En esta fase, la ventana de oportunidad est¨¢ en el lado ruso¡±, coincide Borja Lasheras, asesor especial para Ucrania del Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior y experto senior del think tank CEPA.
¡°La escasez de munici¨®n responde a varios factores¡±, prosigue Lasheras. ¡°Por un lado, la lentitud en el incremento de la capacidad de producci¨®n occidental y en la asunci¨®n de compromisos por parte de los socios de Kiev. El flujo de la ayuda estadounidense se ha ido resecando en los ¨²ltimos meses. Por el otro, los aliados de Rusia la est¨¢n apoyando muy bien con suministros. Vivimos un despertar brutal de los dividendos de la paz [la reducci¨®n de la inversi¨®n en Defensa en Europa tras el fin de la Guerra Fr¨ªa], y sufrimos la iron¨ªa de que pa¨ªses como Corea del Norte o Ir¨¢n, menos desarrollados y pr¨®speros que las democracias occidentales, respaldan mejor en cuanto a suministros militares a su aliado¡±.
La cuesti¨®n del respaldo a Kiev es decisiva. En ello incidi¨® el alto representante de Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, este viernes en un acto organizado por EL PA?S para presentar el documental Los soldados del tanque 27. ¡°Rusia no ha ganado esta guerra, pero todav¨ªa no la ha perdido. Que pierda o no depende mucho no solo de lo que los ucranianos ponen de su parte, sino de que todos quienes les prometimos apoyo cumplamos con nuestra palabra. Rusia ha perdido mucho sobre el terreno. Pero ahora tiene unos 400.000 soldados ah¨ª, m¨¢s que al principio de la invasi¨®n. Hemos de compensar la diferencia de potencial¡±.
El panorama es inquietante. ¡°Avdiivka no tiene por qu¨¦ ser la norma, era un frente con caracter¨ªsticas muy particulares. Pero si seguimos con los retrasos de env¨ªo de munici¨®n y de equipamiento militar, es probable que veamos m¨¢s avances rusos t¨¢cticos en los meses que vienen por razones cuantitativas, empezando por Robotine¡±, apunta Lasheras.
Sin embargo, aunque los elementos inquietantes se van acumulando sobre la mesa, de momento los retrocesos ucranios son dolorosos por su simbolismo, pero de calado reducido en cuanto a territorio. Adem¨¢s, el balance no es unidireccional. Los constantes reveses rusos en el mar Negro son un ejemplo y algunos exitosos golpes en las retaguardias rusas lo ilustran.
Una informaci¨®n desclasificada de la Administraci¨®n estadounidense calculaba en diciembre que Rusia ha sufrido unas 315.000 bajas en combate ¨Dentre muertos y heridos¨D, casi un 90% de los efectivos de los que dispon¨ªa al principio de la invasi¨®n. Gracias a la movilizaci¨®n ordenada por Putin, ahora dispone de 470.000, seg¨²n las estimaciones publicadas por Jack Watling y Nick Reynolds, del Royal United Services Institute. Por otra parte, el Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos calcula que Rusia ha perdido unos 3.000 tanques principales en dos a?os, casi la totalidad de los que dispon¨ªa al atacar, pero su industria est¨¢ suministrando a los militares alrededor de 1.500 al a?o. En gran medida se trata de veh¨ªculos antiguos remozados.
Los relativos avances rusos sobre el terreno en Ucrania llegan, pues, a costa de una hemorragia tremenda. El presidente Volod¨ªmir Zelenski dijo en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich que la proporci¨®n de bajas en el pulso de Avdiivka fue de siete a uno, desfavorable para los rusos. Comprobar la cifra real es una tarea casi imposible, pero sin duda Rusia est¨¢ perdiendo much¨ªsimo. No solo por las bajas, sino tambi¨¦n la necesidad de reconvertir la econom¨ªa de Rusia ¨Dque ya era un fr¨¢gil monocultivo de hidrocarburos antes¨D en una econom¨ªa de guerra, y la p¨¦rdida de un n¨²mero ingente de ciudadanos, muchos de ellos con alta cualificaci¨®n, que dejaron el pa¨ªs ante las actuales circunstancias.
La arena internacional
El conflicto en Ucrania no es una guerra mundial, pero s¨ª es una guerra global. Si, por un lado, Ucrania recibe el apoyo del grupo Ramstein, Rusia, por el otro, cuenta con el suministro de armas por parte de Ir¨¢n y Corea del Norte, y con una China que le concede ox¨ªgeno pol¨ªtico y econ¨®mico. Cualquier balance de los dos a?os de guerra debe tener en cuenta el escenario internacional. Y este arroja enormes reveses para el Kremlin, gestados en el pasado reciente y que arrojar¨¢n frutos amargos en el futuro.
De entrada, la ampliaci¨®n de la OTAN, a la que ya se ha sumado Finlandia, y que en los pr¨®ximos d¨ªas incorporar¨¢ a Suecia, despu¨¦s de que ratifique su adhesi¨®n el ¨²ltimo pa¨ªs pendiente, Hungr¨ªa. Dos refuerzos de peso de la Alianza, que de paso suman 1.300 kil¨®metros de frontera entre esta y Rusia y que convierten el mar B¨¢ltico en una suerte de lago de la OTAN.
Por otra parte, la invasi¨®n de Ucrania est¨¢ espoleando un importante incremento del gasto militar de los pa¨ªses europeos. Los miembros de la OTAN del viejo continente gastaron 300.000 millones de d¨®lares en Defensa en 2021, el equivalente a un 1,7% del PIB. En 2024 se espera un gasto de 380.000, equivalente a un 2%, seg¨²n datos de la Alianza. Los a?os venideros ver¨¢n otro salto hacia adelante. Alemania, en concreto, est¨¢ emprendiendo una aut¨¦ntica revoluci¨®n en su mentalidad militar. Este cambio tardar¨¢ en arrojar frutos concretos en t¨¦rminos de mejor capacidad operativa, pero es claramente un rev¨¦s estrat¨¦gico para Rusia.
En paralelo, si bien las sanciones occidentales no han logrado doblegar la econom¨ªa rusa, esta es cada vez m¨¢s dependiente de China. Algunos expertos hablan de una situaci¨®n casi de vasallaje.
¡°En el plano internacional, Rusia cada vez va a tener m¨¢s dificultades. Por supuesto, con respecto a los pa¨ªses occidentales, pero tambi¨¦n es cierto que aumenta su dependencia de China y de la India, que son sus grandes compradores de hidrocarburos. Y tambi¨¦n de terceros pa¨ªses del espacio postsovi¨¦tico que sirven para burlar las sanciones, sobre todo en lo que se refiere a la tecnolog¨ªa civil que pueda tener uso militar¡±, dice Milosevich-Juaristi, que en los pr¨®ximos d¨ªas publicar¨¢ El imperio zombi. Rusia y el orden mundial (Galaxia Gutenberg).
En el caso de China, el riesgo de dependencia rusa es elevad¨ªsimo. De ah¨ª viene buena parte de la tecnolog¨ªa que Occidente le niega a Mosc¨² y que Rusia no est¨¢ en condiciones de producir. Adem¨¢s, Pek¨ªn cobra cara su posici¨®n de bombona de ox¨ªgeno esencial, como demuestra su dureza a la hora de poner en marcha un nuevo gasoducto entre ambos pa¨ªses, a la espera de que Rusia ofrezca a¨²n mejores condiciones.
¡°El fracaso del plan inicial de ataque ruso ha producido esa guerra de desgaste que fuerza a Rusia a depender mucho de China, siendo socio junior de una asociaci¨®n que se declara sin l¨ªmites, pero que claramente tiene l¨ªmites. Esto es un rev¨¦s. Pero es pronto para decir si es un fracaso estrat¨¦gico¡±, dice Lasheras, autor de Estaci¨®n Ucrania: el pa¨ªs que fue (Libros del K.O.).
Milosevich-Juaristi apunta a otro aspecto esencial. ¡°El principal objetivo pol¨ªtico de Rusia es convertir a Ucrania en un Estado subyugado y alejado de Occidente. Y eso de momento no lo est¨¢ logrando¡±.
La sociedad ucrania est¨¢ m¨¢s decidida que nunca a integrarse en las grandes instituciones occidentales, la OTAN y la UE. Y, a su vez, la determinaci¨®n europea de integrar a Ucrania es hoy m¨¢s alta que nunca. La UE ha otorgado a Ucrania y Moldavia el estatus de pa¨ªs candidato.
Sin embargo, no cabe duda de que en la arena internacional tambi¨¦n se detectan giros muy favorables a los intereses de Putin.
En primer lugar, la par¨¢lisis de la pol¨ªtica estadounidense, en la que el obstruccionismo de un Partido Republicano dominado por el trumpismo bloquea el suministro de nueva ayuda. Adem¨¢s, la perspectiva de una nueva victoria electoral del expresidente Donald Trump representa un cambio trascendental.
¡°Es importante entender que el plan vital de este liderazgo ruso es reconstruir la gran Rusia y destruir la OTAN. No tienen otro. Lo peor es que en su cabeza se ven cerca de lograrlo, porque ven que una parte de EE UU, de alguna manera, est¨¢ conforme con ello¡±, dice Lasheras.
En el corto plazo, el impacto para Ucrania puede ser grav¨ªsimo. ¡°Desgraciadamente, el aumento del gasto militar de los pa¨ªses europeos no va a poder sustituir la ayuda estadounidense a Ucrania¡±, dice Milosevich-Juaristi.
A medio-largo plazo, el impacto puede ser de dimensiones globales. ¡°Las garant¨ªas de seguridad dependen de dos cosas: de la capacidad y de la credibilidad. Y cuando uno no tiene credibilidad, el riesgo es que los actores hostiles puedan cometer un error de c¨¢lculo pensando que no habr¨¢ respuesta si act¨²an . Si el principal proveedor de esta garant¨ªa, de esa credibilidad, que sigue siendo Estados Unidos, tiene un potencial presidente que le dice a Putin que adelante, que haga lo que quiera, realmente es inquietante¡±, comenta Lasheras.
Un resquebrajamiento de la OTAN ser¨ªa una enorme victoria para Putin.
Mientras, tambi¨¦n se libra la batalla de las opiniones p¨²blicas. Rusia cultiva y refina desde hace tiempo pr¨¢cticas de desinformaci¨®n y de alboroto de las sociedades de pa¨ªses adversarios.
En paralelo, discurre el problema de la mera desatenci¨®n o falta de plena consciencia de lo que est¨¢ en juego en ciertas opiniones p¨²blicas occidentales. Margarita Robles, ministra de Defensa de Espa?a, se refiri¨® a ello el pasado mi¨¦rcoles en un acto organizado por la revista El Grand Continent en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. ¡°Yo tengo una preocupaci¨®n; veo que entre la opini¨®n p¨²blica en Espa?a el tema de Ucrania se est¨¢ olvidando, no siendo consciente la gente de lo que nos estamos jugando. Es que la guerra de Ucrania no es solamente la defensa leg¨ªtima de un pa¨ªs que est¨¢ siendo agredido en su integridad territorial. Es la defensa de una serie de valores, por supuesto, la paz, la seguridad y la libertad y los valores democr¨¢ticos ante la actuaci¨®n de un aut¨®crata. Si Ucrania no gana esta guerra, van en picado todos los dem¨¢s. Y es algo que tenemos que tener muy en cuenta. El apoyo que estamos dando a Ucrania es un apoyo a nuestra comunidad de valores, a nuestros principios democr¨¢ticos, a la libertad y a la seguridad¡±.
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