El tri¨¢ngulo conflictivo que desgarra el coraz¨®n de ?frica
Mientras el mundo concentra la mirada en Gaza y Ucrania, las crisis en el Sahel occidental, Sud¨¢n y Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo se agravan afectando brutalmente a decenas de millones de personas
Este art¨ªculo es una entrega del bolet¨ªn Apuntes de Geopol¨ªtica, exclusivo para los suscriptores de EL PA?S. Puede apuntarse aqu¨ª.
Mientras las miradas se concentran en las terribles guerras de Ucrania y Gaza, grav¨ªsimos focos de conflicto carcomen el presente y el futuro de buena parte de ?frica. Mirando el mapa, la zona de m¨¢xima turbulencia es una suerte de tri¨¢ngulo inverso, con el lado base en el eje del Sahel y el v¨¦rtice en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Estos conflictos perjudican las vidas de decenas de millones de ciudadanos causando muertes, hambre, desplazamientos masivos. Son crisis en las que tensiones internas se entrelazan con pulsos de intereses internacionales. A todo ello dedicar¨¦ esta entrega de Apuntes de geopol¨ªtica.
Sahel occidental
La regi¨®n es un polvor¨ªn. Sacudida por m¨²ltiples golpes de Estado en los ¨²ltimos a?os, la zona sufre un deterioro de su situaci¨®n de seguridad, que ya era p¨¦sima. Las juntas militares que mandan en Burkina Faso, Mal¨ª y N¨ªger combaten sin contemplaciones para recuperar terreno controlado por yihadistas y otros grupos armados. En este contexto, la regi¨®n se ha convertido en 2023 en el epicentro del terrorismo mundial, con una de cada tres muertes por esta causa en todo el planeta, seg¨²n el ?ndice de Terrorismo Global publicado por el Instituto para la Econom¨ªa y la Paz. Lo cuenta mi compa?ero Jos¨¦ Naranjo, autor tambi¨¦n de otras piezas que se mencionar¨¢n en este apartado.
Esta agudizaci¨®n del caldo de cultivo terrorista en la zona tiene doble gravedad si se lee a la luz del riesgo de que la guerra de Gaza funcione como nuevo acelerador de radicalizaci¨®n. Miguel Gonz¨¢lez y ?scar L¨®pez-Fonseca cuentan que el Consejo de Seguridad Nacional espa?ol considera que es un riesgo ¡°real y directo¡±.
La violencia no ata?e solo a Burkina Faso, Mal¨ª, y N¨ªger. Hace unos d¨ªas este peri¨®dico informaba del secuestro por parte de yihadistas y otros grupos armados de unas 500 mujeres y ni?os en Nigeria.
A la vez, la regi¨®n asiste a un importante giro geopol¨ªtico. La junta militar de N¨ªger emite se?ales de querer emular a Mal¨ª y Burkina Faso y echarse en brazos de Rusia en materia de seguridad, representada en la zona por el grupo Wagner. N¨ªger, en concreto, ten¨ªa un acuerdo de cooperaci¨®n de seguridad con EE UU, al que ha renunciado. Este rev¨¦s para Washington se a?ade al duro golpe sufrido por Francia, que ha tenido que replegarse despu¨¦s de varios a?os de presencia militar en la regi¨®n, colaborando con los anteriores gobiernos locales en un intento, fallido, de estabilizar la zona. Los intereses occidentales est¨¢n en franca retirada en el Sahel occidental.
Adem¨¢s, estos tres pa¨ªses tambi¨¦n han reventado la estructura de cooperaci¨®n regional, con su retirada de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao), y la conformaci¨®n de un bloque alternativo que configura un escenario de antagonismo.
En este contexto regional, Senegal, un pa¨ªs importante en el marco de las relaciones Europa (y, especialmente, Espa?a) con ?frica occidental acude este domingo a las urnas para las elecciones presidenciales marcado por inquietantes tensiones internas.
Sud¨¢n
En la vertiente oriental del Sahel, Sud¨¢n vive un terrible conflicto que est¨¢ causando brutal sufrimiento humano, con millones de desplazados. Un editorial de EL PA?S trataba recientemente, con toda la raz¨®n, de elevar el grado de atenci¨®n sobre esa cat¨¢strofe.
El sue?o de una transici¨®n democr¨¢tica tras la ca¨ªda del dictador Omar al Bashir ha sido aplastado por la pesadilla del actual conflicto entre distintos n¨²cleos militares, por un lado el Ej¨¦rcito, por el otro el cuerpo de Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, con sus respectivos sostenedores.
Alrededor del 40% de la poblaci¨®n del pa¨ªs, que suma unos 45 millones de habitantes, se enfrenta a hambruna. Unos 8 millones de personas son desplazados internos o refugiados en pa¨ªs vecinos.
Este conflicto tambi¨¦n tiene ramificaciones internacionales. Los expertos creen que las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido cuentan con el apoyo de los Emiratos ?rabes Unidos (EAU) y, cuando menos, las simpat¨ªas de Etiop¨ªa y Chad, mientras que el Ej¨¦rcito es respaldado por Egipto e Ir¨¢n.
La BBC acaba de publicar un extraordinario, dur¨ªsimo reportaje desde la zona de conflicto. Es material period¨ªstico de sumo valor, ya que no abunda el reporterismo independiente en la zona:
Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo
La zona oriental del pa¨ªs es epicentro desde hace varios lustros de un conflicto intermitente con picos de violencia espantosos. Se trata de un territorio rico en recursos, varios de ellos estrat¨¦gicos para las revoluciones tecnol¨®gicas que vive el mundo, tanto la digital como la verde, y otros de inter¨¦s tradicional, como el oro.
El diario Financial Times informaba esta semana de una sumamente alarmante intensificaci¨®n de los combates entre los rebeldes del grupo M23 y las fuerzas gubernamentales en la provincia de Kivu Norte, con representantes de la ONU que definen la situaci¨®n como ¡°realmente catastr¨®fica¡± y .
El M23 se halla, seg¨²n la informaci¨®n del FT, a tan solo 25 kil¨®metros de Goma, importante ciudad de la zona, adonde han confluido en los ¨²ltimos meses muchos refugiados. El titular del texto alerta de que ¡°Se intensifica el riesgo de guerra regional¡±.
Los expertos apuntan a que el M23 recibe apoyo de Ruanda. El M23 es solo una, aunque muy destacada, entre las decenas de facciones armadas en un pa¨ªs muy inestable.
Es de inter¨¦s se?alar que, al margen del conflicto en Kivu Norte, la UE y EEUU tratan de promover una conexi¨®n ferroviaria entre el Congo y la costa angole?a, un intento de recuperar el terreno perdido en la regi¨®n en favor de China.
La secci¨®n Planeta Futuro de EL PA?S informaba en febrero del deterioro de la situaci¨®n en el Este de Congo:
Otros escenarios
Los descritos son probablemente, ahora, los escenarios de conflicto m¨¢s grave. Por supuesto, hay otros. La base del triangulo de crisis puede extender incluyendo Etiop¨ªa y Somalia. En el primero, se ha aplacado el terrible conflicto civil que asol¨® el pa¨ªs hasta hace poco; en el segundo, el Gobierno central cosecha algunos logros -aqu¨ª tambi¨¦n desempe?a un papel importante EAU, seg¨²n los expertos, y tambi¨¦n Turqu¨ªa, ambos en cooperaci¨®n con el Ejecutivo- en medio de la eterna lucha contra la milicia yihadista Al Shaabab, afiliada a Al Qaeda. Pero todo es muy fr¨¢gil.
Dentro del triangulo de crisis, tambi¨¦n hay problemas. Rep¨²blica Centroafricana, por ejemplo, sigue en una situaci¨®n precaria. Hay s¨ªntomas de evoluci¨®n, el tiempo dir¨¢ en que quedar¨¢n. Mientras en otros pa¨ªses la proyecci¨®n occidental est¨¢ en declive frente a un avance de la rusa, ah¨ª, cuenta mi compa?ero Oscar Guti¨¦rrez, las autoridades locales se plantean recurrir a los servicios de seguridad de una empresa estadounidense para diversificar y reducir su dependencia del grupo ruso Wagner.
Todo ello pasa una enorme factura a muchas sociedades africanas. El continente registr¨® en 2023 un crecimiento del PIB de un 3,2%, inferior al 4,1% de 2022, inferior a las previsiones y, sobre todo, inferior a lo que necesita ?frica para avanzar hacia la prosperidad. Grupos de poder local e intereses internacionales agitan un tablero del que se caen los civiles. La situaci¨®n no va a mejor.
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