Un pueblo de Ucrania arrasado por la invasi¨®n defiende a su mito sovi¨¦tico
El municipio de Sviatohirsk es conocido por acoger la mayor estatua dedicada al revolucionario Artem, s¨ªmbolo del nacionalismo ruso en Donb¨¢s
La figura colosal de un mito sovi¨¦tico preside el municipio ucranio de Sviatohirsk, en la provincia de Donetsk. Se trata de Artem, nombre con el que fue conocido el revolucionario bolchevique Fi¨®dor Sergu¨¦yev. Su efigie, como el resto del pueblo, no se ha librado de la destrucci¨®n que causaron los combates durante los tres meses de ocupaci¨®n rusa, entre junio y septiembre de 2022. El monumento, de 22 metros de altura y ubicado en una colina que domina la zona, sufri¨® impactos de mortero y de balas. A su alrededor hay nidos de ametralladoras excavados, cajas de munici¨®n abandonadas y campos de minas. A sus pies hay una bandera ucrania que izaron unos soldados cuando Sviatohirsk fue liberada. El viento la hizo caer y nadie la volvi¨® a subir. Se trata de una escultura dedicada a un mito del imperialismo ruso, pero tambi¨¦n de una obra de arte que Ucrania quiere preservar.
El monumento a Artem es obra de Iv¨¢n Kavaleridze (1888-1978), uno de los escultores ucranios m¨¢s destacados de principios del siglo XX. Y esto es lo que la ha salvado de las ¡°leyes de descomunizaci¨®n¡± aprobadas en 2015, seg¨²n explicaba Oksana Barshinova en el cat¨¢logo de la exposici¨®n En el ojo del hurac¨¢n: vanguardia en Ucrania 1900-1930 (2022). La guerra con los separatistas prorrusos de Donb¨¢s, en el este, intensific¨® la erradicaci¨®n de la influencia del imperialismo ruso en Ucrania, tambi¨¦n el sovi¨¦tico. A partir de la invasi¨®n rusa del pa¨ªs, el proceso se ha acelerado. ¡°Desde 2015, el monumento de Kavaleridze ha estado bajo la amenaza de ser demolido, pero ha sido su perdurabilidad y sofisticaci¨®n tecnol¨®gica lo que lo ha salvado de la destrucci¨®n¡±, escribe Barshinova.
El Ministerio de Cultura de Ucrania encontr¨® una alternativa el pasado octubre, cuando esta escultura de 1927 pas¨® a denominarse ¡°Monumento del destacado escultor Iv¨¢n Petrovich Kavaleridze¡±. Pero la realidad es que, como indicaba Barshinova, subdirectora del Museo Nacional de Arte de Ucrania, es imposible ¡°separar la ideolog¨ªa que hay en las obras monumentales de Kavaleridze¡±. El mismo artista dej¨® escrito que el trabajo en Sviatohirsk lo afront¨® con ¡°mucho entusiasmo¡±: ¡°Era importante personificar la energ¨ªa y la voluntad de todos aquellos que estaban construyendo el socialismo¡±. ¡°Con su mano izquierda, Artem agarra su gorra y con la derecha se?ala el camino a las masas¡±, explic¨® Kavaleridze, ¡°la figura se ve a distancia, y personifica el auge del joven Donb¨¢s industrial¡±.
La estatua es excepcional en su ¨¦poca, una figura cubista construida en una sola pieza de hormig¨®n. M¨¢s ambicioso era incluso el monumento a Artem que Kavaleridze construy¨® en 1924 en Bajmut. La ciudad fue aquel a?o bautizada como Artemivsk, en honor al difunto l¨ªder bolchevique, y as¨ª se llam¨® hasta la independencia de Ucrania, cuando recuper¨® su nombre anterior a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El complejo escult¨®rico de Artem en Bajmut fue destruido durante la ocupaci¨®n alemana en la II Guerra Mundial. La ciudad fue arrasada entre 2022 y 2023, durante la invasi¨®n de Mosc¨². Para Rusia, que ha ocupado las ruinas, el municipio contin¨²a llam¨¢ndose Artemivsk.
¡°Odioso bolchevique¡±
El Camarada Artem fue uno de los revolucionarios m¨¢s carism¨¢ticos de Ucrania, sobre todo en el Donb¨¢s minero. Con su muerte en 1921 en un accidente, el Partido Comunista lo elev¨® a lo m¨¢s alto del olimpo ic¨®nico sovi¨¦tico e incluso Stalin adopt¨® a su hijo. Artem combati¨® tambi¨¦n contra el nacionalismo ucranio y contra la proclamaci¨®n de la ef¨ªmera rep¨²blica de Ucrania. Para la oficialidad del pa¨ªs invadido, su figura encarna al enemigo que niega la existencia del Estado ucranio; para el enemigo, Rusia, Artem es la prueba de que Ucrania forma parte de su mundo.
El Gobierno de la provincia de Donetsk organiz¨® el pasado octubre un encuentro entre expertos y los medios de comunicaci¨®n para justificar el cambio de nombre y la supervivencia de la estatua. El Gobierno provincial invit¨® a hablar con la prensa al artista Rostislav Luzhetski, admirador de Kavaleridze, que indic¨® que casi es casualidad que la escultura sea un homenaje a Artem: ¡°Para Kavaleridze se trataba solo de una oportunidad para crear algo genial¡±. El comunicado de las autoridades de Donetsk prosegu¨ªa as¨ª: ¡°Luzhetski asegur¨® que el monumento no tiene nada que ver con la verdadera imagen del odioso bolchevique, ni el retrato ni su antropolog¨ªa. Fisonomistas que estudiaron el monumento dicen que es mucho m¨¢s similar al joven Kavaleridze¡±.
Pero la historia es la que es, se trata de un monumento a Artem. Y quienes lo saben mejor son los habitantes de Sviatohirsk. ¡°Nos encontramos en un momento de descomunizaci¨®n, pero tambi¨¦n tenemos que proteger la historia¡±, coment¨® el pasado febrero a este diario Volod¨ªmir Rebalkin, el alcalde. Rebalkin admit¨ªa la complejidad de la situaci¨®n, ¡°porque la escultura tiene el valor que es de Kavaleridze, de los buenos tiempos de la URSS [la d¨¦cada de los veinte se caracteriz¨® por una revalorizaci¨®n de la cultura nacional ucrania], pero tambi¨¦n se trata de Artem, s¨ªmbolo del terror¡±.
Lo m¨¢s importante para Rebalkin es que la escultura es un sello distintivo de uno de los municipios m¨¢s tur¨ªsticos de Ucrania. Sviatohirsk es hoy un lugar desolado, con sus bosques destrozados por los combates y gran parte de los edificios hechos trizas, pero antes de la guerra hab¨ªa sido un destino del turismo de naturaleza y salud. Serhii es un maquinista jubilado que atiende a EL PA?S frente a las ruinas de un edificio, en el centro del pueblo. De fondo, lejano, llega constante el ruido de las explosiones de los obuses ucranios que disparan hacia las posiciones rusas, a 25 kil¨®metros. Para Serhii, Artem ¡°fue un gran h¨¦roe¡±, y fue a partir de su voluntad que Sviatohirsk se convirti¨® en un lugar de ocio y zonas termales para los trabajadores mineros de Donetsk. Serhii no quiere dar su opini¨®n sobre el significado que tiene el monumento en los dos bandos que luchan, y se limita a manifestar que ¡°nadie se libra de la guerra y la tristeza¡±.
¡°Para mi generaci¨®n es un homenaje a un h¨¦roe, a Artem, para los j¨®venes ser¨¢ una cosa diferente¡±, dice Valentina Ant¨ªpova, una mujer de 75 a?os, agr¨®noma jubilada que perdi¨® a su marido durante la guerra, muerto en un ataque de artiller¨ªa. Ant¨ªpova espera en una cafeter¨ªa a que una amiga la lleve a casa en coche. Apura un t¨¦ mientras recuerda con tristeza su juventud, sin ser nost¨¢lgica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero compar¨¢ndola con la d¨¦cada que lleva la provincia de Donetsk en guerra: ¡°Para mi generaci¨®n es dif¨ªcil adaptarse a los nuevos tiempos¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.