El choque entre tradici¨®n y modernidad por la reforma del C¨®digo de Familia fractura Marruecos
El movimiento islamista amenaza con protestas masivas ante la inminente revisi¨®n de la legislaci¨®n sobre poligamia, matrimonio de menores o discriminaci¨®n hereditaria de las mujeres
¡°Mudawana kan tsana (C¨®digo de Familia, te espero)¡±, reza el lema de la campa?a lanzada en redes sociales como Instagram por organizaciones feministas y grupos de la sociedad civil de Marruecos defensores de la reforma de una legislaci¨®n que todav¨ªa tolera la poligamia, el matrimonio de menores o la discriminaci¨®n en la sucesi¨®n familiar que afecta a las mujeres, que heredan un 50% menos que sus hermanos varones. ¡°Haremos todo lo que sea necesario para preservar los valores del islam en la familia, incluso una marcha nacional con un mill¨®n de personas¡±, ha replicado el ex primer ministro Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, l¨ªder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD, islamista), en el poder entre 2011 y 2021.
En v¨ªsperas de que se anuncie la semana que viene el alcance del proyecto de reforma de la Mudawana, presentado por el Gobierno a iniciativa del rey, que ve en la revisi¨®n de la norma un legado de su reinado, la falla tect¨®nica entre tradici¨®n y modernidad que atraviesa la sociedad de Marruecos amenaza con ahondarse. En el 20? aniversario de la primera enmienda del C¨®digo de Familia ¡ªque marc¨® un hito en Marruecos al conceder a las mujeres el derecho a pedir el divorcio, entre otros avances¡ª, Mohamed VI se presenta como principal impulsor de la medida, cuando se dispone a cumplir este a?o un cuarto de siglo en el trono.
En uno de sus discursos oficiales, el monarca de la dinast¨ªa alau¨ª plante¨® en julio de 2022 la necesidad de superar las lagunas legales de la Mudawana. El Gobierno del primer ministro Aziz Ajanuch dej¨® pasar el tiempo, a la vista del rechazo expresado por sectores conservadores religiosos, hasta que el rey fij¨® el pasado septiembre un plazo de seis meses, que expira el pr¨®ximo martes, para la presentaci¨®n del proyecto de ley. Como Comendador de los Creyentes, con atribuciones de l¨ªder religioso, Mohamed VI sent¨® las bases para la revisi¨®n legislativa bajo esta m¨¢xima: ¡°No puedo autorizar lo que Dios ha prohibido, pero tampoco impedir lo que el Alt¨ªsimo ha permitido¡±.
Con el apoyo de los partidos progresistas, las organizaciones feministas conf¨ªan en que se imponga una nueva visi¨®n del C¨®digo de Familia. ¡°Esperamos una reforma profunda que ponga fin a cuestiones que ya ten¨ªan que haber sido resueltas en 2004, como el matrimonio de menores, donde persisten excepciones a la regla. Hay que impedirlo de forma categ¨®rica¡±, afirma Nuzha Skali, que fue ministra de Desarrollo Social y Familia entre 2007 y 2011, y diputada por el Partido del Progreso y el Socialismo cuando se enmend¨® por primera vez la Mudawana.
La actual legislaci¨®n proh¨ªbe el matrimonio con menores de 18 a?os, aunque permite a los jueces avalar que una ni?a pueda casarse con un hombre adulto. En 2023 se presentaron 14.197 peticiones de autorizaci¨®n judicial en Marruecos. Un a?o antes, hubo 20.097. En ambos a?os, m¨¢s de dos terceras partes de las solicitudes fueron aceptadas, seg¨²n datos de la Fiscal¨ªa General. ¡°Como con la poligamia, que la ley de 2004 limit¨® a casos especiales, tambi¨¦n existen excepciones, aunque no de forma tan extensiva como en el matrimonio de menores¡±, advierte la veterana feminista Skali.
Para el ex primer ministro Benkir¨¢n, que a comienzos de mes hizo en Casablanca una demostraci¨®n de fuerza del principal partido islamista del pa¨ªs magreb¨ª, la reforma de la Mudawana obedece a una ¡°conjura extranjera para convertir en europeos a los marroqu¨ªes¡±. ¡°Gozamos de autonom¨ªa [religiosa], pero hay que defenderla con la resistencia popular¡±, advirti¨®, antes de arremeter contra el Consejo Nacional de los Derechos Humanos, un organismo estatal, por no mantener el consenso sobre el islam en la sociedad.
El jefe de filas del PJD sostuvo que no existe ninguna ¡°prueba cient¨ªfica¡± de que una persona de 15 a?os sea menor a efectos de contraer matrimonio, y defendi¨® que impedirle casarse puede conducir a ¡°situaciones m¨¢s perjudiciales, como el aborto¡±, de acuerdo con una informaci¨®n del portal digital Hespress. Sobre el matrimonio m¨²ltiple, insisti¨® en que no se trataba de una ¡°cuesti¨®n urgente¡±. La Mudawana vet¨® hace 20 a?os la poligamia, una pr¨¢ctica reducida a menos de un 2% de los hogares marroqu¨ªes, salvo que sea aprobada por la primera esposa y cuente con aval judicial.
En medio del debate pol¨ªtico y religioso, el Consejo Econ¨®mico, Social y Medioambiental (CESE, por sus siglas en franc¨¦s) ha constatado que el matrimonio de menores tiene efectos negativos sobre la salud de las afectadas, ya que afrontan embarazos sin estar plenamente desarrolladas, y en su educaci¨®n, al no concluir sus estudios; adem¨¢s, ha alertado de que lastra el desarrollo econ¨®mico y social del pa¨ªs. El CESE es uno de los ¨®rganos oficiales que junto con partidos, sindicatos, asociaciones y expertos han comparecido en algunas de las 130 sesiones consultivas convocadas por la comisi¨®n encargada de la revisi¨®n del C¨®digo de Familia para recabar la opini¨®n social.
¡°Un pa¨ªs listo para el cambio¡±
¡°El rey propuso un enfoque participativo amplio para la adecuaci¨®n de la legislaci¨®n a las mutaciones sociales y su armonizaci¨®n con la Constituci¨®n de 2011 y las convenciones internacionales ratificadas por Marruecos. Pero en todo proceso de cambio se producen resistencias, en especial cuando afecta a la intimidad de las personas¡±, reconoce la exministra de Familia Skali. ¡°Hay una corriente que va en contra del sentido de la historia que se aferra a la shar¨ªa (jurisprudencia religiosa musulmana), aunque la vida de la gente evoluciona. Las mujeres trabajan, son mayor¨ªa en la sanidad, en la ense?anza, y contribuyen a sostener a las familias. La reforma del C¨®digo de la Familia debe adaptar la ley a la realidad¡±, argumenta la exdiputada progresista, ¡°y el pa¨ªs ya est¨¢ listo para el cambio¡±.
Aunque se trata de una medida administrativa sin rango de ley, aplicada en primer lugar en consulados de Marruecos como el de Madrid, la autorizaci¨®n reci¨¦n aprobada por los poderosos ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores, que dependen directamente del rey, para que las madres puedan solicitar el pasaporte de sus hijos sin contar con permiso del padre parece apuntar a que la reforma de la Mudawana conllevar¨¢ algunos avances para las mujeres.
Las organizaciones feministas destacan tambi¨¦n la urgencia en reformar una legislaci¨®n sucesoria que est¨¢ en contradicci¨®n con la Constituci¨®n, aprobada tras la ola de marchas democr¨¢ticas de 2011 surgidas al hilo de la primavera ¨¢rabe y las convenciones internacionales a las que se ha adherido Marruecos. En la legislaci¨®n actual, si hay hermanos varones, las hijas heredan la mitad que aquellos. Si no los hay, est¨¢n obligadas a compartir los bienes con t¨ªos o primos de la rama paterna, que pueden llegar incluso a despojarlas del patrimonio familiar. En la asignaci¨®n de la tutela y custodia de los hijos en caso de separaci¨®n matrimonial, las marroqu¨ªes se siguen viendo discriminadas respecto a los hombres.
El choque entre el Marruecos urbano y rural, entre el moderno y el tradicional, se vive d¨ªa a d¨ªa en las calles de ciudades y pueblos. El desarrollo econ¨®mico experimentado en los ¨²ltimos 25 a?os contrasta con una desigualdad extrema. El peso de los valores tradicionales y del islam en un pa¨ªs donde el jefe del Estado pertenece una dinast¨ªa que se declara descendiente del profeta Mahoma lastran el avance de las reformas. Los sectores pol¨ªticos m¨¢s conservadores, como los islamistas que gobernaron en Rabat durante una d¨¦cada, esgrimen la inmutabilidad de las normas de base religiosa sobre la familia para intentar recuperar la hegemon¨ªa pol¨ªtica que perdieron en las urnas hace tres a?os. Benkir¨¢n, su l¨ªder, predica ahora que ¡°la reglamentaci¨®n excesiva de las relaciones conyugales, como la admisi¨®n de denuncias por violaci¨®n en el seno del matrimonio, amenazan con perturbar la armon¨ªa familiar¡±.
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