El Patriarca Latino de Jerusal¨¦n, sobre los 1.000 cristianos refugiados en Gaza: ¡°No tienen d¨®nde ir. No hay lugar seguro¡±

En los 24 a?os que lleva en Tierra Santa, el hoy cardenal Pierbattista Pizzaballa (Cologno al Serio, Italia, 58 a?os) nunca hab¨ªa visto tanta violencia ni ¡°lo que la rodea¡±. ¡°El odio, el resentimiento, la venganza, la desconfianza... Todo junto con tanta intensidad¡±, lamenta en una entrevista con este peri¨®dico con motivo de una Semana Santa en la que ha encabezado una triste procesi¨®n de Domingo de Ramos desde el Monte de los Olivos de Jerusal¨¦n. Es una jornada tradicionalmente festiva...

En los 24 a?os que lleva en Tierra Santa, el hoy cardenal Pierbattista Pizzaballa (Cologno al Serio, Italia, 58 a?os) nunca hab¨ªa visto tanta violencia ni ¡°lo que la rodea¡±. ¡°El odio, el resentimiento, la venganza, la desconfianza... Todo junto con tanta intensidad¡±, lamenta en una entrevista con este peri¨®dico con motivo de una Semana Santa en la que ha encabezado una triste procesi¨®n de Domingo de Ramos desde el Monte de los Olivos de Jerusal¨¦n. Es una jornada tradicionalmente festiva, con c¨¢nticos y ramas de olivo para recordar la entrada de Jes¨²s en la ciudad, pero este a?o se ha celebrado sin m¨²sica y con escasa asistencia, ya que apenas hay turistas y peregrinos, los cristianos gazat¨ªes tienen bastante con sobrevivir y muchos de los cisjordanos temen estos d¨ªas cruzar y dependen de permisos del ej¨¦rcito israel¨ª.

Pizzaballa, de la orden franciscana, es la m¨¢xima autoridad cat¨®lica en Tierra Santa. Su t¨ªtulo desde 2020 es Patriarca Latino de Jerusal¨¦n: representa al Papa en la zona y supervisa las iglesias de rito latino en Israel, Palestina, Jordania y Chipre. Entre 2004 y 2016 fue el m¨¢ximo responsable de los lugares santos cristianos, en tanto que custodio de Tierra Santa. En esa etapa, Francisco le encomend¨® organizar un in¨¦dito rezo por la paz en los jardines vaticanos con los entonces presidentes israel¨ª, Sim¨®n Peres, y palestino, Mahmud Abbas.

Por su cargo, Pizzaballa mantiene hoy contacto constante con los cat¨®licos en Gaza. La min¨²scula comunidad cristiana (unas 1.000 personas, la mayor¨ªa greco-ortodoxos, unos 180 cat¨®licos) ha elegido permanecer refugiada en una iglesia y otro recinto religioso de la capital de la Franja, en vez de cumplir la orden del ej¨¦rcito de huir al sur, donde se aglutina m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n y el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, ha prometido lanzar una incursi¨®n terrestre, con o sin el apoyo de sus aliados. ¡°Encontraron refugio all¨ª al principio de la guerra y, pese a todas las peticiones del ej¨¦rcito de que evacuasen, decidieron quedarse, como muchos otros. En primer lugar, porque no saben ad¨®nde ir. No tienen un sitio. Y no hay un lugar seguro en Gaza, ni en el norte, ni en el sur¡±, asegura en el edificio del Patriarca Latino de Jerusal¨¦n, en el barrio cristiano de la antigua ciudadela amurallada.

Antes se pod¨ªa conseguir comida en el mercado negro. Ahora ni siquiera.

La situaci¨®n en el norte de Gaza es tan desesperada que los cristianos han empezado a tirar de las reservas de alimentos que ten¨ªan en las casas y parroquias. Lo hacen, dice, ¡°con mucho cuidado¡±, porque no saben cu¨¢ndo podr¨¢n reponerlas. ¡°Es muy dif¨ªcil obtener comida. No hay suficiente para todos. Antes se pod¨ªa comprar en el mercado negro, el ¨²nico que funcionaba. Ahora ni siquiera se encuentra comida all¨ª. No es una cuesti¨®n de dinero, es una cuesti¨®n de encontrar comida¡±, se?ala.

Por lo general, se?ala Pizzaballa, ¡°cocinan una o dos veces por semana¡± para toda la comunidad. La principal herramienta mundial de an¨¢lisis de la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n (IPC, en sus siglas en ingl¨¦s) se?al¨® el pasado lunes que la mitad de los 2,3 millones de gazat¨ªes padece falta extrema de acceso a los alimentos y que una hambruna en el norte ¨Ddonde se encuentra la comunidad cristiana¨D es ¡°inminente¡±.

Se trata de algo menos de 600 personas en el Complejo de la Sagrada Familia, la ¨²nica iglesia cat¨®lica en Gaza, y de 249 en un recinto greco-ortodoxo. Adem¨¢s de los bombardeos y el hambre, su principal problema es la falta de medicamentos, explica el patriarca. ¡°Algunos est¨¢n enfermos y los necesitan, pero es muy dif¨ªcil hac¨¦rselos llegar. Cuesta mucho encontrar conductores que est¨¦n dispuestos a ir del sur al norte [de Gaza] porque es peligroso¡±, apunta. Los polic¨ªas del Gobierno de Ham¨¢s no se atreven a proteger los convoyes de ayuda humanitaria, porque Israel aprovecha para bombardearlos. Algunos convoyes han sido asaltados por multitudes hambrientas, clanes familiares armados o bombardeados por el propio ej¨¦rcito israel¨ª.

Cada Navidad, Pizzaballa iba a Gaza para acompa?ar al pu?ado de familias cat¨®licas. Este a?o no pudo, as¨ª que aprovech¨® la televisada misa del Gallo para pedir traducci¨®n al ¨¢rabe y dirigirse a ellos desde la ciudad cisjordana de Bel¨¦n, donde la tradici¨®n sit¨²a el nacimiento de Jes¨²s.

La inmensa mayor¨ªa de familias cristianas contin¨²a en Gaza, pese a que suelen tener m¨¢s conexiones con el extranjero. Solamente han podido salir a trav¨¦s de Rafah, el puesto fronterizo con Egipto, algunas con doble nacionalidad o que ya ten¨ªan visado a pa¨ªses como Canad¨¢ o Australia, dice. Otras ¨Dcomo miles de palestinos musulmanes¨D han pagado el dineral que exige una mafia por la coordinaci¨®n: incluir sus nombres en la lista de la polic¨ªa egipcia para poder salir.

Piden que los apoyemos. Que no los abandonemos. Y no los estamos abandonando.

¡°Est¨¢n muy preocupados por el futuro. ?Qu¨¦ suceder¨¢? ?Qu¨¦ hacer? ?A d¨®nde ir? El Papa tambi¨¦n los llama con bastante frecuencia¡±, explica. ?Qu¨¦ les piden ellos a ustedes cuando hablan? ¡°Que los apoyemos, que no los abandonemos en la medida de lo posible. Y no los estamos abandonando¡±, responde.

De los m¨¢s de 32.000 muertos por fuego israel¨ª en los casi seis meses de guerra, una veintena son cristianos. La gran mayor¨ªa (18) en un bombardeo a la iglesia ortodoxa de San Porfirio. Tiradores israel¨ªes mataron a otros tres en el complejo cat¨®lico y un cuarto pereci¨® por falta de cuidados m¨¦dicos tras caerse en el recinto, explica Pizzaballa.

El patriarca insiste en que, pese a la situaci¨®n, la reconciliaci¨®n y el respeto forman parte del mensaje del Evangelio y, en estos momentos, resulta particularmente importante ¡°utilizar una terminolog¨ªa adecuada, sin caer en la tentaci¨®n de deshumanizar a los dem¨¢s, como ha sucedido muchas veces¡±. ¡°Hay dos narrativas: la israel¨ª y la palestina. Todo el mundo ve la perspectiva desde su propio punto de vista. Y no se presta atenci¨®n a la perspectiva, necesidades o situaci¨®n de la otra parte. No es nuevo, pero se ha vuelto muy evidente, muy doloroso, en esta guerra¡±, lamenta.

Pizzaballa gener¨® titulares sin buscarlo poco despu¨¦s del ataque del 7 de octubre, en el que milicianos liderados por Ham¨¢s y algunos civiles mataron a unas 1.200 personas (en su mayor¨ªa civiles) y tomaron m¨¢s de 240 rehenes, de los que a¨²n quedan 134, tras un canje por un alto el fuego y la excarcelaci¨®n de reclusos palestinos en noviembre. Sucedi¨® porque, a preguntas de un periodista, manifest¨® su ¡°absoluta disponibilidad¡± para ser intercambiado por los ni?os israel¨ªes secuestrados aquel d¨ªa. ¡°En este contexto de odio, resentimiento, venganza y desconfianza, necesitamos gestos de justicia, reconciliaci¨®n, amor y respeto¡±, explica hoy. ¡°Uno de los elementos de esta guerra es el lenguaje. Hay que usar una terminolog¨ªa en la que se digan cosas que son verdad, pero con respeto. Nuestro papel no es ser mediadores, sino facilitar el di¨¢logo, y es importante mantener viva la atenci¨®n sobre el futuro. Tener presente¡±, a?ade, ¡°que todos vamos a seguir estando aqu¨ª y tendremos que tratar con el otro¡±.

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