Marruecos tolera las protestas por la guerra en Gaza, pero reprime cr¨ªticas a la relaci¨®n con Israel
Militantes islamistas contrarios a la normalizaci¨®n con el Estado jud¨ªo reciben condenas de c¨¢rcel, acusados de cuestionar la figura del rey, mientras las concentraciones no cesan desde hace seis meses
En medio de una discreta vigilancia policial, decenas de personas se concentran cada semana con kufiyas (pa?uelos) y banderas de Palestina ante la sede del Parlamento en Rabat contra las operaciones militares de Israel en la franja de Gaza. Manifestaciones que han reunido a miles de asistentes han recorrido durante los m¨¢s de seis meses de guerra las calles de la capital y las principales ciudades de Marruecos, uno de los cinco pa¨ªses ¨¢rabes que mantiene relaciones oficiales con el Estado de Israel. ¡°La pol¨ªtica del r¨¦gimen no tiene nada que ver con el pueblo, y no solo en lo que concierne a la causa palestina¡±, afirmaba el pasado martes el ingeniero Taib Madmad, de 68 a?os, dirigente del Frente Marroqu¨ª de Apoyo a Palestina y Contra la Normalizaci¨®n, que agrupa a una veintena de partidos de izquierda, sindicatos y asociaciones, en la primera protesta organizada tras el fin de las festividades de Ramad¨¢n. Frente a la calma formal con que se desarrolla la ola de concentraciones, algunos militantes islamistas han recibido ya condenas de c¨¢rcel por cuestionar en las redes sociales los lazos de Marruecos con el Gobierno israel¨ª.
¡°Varios de los que nos encontramos aqu¨ª hemos sido procesados por habernos opuesto a la normalizaci¨®n con Israel en un acto considerado no autorizado por las autoridades¡±, aseguraba Madmad ante el edificio de las C¨¢maras legislativas en Rabat. Una decena de activistas han sido encausados por participar en noviembre en una acci¨®n de boicot al bloquear el acceso a un supermercado Carrefour en Sal¨¦, ciudad colindante con la capital. Los convocantes hab¨ªan acusado a la cadena francesa de distribuci¨®n de facilitar alimentos al ej¨¦rcito israel¨ª en Gaza, a trav¨¦s de su franquicia local. A la espera de juicio, el responsable del Frente de Apoyo a Palestina sigue participando en las concentraciones semanales, que se alternan con las organizadas por fuerzas islamistas como el Partido de la Justicia y el Desarrollo, que encabez¨® las coaliciones de Gobierno entre 2011 y 2021, o Justicia y Espiritualidad, movimiento no reconocido como partido legal aunque tolerado.
Criticar los lazos diplom¨¢ticos con Israel, establecidos a finales de 2020 despu¨¦s de que Estados Unidos reconociera la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental, no est¨¢ tipificado en el C¨®digo Penal. Pero atentar contra la instituci¨®n de la monarqu¨ªa supone traspasar una l¨ªnea roja en Marruecos. El militante de Justicia y Espiritualidad Abderram¨¢n Zankad, de 48 a?os, ha sido condenado este mes a cinco a?os de c¨¢rcel, acusado de los delitos de falta de respeto al rey y atentado contra los s¨ªmbolos del reino, por cuestionar a los gobernantes ¨¢rabes que han auspiciado la normalizaci¨®n diplom¨¢tica con Israel. Sus abogados alegan que Zankad se limit¨® a afirmar en Facebook que ¡°la normalizaci¨®n solo caer¨¢ cuando caigan aquellos que la han hecho posible¡±, seg¨²n informa la agencia Efe.
En agosto del a?o pasado, el tambi¨¦n militante de Justicia y Espiritualidad Said Bukyud fue condenado a cinco a?os de prisi¨®n tras haber arremetido en las redes sociales contra el establecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel. Tambi¨¦n fue acusado de ¡°socavar las instituciones¡±, pero su pena fue rebajada a tres a?os de c¨¢rcel tras un recurso de apelaci¨®n al sentenciarle por un delito ¡°contra la persona del rey o del heredero al trono¡±. Bukyud, residente en Qatar, hab¨ªa sido detenido en el aeropuerto de Casablanca, adonde viaj¨® para pasar unas vacaciones con su familia en Marruecos.
Tres manifestaciones contra la normalizaci¨®n con Israel reunieron a m¨¢s de 10.000 personas en Rabat en octubre, diciembre y febrero. A comienzos de abril, varios miles marcharon tambi¨¦n por las calles de Casablanca. Las concentraciones de protesta se suceden regularmente en decenas de ciudades. Un 88% de los marroqu¨ªes rechaza el reconocimiento diplom¨¢tico de Israel, seg¨²n un sondeo del Centro ?rabe de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos, citado por el portal digital informativo Morocco World News.
Entre el aparato del Estado ¨Dque busca preservar los activos de las relaciones con Israel: como, entre otros, la soberan¨ªa sobre el S¨¢hara o la cooperaci¨®n militar¨D y la sociedad civil, abrumadoramente indignada ante las im¨¢genes de sufrimiento de los palestinos en la franja de Gaza, se abre una creciente brecha por la que asoma una crisis latente en el pa¨ªs magreb¨ª. Las sentencias de c¨¢rcel y los procesamientos en curso contra voces cr¨ªticas y participantes en protestas son una muestra de la tensi¨®n que ha hecho aflorar el descontento. Organizaciones de defensa de los derechos humanos reclaman a las autoridades que respeten la libertad de expresi¨®n amparada por la Constituci¨®n de 2011.
Entre la ambig¨¹edad y el compromiso
El propio rey Mohamed VI encabeza en el seno de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n Isl¨¢mica (OCI) el respaldo a la causa palestina. Tras un periodo de ambig¨¹edad durante los choques registrados entre israel¨ªes y palestinos en los primeros meses de 2023, Marruecos se apresur¨® a condenar la irrupci¨®n de las fuerzas de seguridad israel¨ªes en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar m¨¢s sagrado del islam. En ese momento, se produjo adem¨¢s un inusual enfrentamiento entre los islamistas del PJD y el ministro de Exteriores, Naser Burita, arquitecto del acercamiento diplom¨¢tico a Israel.
Como presidente del Comit¨¦ Al Quds (Jerusal¨¦n, en ¨¢rabe) de la OCI, el rey de Marruecos se ha mostrado a favor de la soluci¨®n de los dos Estados en el conflicto palestino-israel¨ª y ha ordenado el env¨ªo de ayuda humanitaria para la poblaci¨®n gazat¨ª. Formalmente, la coalici¨®n de tres partidos que gobierna en Rabat ha exigido a Israel el ¡°cese inmediato de la guerra en Gaza¡± y ha denunciado los ataques contra civiles ¡°indefensos¡± en la Franja.
La guerra en Gaza tambi¨¦n tiene repercusiones internas en Marruecos. El Partido de la Justicia y el Desarrollo, bajo cuyo mandato se aprob¨® la normalizaci¨®n de relaciones en 2020, se ve relegado en los sondeos electorales tras el desgaste sufrido en una d¨¦cada de ejercicio de poder. Mientras, Justicia y Caridad, que parec¨ªa preferir ausentarse del tablero pol¨ªtico y jugar la baza de una amplia implantaci¨®n social, env¨ªa se?ales ahora de aspirar a acaparar el espacio del islamismo pol¨ªtico en Marruecos. En un c¨®nclave de la organizaci¨®n celebrado en febrero, el movimiento religioso present¨® una nueva plataforma pol¨ªtica. Su perfil detallado equivale a un programa electoral, con novedosas menciones a la econom¨ªa de mercado y a la integraci¨®n de los j¨®venes y las mujeres en la sociedad. Sin embargo, omite cuestionar, como era una constante en el pasado, el papel del monarca como comendador de los creyentes, de l¨ªder religioso indiscutible del pa¨ªs magreb¨ª.
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