Los paramilitares de Sud¨¢n amenazan la ¨²ltima capital fuera de su control en Darfur
Un ataque en El Fasher, una de las ciudades m¨¢s populosas y diversas del pa¨ªs, hace temer una de las peores masacres de la guerra civil y ha movilizado a m¨²ltiples grupos armados
Tras sufrir algunos reveses en el centro de Sud¨¢n en los ¨²ltimos meses, las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido han lanzado en las ¨²ltimas semanas una ofensiva en el norte de Darfur, al oeste del pa¨ªs, y se preparan ahora para atacar la capital de la regi¨®n, El Fasher, una de las ciudades m¨¢s populosas del pa¨ªs y un refugio para cientos de miles de desplazados. Se trata, adem¨¢s, de la ¨²ltima capital de la regi¨®n que contin¨²a bajo control del ej¨¦rcito y de grupos armados aliados, por lo que se teme que el asalto d¨¦ pie a la batalla final por Darfur y a una de las m¨¢s mort¨ªferas del conflicto, que se desat¨® el 15 de abril de 2023.
El avance de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido en el vasto Estado de Darfur Norte, uno de los cinco en los que se divide la hist¨®rica regi¨®n de Darfur, empez¨® a mediados de abril con un ataque a varias localidades alrededor de El Fasher. Desde entonces, los paramilitares y milicias aliadas se han dedicado a enviar m¨¢s efectivos hacia la zona y a levantar puestos de control en algunas de las principales entradas y salidas de la ciudad, seg¨²n fotos de sat¨¦lite difundidas por el centro de investigaci¨®n humanitaria de la Universidad de Yale. En paralelo, el ej¨¦rcito ha intensificado los bombardeos contra posiciones de los paramilitares y ha reabastecido a sus filas dentro de la ciudad con env¨ªos por aire, mientras los movimientos armados locales movilizados a su lado han enviado refuerzos y blindado sus defensas ante la perspectiva de un asalto a gran escala. En El Fasher viven m¨¢s de un mill¨®n de personas y la ciudad alberga dos de los mayores campos de desplazados del Estado.
¡°La situaci¨®n en El Fasher es peligrosa y muy preocupante¡±, constata el exgobernador de Darfur Norte Nimr Mohamed. ¡°Hay un intercambio de artiller¨ªa pesada entre el ej¨¦rcito y las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido y bombardeos de vez en cuando, lo que causa constantes p¨¦rdidas de vidas de civiles inocentes. Y lo que es m¨¢s peligroso es que ahora la ciudad est¨¢ sitiada desde el exterior¡±, agrega. ¡°Hay una gran preocupaci¨®n entre los civiles, y se esperan enfrentamientos y batallas en cualquier momento¡±, advierte.
Con la ofensiva de los paramilitares y de las milicias aliadas ha llegado su elenco habitual de atrocidades contra comunidades ¨¦tnicas distintas a la de la mayor¨ªa de miembros que integran sus filas, y que cada vez m¨¢s grupos de derechos humanos se?alan que equivalen a un genocidio. Entre principios de marzo y mediados de abril, al menos 22 localidades cercanas a El Fasher fueron atacadas y arrasadas en incendios aparentemente provocados, seg¨²n los an¨¢lisis de la Escuela de Salud P¨²blica de Yale, lo que coincide con sus pr¨¢cticas de tierra quemada en otros puntos de Darfur. EL PA?S ha contactado con un portavoz de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, pero no ha obtenido respuesta en el momento de publicar este art¨ªculo.
Por su parte, los bombardeos del ej¨¦rcito, cuyas acciones en Darfur se limitan casi exclusivamente a ataques a¨¦reos, son a menudo indiscriminados; utilizan armamento impreciso y se realizan en zonas habitadas, lo que deja un alto n¨²mero de v¨ªctimas civiles.
Crisis humanitaria
La amenaza de un asalto sobre El Fasher se produce, adem¨¢s, cuando la ciudad, al igual que el resto de Darfur Norte, se halla en una situaci¨®n humanitaria cr¨ªtica que la ofensiva de los paramilitares solo est¨¢ agravando. En las ¨²ltimas semanas, los cortes de energ¨ªa son cada vez m¨¢s frecuentes y se est¨¢ agudizando la escasez de suministros esenciales como comida, agua y combustible, debido en gran medida a las dificultades para acceder a la ciudad. Desde la segunda semana de marzo, las agencias de la ONU han podido enviar solo 95 camiones de ayuda a todo Darfur, 35 de ellos al norte, y ahora hay otros 13 en camino y 25 m¨¢s en espera en la frontera con Chad por la inseguridad y la falta de autorizaciones, seg¨²n Toby Harward, coordinador humanitario adjunto de la ONU para Sud¨¢n. Harward se?ala que la politizaci¨®n de la ayuda por las partes beligerantes y la inseguridad en la regi¨®n son impedimentos cr¨ªticos para poder ampliar las operaciones.
La situaci¨®n es especialmente alarmante en los extensos y desprotegidos campos de desplazados de los alrededores de El Fasher, de entre los que destaca Zamzam, uno de los mayores de Darfur y donde a finales de 2022 viv¨ªan m¨¢s de 450.000 personas, seg¨²n el Consejo Noruego para Refugiados. Antes de que los paramilitares lanzaran su ofensiva, M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), que es una de las ¨²nicas agencias de ayuda internacional en el campo, alert¨® de que sus habitantes sufren una crisis de desnutrici¨®n catastr¨®fica y que la malnutrici¨®n provocaba la muerte de un ni?o cada dos horas. MSF opera en este campo un hospital de campa?a y dos de las cuatro cl¨ªnicas que alberga. ¡°La poblaci¨®n de los campos [y de El Fasher] est¨¢ en peligro de muerte y devastaci¨®n debido al hambre extrema o a las armas¡±, asegura Adam Rojal, portavoz de una coordinadora de desplazados y refugiados en la regi¨®n de Darfur, en un comunicado compartido con este peri¨®dico.
La situaci¨®n en El Fasher ilustra la complejidad que ha seguido a la guerra civil de Sud¨¢n. Los combates estallaron como un conflicto entre el ej¨¦rcito regular y las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Pero su prolongaci¨®n, el pavor a los paramilitares y las flaquezas del ej¨¦rcito han empujado desde entonces a los principales movimientos armados de las relegadas periferias del pa¨ªs, anta?o enfrentados al r¨¦gimen de Jartum, a revisar su neutralidad inicial tambi¨¦n en Darfur. A pesar de ciertas tensiones y fracturas internas, la mayor¨ªa se ha alineado con los militares.
En El Fasher, la poblaci¨®n pertenece sobre todo a comunidades ¨¦tnicas que forman el grueso de muchos grupos armados locales, y que tradicionalmente han sido perseguidas por los paramilitares y sus milicias aliadas, a quienes durante a?os el ej¨¦rcito subcontrat¨® la engorrosa tarea de reprimir. Hoy, m¨¢s de una decena de estos grupos se han movilizado para defender la ciudad y su gente. ¡°Si las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido atacan [El Fasher], creo que todos los movimientos armados participar¨¢n junto al ej¨¦rcito, incluso algunas facciones que no lo han hecho [hasta ahora]¡±, anticipa Al-Amin Ishaq Zakaria, portavoz de uno de estos movimientos, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Sud¨¢n-Consejo de Transici¨®n.
Los otros cuatro Estados de Darfur, considerados tambi¨¦n feudos tradicionales de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, se encuentran en manos de los paramilitares desde que se hicieron con el control total en una r¨¢pida ofensiva lanzada a finales del a?o pasado, con el objetivo de tomar las ¨²ltimas posiciones que manten¨ªa el ej¨¦rcito, que apenas plant¨® resistencia. En las ¨²ltimas semanas, efectivos paramilitares de estas zonas se han dirigido hacia El Fasher.
La guerra de Sud¨¢n, que estall¨® hace poco m¨¢s de un a?o, ha producido una de las peores crisis humanitarias del mundo, seg¨²n la ONU. Actualmente, 25 millones de personas ¨Den torno a la mitad de la poblaci¨®n del pa¨ªs¨D necesita ayuda humanitaria y 18 millones sufren altos niveles de hambre. La declaraci¨®n de hambruna es solo una cuesti¨®n de tiempo. Adem¨¢s, los desplazados, dentro y fuera del pa¨ªs, superan los 10 millones; el 65% de la poblaci¨®n no tiene acceso a la sanidad; y 19 millones de ni?os no van a escuela. El n¨²mero de muertos se desconoce.
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