La ausencia de un plan sobre Gaza fractura al Gobierno de coalici¨®n de Netanyahu
Uno de los pesos pesados del Ejecutivo de guerra, Benny Gantz, amenaza al primer ministro israel¨ª con dimitir si no consens¨²an antes del 8 de junio ¡°una br¨²jula estrat¨¦gica clara y realista¡± sobre la invasi¨®n en la Franja
El pulso que lleva meses libr¨¢ndose en el Gobierno de guerra israel¨ª ¡ªa puerta cerrada o a trav¨¦s de filtraciones¡ª ha salido esta semana a plena luz. Uno de sus pesos pesados, Benny Gantz, ha dado p¨²blicamente un ultim¨¢tum al primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu: o alcanzan un acuerdo antes del 8 de junio en torno a seis ¡°objetivos estrat¨¦gicos¡± o abandona el Ejecutivo. Lanza la amenaza consciente de que, en unas eventuales elecciones anticipadas, su formaci¨®n (Unidad Nacional) saltar¨ªa de 12 a 30 esca?os (un cuarto d...
El pulso que lleva meses libr¨¢ndose en el Gobierno de guerra israel¨ª ¡ªa puerta cerrada o a trav¨¦s de filtraciones¡ª ha salido esta semana a plena luz. Uno de sus pesos pesados, Benny Gantz, ha dado p¨²blicamente un ultim¨¢tum al primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu: o alcanzan un acuerdo antes del 8 de junio en torno a seis ¡°objetivos estrat¨¦gicos¡± o abandona el Ejecutivo. Lanza la amenaza consciente de que, en unas eventuales elecciones anticipadas, su formaci¨®n (Unidad Nacional) saltar¨ªa de 12 a 30 esca?os (un cuarto del Parlamento), mientras que el Likud de Netanyahu caer¨ªa de 32 a 19, seg¨²n el sondeo publicado este viernes por el diario Maariv.
Su marcha no implicar¨ªa la ca¨ªda autom¨¢tica del Ejecutivo, ni la convocatoria de elecciones anticipadas que muchos piden en las calles. Pero s¨ª arrinconar¨ªa a Netanyahu justo en una semana en la que la muerte de 11 soldados (alrededor de la mitad por fuego amigo) y la recuperaci¨®n de cuatro cad¨¢veres de rehenes (en vez de que volviesen vivos en un canje) ahondan la impresi¨®n de que la ¡°victoria total¡± prometida es una quimera y Gaza podr¨ªa acabar convertida para Israel en una suerte de Vietnam.
Entre Gantz y Netanyahu no hay diferencias ideol¨®gicas notables. No es, en absoluto, un pulso entre una paloma y un halc¨®n. De hecho, el propio Gantz se ha preocupado en subrayar este domingo que ¨¦l habr¨ªa invadido Rafah y ¡°acabado el trabajo¡± hace meses y que tambi¨¦n rechaza crear un Estado palestino y que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) gestione los asuntos civiles en la Gaza de posguerra. Reprocha incluso a Netanyahu haber firmado con Yasir Arafat en 1997 (durante su primera legislatura) la divisi¨®n de la ciudad de Hebr¨®n, en el marco de los Acuerdos de Oslo.
El problema est¨¢, argument¨®, en la ausencia de ¡°una br¨²jula estrat¨¦gica clara y realista¡± y en el ¡°sabotaje de los esfuerzos para cultivar el apoyo de Estados Unidos y de los pa¨ªses ¨¢rabes moderados¡±, de forma que ¡°otros actores palestinos¡± tomen el control de Gaza. Netanyahu cree que esta estrategia equivaldr¨ªa a empezar la casa por el tejado: mientras que Ham¨¢s ¡°siga en pie¡±, nadie va a ofrecerse para gestionar el d¨ªa a d¨ªa los escombros de una Gaza en la que el ej¨¦rcito israel¨ª seguir¨ªa efectuando redadas frecuentes, como hace ahora en las ciudades de Cisjordania bajo control administrativo y de seguridad de la ANP.
Gantz marc¨® seis objetivos estrat¨¦gicos para el acuerdo. El primero, simb¨®licamente, es traer de vuelta a los rehenes. El segundo, establecer un ¡°mecanismo de Gobierno civil¡± con implicaci¨®n de ¡°elementos estadounidenses, europeos, [de los pa¨ªses] ¨¢rabes y palestinos que sirva como base para una futura alternativa que no sea Ham¨¢s ni [Mahmud] Abbas [el presidente de la ANP]¡±. Tambi¨¦n promover la normalizaci¨®n de relaciones con Arabia Saud¨ª y crear un marco para que ¡°todos los israel¨ªes sirvan al Estado¡±. Es decir, para acabar con la exenci¨®n del servicio militar obligatorio de la que gozan los ultraortodoxos (socios de coalici¨®n de Netanyahu) desde la creaci¨®n del pa¨ªs, en 1948.
El comentarista pol¨ªtico Ben Caspit recuerda en el diario Maariv que Gantz no ha elegido como tope el 8 de junio por casualidad. Seis d¨ªas antes, el Tribunal Supremo se reunir¨¢ ¡ªcon nueve jueces, en vez de los habituales tres¡ª para abordar la exenci¨®n militar para los ultraortodoxos. Cuando hace dos meses, Netanyahu anunci¨® que no hab¨ªa acuerdo para renovar la exenci¨®n, el Supremo oblig¨® al Estado a dejar de transferir fondos a los seminarios religiosos jud¨ªos cuyos alumnos deber¨ªan ir a filas. Es, a juicio de Caspit, el asunto ¡°que m¨¢s pone en riesgo¡± la coalici¨®n. Una brecha a flor de piel desde hace a?os que la movilizaci¨®n masiva de reservistas para Gaza y las fronteras con L¨ªbano y Siria ha hecho que vuelva a aflorar y sobre la que Netanyahu busca ahora un acuerdo contra reloj.
Beneficio propio
Hoy, cunde la sensaci¨®n en la oposici¨®n (y en parte de la derecha) de que Netanyahu dirige la guerra guiado solo por su propio beneficio. Que remolonea con preparar el famoso ¡°d¨ªa despu¨¦s de la guerra¡± ¨Dcomo le pide su gran aliado, Washington¨D porque el estado de guerra permanente le perpet¨²a en el poder. Y que la presentaci¨®n de Rafah como condici¨®n sine qua non para la victoria total le permite mantener viva la esperanza de que esta se encuentra ¡°al alcance de la mano¡± (como la defini¨® ya en febrero) y parar ahora quitar¨ªa sentido a estos ¨²ltimos siete meses. Lo recalc¨® este s¨¢bado, con su nueva frase fetiche: ¡°Nuestros soldados no han muerto en vano y desde luego no para reemplazar Hamast¨¢n con Fatahst¨¢n¡±. Es un juego de palabras con los nombres del movimiento islamista que gobierna Gaza desde 2007 y la facci¨®n que vertebra la ANP en Cisjordania, a la que legalmente le corresponder¨ªa gestionar Gaza y que la comunidad internacional ve como una ¨²nica opci¨®n realista.
La falta de un plan de posguerra est¨¢ afectando ya a las tropas sobre el terreno: el vac¨ªo de poder que deja cada retirada del ej¨¦rcito facilita los intentos de reagrupaci¨®n de los milicianos, de forma que acaban volviendo a los lugares de los que se hab¨ªan retirado, como ha sucedido estos d¨ªas con el mayor campo de refugiados, Yabalia, o con el barrio Zeit¨²n de la capital.
Gantz no pas¨® por alto el tema en su conferencia de prensa: ¡°Primer ministro Netanyahu, la elecci¨®n est¨¢ en sus manos. Si prioriza el [inter¨¦s] nacional sobre el personal, seremos socios en la batalla. Si elige el camino de los zelotes [la facci¨®n m¨¢s radical del juda¨ªsmo hace dos milenios, en alusi¨®n a sus socios ultranacionalistas] y lleva a todo el pa¨ªs al abismo, nos veremos forzados a abandonar el Gobierno¡±. Netanyahu acus¨® a Gantz de buscar una ¡°excusa para derrocar el Gobierno¡± y adornar con palabras un ¡°significado claro¡±: ¡°poner fin a la guerra, la derrota de Israel, abandonar a la mayor¨ªa de rehenes, dejar a Ham¨¢s intacto y establecer un Estado palestino¡±.
Al principio de la guerra, Gantz comparec¨ªa ante la prensa junto a Netanyahu y al ministro de Defensa, Yoav Gallant, para transmitir imagen de unidad. Tampoco entraba al trapo cuando los periodistas le preguntaban una y otra vez sobre sus diferencias pol¨ªticas y su permanencia en el gabinete. Esas ruedas de prensa son cosa del pasado.
Gantz ya pidi¨® el mes pasado elecciones anticipadas para septiembre. Lleva meses presionado para bajarse del barco. Tanto en los pasillos como en la calle. Pero, en un pa¨ªs nacionalista, militarista y que vive el 7 de octubre como su particular 11-S, este hombre de voz grave y pocas palabras, exministro de Defensa y exjefe del Estado Mayor, no puede echar por la borda el principal valor que ha disparado su popularidad: la confianza de la poblaci¨®n en que solo piensa en el bien del Estado jud¨ªo.
No perder las pr¨®ximas elecciones
Lo se?alaba este domingo Nadav Eyal, uno de los principales comentaristas pol¨ªticos del pa¨ªs, en el diario Yediot Aharonot: ¡°Gantz ha comenzado una compleja operaci¨®n quir¨²rgica: irse del Gobierno, forzar la convocatoria de elecciones y no perderlas¡±. Eyal cree que ¡°un ataque directo, ¨¢spero y agresivo a Netanyahu alejar¨ªa a esos votantes, que decidir¨¢n el resultado de las pr¨®ximas elecciones¡± y sin los que ¡°carece de posibilidad¡± de alcanzar la jefatura de Gobierno. Se calcula que obtendr¨ªa hoy unos nueve o diez esca?os de quienes votaron al Likud en 2022 y vieron venirse abajo, en el enorme fiasco del 7 de octubre, la imagen de Netanyahu como ¡°se?or Seguridad¡± . Los servicios de inteligencia no lo vieron venir, los milicianos abrieron sin problemas la car¨ªsima barrera en torno a Gaza y los cientos de atacantes que entraron en Israel mataban y secuestraban andando porque las fuerzas de seguridad tardaron horas en llegar.
Sin Gantz, Netanyahu podr¨ªa seguir en el poder de la mano de ultranacionalistas y ultraortodoxos, los socios con los que form¨® tras las elecciones la coalici¨®n m¨¢s derechista de las siete d¨¦cadas de historia del pa¨ªs. Precisamente, los dos principales l¨ªderes de la ultraderecha han pedido este domingo a Netanyahu que no espere al 8 de junio y eche a Gantz del Gobierno. ¡°Ha llegado el momento de desmantelar el gabinete y cambiar a una pol¨ªtica decidida, fuerte y decisiva¡±, ha se?alado el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, mientras que el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha culpado a Gantz de los ¡°titubeos¡± en la acci¨®n militar ¨Dque ha dejado m¨¢s de 35.000 muertos, inmensa devastaci¨®n y, en los ¨²ltimos d¨ªas, el desplazamiento forzoso de 800.000 personas por miedo a la invasi¨®n de Rafah¨D y ha pedido a Netanyahu que decida ¡°no detener a las tropas en Rafah¡± hasta retomar de forma permanente el ¡°control pleno¡± de la Franja.
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