El ministro de Exteriores de Noruega: ¡°El reconocimiento del Estado de Palestina contribuye a una soluci¨®n pol¨ªtica al conflicto¡±
Espen Barth Eide conf¨ªa en que otros pa¨ªses europeos sigan el ejemplo de su pa¨ªs, Espa?a e Irlanda, y asegura que si la comunidad internacional no impulsa ahora la soluci¨®n de los dos Estados, lo lamentar¨¢ durante muchos a?os
El ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide (Oslo, 60 a?os), considera que el reconocimiento de su pa¨ªs, junto con Espa?a e Irlanda, del Estado de Palestina es un apoyo para los palestinos y ¡°una soluci¨®n pol¨ªtica para este conflicto¡±. Los tres pa¨ªses europeos oficializar¨¢n ese reconocimiento el 28 de mayo, una fecha que no es casual: ¡°Unos d¨ªas antes hay varias reuniones en Bruselas relativas a Palestina e Israel. El objetivo es apoyar un plan de paz en la regi¨®n¡±, explica el pol¨ªtico laborista en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S, realizada este mi¨¦rcoles.
Pregunta. ?Por qu¨¦ llega el reconocimiento ahora y no antes, pues en 2014 lo hizo Suecia?
Respuesta. El momento perfecto nunca se ha dado. Hasta hace poco, pens¨¢bamos que deb¨ªa ser un acuerdo bilateral, resultado de un proceso negociado. Pero la situaci¨®n en el terreno es peor que nunca. Ahora vemos la oportunidad de crear una esperanza de paz. Varios pa¨ªses ¨¢rabes, junto con algunos europeos, han lanzado la idea de que se puede combinar un proceso irreversible hacia un Estado palestino con garant¨ªas firmes de seguridad para Israel; fomentando el fortalecimiento de la Autoridad Nacional Palestina y con la desmovilizaci¨®n de Ham¨¢s.
P. ?Es una manera de revitalizar la soluci¨®n de los dos Estados?
R. Exactamente. Todas estas piezas del puzle pueden reavivar la esperanza de un proceso de paz y de dos Estados. No todo va a cambiar al d¨ªa siguiente. Pero esto da peso a Palestina ante futuros acuerdos. En los ¨²ltimos a?os, ha habido una relaci¨®n muy desigual entre Israel y Palestina. Por eso creo que este reconocimiento es constructivo. Adem¨¢s, hay que recordar que hay una relaci¨®n hist¨®rica muy importante entre Madrid y Oslo al respecto. Previo a los Acuerdos de Oslo [firmados en 1993], hubo varias reuniones en Madrid. Hemos esperado m¨¢s de 30 a?os y no se ha avanzado, sino m¨¢s bien al rev¨¦s: la situaci¨®n ha empeorado mucho. Nosotros seguimos creyendo en dos Estados que convivan en paz.
P. ?Por qu¨¦ no se ha avanzado en este tiempo?
R. En los noventa, hab¨ªa actores sociales y pol¨ªticos [en Israel y Palestina] que cre¨ªan en esa soluci¨®n. Lo que no vimos en el 93 es que pod¨ªan venir otros l¨ªderes que no cre¨ªan en ello y ten¨ªan m¨¢s inter¨¦s en mantener la confrontaci¨®n. El sistema se basaba en la buena fe de los participantes, pero esa buena fe no siempre ha existido. [El presidente de EE UU, Bill] Clinton ten¨ªa voluntad de solucionar el problema a trav¨¦s de un proceso constructivo. Pero no se involucr¨® a los actores regionales. Ahora s¨ª que lo est¨¢n. Adem¨¢s, a esos pa¨ªses ¨¢rabes [vecinos de Israel y Palestina], que ya apoyaban el Estado palestino, ahora les importa m¨¢s, pues ven que la influencia de Ir¨¢n se ha acrecentado en la zona aliment¨¢ndose de la violencia [entre israel¨ªes y palestinos]. Ir¨¢n es un enemigo de Israel, pero tambi¨¦n de Palestina, as¨ª como de otros pa¨ªses de la zona.
P. ?Qu¨¦ opina de los Acuerdos de Abraham, firmados para normalizar las relaciones entre Israel y varios pa¨ªses ¨¢rabes en 2020?
R. Se puede decir mucho a favor de ellos, pero un problema grave es que los Acuerdos de Abraham hab¨ªan olvidado a los palestinos. Normalizar la relaci¨®n entre Israel y los Estados ¨¢rabes era un hecho hist¨®rico, pero no se puede hacer sin Palestina. La iniciativa sigue viva, pero ahora los pa¨ªses ¨¢rabes no van a hacerlo sin los palestinos. Por eso, Noruega, Espa?a e Irlanda, y muchos otros, queremos apoyar esta iniciativa, que es inicialmente ¨¢rabe. Me gusta imaginar que estamos ante un puzle. Hay piezas colocadas en su sitio, pero faltan otras; algunos participantes han destruido piezas y otros se resisten a colocar las suyas. Pero se ve el dibujo final.
P. Sin embargo, el Gobierno de Israel ha criticado duramente la decisi¨®n de reconocer a Palestina y Ham¨¢s tambi¨¦n ha mostrado sus reparos a los dos Estados.
R. La existencia de Ham¨¢s se basa en la falta de progreso de un Estado palestino. Si hubiera uno, con instituciones democr¨¢ticas, con servicios de seguridad, con control interno¡ En cambio, la ausencia de soluci¨®n ha creado una frustraci¨®n de la que Ir¨¢n y sus proxys [afines] se est¨¢n aprovechando. Si establecemos un Estado palestino, basado en el acuerdo y el di¨¢logo, las fuerzas terroristas puede que no desaparezcan, pero se mitigar¨ªan, se desmovilizar¨ªan. Lo hemos visto en muchos pa¨ªses que han sufrido violencia o terrorismo y cuyos actores se han reconvertido al proceso democr¨¢tico. Eso puede pasar en Palestina. En Israel, el problema es que los partidos y los grupos que apoyaban la soluci¨®n de dos Estados ya no tienen la fuerza de antes. [El Gobierno de] Israel se ha ido escorando a la derecha, cada vez m¨¢s extrema. [El primer ministro israel¨ª] Netanyahu va a usar su relaci¨®n con esos partidos radicalizados ¨Dmuchos muy peque?os, pero claves en la gobernabilidad¨D. Eso lo hace dif¨ªcil. Pero Israel es mucho m¨¢s que su Gobierno; es eterno. Los pol¨ªticos vienen y van. Esto es una carrera de largo aliento. Es correcto hacer esto ahora.
P. ?Cree que la acci¨®n coordinada de Espa?a, Noruega e Irlanda pueda tener un efecto de arrastre para otros pa¨ªses europeos?
R. Estamos muy convencidos de que habr¨¢ otros Estados que en breve seguir¨¢n nuestro ejemplo; igual la semana que viene.
P. ?Va a funcionar?
R. No lo s¨¦. Pero si no lo intentamos, vamos a lamentarlo durante a?os.
P. ?Teme consecuencias por esta decisi¨®n?
R. Israel ha llamado a su embajador a consultas. Nosotros no vamos a hacer lo mismo. El embajador israel¨ª es con el que m¨¢s me he citado desde que estoy en el cargo. De hecho, cuando regrese a Noruega le invitar¨¦ a tomar un caf¨¦ a mi despacho.
P. ?Detendr¨ªa Noruega a Netanyahu, acatando una posible orden del Tribunal Penal Internacional?
R. Todos los pa¨ªses que apoyamos este tribunal ¡ª124, incluidos todos los occidentales, menos Estados Unidos y Turqu¨ªa¡ª estamos obligados a acatarlo y respetarlo. Por lo tanto, a cumplir [con sus resoluciones].
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