La orden de detenci¨®n contra Netanyahu, una decisi¨®n dolorosa en lo pr¨¢ctico y lo simb¨®lico
La petici¨®n del fiscal de La Haya incluye a Israel en un grupo internacional de parias y, si sale adelante, impedir¨ªa al primer ministro y al titular de Defensa pisar 124 Estados, entre ellos sus aliados de la UE o el Reino Unido
Poco despu¨¦s de que el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, solicitase a los jueces este lunes emitir ¨®rdenes de detenci¨®n contra el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, un hombre se dirig¨ªa con la bandera nacional a una manifestaci¨®n en Jerusal¨¦n (convocada d¨ªas antes del anuncio) para pedir a Netanyahu que dimitiera y adelantase las elecciones. Entonces, un taxista abri¨® la ventanilla para increparlo.
¨D ¡°?Solo Bibi!¡±, le grit¨®, usando el nombre con el que se conoce popularmente a Netanyahu.
¨D ¡°Nos vemos en La Haya¡±, respondi¨® el manifestante.
La Haya es donde tiene su sede el TPI y Khan asegur¨® que tiene ¡°motivos razonables para creer¡± que Netanyahu y Gallant son ¡°penalmente responsables¡± de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad en Gaza. Tras m¨¢s de siete meses de invasi¨®n, los m¨¢s de 35.000 muertos (en su mayor¨ªa mujeres y ni?os), los constantes desplazamientos forzosos de poblaci¨®n (ahora mismo en Rafah, de 900.000 personas) y el hambre como arma de guerra han dejado a Israel en una situaci¨®n in¨¦dita.
No solo por el simbolismo de pedir a la vez el arresto de dos de los pol¨ªticos m¨¢s destacados de Israel y el de tres l¨ªderes de Ham¨¢s (Yahia Sinwar, Mohamed Deif e Ismail Haniya), sino tambi¨¦n por situar al pa¨ªs en un caj¨®n internacional poco favorecedor, que choca frontalmente con la idea que tiene de s¨ª mismo y que suele plasmar en frases como ¡°luz en medio de la oscuridad¡± o ¡°el pa¨ªs con el ej¨¦rcito m¨¢s moral del mundo¡±. ¡°Una mansi¨®n en la jungla¡±, lo sol¨ªa definir Ehud Barak, primer ministro entre 1999 y 2001.
Si los jueces aceptasen la petici¨®n del fiscal jefe, Netanyahu y Gallant ser¨ªan los primeros l¨ªderes de una democracia con una orden de arresto por un tribunal normalmente asociado ¡ªuna de las cr¨ªticas que recibe con m¨¢s frecuencia¡ª a los procesos a dictadores africanos, como el exjefe de Estado sudan¨¦s Omar al Bashir o, en 2023, al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin. Todo un shock para un pa¨ªs que se jacta de encuadrarse en Occidente y cuyos principales aliados son Estados Unidos y pa¨ªses europeos como Alemania y el Reino Unido.
¡°No estoy preocupado¡±
¡°No estoy preocupado por viajar, ni para nada por nuestro estatus de Israel. Creo que el fiscal deber¨ªa estar preocupado por su estatus, porque realmente est¨¢ transformando el TPI en una instituci¨®n paria. La gente no va a tomarlo en serio¡±, ha se?alado Netanyahu este martes en una entrevista con la cadena de televisi¨®n estadounidense ABC. Con sede en La Haya, el tribunal juzga a los m¨¢ximos responsables, no a Estados.
Bill Van Esveld, director asociado interino de Israel y Palestina en la ONG estadounidense Human Rights Watch, cree que, a¨²n sin estar relacionados, los procesos paralelos en los dos tribunales de La Haya ¡ªen el TPI contra personas individuales y en el Tribunal Internacional de Justicia, de la ONU, por genocidio, contra Israel como Estado¡ª pueden presionar al resto de pa¨ªses a dejar de proveerle armamento. ¡°Si bien no existe una conexi¨®n legal directa, va a ser cada vez m¨¢s arriesgado para los terceros pa¨ªses seguir enviando armas sin ser asociados de una u otra manera a delitos tan graves¡± como los presuntamente cometidos por los l¨ªderes israel¨ªes: exterminio, uso del hambre como arma de guerra o muerte de civiles de forma voluntaria, se?ala por tel¨¦fono. Van Esveld recuerda adem¨¢s que el fiscal podr¨ªa pedir el arresto de otros dirigentes, y no solo por lo acontecido desde el 7 de octubre. O a?adir delitos.
Este martes, en su primera reacci¨®n a la petici¨®n de su detenci¨®n, el ministro de Defensa ha recordado que ¡°el Estado de Israel no es parte del Tribunal Penal Internacional ni reconoce su autoridad¡±. Tampoco su principal aliado, Estados Unidos ¨Dcuyo presidente ya ha calificado de ¡°escandalosa¡± la decisi¨®n¨D. Ni otras potencias como China, India o Rusia.
Pero s¨ª lo son otros 124 Estados, entre ellos todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea o el Reino Unido. Londres y Berl¨ªn han salido a criticar el anuncio del fiscal, pero todos los firmantes del Estatuto de Roma (que dio a luz al tribunal en 2002) estar¨ªan obligados en teor¨ªa a arrestar y entregar a La Haya a Netanyahu y Gallant en su suelo. Los dirigentes israel¨ªes padecer¨ªan las consecuencias pr¨¢cticas de una orden de detenci¨®n precisamente porque su pa¨ªs no tiene estatus de apestado internacional y cuenta con importantes apoyos pol¨ªticos en Europa, sost¨¦n hist¨®rico del TPI. El Estado jud¨ªo, adem¨¢s, tendr¨ªa obst¨¢culos para reorientar su diplomacia, porque carece de relaciones con parte de los no firmantes, como Ir¨¢n o pa¨ªses ¨¢rabes que no lo reconocen; o de un v¨ªnculo particularmente estrecho con Pek¨ªn o Mosc¨². S¨ª lleva a?os estrechando su relaci¨®n (muy basada en la venta de armas) con otros pa¨ªses de creciente peso, como la India o Azerbaiy¨¢n.
Hasta ahora, los aliados de Israel le han evitado la foto del arresto. El caso m¨¢s significativo es el de Tzipi Livni. Era ministra de Exteriores del Gobierno de Ehud Olmert durante la primera gran ofensiva israel¨ª en Gaza, Plomo Fundido, que dej¨® 1.400 muertos en 23 d¨ªas de 2008 y 2009.
Ese ¨²ltimo a?o, a petici¨®n de un grupo de activistas, un tribunal brit¨¢nico emiti¨® una orden de detenci¨®n contra Livni por presuntos cr¨ªmenes de guerra y esta acab¨® anulando el viaje. En 2011 las autoridades brit¨¢nicas concedieron inmunidad autom¨¢tica a todos los israel¨ªes en visita oficial. Cuatro a?os m¨¢s tarde, Livni iba a emprender su primera visita al pa¨ªs desde entonces, pero como ya no ocupaba cargo p¨²blico alguno (solo lideraba el partido Kadima), no le amparaba esa inmunidad. El Gobierno de Londres ech¨® entonces mano de una herramienta excepcional: certific¨® que iba en ¡°misi¨®n especial¡±, invitada por el entonces ministro William Hague. Le dio inmunidad, seg¨²n la jurisprudencia, y fren¨® la presentaci¨®n ante la justicia de una nueva orden de arresto.
Ham¨¢s tiene, en cambio, poco que perder. Est¨¢ aislado internacionalmente (pese a su victoria electoral en Gaza de 2006), en particular desde la brutalidad de su ataque del 7 de octubre. Estados Unidos y la UE consideran a este movimiento fundamentalista como una organizaci¨®n terrorista. Haniya, su l¨ªder pol¨ªtico y uno de los tres cuyo arresto ha pedido el fiscal, reside en Qatar, que no ha firmado el estatuto. Y, aunque la orden afectar¨ªa a su capacidad de moverse por el extranjero, la mayor¨ªa de pa¨ªses que visita, como Turqu¨ªa, L¨ªbano o Ir¨¢n, tampoco son firmantes del estatuto. Los otros dos l¨ªderes de Ham¨¢s (Sinwar y Deif) cuyo arresto pide el fiscal est¨¢n en paradero desconocido, previsiblemente escondidos en t¨²neles de Gaza.
El Estado de Palestina s¨ª reconoce al tribunal. Desde 2015, tres a?os despu¨¦s de su ingreso como Estado no miembro en Naciones Unidas. Justo la misma c¨¢mara que tendr¨¢ que estudiar las nuevas ¨®rdenes de arresto determin¨® en 2021 que el tribunal tiene jurisdicci¨®n en el territorio palestino internacionalmente reconocido: Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. Los cr¨ªmenes por los que el tribunal pide el arresto de los l¨ªderes de Ham¨¢s no tuvieron lugar all¨ª, sino dentro de Israel, pero el TPI es competente porque los cometieron palestinos.
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