Macron empuja a Francia (y a Europa) a lo desconocido
Una atm¨®sfera de fin de reinado se instala en Par¨ªs con el adelanto de las legislativas y la posible victoria de la extrema derecha
¡°Es un final shakespeariano¡±, dice un hombre que conoce a Emmanuel Macron desde que era un veintea?ero, alguien que fue un mentor y gu¨ªa en los pasillos del poder y que lo ha tratado de cerca en los a?os del palacio del El¨ªseo. ¡°Es un meteorito que ha subido hasta lo m¨¢s alto y que se autodestruye¡±.
Una atm¨®sfera de fin de reinado se ha instalado en Francia desde que hace una semana Macron anunciara por sorpresa que disolv¨ªa la Asamblea Nacional y convocaba elecciones legislativas anticipadas, de las que saldr¨¢ un nuevo primer ministro y Gobierno. El segundo quinquenio del presidente no expira hasta 2027. Y ¨¦l dice no tener la intenci¨®n de dimitir. Pero en conversaciones con pol¨ªticos, observadores y en el propio el El¨ªseo, es inevitable la sensaci¨®n de que una historia est¨¢ acerc¨¢ndose a su fin.
Estamos en el centro de Par¨ªs, uno de los despachos del poder, el de Alain Minc. Es Minc, consejero oficioso de sucesivos presidentes desde Fran?ois Miterrand, quien formula la met¨¢fora shakespeariana. El meteorito Macron ¡ªel brillante banquero, el precoz ministro y jefe de Estado, el presidente-fil¨®sofo, el europe¨ªsta visionario, el modernizador de Francia, el que por dos veces derrot¨® a la extrema derecha en unas elecciones presidenciales, y el que quer¨ªa encarnar la voz de la raz¨®n en un mundo desquiciado¡ª lo vio ascender Minc desde el principio. Hoy, como tantos, no sale de la estupefacci¨®n: ¡°Yo cre¨ªa que Macron no terminar¨ªa su segundo quinquenio, pero no pensaba que fuese as¨ª, no imaginaba un acto loco¡±.
El presidente de la Rep¨²blica quer¨ªa crear un electrochoque en la sociedad tras la victoria arrolladora de la extrema derecha en las elecciones europeas en Francia, y la derrota humillante de la candidatura presidencial. Era la hora de volver a dar la palabra a los franceses; de clarificar.
¡°No puedo hacer como si no hubiese ocurrido nada¡±, justific¨® Macron en un discurso a los franceses en la noche electoral. ¡°Francia necesita una mayor¨ªa clara para actuar en la serenidad y la concordia¡±.
La disoluci¨®n parlamentaria coloca al Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen a las puertas de la mayor¨ªa en la Asamblea Nacional. En 2022 los macronistas obtuvieron 249 diputados; la suma de partidos de izquierdas, 153; el RN, 89; la derecha de Los Republicanos, 74.
Macron, que prometi¨® al llegar al poder en 2017 acabar con la extrema derecha, puede pasar a la historia como el presidente que facilit¨® a la extrema derecha la llegada al poder.
Ese d¨ªa ¡ªel 9 de junio de 2024¡ª y a esa hora ¡ªnueve de la noche¡ª Francia, y con ella Europa, entraron en un territorio desconocido. La UE dif¨ªcilmente saldr¨¢ indemne de la presencia en el Gobierno de uno de sus motores de un partido euroesc¨¦ptico, afiliado durante tiempo con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin y partidario de cambiar la Constituci¨®n para quitar derechos a los extranjeros.
Si, con la convocatoria electoral, Macron quer¨ªa movilizar al pa¨ªs contra Le Pen, unos d¨ªas despu¨¦s la apuesta, si no imposible, parece extremadamente complicada. No hay sondeo ni an¨¢lisis que prevea una victoria de la actual mayor¨ªa presidencial. Varios, en cambio, pronostican una victoria del RN y una cohabitaci¨®n de un primer ministro de este partido ultranacionalista con un presidente liberal y europe¨ªsta, m¨¢s solo que nunca en el palacio del El¨ªseo.
¡°Me angustia, primero, que puedan ganar con mayor¨ªa relativa o absoluta, y, segundo, lo que esto puede provocar en el pa¨ªs¡±, dice en un caf¨¦ de Saint-Germain-des-Pr¨¨s Manuel Valls, ex primer ministro y durante a?os aliado cr¨ªtico de Macron, con quien no ha perdido el contacto. ¡°Yo no pensaba que mi generaci¨®n conocer¨ªa algo as¨ª¡±.
?Por qu¨¦ tom¨® Macron esta decisi¨®n que puede destruir su legado? ?Qu¨¦ posibilidades tiene de dar la vuelta a la tortilla? ?Y c¨®mo quedar¨¢ Francia despu¨¦s de esta campa?a rel¨¢mpago, menos de tres semanas, y de las elecciones posiblemente con mayores consecuencias de las ¨²ltimas d¨¦cadas?
1. La decisi¨®n
¡°Macron no es un jugador de p¨®quer, no es suicida, no es un pir¨®mano¡±, dice alguien del entorno del presidente, que pide anonimato. ¡°Es un republicano dem¨®crata que extrae las consecuencias de una derrota electoral y que se vuelve hacia el pueblo¡±.
Hay una teor¨ªa racional, seg¨²n la cual Macron pensaba que la disoluci¨®n inesperada crear¨ªa una corriente en su favor. Confiaba en que la brevedad de los plazos para presentar las candidaturas ¡ªapenas una semana¡ª har¨ªa implosionar a la izquierda y a la derecha, y ¨¦l se llevar¨ªa el resto. Y s¨ª, la derecha moderada ha explotado, pero la izquierda se ha unido, y se perfila como el ¨²nico bloque en condiciones de frenar a Le Pen.
Otra posibilidad para explicar la decisi¨®n de Macron es que sab¨ªa que tarde o temprano habr¨ªa una moci¨®n de censura con los votos de toda la oposici¨®n, y que esta forzar¨ªa unas elecciones anticipadas. Podr¨ªa haber sido este mismo oto?o, en ocasi¨®n del debate presupuestario. El presidente se habr¨ªa limitado a precipitar los acontecimientos.
¡°En vez de que se le imponga, mantiene el control¡±, dice Fran?ois-Xavier Bourmaud, periodista del diario L¡¯Opinion y autor de una biograf¨ªa de Macron. Es la teor¨ªa de la voladura controlada: el presidente toma la iniciativa. Y provoca algo que, en un pa¨ªs con un Parlamento sin mayor¨ªa absoluta y una extrema derecha cercana al 40% de votos, habr¨ªa ocurrido tarde o temprano.
Los macron¨®logos ¡ªlos hay, como hubo kremlin¨®logos¡ª especulan con que Macron, en realidad, est¨¢ calculando que el acceso de RN al Gobierno dejar¨¢ en evidencia su incompetencia y le anular¨¢ para el futuro. Ser¨ªa una manera de reducir las opciones de que en 2027 Le Pen, quemada por los a?os en el poder, le sucediese en la presidencia. Seg¨²n el diario alem¨¢n Bild, la propia presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, expuso esta teor¨ªa en una reuni¨®n con los jefes democristianos alemanes. En el El¨ªseo niegan tajantemente este c¨¢lculo maquiav¨¦lico.
Existe otra teor¨ªa, ¡°psicol¨®gica¡±, seg¨²n el bi¨®grafo Bourmaud: ¡°A Macron siempre le ha gustado arriesgarse. Y cada vez que se ha arriesgado le ha salido bien. Adem¨¢s, no le gusta perder, y nunca ha perdido¡±. Despu¨¦s de la derrota m¨¢xima, el riesgo m¨¢ximo.
¡°Parece que estemos en Baron Noir, esta serie de televisi¨®n sobre pol¨ªtica en la que constantemente hay golpes de efecto y sorpresas¡±, lamenta el polit¨®logo Vincent Martigny. ¡°Est¨¢ bien para asustarnos ante el televisor, pero no estoy seguro de que sea lo que los franceses desean¡±.
Minc apunta: ¡°A mi entender, es un problema psicol¨®gico. Pienso que es el resultado del narcisismo de Macron, pero llevado hasta el final. Quiz¨¢ ¨¦l cre¨ªa en su magic touch, su toque m¨¢gico¡±. Y a?ade: ¡°Lo que me choca prodigiosamente en este asunto es que siempre ha sido un jugador. Cuando juega con su carrera, es cosa suya. Pero cuando juega con el destino del pa¨ªs, es imperdonable¡±.
2. La campa?a
Una visita al El¨ªseo es ilustrativa. Ah¨ª creen ¡ªo quieren creer¡ª que todo es posible a¨²n. Que nada est¨¢ decidido. Que el lunes arranca oficialmente una campa?a en la que habr¨¢ una elecci¨®n clara entre un centro amplio y reformista y unos extremos, a izquierda y derecha, que muchos macronistas ven como equivalentes.
El argumento democr¨¢tico vuelve una y otra vez en las conversaciones: ¡°No se gobierna contra los pueblos, no se gobierna contra los franceses¡±. Se cita, entre otros antecedentes, el del espa?ol Pedro S¨¢nchez, que tambi¨¦n adelant¨® por sorpresa las elecciones generales tras una derrota electoral ¡ªen su caso, en las municipales y auton¨®micas de 2023¡ª y la arriesgada apuesta le sali¨® bien.
La V Rep¨²blica, fundada en 1958 por el general De Gaulle y a la medida de su estatura heroica, ofrece al jefe del Estado herramientas como la disoluci¨®n de la Asamblea: la ¨²ltima vez, la us¨® Jacques Chirac en 1997, y le sali¨® mal: perdi¨® la mayor¨ªa. Escuchando al entorno de Macron, aparece un elemento casi m¨ªstico en la Constituci¨®n gaulliana. ¡°El sistema acaba de ser disuelto, los esp¨ªritus est¨¢n disueltos¡±. Todo puede pasar en este contexto de fluidez general. ?O no?
¡°Yo no veo c¨®mo Macron podr¨ªa ganar¡±, dice Martigny, quien recuerda el mediocre resultado en las legislativas de 2022 ¡ªuna mayor¨ªa, pero relativa¡ª despu¨¦s de haber salido reelegido. Si entonces, tras la victoria en las presidenciales, consigui¨® tan poco, ?c¨®mo despu¨¦s de la derrota en las europeas y con el viento en contra podr¨ªa ganar? ¡°Todo es posible en pol¨ªtica, pero en este caso hace falta mucha imaginaci¨®n¡±.
Es realmente dif¨ªcil encontrar, fuera del El¨ªseo, quien crea en una victoria de Renacimiento, el partido Macron, y sus aliados en el centro y el centroderecha. Los pocos sondeos sit¨²an a los macronistas en tercera posici¨®n. La uni¨®n de las izquierdas ¡ªy el apoyo a esta uni¨®n de figuras de la moderaci¨®n como el expresidente socialista Fran?ois Hollande¡ª complica a los macronistas la tarea de demonizar al llamado ¡°nuevo frente popular¡±.
¡°Descartemos el escenario con una mayor¨ªa absoluta de Renacimiento, me parece dif¨ªcil¡±, analiza Valls. ¡°Y no creo en una victoria de la izquierda¡±. Quedan pues dos opciones, en su opini¨®n. La primera es una mayor¨ªa absoluta de 289 diputados, o cercana a este umbral, del RN junto a los disidentes de la derecha moderada. La otra es que la extrema derecha se quede en unos 220 esca?os, lejos de la mayor¨ªa absoluta, y tenga una mayor¨ªa en contra formada por izquierdista, macronistas y derechistas moderados. ¡°Pero, ?c¨®mo puede funcionar esto?¡±, se pregunta el ex primer ministro.
3. El d¨ªa despu¨¦s
Todo presidente tiene un rasgo que acaba marcando el final de sus d¨ªas, seg¨²n Martigny, profesor en la Universidad de Niza. En el caso de Mitterand era ¡°el culto del secreto, esta manera florentina de ver las cosas¡±, y termin¨® atrapado por su pasado secreto durante la ocupaci¨®n alemana. En el caso de Nicolas Sarkozy, el gusto por el lujo y el dinero. En el de Macron, lo que le define desde que lleg¨® al poder, y aun antes, ¡°es la soledad¡±. Pocos en su entorno sab¨ªan que iba a disolver la Asamblea Nacional, incluso su primer ministro, Gabriel Attal, se enter¨® a ¨²ltima hora, seg¨²n las cr¨®nicas. Decidi¨® solo, junto a unos pocos asesores. ¡°La soledad¡±, concluye el polit¨®logo, ¡°en pol¨ªtica siempre acaba mal¡±.
El 9 de julio, tras la segunda vuelta electoral, el presidente podr¨ªa encontrarse m¨¢s solo a¨²n, un pato cojo con una influencia disminuida y, si la extrema derecha vence, con una sombra sobre su legado. Sin mayor¨ªa parlamentaria y con un primer ministro de la oposici¨®n. En el mejor de los casos para el presidente, un socialista moderado; en el peor, Jordan Bardella, el candidato de Le Pen a primer ministro. Todo esto, a dos semanas y media de la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs, cuando Francia quiere mostrarse al mundo en todo su esplendor. No es descabellado imaginar a Macron y Bardella en la ceremonia inaugural.
¡°Si ganan, al menos al principio, har¨¢n como Giorgia Meloni en Italia, se portar¨¢n bien¡±, dice Valls. ¡°?Qu¨¦ puede pasar? Que haya violencia en la extrema izquierda, manifestaciones, huelgas. Y que el electorado de extrema derecha, sobre todo los que hace mucho tiempo que votan por ellos, se dejen ir. No digo f¨ªsicamente, sino verbalmente: ser¨¢ su victoria, la victoria de una gente que se considera marginal. Esto, en sectores minoritarios de la polic¨ªa, puede hacer parecer que todo est¨¢ permitido. Y el miedo de una parte de la poblaci¨®n de la inmigraci¨®n, no tanto solo del Gobierno, sino de la gente...¡±
Hay riesgos para Francia, y para una UE con la guerra a sus puertas y amenazada por Rusia. Macron ha sido uno de los pocos l¨ªderes con una idea clara de Europa. Esta idea est¨¢ en las ant¨ªpodas de Le Pen y Bardella, que en las presidenciales de 2017 todav¨ªa promet¨ªan sacar a Francia del euro y de la UE y, en el caso de Le Pen, iba a visitar a Putin durante la campa?a.
Con una cohabitaci¨®n Macron-Bardella ¨Dpor ahora, una hip¨®tesis¨D habr¨ªa ministros del RN en los Consejos de ministros de Bruselas y es posible, como sucedi¨® con anteriores cohabitaciones, que Macron acudiese a las cumbres acompa?ado por Bardella.
La pol¨ªtica exterior y de defensa son, por tradici¨®n, el terreno reservado del jefe del Estado, pero el Gobierno tiene maneras de influir en ella durante la cohabitaci¨®n. La hip¨®tesis RN abrir¨ªa un gigantesco interrogante sobre el papel de Francia en la construcci¨®n europea, que raramente ha avanzado sin el motor franco-alem¨¢n.
En la elecci¨®n de los altos cargos europeos, en las pr¨®ximas semanas, podr¨ªa empezar a notarse. Macron deb¨ªa ser uno de los l¨ªderes que hiciese inclinar la balanza. ?Ya no?
¡°No est¨¢ en condiciones de influir en las decisiones. Los otros l¨ªderes ven los sondeos. Pero esto quiere decir que Francia ya no ser¨¢ un motor, en el mejor de los casos ya no ser¨¢ un obst¨¢culo¡±, dice Alain Minc. ¡°El da?o internacional para la imagen de Francia ser¨¢ muy considerable. Los franceses somos arrogantes y orgullosos, y esto no nos gusta¡±.
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