Serge Klarsfeld, veterano cazanazis franc¨¦s: ¡°El Nuevo Frente Popular de izquierdas es m¨¢s peligroso que Le Pen¡±
El matrimonio que logr¨® capturar a fugitivos de la Alemania hitleriana y concienci¨® a Francia ante su responsabilidad hist¨®rica avala la normalizaci¨®n de la extrema derecha por su ruptura con el antisemitismo
Pasaron d¨¦cadas persiguiendo fugitivos nazis, denunciando el antisemitismo, combatiendo la extrema derecha y colocando Francia ante sus responsabilidades hist¨®ricas por el colaboracionismo. Los Klarsfeld ¡ªSerge y Beate¡ª son una autoridad moral.
Ahora defienden que, si en las elecciones legislativas francesas tuvieran que elegir entre un candidato de coalici¨®n de izquierdas Nuevo Frente Popular y otro de Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, ellos tendr¨ªan claro por qui¨¦n votar. Y han causado un terremoto en la campa?a para las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio.
¡°Entre estos dos partidos, consideramos que el partido del Nuevo Frente Popular es mucho m¨¢s peligroso que el Reagrupamiento Nacional, y decimos a la gente que debe tomar esta decisi¨®n que vote al Reagrupamiento Nacional¡±, dice Serge en su despacho, sentado junto a Beate. ¡°Ahora hay la elecci¨®n entre un partido que es abiertamente antisionista, antisemita, y un partido que quiz¨¢s es sincero en su voluntad de cambiar su punto de vista¡±.
Los Klarsfeld no piden votar al RN; ellos dicen que votar¨¢n a los candidatos del presidente Emmanuel Macron, y en su distrito parisino podr¨¢n votar a un macronista. Pero indican qu¨¦ votar¨ªan si, en una segunda vuelta, tuviesen que elegir entre la izquierda que ven dominada por los candidatos de La Francia Insumisa de Jean-Luc M¨¦lenchon, y un candidato de Le Pen.
En las paredes del despacho de los Klarsfeld en Par¨ªs hay un mapa que reconstruye los campos de Auschwitz y Birkenau, donde muri¨® asesinado el padre de Serge. Tambi¨¦n cuelga un ejemplar de la portada de un tabloide alem¨¢n de 1968, el d¨ªa que Beate abofete¨® en p¨²blico al entonces canciller alem¨¢n, Kurt Georg Kiesinger, antiguo nazi.
Cuando los Klarsfeld hablan, en Francia se les escucha. Y que nada menos que Serge Klarsfeld dijese que, entre un candidato de la izquierda y otro de un partido heredero de la extrema derecha que fue antisemita y colaboracionista, optar¨ªa por este ¨²ltimo, ha desconcertado a muchos franceses, incluida una parte de la comunidad jud¨ªa.
¡°Klarsfeld cae en una trampa¡±, ha declarado a Le Monde Samuel Lejoyeux, presidente de la Uni¨®n de Estudiantes Jud¨ªos de Francia. ¡°El RN todav¨ªa es peligroso para los jud¨ªos¡±, asegura.
Una bendici¨®n para el RN
Para Marine Le Pen, las palabras de Klarsfeld son una bendici¨®n, un paso definitivo en el proceso para deshacer al partido de su pasado m¨¢s inc¨®modo, el del Frente Nacional de su padre, Jean-Marie. Lo que dicen los Klarsfeld conecta con un sentimiento entre muchos jud¨ªos franceses ante el aumento de los actos antisemitas y las ambig¨¹edades de una parte de la izquierda radical ante este fen¨®meno.
Desde el ataque de Ham¨¢s a Israel el 7 de octubre, Le Pen se postul¨® como escudo de los jud¨ªos en Francia ante un antisemitismo de nuevo cu?o que ya no procede tanto de la extrema derecha sino del islamismo. Y el mensaje, para algunos, parece funcionar. Hoy ven como a su enemigo a M¨¦lenchon, al que acusan de minimizar el antisemitismo ¡ª¡±es residual en Francia¡±, dijo¡ª, y ya no al partido fundado por alguien condenado por antisemitismo, como el padre de la actual l¨ªder, Jean-Marie Le Pen, y por un miembro de las Waffen-SS.
¡°A nuestro entender, que partidos considerados como de extrema derecha se hayan vuelto projud¨ªos y proisrael¨ªes es una victoria en la lucha contra el antisemitismo¡±, dice Serge Klarsfeld. ¡°Me da igual el origen del partido. Es la realidad del partido. Es otro partido. No es el Frente Nacional. Es el Reagrupamiento Nacional¡±.
Los Klarsfeld son historia viva de Europa: los cazanazis que lograron sentar en el banquillo, entre otros, a Klaus Barbie, el carnicero de Lyon. En Francia, este matrimonio de octogenarios ¡ªjud¨ªo franc¨¦s, ¨¦l; alemana hija de un soldado de la Wehrmacht, ella¡ª son un referente. Hace unas semanas, con ocasi¨®n de una visita de Estado a Alemania, Macron les condecor¨® y en su discurso dijo: ¡°Ustedes han sido insolentes, libres, intransigentes, perseverantes¡±.
¡°Nunca hemos pedido tener esta autoridad moral, pero nos la otorgan¡±, se defiende Serge. ¡°As¨ª que hemos asumido unas responsabilidades que son graves, y sufriremos si el Frente Nacional [sic] llega al poder y act¨²a de forma contraria¡±. Beate, sentada junto a ¨¦l, asiente. Y enmarca su toma de decisi¨®n en una larga historia, la de una vida de ir por libre y no casarse con nadie. Recuerdan que cuando Beate abofete¨® a Kiesinger, un s¨ªmbolo de la nueva generaci¨®n de alemanes que ped¨ªa explicaciones a sus padres por lo que hab¨ªan hecho durante la guerra, las dictaduras comunistas la aplaudieron y agasajaron. Despu¨¦s, cuando Beate Klarsfeld denunci¨® el antisemitismo en el bloque sovi¨¦tico, la acusaron de ser agente de la CIA.
¡°Aqu¨ª combatimos a Le Pen en los tribunales, en las manifestaciones, y sufrimos atentados con paquetes bomba que ven¨ªan de la extrema derecha¡±, dice Serge Klarsfeld. ¡°Pero nosotros intentamos no ser sectarios y mirar con lucidez lo que sucede¡±.
Los Klarsfeld recibieron el pasado febrero en este despacho a Marine Le Pen. ¡°Pienso que es sincera¡±, dice Serge, en referencia a su ruptura con el antisemitismo hist¨®rico de la extrema derecha. Y recuerda que ha condenado a Phlippe P¨¦tain, l¨ªder de la Francia que colabor¨® con la Alemania nazi, y que ha repudiado el antisemitismo de su padre, a quien expuls¨® del partido. En un art¨ªculo en el ¨²ltimo bolet¨ªn de la Asociaci¨®n de Hijas e Hijos de Deportados Jud¨ªos de Francia, que ellos dirigen, Klarsfeld escribe: ¡°Su desconfianza respecto a una parte de la poblaci¨®n musulmana que no acepta las leyes de la Rep¨²blica y que querr¨ªa imponer las de la shar¨ªa nos parece justificada¡±.
En la entrevista insiste en precisar: ¡°Yo voto por Macron. Lo que digo es que el RN antes era un enemigo pol¨ªtico y ahora es un adversario pol¨ªtico. Es decir, si llegan al poder, si hacen cosas que no nos gustan, los combatiremos¡±.
Cuando se le pregunta si, como les acusan algunos, han ca¨ªdo en una trampa o han actuado como tontos ¨²tiles de Le Pen, responde: ¡°Los acontecimientos decidir¨¢n. Yo no puedo convencerles¡±. Y a?ade: ¡°Nuestra prioridad no son las transformaciones sociales, el progreso social, etc¨¦tera. Despu¨¦s de la Shoah, nuestra prioridad es el destino de los jud¨ªos y de Israel. Este es nuestro criterio, que es un criterio estrecho, y muchas grandes conciencias con una gran autoridad moral quiz¨¢ dir¨¢n que somos insensibles al sufrimiento de los dem¨¢s. Pero nosotros pertenecemos a una generaci¨®n que es la de la posguerra. Estamos indisolublemente ligados a la guerra mundial y a la Shoah¡±.
Antes de despedirnos, le preguntamos a Beate Klarsfeld a quien le dar¨ªa hoy un bofet¨®n. Dice que aquello fue un s¨ªmbolo de la ¨¦poca: la joven alemana y el padre nazi. Y responde:
¨DHoy ya no tendr¨ªa fuerzas.
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