Alemania proh¨ªbe una revista de extrema derecha cercana a AfD por ¡°incitaci¨®n al odio¡±
La polic¨ªa registra varias sedes de la publicaci¨®n ¡®Compact¡¯ en cuatro Estados federados y los domicilios de los responsables y accionistas
El Gobierno alem¨¢n ha prohibido la revista de extrema derecha Compact, cercana al ala m¨¢s extremista del partido Alternativa para Alemania (AfD), por considerar que incita al odio contra los jud¨ªos y las personas migrantes y que sirve de altavoz de teor¨ªas conspiranoicas y ultraderechistas. A partir de ahora ser¨¢ ilegal su venta en papel, as¨ª como la p¨¢gina web y la difusi¨®n de los contenidos del canal de televisi¨®n asociado, que produce v¨ªdeos para redes sociales.
El anuncio de la prohibici¨®n, algo extremadamente raro en un pa¨ªs que presume de ser garante de la libertad de prensa, ha coincidido con una amplia operaci¨®n policial en cuatro Estados federados. Los agentes han registrado desde primera hora de la ma?ana de este martes las sedes de las dos empresas (Compact-Magazin y Compact-TV) y los domicilios de sus responsables y accionistas para incautarse de material y recabar pruebas.
¡°La prohibici¨®n es un duro golpe contra la extrema derecha¡±, ha afirmado la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser: ¡°Estamos actuando contra los pir¨®manos intelectuales que alimentan un clima de odio y violencia contra los refugiados y los migrantes y quieren tumbar a nuestro Estado democr¨¢tico¡±. La p¨¢gina web de la revista ya est¨¢ inhabilitada. ¡°Nuestra se?al es muy clara: no permitiremos que la etnia defina qui¨¦n pertenece a Alemania y qui¨¦n no¡±, ha subrayado Faeser, que a?adi¨® que la Constituci¨®n alemana ¡°protege a todos aquellos que son tratados con hostilidad por su fe, su origen, el color de su piel o su postura democr¨¢tica¡±.
La revista Compact se publica mensualmente desde 2010 y tiene una tirada de unos 40.000 ejemplares, seg¨²n datos de la propia empresa, que no han sido verificados de forma independiente. El canal de YouTube asociado, Compact TV, cuenta con alrededor de 345.000 suscriptores. La publicaci¨®n es muy conocida en Alemania como un actor central en la propagaci¨®n de la ideolog¨ªa de lo que se conoce como Nueva Derecha, un entorno que propugna un Estado homog¨¦neo ¨¦tnicamente, con rasgos autoritarios, y que a la vez se distancia de los derechistas que abogan abiertamente por el nacionalsocialismo.
El redactor jefe de la revista, J¨¹rgen Els?sser, de 67 a?os, es un antiguo profesor que ha virado desde la extrema izquierda que apoyaba en su juventud a los postulados de la extrema derecha que defiende en la actualidad. Escritor y activista, es habitual verle en eventos de AfD. Ha descrito al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, como ¡°un estadista que defiende a su pueblo, a su pa¨ªs y a su Estado¡±. Su domicilio es uno de los que ha registrado esta ma?ana la polic¨ªa, de lo que deja constancia una fotograf¨ªa en la que se le ve abriendo la puerta en bat¨ªn a los agentes.
Adem¨¢s de AfD, las empresas de Compact mantienen tambi¨¦n estrechos v¨ªnculos con el llamado Movimiento Identitario, de extrema derecha, y el partido Sajonia Libre, que entre otras cosas pide la independencia de este Estado federado del este alem¨¢n. La Oficina Federal para la Protecci¨®n de la Constituci¨®n (los servicios secretos internos alemanes) llevaba a?os vigilando el entorno de Compact y hace unos meses cambi¨® oficialmente su clasificaci¨®n de organizaci¨®n ¡°presuntamente extremista¡± a ¡°extremista confirmada¡±.
El Ministerio del Interior ha llegado a la conclusi¨®n de que las publicaciones y actividades de Compact pueden incitar a la ciudadan¨ªa y ¡°animarla a actuar contra el orden constitucional¡±, en referencia a sus ¡°contenidos antisemitas, racistas, contrarios a las minor¨ªas, revisionistas hist¨®ricos y de teor¨ªa de la conspiraci¨®n¡±. Seg¨²n la Oficina, esta organizaci¨®n medi¨¢tica no solo agita contra el actual Gobierno alem¨¢n, una coalici¨®n de socialdem¨®cratas, verdes y liberales, sino contra ¡°el sistema pol¨ªtico en general¡±. Los servicios secretos han confirmado que usa una ¡°ret¨®rica de resistencia y revolucionaria¡± y que recurre a ¡°representaciones distorsionadoras y manipuladoras¡±.
¡°Golpe a la libertad de prensa¡±, seg¨²n AfD
La revista tiene una larga historia de portadas muy pol¨¦micas. En la de noviembre pasado aparec¨ªa en primer plano la cara de la ministra Faeser, varios hombres de rasgos extranjeros con actitud amenazante y el titular ¡°Bomba de asilo¡±, en referencia a la pol¨ªtica de acogida de refugiados, que relacionan directamente con el aumento de la criminalidad en Alemania. En otra reciente mostraban el Reichstag, el edificio del Parlamento, hundi¨¦ndose en un mar tempestuoso con la frase: ¡°Asilo, la inundaci¨®n¡±. La revista suele llamar ¡°criminales¡± a destacados pol¨ªticos alemanes de todos los partidos, salvo a los de AfD. En un n¨²mero reciente llevaba en portada al l¨ªder de esta formaci¨®n en Turingia, Bj?rn H?cke, recientemente condenado por usar lemas nazis, junto con Donald Trump y el t¨ªtulo: ¡°2024, el cambio¡±.
Los l¨ªderes de AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla, han criticado duramente la decisi¨®n del Ministerio del Interior alem¨¢n y han acusado a Faeser de abuso de poder. ¡°Es un duro golpe a la libertad de prensa¡±, han se?alado este martes en un comunicado conjunto. La prohibici¨®n de la revista no afecta directamente a AfD, pero el ala m¨¢s ultraderechista del partido ha perdido la plataforma medi¨¢tica en la que difund¨ªa sus contenidos y que escrib¨ªa cr¨®nicas elogiosas de sus candidatos a las elecciones regionales de septiembre en los l?nder orientales de Turingia, Sajonia y Brandeburgo.
No todos los cargos de la formaci¨®n estaban de acuerdo con asociarse con la revista porque consideraban que pod¨ªa perjudicarlos por su extremismo. Uno de sus diputados, J¨¹rgen Braun, aseguraba en su cuenta de X que ¡°el viejo estilo comunista¡± de Els?sser hac¨ªa ¡°m¨¢s mal que bien¡± a AfD, pero a pesar de ello ha defendido a la revista ¡°contra la prohibici¨®n inconstitucional de la ministra de izquierda radical Faeser¡±. Braun se refiere al Gobierno del canciller Olaf Scholz como ¡°una dictadura verde-izquierdista¡±. La formaci¨®n ultra est¨¢ considerada como sospechosa de extremismo y en los ¨²ltimos meses ha arreciado el debate sobre si deber¨ªa intentarse su ilegalizaci¨®n. En las elecciones europeas del pasado junio, AfD obtuvo el segundo puesto, con casi el 16% de los votos, y las encuestas pronostican que ganar¨¢ los comicios regionales de septiembre con alrededor del 30% de los votos.
La prohibici¨®n de un medio de comunicaci¨®n es algo extremadamente inusual en Alemania y antes de tomar una decisi¨®n tan pol¨¦mica se analizan al detalle las pruebas de su extremismo. La libertad de prensa est¨¢ consagrada en la Ley Fundamental alemana (la Constituci¨®n) y cualquier excepci¨®n debe argumentarse jur¨ªdicamente. Hay dos precedentes recientes, pero de organizaciones muy minoritarias y casi amateur, como la plataforma de internet Altermedia Deutschland, en 2016, y en 2019 dos peque?as empresas editoriales en la ¨®rbita del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), que en Alemania (y la UE) se considera una organizaci¨®n terrorista.
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