Scholz, el optimista al que no le salen las cuentas

Escuchando a Olaf Scholz en la tradicional rueda de prensa antes de las vacaciones de verano podr¨ªa parecer que el canciller alem¨¢n hace o¨ªdos sordos a lo que opinan de ¨¦l. O no lee las encuestas, o no le importan en absoluto. Una mayor¨ªa de alemanes est¨¢n descontentos con su gesti¨®n, pero eso no parece influir en el futuro pol¨ªtico que imagina para s¨ª mismo: quiere intentar volver a ser canciller. Despu¨¦s de casi tres a?os en el cargo, la valoraci¨®n de Scholz ha ca¨ªdo a m¨ªnimos, algo que se ha traducido en un p¨¦simo resultado del SPD en las elecciones europeas de junio pasado. ?Una pista para cambiar de rumbo? ?l cree que no.

El canciller est¨¢ convencido de que los ciudadanos sabr¨¢n apreciar sus logros en una legislatura convulsa de constante tensi¨®n entre los tres socios de la coalici¨®n (socialdem¨®cratas, verdes y liberales) y acabar¨¢n d¨¢ndole su confianza de nuevo. Por eso presumi¨® de haber elevado el salario m¨ªnimo a 12 euros la hora, de garantizar las pensiones y de resistir a los intentos de recortar la renta ciudadana.

Este mi¨¦rcoles, en la ¨²ltima cita con los periodistas antes de retirarse a descansar -con excepci¨®n de la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos en Par¨ªs este viernes- un par de semanas, Scholz confirm¨® que volver¨¢ a ser candidato del SPD en las pr¨®ximas elecciones federales, que se celebran el 28 de septiembre de 2025. El canciller quiso despedirse exhibiendo un optimismo desbordante. No parece tener dudas de que ganar¨¢ la apuesta: cree que es cuesti¨®n de tiempo, que el rechazo pronto se convertir¨¢ en aprobaci¨®n.

El SPD todav¨ªa no le ha confirmado como candidato, pero las declaraciones recientes de pesos pesados como la copresidenta, Saskia Esken, o el ministro de Defensa, Boris Pistorius, parecen indicar que tiene al partido detr¨¢s. La inc¨®gnita es c¨®mo podr¨ªa dar la vuelta a las encuestas a poco m¨¢s de un a?o de la cita con las urnas. Una de la semana pasada de Forsa recog¨ªa que apenas uno de cada cuatro alemanes (23%) est¨¢n satisfechos con el trabajo de Scholz. Un estado de opini¨®n que se traduce tambi¨¦n en hechos. El SPD obtuvo en las europeas el peor resultado en su m¨¢s de un siglo de historia.

¡°El SPD ha dejado de ser un partido de masas¡±, sentencia el polit¨®logo Wolfgang Schr?der, director em¨¦rito del Centro de Investigaci¨®n en Ciencias Sociales de Berl¨ªn (WZB). ¡°Lleva casi dos a?os en el tercer puesto del sistema de partidos alem¨¢n, con apenas un 15%-20% de apoyo electoral¡±. El resultado de las elecciones al Parlamento Europeo dej¨® al SPD, con el 13,9% de las papeletas, por detr¨¢s de los conservadores, que ahora rondan el 30% en intenci¨®n de voto, y de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), que se aproxima al 18%.

Cu¨¢nto ha contribuido el propio Olaf Scholz en su papel de canciller a esa ca¨ªda de popularidad es discutible, pero la pregunta que abri¨® la rueda de prensa veraniega fue significativa: ¡°Muchos en el SPD y muchos ciudadanos se preguntan si es usted el candidato adecuado. ?Es posible que quiera seguir el ejemplo del se?or Biden o va a presentarse con la misma confianza, por as¨ª decirlo, que mostraba el se?or Biden semanas atr¨¢s?¡±. La primera, en la frente. Scholz sonri¨®, dio las gracias por la pregunta ¡°tan amable y amistosa¡± y respondi¨® con el optimismo inalterable que mantendr¨ªa durante las casi dos horas de charla: ¡°El SPD es un partido muy unido. Estamos todos decididos a entrar juntos en la pr¨®xima campa?a electoral para el Bundestag y a ganarla. Me presentar¨¦ para volver a ser canciller¡±.

La cuesti¨®n del liderazgo parece estar cerrada en la c¨²pula del SPD, pero los afiliados no lo tienen nada claro. Solo un tercio de los miembros del partido cree que Scholz deber¨ªa presentarse de nuevo, seg¨²n una encuesta reciente de Forsa para la RND. El mismo n¨²mero (33%) estar¨ªa a favor de que diera el paso el ministro de Defensa, el miembro del gabinete mejor valorado por los alemanes. A un 8% le gustar¨ªa ver como candidato al copresidente Lars Klingbeil y el resto opt¨® por otros candidatos o no dio ninguna respuesta. Entre las bases, adem¨¢s, cunde el des¨¢nimo. Dos tercios de los encuestados dijeron que no creen que el SPD vuelva a ser el partido m¨¢s votado como en las elecciones de 2021.

¡°Este deber¨ªa ser el mejor momento para el liderazgo pol¨ªtico. Vivimos una ¨¦poca de extraordinaria concentraci¨®n de grandes retos pol¨ªticos: desde la crisis clim¨¢tica y migratoria hasta la guerra en Ucrania y en Gaza. Pero estamos viendo l¨ªderes pol¨ªticos d¨¦biles, como los del Reino Unido en los ¨²ltimos 10 a?os, Macron en Francia, el canciller de Austria o Biden en Estados Unidos. Scholz es uno de ellos¡±, opina Schr?der en conversaci¨®n con EL PA?S.

Al canciller, adem¨¢s, le penaliza tener que gobernar en una coalici¨®n tripartita en constante disputa, por no hablar de su personalidad: ¡°No tiene ning¨²n carisma y no sabe explicar sus decisiones a los ciudadanos¡±, asegura el polit¨®logo. Un sondeo reciente muestra que la mayor¨ªa (55%) de los alemanes piensan que Angela Merkel lo habr¨ªa hecho mejor que ¨¦l de haberse enfrentado a las mismas crisis.

Mucho tendr¨ªan que cambiar las cosas en un a?o para que Scholz pudiera reeditar el tripartito gracias al que pudo formar Gobierno en 2021. Sus socios de Los Verdes tambi¨¦n se hundieron en las europeas y los liberales llevan tiempo en la cuerda floja del 5% m¨ªnimo para entrar en el Bundestag. La ¨²nica perspectiva realista de formar parte de una alianza de Gobierno ser¨ªa en gran coalici¨®n con los conservadores de la CDU y su socio b¨¢varo CSU. ¡°Y entrar¨ªa como socio menor, con la mitad del apoyo que los democristianos¡±, recuerda Schr?der.

Los periodistas recordaron constantemente a Scholz lo que dicen las encuestas de ¨¦l y de su Gobierno -sus principales figuras, como la ministra de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, o el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, tambi¨¦n est¨¢n en el punto m¨¢s bajo de aprobaci¨®n-. ¡°Para cuando se celebren las elecciones le habremos dado un vuelco a las encuestas¡±, insisti¨® el canciller, que acab¨® entrando en el discurso demosc¨®pico: ¡°Los malos resultados en los sondeos son un incentivo para querer mejorarlos¡±.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.