Austria entra en una fase de incertidumbre para formar Gobierno tras la victoria del partido ultra
Ninguna formaci¨®n quiere hacer canciller al l¨ªder radical, Herbert Kickl. Los democristianos pueden intentar negociar con los socialdem¨®cratas y liberales, aunque tampoco han cerrado del todo la puerta al partido de extrema derecha
La victoria de la ultraderecha en Austria, por primera vez en unas legislativas y con su mejor resultado hist¨®rico, abre un periodo de suspense e incertidumbre pol¨ªtica con unas negociaciones para formar Gobierno que se auguran complicadas y largas. El Partido de la Libertad (FP?) gan¨® con un 29,2% de los votos, pero su l¨ªder, Herbert Kickl, est¨¢ solo. Nadie quiere que sea canciller. En la noche electoral, todos los partidos rechazaron de nuevo una colaboraci¨®n con ¨¦l por su radicalidad. Como respuesta, el dirigente ultra esgrimi¨® la ¡°decisi¨®n¡± de los votantes e incluso cuestion¨® el talante democr¨¢tico de sus oponentes. Los resultados electorales dejan sobre la mesa varias coaliciones posibles, pero un pacto puede tardar varios meses.
Pese al batacazo sufrido por los democristianos (?VP), que bajan al 26,5% y caen 11 puntos porcentuales, el actual canciller, Karl Nehammer, tiene alguna carta en la mano para repetir en el cargo y opciones para negociar a ambos lados del espectro pol¨ªtico. Nehammer fue rotundo el domingo al rechazar a Kickl por sus ¡°teor¨ªas conspiranoicas¡± y sus posturas, que han radicalizado a¨²n m¨¢s al FP? en los ¨²ltimos a?os para convertirlo en furibundamente antiinmigraci¨®n, euroesc¨¦ptico y prorruso, y al que salpican peri¨®dicamente denuncias de antisemitismo, xenofobia y cercan¨ªa al negacionismo. Sin embargo, el l¨ªder conservador no ha excluido del todo un acuerdo con el FP?, si bien este genera tambi¨¦n rechazo en parte de sus bases y dirigentes. Ambos alcanzar¨ªan una clara mayor¨ªa parlamentaria (108 esca?os de 183), han gobernado juntos antes y coinciden en querer endurecer la pol¨ªtica migratoria y en temas econ¨®micos, mientras les separan la posici¨®n sobre la guerra en Ucrania y la Uni¨®n Europea, donde el FP? tiene de ejemplo al h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n y se encuadra en el grupo ultra de Patriotas por Europa.
La pretensi¨®n del ?VP de que Kickl d¨¦ un paso atr¨¢s ¨Dcomo ha hecho el ultra Geert Wilders en Pa¨ªses Bajos para favorecer un pacto o hizo en 2000 el l¨ªder hist¨®rico de los ultras austriacos, J?rg Haider, al dar a los conservadores la canciller¨ªa¨D se antoja dif¨ªcil tras su victoria del domingo. Adem¨¢s, los democristianos no ser¨ªan en principio el socio principal, ya que quedaron segundos en los comicios, una posici¨®n en la coalici¨®n poco apetecible para el ?VP. Se acercan tambi¨¦n elecciones en varias regiones, por lo que prefieren no cerrar puertas antes de tiempo, destacan medios austriacos de fuentes del partido. Los ultras, mientras, insisten en su objetivo de hacer a Kickl Volkskanzer, canciller del pueblo (un t¨ªtulo usado por los nazis), y este lunes preparaban a su equipo negociador con el programa que ha defendido su l¨ªder para convertir Austria en una ¡°fortaleza¡± contra migrantes por delante.
Para reivindicar una canciller¨ªa bajo Nehammer desde el segundo puesto en las urnas, el ?VP mira ahora en direcci¨®n del socialdem¨®crata SP?, que con un 21% ha registrado por d¨¦cimas su peor resultado. Es llamativo que por primera vez desde la II Guerra Mundial, los grandes partidos tradicionales de Austria, que se alternaron en el poder durante d¨¦cadas, no superen el 50% de los votos (llegan a un 47,5%), pero en el reparto de esca?os suman 92 diputados, una mayor¨ªa raspada (a falta de contabilizarse los ¨²ltimos votos por correo, que a¨²n pueden hacer bailar alg¨²n esca?o). Aunque el l¨ªder socialista, Andreas Babler, no se cerr¨® a los conservadores, en su partido las aguas bajan turbias, con alg¨²n dirigente de peso que considera que no hay mandato para entrar en un Gobierno y otros que s¨ª apuestan por una negociaci¨®n. No ser¨ªa f¨¢cil: las dos formaciones llevan tiempo distanciadas despu¨¦s de que el popular Sebastian Kurz decidiera en 2017 prescindir del modelo de gran coalici¨®n para dejar entrar en su Ejecutivo a los ultras, incluido Kickl, como ministro del Interior.
Los socialdem¨®cratas han celebrado este lunes su junta directiva ¡ªel resto de partidos prev¨¦n hacerlo en los pr¨®ximos d¨ªas para analizar tambi¨¦n el giro de los votantes hacia los ultras, que han escalado 13 puntos tras el retroceso de 2019, marcado por las sospechas de corrupci¨®n en torno a su anterior l¨ªder, Heinz-Christian Strache¡ª. En una comparecencia tras la reuni¨®n, Babler ha explicado que han creado un equipo para conversaciones exploratorias, pero que eso no implica que necesariamente vayan a entrar en negociaciones.
La partida se presenta complicada. ¡°Kickl tiene que decidir si se retira, tal vez a un puesto como el de presidente del Parlamento, y deja el camino despejado. Pero algo parecido vale para el SP?. Babler tampoco es el negociador favorito para Nehammer. Aunque [el l¨ªder del ?VP] al final tendr¨¢ que hacer de tripas coraz¨®n, y entonces es m¨¢s probable que lo intente con el SP?¡±, considera por tel¨¦fono Kathrin Stainer-H?mmerle, polit¨®loga y profesora de la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Carintia. ¡°Hay que recordar que una negociaci¨®n como esta, entre ?VP y SP?, fracas¨® tras las regionales de Baja Austria [en 2023], y entonces se puede plantear la pregunta de si no entra de nuevo en juego la segunda opci¨®n con el FP?¡±, a?ade.
Tripartito
Ante lo ajustado de una hipot¨¦tica gran coalici¨®n, gana fuerza el escenario de un tripartito, que ser¨ªa una novedad en Austria. En ese caso, como candidato m¨¢s probable a unirse a conservadores y socialdem¨®cratas se colocan los liberales de Neos (9%), encabezados por la ¨²nica mujer al mando de un partido nacional, Beate Meinl-Reisinger, que ya en campa?a dej¨® claro que quiere entrar en un Gobierno que evite a los ultras, pero sobre todo para impulsar reformas para recuperar la econom¨ªa. ¡°No le quiero en un Ejecutivo, no le encuentro bueno para el pa¨ªs¡±, le solt¨® a Kickl en la noche electoral.
Los Verdes de Werner Kogler (8% tras caer cinco puntos) tambi¨¦n son una posibilidad como socio minoritario. Acaban de cerrar una legislatura de cinco a?os con el ?VP, pero sobre todo el tramo final ha llevado a un gran distanciamiento de los dos partidos. No son ahora los favoritos entre los conservadores.
Con estas opciones abiertas, las conversaciones para un acuerdo de gobierno se prev¨¦n dif¨ªciles. Austria se toma una media dos meses para cerrar coaliciones, que son habituales en el pa¨ªs, pero ?VP y Los Verdes tardaron un centenar de d¨ªas en acordar el programa conjunto en 2019.
Encontrar una salida ¡°puede llevar alg¨²n tiempo, pero es tiempo bien empleado¡±, afirm¨® el domingo el presidente del pa¨ªs, el progresista Alexander Van der Bellen, cuya potestad es tomar juramento al futuro canciller y los ministros. El a?o pasado, ya confirmado para un segundo mandato, declar¨®, en referencia al FP?, que no le gustar¨ªa favorecer a un partido ¡°antieuropeo y que no condena la guerra de Rusia en Ucrania¡±. Avis¨® tambi¨¦n que ganar unas elecciones no implica autom¨¢ticamente que se encargue al vencedor la formaci¨®n de un Gobierno. Es la tradici¨®n, pero no una norma legal. Kickl critic¨® duramente estas declaraciones del presidente y en alg¨²n momento lo ha llamado ¡°momia¡± y ¡°senil¡±.
Van der Bellen iniciar¨¢ esta semana una ronda de entrevistas con los l¨ªderes pol¨ªticos para sondear ¡°qu¨¦ compromisos viables podr¨ªan alcanzarse¡±. El presidente fij¨® con claridad lo que espera: ¡°Velar¨¦ por que se respeten las piedras angulares de nuestra democracia liberal a la hora de formar Gobierno, como el Estado de derecho, la separaci¨®n de poderes, los derechos humanos y de las minor¨ªas, la independencia de los medios de comunicaci¨®n y la pertenencia a la UE¡±.
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