Bruselas insta a Turqu¨ªa a investigar las violaciones de derechos de los refugiados pero elude la responsabilidad
¡°La protecci¨®n de los derechos de los migrantes es competencia de Ankara¡±, responde la Comisi¨®n Europea sobre las irregularidades cometidas en el sistema de asilo, que recibe fondos europeos
La Comisi¨®n Europea quiere que Turqu¨ªa investigue las deportaciones de extranjeros que podr¨ªan haber recibido el estatus de refugiados en la UE y el mal trato recibido por muchos de ellos en la red de centros de detenci¨®n que financian los Veintisiete. ¡°Es responsabilidad de las autoridades turcas investigar a fondo las denuncias de irregularidades y les instamos a que lo hagan¡±, ha contestado una portavoz del Ejecutivo comunitario, en una respuesta con la que, al mismo tiempo, Bruselas elude responsabilidades por la situaciones irregulares desveladas en una investigaci¨®n publicada este viernes por un consorcio de medios, entre ellos EL PA?S, liderada por Lighthouse Report.
¡°La financiaci¨®n de la UE proporcionada para los centros de expulsi¨®n y el retorno voluntario asistido y la reintegraci¨®n respeta plenamente las normas de la UE e internacionales¡±, ha a?adido la Comisi¨®n, a pesar de las pruebas que aporta la investigaci¨®n period¨ªstica. ¡°Reconocemos que, por supuesto, mientras que la asistencia de la UE a los refugiados y migrantes en Turqu¨ªa se presta de conformidad con los principios, normas y procedimientos de la UE, Turqu¨ªa tiene su propio conjunto de leyes en lo que respecta al reconocimiento de los refugiados y la gesti¨®n de la migraci¨®n. Y en este contexto, la aplicaci¨®n y la protecci¨®n de estos derechos y de los derechos humanos sigue siendo responsabilidad de Turqu¨ªa¡±, ha continuado.
Sobre si el Ejecutivo comunitario conoc¨ªa la situaci¨®n, la respuesta es que ¡°la delegaci¨®n de la UE en Turqu¨ªa lleva a cabo sin regularidad fija misiones de supervisi¨®n en los centros de expulsi¨®n que reciben ayuda financiera¡±. ¡°Ahora bien, el alcance de esas visitas t¨¦cnicas, por supuesto, es la pertinencia, la eficacia, la eficiencia y la sostenibilidad del uso de la asistencia financiera de la UE¡±, matizan.
Antes de esto, los portavoces comunitarios han subrayado que ¡°Turqu¨ªa es un socio clave y un pa¨ªs candidato¡± a entrar en el club comunitario, pese a que las negociaciones de adhesi¨®n no avanzan desde hace a?os y ya se ha asumido por todas las partes que es muy improbable que el pa¨ªs, mayoritariamente musulm¨¢n, que est¨¢ entre Europa y Asia, entre alguna vez en la UE. De hecho, la Uni¨®n otorg¨® a Ankara el estatus de candidato en 1999, antes que al resto de los que est¨¢n en la puerta de entrada.
Desde que Turqu¨ªa y la UE firmaron en 2016 un acuerdo para frenar la inmigraci¨®n, entonces procedente principalmente de Siria, que estaba en plena guerra, el Gobierno de Ankara ha recibido m¨¢s de 11.500 millones de euros. Los recursos se destinaban, en teor¨ªa, a atender a las personas que llegaran a suelo turco en busca de refugio para atender sus necesidades y favorecer la integraci¨®n en el pa¨ªs. Con este dinero, tambi¨¦n se ha financiado la construcci¨®n y mantenimiento de varios centros de internamiento y deportaci¨®n de extranjeros, una red que tiene una capacidad similar a la de toda la Uni¨®n.
Con el tiempo, el n¨²mero de detenidos por las autoridades turcas procedentes de Afganist¨¢n ha superado al de Siria. Seg¨²n las cifras de Ankara, desde que Turqu¨ªa firm¨® el acuerdo con la UE ha detenido a m¨¢s de dos millones de personas, de ellos 700.000 huyen del pa¨ªs controlado por los talibanes, donde se vulneran los derechos humanos y se recortan los derechos de las mujeres. Del Estado controlado por el r¨¦gimen dictatorial de Bachar el Asad, en cambio, han interceptado a unos 400.000.
No es la primera vez que investigaciones period¨ªsticas desvelan abusos sobre los derechos de los migrantes. Ya el pasado mayo EL PA?S public¨®, tambi¨¦n en colaboraci¨®n Lighthouse Reports, informaciones que desvelaban que Marruecos, Mauritania y T¨²nez utilizan la financiaci¨®n de la UE para detener y deportar a la fuerza migrantes procedentes del ?frica subsahariana.
La reacci¨®n entonces, como ahora, no mostr¨® evidencia alguna de que estos hechos lleven a Bruselas a replantearse estas pol¨ªticas. M¨¢s bien al contrario. Los discursos y las l¨ªneas pol¨ªticas marcadas tanto por los Estados miembros como por la Comisi¨®n Europea apuntan a la b¨²squeda de este tipo de acuerdos con terceros pa¨ªses que sirvan para contener el flojo de migrantes que llega a la UE. Esto puede verse, por ejemplo, en la creciente demanda por parte de Estados miembros de buscar pa¨ªses de fuera de la UE a los que deportar a quienes llegan de forma irregular mientras esperan que se resuelvan sus peticiones de asilo o residencia, siguiendo, por ejemplo, el pacto suscrito entre Italia y Albania.
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