La UE asume que la victoria de Trump le obliga a reforzar su competitividad, pero reh¨²sa dar pasos concretos

La victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha activado todas las alertas en la Uni¨®n Europea. Esta es una percepci¨®n generalizada en la c¨²pula del club comunitario. La vuelta a la Casa Blanca del republicano, que ha prometido aumentar los aranceles a los productos europeos y que amaga con dejar solos a los Veintisiete en el apoyo a Ucrania, implica la necesidad de actuar con urgencia. Los l¨ªderes europeos reclaman dotarse de m¨¢s herramientas para garantizar la seguridad y soberan¨ªa econ¨®mica, aumentar la productividad para impulsar la competitividad de la econom¨ªa y dar un salto en defensa para dejar de depender del paraguas del aliado americano. Pero la realidad es que los jefes de Estado y de Gobierno arrastran los pies a la hora de acordar pautas concretas que conjuguen ¡ªy sobre todo financien¡ª los enormes retos sobre la mesa.

La Uni¨®n Europea ha acordado este viernes en Budapest ¡°explorar y aprovechar todos los instrumentos y herramientas¡± financieras, as¨ª como ¡°desarrollar¡± nuevas f¨®rmulas para impulsar la competitividad europea, la industria y la transici¨®n verde e innovadora y las necesidades militares, seg¨²n una declaraci¨®n firmada por los l¨ªderes. ¡°Hacer como si nada ya no es una opci¨®n¡±, a?aden. Pero los mandatarios europeos no han puesto plazo para esas ¡°nuevas herramientas¡±, con promesas que son demasiado ¡°vol¨¢tiles y nebulosas¡±, seg¨²n critican varias fuentes diplom¨¢ticas y comunitarias. ¡°Falta ambici¨®n pese a la urgencia el momento¡±, dice un alto cargo comunitario. ¡°Es una ensalada tecnocr¨¢tica de elementos¡±, dice otro.

El sentido de urgencia es ahora ¡°mayor que hace una semana¡±, ha remarcado el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi. ¡°Europa ya no puede seguir posponiendo decisiones, como se ha visto todos estos a?os, porque esper¨¢bamos consenso. El consenso no lleg¨®, solo lleg¨® menor desarrollo, menor crecimiento y el estancamiento que tenemos hoy, as¨ª que espero que encontremos un esp¨ªritu unido para encontrar la mejor parte de estos cambios¡±, ha instado el antiguo primer ministro de Italia, que goza en Bruselas de una reputaci¨®n de gran estadista. Draghi ha presentado este viernes a los l¨ªderes europeos su muy esperado informe sobre la competitividad europea, que pide financiar con deuda com¨²n un plan para reindustrializar Europa. El documento se?ala la necesidad de movilizar 800.000 millones de euros al a?o en inversiones para recuperar el terreno perdido con EE UU y China.

Adem¨¢s, el aumento de un 10% de los aranceles ¡ªo incluso m¨¢s¡ª de EE UU a todas las importaciones europeas puede costar unos 180.000 millones de euros a la Uni¨®n, seg¨²n una estimaci¨®n del Instituto de Econom¨ªa Alemana. La Comisi¨®n Europea presentar¨¢ en junio una estrategia para poner en marcha el informe Draghi, ha declarado este viernes la presidenta Ursula von der Leyen. Pero este plazo no compagina con la urgencia de la que hablan los l¨ªderes. La jefa del Ejecutivo comunitario recalca que en los ¨²ltimos a?os se han hecho algunos avances, pero tambi¨¦n que hay que identificar los puntos d¨¦biles y trabajar para solucionarlos.

Hubo intentos de hacer una declaraci¨®n de intenciones mucho m¨¢s ambiciosa para la reuni¨®n de Budapest, pero los l¨ªderes de la UE no se ponen de acuerdo en las f¨®rmulas para pagar la enorme factura de no quedarse atr¨¢s. No hay apetito, por el momento, en poner sobre la mesa un instrumento de deuda com¨²n para financiarla. La mayor¨ªa de los l¨ªderes prefieren esperar al pr¨®ximo presupuesto multianual europeo, que se presentar¨¢ previsiblemente el pr¨®ximo verano. O incluso al libro blanco sobre defensa que prepara Von der Leyen, m¨¢s partidaria, no obstante, de clarificar primero en qu¨¦ proyectos y planes se deben gastar los fondos. Solo despu¨¦s habr¨ªa que ver c¨®mo reunirlos.

La cumbre de este jueves ¡ªorganizada por Hungr¨ªa y la ¨²ltima con Charles Michel como presidente del Consejo Europeo, que en diciembre ceder¨¢ el puesto al portugu¨¦s Antonio Costa¡ª no era para tomar decisiones de calado, sino para mantener debates estrat¨¦gicos, dicen los diplom¨¢ticos. Incluso se lleg¨® a pensar que los l¨ªderes boicotear¨ªan la cumbre negando su asistencia, dados los inicios tormentosos de Budapest en la presidencia semestral de la UE, con las reuniones del primer ministro Viktor Orb¨¢n con los l¨ªderes de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, y China, Xi Jinping, para hablar de Ucrania. Aunque la victoria del candidato republicano en EE UU puede ser un catalizador para que la UE empiece a ponerse las pilas y eleve la ambici¨®n de cara a la cumbre de diciembre, pocas semanas antes de la toma de posesi¨®n de Trump.

Un problema es que los 27 Estados miembros tampoco comparten un abordaje sobre c¨®mo relacionarse con el pr¨®ximo presidente estadounidense. Trump tiene ahora muchos m¨¢s aliados a los mandos de la UE que en 2017, cuando inici¨® su primer mandato. Ese ser¨¢ el enorme reto de esta legislatura.

Acuerdos con la nueva Casa Blanca

Von der Leyen asegura que, de momento, la estrategia europea respecto a la nueva Administraci¨®n Trump debe ser encontrar puntos comunes y despu¨¦s negociar. Y uno de esos puntos, siguiendo el esp¨ªritu transaccional que rigi¨® el primer mandato del republicano, puede ser labrar un acuerdo para comprar m¨¢s gas licuado estadounidense, una opci¨®n que adem¨¢s propiciar¨ªa ir dejando de comprar gas ruso. ¡°Es algo que se puede poner sobre la mesa¡±, ha dicho la pol¨ªtica conservadora alemana en una rueda de prensa en Budapest.

¡°Hay una cosa clara, juntos, la UE, como europeos, debemos hacer lo que sea necesario por nuestra seguridad¡±, ha dicho el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, enormemente debilitado tras la ruptura del Gobierno de coalici¨®n por la salida de los liberales. ¡°No pregunten qu¨¦ puede hacer Estados Unidos por ustedes, pregunten qu¨¦ debe hacer Europa por s¨ª misma¡±, ha apuntado la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. ¡°Europa debe encontrar un equilibrio en competitividad, aranceles¡­¡±, ha a?adido la l¨ªder ultra.

Los jefes de Estado y de Gobierno creen que el informe de Draghi ¡ªy el que present¨® hace unos meses Enrico Letta, tambi¨¦n ex primer ministro italiano¡ª es una buena hoja de ruta. Pero de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica hay una larga distancia.

¡°En el ¨¢mbito econ¨®mico, Draghi lo ha calculado: recuperar la competitividad ser¨¢ caro al principio¡±, apunta Daniela Schwarzer, de la Fundaci¨®n Bertelsmann. ¡°Si no se quieren aceptar las ofertas estadounidenses, o ceder ante sus amenazas, hace falta resiliencia financiera para resistir un conflicto. La desesperanza puede crear as¨ª la posibilidad de transformar Europa para que se mantenga en una posici¨®n m¨¢s exitosa despu¨¦s, no solo frente a Estados Unidos, sino tambi¨¦n frente a otros actores globales; y en la defensa contra amenazas y chantajes tanto econ¨®micos como militares¡±, a?ade.

La experta sostiene que Europa deber¨ªa declarar un ¡°decenio de pol¨ªtica de seguridad¡±, un plan de una d¨¦cada con el que los Estados y la Comisi¨®n Europea reduzcan o incluso transformen en puntos fuertes las principales debilidades de su seguridad. ¡°Se trata de dinero, mucho dinero, pero no solo de eso. La cuesti¨®n m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ hasta qu¨¦ punto Europa puede hacer que su nueva fuerza militar y econ¨®mica sea cre¨ªble y que tambi¨¦n sirva como una Europa unida¡±, remarca por correo electr¨®nico.

El club comunitario corre el riesgo de perder otro tren si no acelera y si no pone sobre la mesa nuevos mecanismos ambiciosos. ¡°La Uni¨®n debe actuar como actor. Si no est¨¢s sobre la mesa formas parte del men¨²¡±, ha asegurado el alto representante para Pol¨ªtica Exterior y Defensa, Josep Borrell. Y ha a?adido: ¡°Lo m¨¢s importante es construir la UE como una gran potencia, una entidad brillante, capaz de actuar. Y no delegar nuestra seguridad en nadie¡±.