La UE afronta el reto econ¨®mico de evitar una lenta agon¨ªa
El informe Draghi da la voz de alarma sobre los problemas de productividad europea y plantea un ambicioso programa de acci¨®n para la pr¨®xima Comisi¨®n Europea. Las recetas han abierto un encendido debate entre los socios
Mario Draghi ha mostrado a Europa como ser¨ªa el abismo. O la UE emprende una revisi¨®n radical de su pol¨ªtica industrial para revertir el declive competitivo frente a Estados Unidos y China, e invierte de manera conjunta para ello, o el club comunitario se enfrenta a una ¡°lenta agon¨ªa¡±. El diagn¨®stico del ex primer ministro italiano en un denso informe para la Comisi¨®n Europea est¨¢ claro, no es el primero en hacer balance de da?os: si no se act¨²a, la UE puede caer en la irrelevancia internacional. El expresidente del Banco Central Europeo, el hombre a quien se atribuye haber salvado el euro en medio de crisis de la deuda soberana de la eurozona en 2012, apunta que para lograr evitar esa debacle gradual hacen falta f¨®rmulas ambiciosas, como la de una emisi¨®n de deuda conjunta, invertir mucho m¨¢s y tambi¨¦n repensar las reglas de competencia y flexibilizarlas para que las empresas europeas ganen tama?o y no enfrenten obst¨¢culos que lastran su innovaci¨®n. ¡°Europa no puede permitirse m¨¢s aplazamientos para preservar el consenso¡±, zanja.
El informe Draghi, hecho p¨²blico esta semana, que propone un impulso in¨¦dito a la inversi¨®n productiva de casi 800.000 millones de euros anuales (el cu¨¢druple de la envergadura del plan Marshall), ha encendido el debate sobre c¨®mo conseguir esos fondos y ya ha levantado las suspicacias y el rechazo de algunos de los Estados miembros m¨¢s frugales, como Alemania, que se ha mostrado contrario a aumentar el gasto o emitir deuda com¨²n. Adem¨¢s, las recetas llegan en un momento en el que Berl¨ªn y Par¨ªs tienen serios problemas pol¨ªticos internos que est¨¢n lastrando el motor franco-alem¨¢n que durante a?os ha espoleado el bloque, en un club comunitario que est¨¢ viendo, adem¨¢s, el aumento de la ultraderecha y en un continente en guerra, la de Rusia contra Ucrania, que va camino de cumplir tres a?os.
El mensaje de Draghi es claro: no solo est¨¢ en juego la econom¨ªa europea, su industria, tambi¨¦n el modelo de vida del bloque de 450 millones de habitantes. ¡°Hemos llegado al punto en que, si no hacemos nada, tendremos que comprometer nuestro bienestar, nuestro medio ambiente o nuestra libertad¡±, ha dicho el italiano.
Competitividad de la UE: mirando hacia el futuro, de unas 400 p¨¢ginas, encargado por la presidenta del Ejecutivo comunitario, la reci¨¦n reelegida Ursula von der Leyen, est¨¢ llamado a ser la hoja de ruta para la nueva Comisi¨®n y su c¨²pula, que la conservadora alemana previsiblemente presentar¨¢ la pr¨®xima semana.
Pero en una UE a la que le cuesta reaccionar si no hay una crisis acuciante ya encima de la mesa, una ¡°lenta agon¨ªa¡± como la que describe Draghi podr¨ªa no ser suficiente revulsivo para actuar. Las recetas del italiano corren el riesgo de quedarse en un caj¨®n, reconocen varias altas fuentes europeas. ¡°Hace falta voluntad pol¨ªtica y ambici¨®n¡±, reconoce un alto cargo comunitario.
Los datos no mienten: en t¨¦rminos per c¨¢pita, el ingreso real disponible de los hogares ha crecido el doble en Estados Unidos que en la Uni¨®n Europea desde el a?o 2000, el a?o en que empieza a agrandarse la brecha en innovaci¨®n; solo cuatro de las 50 mayores empresas tecnol¨®gicas del mundo son europeas; cerca del 30% de los unicornios ¡ªlas empresas tecnol¨®gicas j¨®venes que aumentan de valor hasta superar los 1.000 millones¡ª acaban en EEUU.
Y una realidad ¡°demoledora¡±, apunta Judith Arnal, investigadora principal de CEPS y del Instituto Elcano: mientras que en Estados Unidos las tres empresas que m¨¢s invierten en investigaci¨®n y desarrollo son tecnol¨®gicas (Alphabet, Meta y Microsoft), en la UE, son del sector de la automoci¨®n (VW, Mercedes¡ªBenz, Bosch). En definitiva, al ritmo actual de crecimiento, dice su informe, el Producto Interior Bruto (PIB) de la UE comenzar¨¢ a menguar a partir de 2050, y el invierno demogr¨¢fico agravar¨¢ la situaci¨®n si no se compensa con un aumento de la productividad.
Porque gran parte de esa grieta no se debe a la falta de competitividad de las empresas europeas sino al lastre de la productividad, consecuencia del salto tecnol¨®gico que ha dado Norteam¨¦rica y que la UE a¨²n est¨¢ a la zaga. Y es ah¨ª donde Draghi encamina la soluci¨®n: hacer m¨¢s productivo el tejido empresarial europeo. El italiano, que durante su paso por el Tesoro de su pa¨ªs pilot¨® las privatizaciones de los a?os noventa, que fue vicepresidente del gran banco de inversi¨®n Goldman Sachs y gobernador del Banco de Italia, es un hombre pragm¨¢tico. Y desde su experiencia plantea que, tras la uni¨®n monetaria lanzada en 1999, la UE necesita ahora una uni¨®n fiscal.
Para afrontar la ingente inversi¨®n necesaria para cerrar la brecha de innovaci¨®n con EE UU (y en algunos puntos, cada vez m¨¢s con China) y abordar nuevas necesidades, como la defensa europea y las redes energ¨¦ticas transeuropeas, Draghi plantea una emisi¨®n de deuda conjunta, como la que se hizo con el Fondo de Recuperaci¨®n. Pero va m¨¢s all¨¢ y sugiere la emisi¨®n de lo que llama ¡°activo seguro¡± (algunos lo llamar¨ªan ¡°eurobonos¡±, t¨¦rmino que levanta ampollas en algunas capitales, como Berl¨ªn, y que el italiano evita): deuda respaldada por todos los Estados miembros de manera conjunta y no proporcional al tama?o de cada uno, como hasta ahora con el esquema ideado para paliar la crisis desatada por la pandemia de covid. Esos ¡°activos seguros¡±, dice, ayudar¨ªan a la integraci¨®n y transparencia e los mercados financieros europeos, proporcionar¨ªan liquidez atractiva para los inversores y servir¨ªan de reserva para los bancos centrales.
El propio Draghi hace referencia a precedentes, como el Fondo de Recuperaci¨®n, pero hay otros proyectos compartidos, las compras durante la pandemia o el fondo intergubernamental para enviar armas a Ucrania el (Fondo Europeo para la Paz). Pero tambi¨¦n otras iniciativas que no han funcionado del todo, como plan Juncker, un intento de resolver la crisis de la deuda con algo de dinero europeo.
Guntram Wolff, investigador del laboratorio de ideas Bruegel, comparte el diagn¨®stico de Draghi y tambi¨¦n la opini¨®n del italiano de que la UE necesita avanzar. ¡°Pondr¨ªa un fuerte ¨¦nfasis en la profundizaci¨®n y la integraci¨®n de los mercados de capital, en mejores pol¨ªticas educativas y en una menor regulaci¨®n, as¨ª como en condiciones m¨¢s f¨¢ciles para un mercado ¨²nico de servicios¡±, apunta por correo electr¨®nico. ¡°Tambi¨¦n creo que necesitamos gastar m¨¢s juntos y hacerlo en las cosas correctas¡±, remarca. El experto est¨¢ de acuerdo en que la deuda europea debe desempe?ar un papel, pero cree que antes de utilizar nueva deuda, primero se deber¨ªan ajustar significativamente las prioridades presupuestarias de la UE. ¡°Es simplemente una locura que gastemos un tercio de nuestro presupuesto de la UE en subvencionar a los agricultores y a la agricultura industrial. Necesitamos centrarnos en el futuro. Tenemos que invertir en lo digital, en defensa y liberar nuestros mercados del proteccionismo nacional¡±, lanza.
El esperado informe Draghi da unas 170 recetas para todos los sectores, desde el de la defensa ¡ªpropone agrupar la demanda¡ª al farmac¨¦utico y plantea tambi¨¦n reorientar el presupuesto europeo para centrarlo m¨¢s en las necesidades de la UE y no tanto en la dimensi¨®n nacional y regional, lo que implicar¨ªa una reforma de los fondos de cohesi¨®n.
Antes que la uni¨®n fiscal, la investigadora Arnal destaca la necesidad de impulsar la innovaci¨®n, garantizando, por ejemplo, personal cualificado. ¡°Pero realmente no necesitamos inventarlo todo en la UE, lo que nuestras empresas tienen que ser capaces de hacer es utilizar esas innovaciones e incorporarlas¡±, dice. El an¨¢lisis del italiano habla del riesgo de que las f¨¦rreas regulaciones europeas hagan volver a perder el viaje tecnol¨®gico por ejemplo. Tambi¨¦n de que la descarbonizaci¨®n, crucial para afrontar la crisis clim¨¢tica, debe ser compatible con el crecimiento econ¨®mico, un punto que pone a la UE ante el espejo de su relaci¨®n con China y las importaciones desde el gigante asi¨¢tico.
¡°La mejor respuesta es el mercado ¨²nico¡±, apunta Jon¨¢s Fern¨¢ndez, portavoz socialista en la Comisi¨®n de Econom¨ªa y Finanzas del Parlamento Europeo. El informe elaborado este a?o por otro italiano, el ex primer ministro Enrico Letta, comandado por el Consejo Europeo, se?ala que que acabando con trabas al mercado ¨²nico y con la uni¨®n del mercado de capitales, el PIB de la UE puede dar un salto de 10 puntos, y Draghi da por bueno ese c¨¢lculo, resalta el eurodiputado. ¡°A comienzos de este siglo el PIB de la UE estaba un 15% por debajo del estadounidense, hoy est¨¢ un 30% por detr¨¢s. Solo con el mercado ¨²nico se resuelven 10 puntos de lo perdido¡±, abunda Fern¨¢ndez.
Fernando Navarrete, eurodiputado del Partido Popular (PP) y coordinador de asuntos fiscales del grupo en la Euroc¨¢mara, remarca que las reformas deber¨ªan empezar por la gobernanza. ¡°Lo que plantea Draghi es un paquete. No se trata de ahora esto o aquello. Es un paquete reformista que precisa de la gobernanza adecuada. Es voluntad pol¨ªtica¡±.
Reformar las reglas de competencia, innovaci¨®n, uni¨®n fiscal, armonizaci¨®n tributaria para evitar dumping en la propia UE con impuestos. Son asuntos que llevan a?os sobre la mesa de los bur¨®cratas, expertos y pol¨ªticos de Bruselas. Pero esta vez quien da la voz de alarma no es cualquiera sino Draghi, el hombre que prometi¨® que salvar¨ªa el euro ¡°cueste lo que cueste¡±, una figura muy respetada en la UE. Aun as¨ª, sus recetas ¡ªcomo ocurri¨® con el informe Letta, que no deriv¨® en un acuerdo para la uni¨®n del mercado de capitales¡ª han desatado un intenso debate entre los socios, como muestra una nota elaborada para la c¨²pula del Eurogrupo a la que ha tenido acceso EL PA?S: los n¨®rdicos se?alan la importancia de la financiaci¨®n privada mientras que Espa?a, Italia y Portugal han pedido que se relajen las normas sobre ayudas estatales para permitir una financiaci¨®n p¨²blica m¨¢s flexible.
¡°El endeudamiento conjunto de la UE no resolver¨¢ los problemas estructurales: las empresas no carecen de subvenciones. Est¨¢n atadas por la burocracia y la econom¨ªa planificada. Y tienen dificultades para acceder al capital privado. Tenemos que trabajar en eso¡±, escribi¨® el ministro de Finanzas alem¨¢n, Christian Lindner, en la red social X (antes Twitter).
Guntram Wolff, de Bruegel, se reconoce ¡°pesimista¡± en la derivada que tendr¨¢ el informe. ¡°La reacci¨®n alemana se ha centrado casi exclusivamente en la cuesti¨®n de la deuda. Pero el informe de Draghi enfatiza que necesitamos trabajar realmente en las cuestiones estructurales. La industria automovil¨ªstica alemana enfrenta enormes problemas. En parte, se deben a la falta de inversi¨®n en infraestructuras de recarga el¨¦ctrica y a la resistencia a la digitalizaci¨®n y la modernizaci¨®n. Es algo que hay que abordar. Para ello ser¨¢ necesario endeudarse como medio para alcanzar un fin y no como un problema en s¨ª. Pero, por desgracia, no vemos ese tipo de debate en la mayor econom¨ªa de Europa¡±, remarca Wolff, que hasta hace unos meses era director general del Consejo Alem¨¢n para las Relaciones Exteriores.
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