El nuevo puerto de Chancay, s¨ªmbolo de la creciente influencia de China en Am¨¦rica Latina
La Rep¨²blica Popular es hoy el primer socio comercial de Am¨¦rica del Sur
La estrategia de expansi¨®n global de China pasa por Am¨¦rica Latina. Y el viaje a la regi¨®n del presidente chino, Xi Jinping, es el reflejo de c¨®mo el gigante asi¨¢tico est¨¢ logrando una creciente influencia pol¨ªtica y econ¨®mica en la zona, desdibujando el rol de Occidente, y poniendo en alerta a Washington y Bruselas. La gira latinoamericana del mandatario chino, su sexta visita desde 2013, incluye paradas en Per¨², donde se encuentra en estos momentos para asistir a la reuni¨®n de l¨ªderes del foro APEC (Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico, por sus siglas en ingl¨¦s), y en Brasil, donde acudir¨¢ la semana que viene a la cumbre del G-20 en R¨ªo de Janeiro. En ambas citas su presencia ser¨¢ casi la ant¨ªtesis de la del presidente estadounidense, Joe Biden, que llega jibarizado tras la derrota dem¨®crata en las elecciones del 5 de noviembre, y con poco que ofrecer, mientras Pek¨ªn muestra una lluvia de millones en inversiones.
El mandatario chino aterriz¨® el jueves en Lima, justo a tiempo para inaugurar el puerto de aguas profundas de Chancay, una gigantesca obra de la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de infraestructuras lanzado en 2014 con el que China pretende conectarse al mundo, cuya explotaci¨®n en exclusiva corresponde a la empresa estatal china COSCO. Ha costado unos 3.400 millones de d¨®lares (3.225 millones de euros) y est¨¢ destinado a convertirse en el principal nodo mar¨ªtimo de Latinoam¨¦rica. ¡°China desea, junto con Per¨², utilizar el puerto de Chancay como punto de partida para crear un nuevo corredor terrestre y mar¨ªtimo entre China y Am¨¦rica Latina, que conecte el Camino Inca con la Ruta Mar¨ªtima de la Seda del siglo XXI, y abra una v¨ªa hacia la prosperidad compartida para Per¨² y para los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe¡±, dijo Xi el jueves durante un encuentro bilateral con la presidenta peruana, Dina Boluarte, seg¨²n ha recogido la prensa china.
Per¨² es uno de esos lugares donde se puede observar la gravitaci¨®n hacia Asia en buena parte de Am¨¦rica Latina. El pa¨ªs vive un idilio creciente con la Rep¨²blica Popular, hasta el punto de que si Pek¨ªn quisiera, podr¨ªa interrumpir el suministro de electricidad de Lima: toda la energ¨ªa de la capital est¨¢ en manos de dos empresas estatales chinas, despu¨¦s de sendas adquisiciones en 2020 y 2023, que ya pusieron en alerta a distintos sectores en el pa¨ªs andino, por sus caracter¨ªsticas monopol¨ªsticas. La mayor compa?¨ªa de cobre peruana, Las Bambas, pertenece tambi¨¦n a una empresa minera china, MMG. Y adem¨¢s de Chancay, en marzo, el Gobierno peruano adjudic¨® la construcci¨®n de un nuevo puerto a una filial de otra empresa china, Jinzhao, que cuenta con una explotaci¨®n de hierro.
La ecuaci¨®n es sencilla: China, la gran f¨¢brica global necesitada de recursos, invierte en proyectos vinculados al sector energ¨¦tico, la miner¨ªa y las infraestructuras; los pa¨ªses latinoamericanos, ricos en materias primas y en alimentos, buscan a cambio inversiones que aceleren su camino hacia industrias de mayor valor a?adido. Tal y como expres¨® la presidenta peruana, Dina Boluarte, en julio, tras su visita de Estado a China: ¡°Vimos la tecnolog¨ªa que tienen en innovaci¨®n cient¨ªfica y que manejan. Queremos seguir afianzando esa relaci¨®n bilateral para recibir todo ese hub cient¨ªfico que tienen y podamos tener un Per¨² distinto¡±. Su visita incluy¨® una reuni¨®n con BYD, la compa?¨ªa que se disputa con Tesla el t¨ªtulo de mayor fabricante de veh¨ªculos el¨¦ctricos del mundo, la punta de lanza de las nuevas manufacturas tecnol¨®gicas del gigante asi¨¢tico; discutieron, claro, el potencial del megapuerto de Chancay para desembarcar los coches, adem¨¢s de la posibilidad de establecer una planta de ensamblaje de veh¨ªculos el¨¦ctricos en el pa¨ªs andino.
La relaci¨®n con Per¨², de quien China es el principal socio comercial desde hace una d¨¦cada, cuando super¨® definitivamente a Estados Unidos, es un reflejo de lo que est¨¢ pasando en toda la regi¨®n. En el a?o 2000, el mercado chino representaba menos del 2% de las exportaciones latinoamericanas, pero, en los ocho a?os siguientes, el comercio creci¨® a una tasa media anual del 31%; en 2023, el volumen alcanz¨® la cifra r¨¦cord de 480.000 millones de d¨®lares (unos 454.000 millones de euros), seg¨²n la Administraci¨®n Nacional de Aduanas de China. La Rep¨²blica Popular es hoy el primer socio comercial de Am¨¦rica del Sur , seg¨²n un reciente art¨ªculo del Council on Foreign Relations, un instituto de pensamiento con sede en Nueva York. Y los principales exportadores fueron Brasil, Chile y Per¨², por este orden.
Las cifras de inversiones y cr¨¦ditos en Am¨¦rica Latina son tambi¨¦n mareantes, aunque ha bajado el ritmo en los ¨²ltimos a?os. De 2010 a 2019, China invirti¨® una media de 14.200 millones de d¨®lares al a?o en Am¨¦rica Latina, seg¨²n datos de The Inter-American Dialogue, un think tank con sede en Washington. Para 2022, esa cantidad se hab¨ªa reducido a menos de la mitad, solamente 6.400 millones de d¨®lares. La misma organizaci¨®n apunta que la tendencia es similar en los pr¨¦stamos de las principales instituciones financieras de desarrollo chinas: en su punto ¨¢lgido en 2010, Pek¨ªn prest¨® m¨¢s de 25.000 millones de d¨®lares a la regi¨®n, llegando a superar al Banco Mundial, pero esta cifra se redujo a poco m¨¢s de 1.300 millones al a?o entre 2019 y 2023.
Argentina, Brasil, Per¨² y Chile, son, por este orden, los pa¨ªses que m¨¢s cr¨¦ditos de bancos comerciales chinos han recibido, en su mayor parte destinados a proyectos de energ¨ªa, infraestructuras y miner¨ªa; Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina, los que mayores vol¨²menes de pr¨¦stamos chinos al desarrollo acumulan, seg¨²n la base de datos de the Inter-American Dialogue y el Boston University Global Development Policy Center.
La presencia china supone, adem¨¢s, un acompasamiento geopol¨ªtico. Cada inauguraci¨®n, cada nueva mina, es otro pe¨®n que Pek¨ªn avanza en el tablero; su especial tir¨®n entre los pa¨ªses del llamado Sur Global facilita, adem¨¢s, que cuajen los conceptos de mundo multipolar que los l¨ªderes chinos defienden frente a lo que denominan un mundo unipolar dominado por Estados Unidos. ¡°Ahora estamos promoviendo cambios en la gobernanza global¡±, contaba Wang Wen, decano del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China, en una charla en Pek¨ªn esta semana. Wang destac¨® c¨®mo la cumbre del foro APEC y el G-20 ofrecen un escenario id¨®neo para difundir la ¡°filosof¨ªa¡± de gobernanza global china.
Desde 2017, 22 naciones de Am¨¦rica Latina y el Caribe se han unido oficialmente a la Nueva Ruta de la Seda; el gigante asi¨¢tico tiene adem¨¢s acuerdos de libre comercio con Per¨², Chile, Costa Rica y Ecuador y se encuentra en negociaciones con Uruguay. Sus adhesiones no requieren necesariamente de una adscripci¨®n pol¨ªtica. Un editorial del diario oficialista chino Global Times enfatizaba el jueves que a pesar de las ¡°diferentes ideolog¨ªas de los partidos de izquierda y derecha de Latinoam¨¦rica [¡] en t¨¦rminos de actitudes hacia China, las fuerzas pol¨ªticas de los pa¨ªses latinoamericanos est¨¢n cada vez m¨¢s unificadas¡±.
Estados Unidos observa los movimientos con recelo. Washington considera esta expansi¨®n un riesgo a su liderazgo, ya que en muchas ocasiones estos proyectos vienen acompa?ados de convenios que otorgan derechos de operaci¨®n exclusivos a las empresas estatales chinas, una pr¨¢ctica que podr¨ªa facilitar actividades de inteligencia y vigilancia en detrimento de los intereses de seguridad nacional estadounidenses. Esta semana, investigadores del Atlantic Council, un think tank estadounidense, se?alaban que, si estallara un conflicto en Taiw¨¢n o en alg¨²n punto del mar del Sur de China, Pek¨ªn cuenta con una red de 38 puertos operados por COSCO ¨Dque se extienden desde el mar Egeo hasta el Canal de Panam¨¢¨D que podr¨ªan ¡°plantear un serio desaf¨ªo log¨ªstico a los ej¨¦rcitos extranjeros que pretendieran trasladar buques o suministros al Indo-Pac¨ªfico¡±.
Biden, el presidente saliente estadounidense, llega a la cumbre de la APEC con poco que ofrecer. ¡°La presencia de Biden en Per¨² quedar¨¢ eclipsada por lo que Xi vendr¨¢ a inaugurar al margen de su visita¡±, se?ala el citado art¨ªculo, recordando el nuevo puerto de Chancay. La principal propuesta de su Administraci¨®n para contrarrestar la influencia china en la regi¨®n, a?ade el texto, ha sido la Alianza para la Prosperidad Econ¨®mica de las Am¨¦ricas, que pretende catalizar la inversi¨®n en el sector privado y profundizar las relaciones comerciales con sus 11 miembros fundadores, aunque los beneficios tangibles ¡°a¨²n est¨¢n por llegar¡±. Xi Jinping, por su parte, espera llevarse bajo el brazo nuevos acuerdos de cooperaci¨®n tras su paso por Lima y por la cumbre del G-20 en R¨ªo de Janeiro. Ambos l¨ªderes se ver¨¢n las caras, previsiblemente, el s¨¢bado. Ser¨¢ su tercera y, con casi toda probabilidad, la ¨²ltima entrevista oficial como l¨ªderes de la primera y segunda potencia del planeta.
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