Marruecos refuerza su frontera con Argelia en plena escalada militar en el Magreb

La tensi¨®n en la frontera entre Argelia y Marruecos, cerrada desde hace 25 a?os, se intensifica tras la reelecci¨®n de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, principal aliado de Rabat. El titular de Defensa en el Gobierno marroqu¨ª, Abdelatif Ludiyi, ha anunciado el refuerzo de la vigilancia en la divisoria territorial mediante el despliegue de puestos avanzados con sistemas electr¨®nicos y ¨®pticos de detecci¨®n de movimientos, sensores s¨ªsmicos de alta sensibilidad, radares fijos y m¨®viles y drones de observaci¨®n.

¡°La vigilancia de nuestras fronteras es una de las principales preocupaciones de nuestras Fuerzas Armadas¡±, precis¨® Ludiyi el viernes en el Parlamento al presentar los presupuestos de su departamento para 2025, que prev¨¦n m¨¢s de 500 millones de euros para dicha partida. La des¨¦rtica frontera fue escenario hace seis d¨¦cadas de la llamada Guerra de las Arenas, librada por disputas territoriales entre ambos Estados magreb¨ªes, que desde hace tres a?os mantienen rotas las relaciones diplom¨¢ticas.

El apuntalamiento militar marroqu¨ª en su l¨ªmite territorial culmina casi dos d¨¦cadas de rearme de ambos vecinos, que ha situado a Argelia como el pa¨ªs con mayor gasto militar en ?frica, con unos 24.000 millones de euros presupuestados para 2025. Marruecos le sigue a continuaci¨®n, con la mitad de desembolso. Los dos rivales del Magreb, sin embargo, dedican proporcionalmente lo mismo al cap¨ªtulo de defensa: en torno a un 10% de su producto interior bruto (PIB) y han incrementado m¨¢s de un 7% las partidas para el a?o que viene, en una escalada de rearme que amenaza con frenar el desarrollo econ¨®mico regional. Los Estados miembros de la OTAN solo se plantean, por el momento, alcanzar el 2% del PIB en desembolso militar.

¡°Este incremento significativo pone de relieve la elecci¨®n estrat¨¦gica de Marruecos para reforzar sus capacidades de defensa de las Fuerzas Armadas en un contexto regional e internacional cada vez m¨¢s inestable¡±, se?ala el experto en asuntos militares Nizar Derdabi, citado por el semanario marroqu¨ª Tel Quel. Las amenazas terroristas procedentes del Sahel se suman, seg¨²n este analista, al conflicto armado con el Frente Polisario, apoyado por Argelia y que defiende la autodeterminaci¨®n e independencia del S¨¢hara Occidental, bajo control marroqu¨ª tras la salida de Espa?a como potencia colonial en 1975.

Hace ahora cuatro a?os, el Polisario rompi¨® el alto el fuego que manten¨ªa desde 1991 despu¨¦s de que las fuerzas de Rabat se desplegaran en el puesto fronterizo con Mauritania de Guerguerat, al sur del territorio saharaui.

Una ¡°salida al Atl¨¢ntico¡±

En la noche del pasado d¨ªa 6, poco despu¨¦s de la confirmaci¨®n de la victoria electoral de Trump que le devolver¨¢ en enero a la Casa Blanca, el rey Mohamed VI reclam¨® a Argelia, sin citarla expresamente, abandonar las maniobras de desestabilizaci¨®n de quienes ¡°buscan una salida al Atl¨¢ntico¡±. El monarca envi¨® este mensaje codificado durante su discurso del 49? aniversario de la Marcha Verde, la movilizaci¨®n de decenas de miles de marroqu¨ªes que cambi¨® el destino del S¨¢hara Occidental al forzar el repliegue de las tropas espa?olas.

Una semana m¨¢s tarde, el ministro de Asuntos Exteriores marroqu¨ª, Naser Burita, fue inusualmente m¨¢s expl¨ªcito en el Parlamento al advertir de la presencia de ¡°se?ales de escalada [b¨¦lica] procedentes de Argelia, con una voluntad aparente de pasar del [actual] conflicto regional a un enfrentamiento directo¡±. Burita aprovech¨® la presentaci¨®n de los presupuestos de su departamento de 2025 para asegurar, sin eufemismos diplom¨¢ticos, que los servicios de inteligencia poseen ¡°datos concretos¡± sobre las intenciones de Argelia de desencadenar una confrontaci¨®n armada tras los recientes avances diplom¨¢ticos marroqu¨ªes.

A finales de octubre, el presidente Emmanuel Macron, reafirm¨® en la tribuna de la misma C¨¢mara Legislativa que Francia contempla ¡°el presente y el futuro del S¨¢hara en el marco de la soberan¨ªa de Marruecos¡±.

Los cruces de acusaciones y soflamas b¨¦licas son habituales en los medios marroqu¨ªes y argelinos, aunque raramente se manifiestan de forma tan rotunda los altos cargos pol¨ªticos. Desde Argelia, el exministro y diplom¨¢tico Abdelaziz Rahabi, quien ejerci¨® como embajador en Madrid, ha acusado al jefe de la diplomacia marroqu¨ª de agitar una ¡°estrategia de la tensi¨®n¡± a causa del programa de rearme de su pa¨ªs. En un art¨ªculo de opini¨®n publicado por el diario argelino El Watan, achaca la ¡°arrogancia¡± envalentonada de Rabat al giro de Macron en favor de sus tesis y al inminente retorno de Trump al poder.

¡°La geograf¨ªa impone exigencias [de rearme] a Argelia ¡ªcon dos decenas de pa¨ªses que intervienen militarmente en torno a nuestras fronteras, como los del Sahel o Libia¡ª que Marruecos ¡ªaliado de EE UU, Francia y, en los ¨²ltimos a?os, de Israel¡ª no tiene¡±, justifica Rahabi el creciente gasto de defensa. Argelia se declara formalmente pa¨ªs no alineado con las grandes potencias, aunque Rusia es su principal suministrador de armamento.

Guerra de baja intensidad

Las limitaciones econ¨®micas y una pol¨ªtica cautelosa de pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo han llevado al Gobierno marroqu¨ª a no poner en el mismo cesto todos los planes de compra de armas. El refuerzo de su capacidad militar se distribuye entre la adquisici¨®n de cazas F-16 y helic¨®pteros de combate Apache en EE UU, aviones de transporte Embraer C-390 brasile?os, un patrullero de altura Avante de los astilleros espa?oles Navantia, ca?ones franceses Caesar, e incluso bater¨ªas de misiles Patriot estadounidenses. Marruecos parece optar por la ventaja tecnol¨®gica, como los sat¨¦lites esp¨ªa, y el armamento de ruptura estrat¨¦gica, como los drones, frente a la masiva superioridad en aviaci¨®n, carros de combate y artiller¨ªa de Argelia.

El Consejo de Seguridad de la ONU llam¨® el 31 de octubre a alcanzar una soluci¨®n pol¨ªtica ¡°realista, factible y mutuamente aceptable¡± para el conflicto del S¨¢hara Occidental. Argelia y Rusia no apoyaron la resoluci¨®n presentada por EE UU que conten¨ªa esta declaraci¨®n. Este mismo mes, Marruecos asegura haber matado a siete milicianos saharauis mediante ataques con drones, en represalia por acciones armadas del Polisario. Dos de ellos perecieron en la zona de Gleibat el Fula (sureste), cerca del muro o terrapl¨¦n levantado por Marruecos que divide el territorio, al ser bombardeado desde el aire un convoy de veh¨ªculos.

Otros cinco combatientes perdieron la vida en las inmediaciones de Mahbes, poblaci¨®n del noreste del S¨¢hara donde se estaba celebrando un acto para conmemorar el aniversario de la Marcha Verde. El Frente Polisario recogi¨® los incidentes en sus partes oficiales, sin mencionar bajas propias en una guerra calificada por Naciones Unidas como de baja intensidad.